El topónimo lo localizamos geográficamente en la margen
norte de las carreteras De Casa del
Gallo a Cruce Bandama (GC-111) y Glorieta
Bandama – Tejeda (GC-015), entre
la Montaña de la Caldereta al norte y
las rampas del barranco de Dios al
sur, y, entre la zona urbana de la Cruz
del Inglés al este y las rampas del barranco
del Colegio al oeste.
Distintos historiadores consideran que el origen del
topónimo se corresponde con los predios que fueron del corregidor Juan Coello
de Portugal. «Juan Coello de Portugal en
un primer período que abarcó desde 1672 a 1676, ejerciendo en 1677 de capitán
general interino por haber viajado a la metrópoli el titular de entonces Juan
de Balboa Mogrobejo y luego continuó en segundo período desde 1678 a 1680»
(PLATERO FERNÁNDEZ, C.: “Del Ayuntamiento - corregimiento de Las Palmas”, Revista Aguayro, nº 213, 1995, pp. 034-039).
Debe reseñarse como mérito de su gestión la
construcción en su tiempo del puente en la Ciudad sobre el Guiniguada. «El puente de piedra que las unía era el que
en 1673 había levantado el corregidor y capitán a guerra don Juan Coello de
Portugal» (SÁNCHEZ FALCÓN, E.: "Evolución demográfica de Las
Palmas", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 10, 1964), que
sustituyó a uno de madera que se llevó el barranco, pero este también fue
destruido por las grandes crecidas del agua del barranco y sería reconstruido
por el Obispo Verdugo.
Está
documentado que los primeros repartos legales de tierras realengas en la isla, fueron «… los realizados por la Real Audiencia en
la Montaña de Doramas entre 1805 y 1807, según la R. O. de 1787; los que tienen
lugar en el Monte Lentiscal ente 1806 y 1818 y lo mismo se puede decir respecto
a la venta de dichas tierras para amortizar la deuda pública cuyas escrituras
de venta se otorgan a comienzos de la década de 1830» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.:
La propiedad pública, vinculada y
eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas
de GC, 1987).
Con anterioridad fue
la ocupación clandestina de estas tierras del Monte Lentiscal; la tolerancia en la usurpación y destrucción de
los montes permitida por el Cabildo General, en ocasiones realizaba datas sin
tener facultad, se favoreció la mayor usurpación de tierras a partir de las
haciendas de los propios usurpadores, cuyos protagonistas pertenecían a la aristocracia adscrita al gobierno de la isla.
«Lo que caracteriza esta
usurpación es la impunidad con que se produce pues, aunque a fines del XVIII el
Corregidor sigue autos de oficio contra "las usurpaciones de terrenos
causadas en el monte Lentiscal de ella, (de la isla) por las personas que
alindan con otros propios suios", se les permite seguir en la posesión de
lo roturado mediante el pago de un canon a favor de los propios» (o. cit.).
Las pocas datas de gran tamaño concedidas por Real
Cédula en el gran Lentiscal que
llegaba hasta Marzagán, lo fueron en
el último cuarto del s. XVIII para saldar créditos contra la Hacienda Pública,
por investigación de diezmos novales y por servicio en Milicias sin sueldo,
Administración Real de Correos y Temporalidades. Correspondieron en el mismo
orden a Esteban Llarena, Marqués de Acialcasar y Torrehermosa (300
fanegadas), Bartolomé Hernández Zumbado,
Abogado Reales Consejos (200 f) y a
Fulgencio Arturo Brito, Tte. Capitán (200 f). Muchas solicitudes fueron
denegadas y no concedidas.
Ya en el s. XIX, el Cabildo decide recaudar recursos
sorteando tierras en el Lentiscal,
las primeras en la Ladera de la Guirra
y Plaza Perdida, y años después se
continúa con por Hoya del Batán, Montaña
de los Lirios, el Rebentón, Lomo del Medio, Montaña de los Negros, Llano del
Barranquito de Dios, Montaña de las Arenas, Lomo y Hoya Obscura, Lomo y Hoya
del Alcalde, Raso de la Atalaya, Lomo de San Pedro, Barranquillo de los
Corrales, Plaza Perdida, Mocanal y Llano
Cruz del Inglés,
parajes en la jurisdicción de la Ciudad y de la Villa de Sta. Brígida, repartos
a los que concurren vecinos de ambos municipios.
Como puede desprenderse, además de la data al Marqués
de Acialcasar que se dio en el “corazón” del Lentiscal, todos estos parajes están fuera del perímetro de lo que
sería Monte Coello, salvo las doce
suertes de la Hoya de la Capa
realizadas , de donde podría concluirse que lo era porque esas tierras
de Monte Coello ya tenían poseedores,
y no decimos propietarios por desconocer cómo fueron poseídas.
Esos repartos del primer cuarto del s. XIX suponían la
práctica desaparición del Monte Lentiscal
«Un ejemplo del deterioro del monte lo constituye el Lentiscal y por ello en
las peticiones de datas hechas en el s. XIX se habla, de "el extinguido
monte Lentiscal"» (o. cit.).
Lagar Finca del Monte (Fedac) |
Se hace muy difícil por la total urbanización del
lugar, identificar orográficamente el pequeño cerro o monte que corresponde al
topónimo, en gran parte en la jurisdicción del municipio de la Villa de Santa Brígida y
una pequeña superficie del municipio de Las Palmas de GC. Intentamos hacer la
descripción del perímetro urbano a que corresponde en la actualidad,
considerando que con la mención de la calle se incluyen las viviendas a ambos
lados de la misma, y también por su elevación a partir de la cota de los 410
metros sobre el nivel del mar, llegando a la máxima de los 470.
La superficie correspondiente a la jurisdicción
capitalina, no es llamada oficialmente Monte
Coello, si bien orográficamente su suelo es parte del cerro o monte. Es
conocida como Cruz del Inglés y la
calle ascendente es llamada Goya, y
al traspasar el límite municipal pasa a llamarse Real de Coello, ya en el municipio de Santa Brígida.
Su límite al naciente coincidía con el suelo bajo la
jurisdicción del municipio capitalino, iniciándose en la Cruz del Inglés, desde la calle Miguel
Ángel hasta la frontera administrativa con
la Villa de Santa Brígida, que lo es en una línea paralela a la calle Rosales en el Monte Coello bajo la jurisdicción Capitalina, que se quebraría
hacia el Este al llegar a la calle Real
de Coello, hasta llegar a la antigua carretera del centro De Casa del Gallo a Cruce Bandama
(GC-111).
Su Norte vendría señalado por el suelo urbano a ambas
márgenes de la calle La Cuesta,
continuando por la calle Antonio Julio
Bautista Redondo, en su extremo más septentrional, y continuar por las
calles Néstor Álamo, Inocencia Acosta Padilla, las
imaginarias líneas del suelo urbano hasta llegar a las calles Monte Coello, Roque Nublo El Bebedero y Pablo
León El Bebedero, límites de poniente que conectan con la antigua carretera
del centro Glorieta Bandama –
Tejeda (GC-015), que conforma el
límite meridional de su perímetro.
Más allá de su perímetro al norte, queda la depresión del
antiguo lugar y topónimo de Hoya de la
Capa y la nueva urbanización de Los
Lentiscos en la ladera del Monte, en
cotas que bajan a los 398 y 375 metros s.n.m. La actual calle Real de Coello se corresponde con el
trazado del antiguo Camino Real del
Centro, de ahí que conserve la calle en su denominación tal atributo.
Todo este territorio era parte del histórico Monte Lentiscal, de donde hasta finales
del s. XIX el lugar era conocido como El
Monte, y así lo recoge Pascual Madoz
en su Diccionario Geográfico Nacional
de 1849.
«BRIJIDA DE LA VEGA (STA.): 1. con
ayuntamiento de la provincia audiencia territorial y capitanía general de
Canarias, en la isla y diócesis de la Gran Canaria, partido judicial de las
Palmas. SITUACIÓN al Este de la isla en medio de una deliciosa vega, libre á la
influencia de todos los vientos, con cielo alegre, despejada atmósfera y CLIMA
saludable; se compone de los pagos denominados el Monte; la Atalaya, las
Cuebas, las Goteras, Satautejo, la Angostura, los Silos …».
Lagar de Luis de la Guardia (Fedac) |
Puede que parte del territorio perteneciera a la
jurisdicción del desaparecido Ayuntamiento de San Lorenzo, dado que el mismo
autor recoge con esta denominación como único pago así llamado el siguiente «MONTE: pago dependiente de la jurisdicción
de San Lorenzo, en la isla de la Gran Canaria, provincia de Canarias, partido
judicial de las Palmas».
Tal duda no hemos podido despejarla por no disponer del
deslinde de los tres municipios (Villa de Santa Brígida, San Lorenzo y Las
Palmas) que confluían hasta 1939, momento de la anexión del segundo por el capitalino.
En los primeros años del s. XX se contaban en el lugar
hasta tres lagares para la obtención de vinos, los conocidos como de José de la
Coba, Luis de la Guardia, y la Finca del Monte.
Lagar y bodega de José de la Coba (Fedac) |
El topónimo de Monte
Coello comienza a adquirir notoriedad pública a finales del s. XIX y
principios del XX, al iniciarse la construcción de viviendas residenciales y de
“veraneo” en el lugar, comenzando a
ser relevante en cuanto al asentamiento poblacional de forma estable en “chalets” a partir del segundo cuarto
del s. XX.
Entendemos empieza a conocerse como tal a partir de los protocolos
notariales de compra-ventas al producirse la parcelación para la construcción
por particulares, y se adquiere conocimiento de que dichas tierras
pertenecieron al corregidor Juan Coello
de Portugal.
Iglesia de san José y san Juan Evangelista (Google Earth) |
Tal notoriedad nos la aporta el periódico “Diario de Las Palmas” del 28 de
diciembre de 1928, cuando publica un ruego de los estantes en el lugar y de
otros asentamientos próximos solicitando de la estafeta de Correos de Santa
Brígida distribuya la correspondencia directamente a los destinatarios.
«Los vecinos de Monte Coello y
Cruz del Inglés, termino municipal de Santa Brígida, se lamentan de que para
recibir su correspondencia tengan que ir personalmente a recogerla a la
Estafeta de dicho pueblo, pues parece que los carteros que hacen el reparto por
aquéllas inmediaciones y por lugares, aún más lejos, no pueden efectuarlo en
aquéllos sitios por estar fuera del distrito que les está señalado, sin que
previamente se les ordene.
Los espacios ajardinados de las viviendas en Monte Coello |
En Monte Coello y Cruz del Inglés
existe hoy una verdadera población formada por numerosos chalets y en ese sitio
se encuentra también el Hotel Santa Brígida, que en esta época se llena de
extranjeros, muchos de ellos delicados de salud, algunos inválidos, que vienen
a reponerse en este clima; y lo mismo aquéllos vecinos que estos extranjeros
han de ir a la estafeta, "personalmente", a preguntar si hay alguna
carta para ellos, para que en este caso se les entregue.
Nos piden que hagamos llegar al
señor Administrador do Correos el ruego, que hacemos nuestro, de que dé las
órdenes del caso para que los carteros hagan el reparto en el expresado lugar.
Como nos consta el interés y celo que en el mejoramiento del servicio pone
siempre el señor del Río Falcón, administrador de nuestra principal de Correos,
no dudamos que habrá de atender el citado ruego, que a más de ser justo
responde a una verdadera necesidad, aunque creemos que sería más conveniente el
solicitar de la superioridad el establecimiento de una estafeta para todo el
vecindario de Tafira y parte del Monte Lentiscal».
Unos años después, el arquitecto Miguel Martín
Fernández de la Torre, muy destacado en la construcción en Monte Coello quiso reproducir un esquema similar de casas
unifamiliares para el barrio de Tafira Alta, aunque el resultado serían fincas
individuales aisladas y más diseminadas. Sin embargo, alberga un conjunto de
gran valor, como la Colonia Quevedo,
proyectada en 1931 en Monte Coello,
dando al Camino Viejo. Se trata de “chalets” pareados del Grupo Tomás
Quevedo y distintos chalés de la familia Quevedo.
Algunas fuentes consideran que el diseño “racionalista” por el que destacó el
estudio del arquitecto Miguel Martín, tuvo la notable influencia ejercida por el
arquitecto alemán Oppel, contratado por el estudio. «Aquel difícil verano de entreguerras, un arquitecto alemán, de nombre
Richard Ernst Oppel, viaja a Canarias. Se trata de un hombre de 43 años de
edad, formado en la Universidad Técnica de Dresde, la de mayor prestigio del
país. En sus maletas, junto a los documentos que acreditan su capacitación
profesional, porta gran cantidad de carboncillos y gastados lápices de colores.
Aquel material de dibujo habría de jugar un papel fundamental en la historia de
la arquitectura moderna en Canarias.
Vivienda del ingeniero Hans Speth (arquiscopio-com) |
El alemán, buscaba en las islas un
nuevo comienzo. Oppel planificó su incursión profesional; primero visitaría
Tenerife, donde se entrevistó con el arquitecto Eladio Laredo y Carranza, que
reconstruía el hotel Taoro del Puerto de La Cruz; y más tarde Gran Canaria,
donde visitó a Miguel Martín-Fernández de La Torre, en aquel momento, el
arquitecto de mayor proyección del archipiélago, y al que había escrito
previamente solicitándole un puesto en su estudio.
El gran arquitecto canario
accedió. Las islas, por aquél entonces, comenzaban a vislumbrar el cambio de
paradigma hacia la modernidad, y aquel ideal moderno, tenía su referente más
destacado en la arquitectura funcionalista que se estaba gestando en Alemania.
Este hecho, junto a la sólida trayectoria demostrada por Oppel, fue
probablemente un factor decisivo en su admisión. Y así fue como el arquitecto
Oppel, dada su procedencia extranjera, no podía firmar proyectos, se incorporó
al equipo de Martín. Pronto Miguel le brindó su confianza y Richard le
correspondió con trabajo y tesón.
En aquellos primeros meses, Oppel
pasaba incontables horas frente al tablero de dibujo, en un digno edificio de
la calle Bravo Murillo de Las Palmas, proyectado por el propio Martín, donde
este último había instalado su estudio profesional y su vivienda. Uno de los
primeros encargos que recibió el alemán, ya incorporado al estudio del
arquitecto canario, fue una casa que atendería al programa de vivienda para el
ingeniero Hans Speth y su familia.
El Dr. Speth, que por aquella época
dirigía las obras del Puerto de La Luz y de Las Palmas, había trabado una
fuerte amistad con Richard Oppel desde la llegada de éste a Gran Canaria. Les
unía su condición de centroeuropeos ─Speth era holandés─ y una educación común,
ya que ambos obtuvieron una férrea instrucción germánica, producto de la cual
lucían una característica cicatriz en el rostro. Así pues, el ingeniero Speth,
confió a su amigo el proyecto de su casa en Tafira. Ésta habría de levantarse
sobre una parcela elevada, desde donde su futuro propietario pudiera seguir las
obras del Puerto, que dirigía al frente de la Sociedad Metropolitana de
Construcción. En septiembre de aquel año treinta
y dos, Richard comenzó a trazar los primeros croquis de la futura casa (BEAUTELL, A.: “El mejor racionalismo
hecho en Canarias”, arquiscopio-com, 22-01-2016).
La casa se situaba en el término municipal de Las Palmas, en el Monte Coello orográfico bajo su
jurisdicción, concretamente en la calle Rosales
nº 4.
En 1939 volvemos a tener noticias en la prensa local de
Monte Coello, como consecuencia del
expediente de subasta pública para la contratación del servicio de alumbrado
eléctrico de esta localidad y de la barriada de "Coello", de donde sabemos que ya había adquirido tal
condición urbana.
Proyecto Miguel Martín Hotel Sta. Brígida (MDC) |
La
edificación más sobresaliente de Monte
Coello por su tamaño, es el actual Hotel
Escuela de Santa Brígida, proyecto que corresponde también al mismo
arquitecto quien lo realizó para la viuda de Quidney en 1940. Venía a sustituir
al antiguo hotel de madera que se incendió en agosto de 1938 ocasionado por un
cortocircuito. Fue la gran atracción turística de finales del s. XIX, donde se
hospedaban los extranjeros que venían a la isla atraídos por las bondades de
las aguas de sus balnearios y el especial clima del Monte.
En 1971, se
inauguró el Centro de Monte Coello, en la calle Goya, obra social que creó y subvencionó la extinguida Caja Insular
de Ahorros. Fue concebido como un gran Centro
de Orientación Psicopedagógica al "subnormal
mental". Además de contar con un servicio médico complementario, tenía
un servicio psicológico y pedagógico y un gran Centro de Educación Especial con capacidad para 285 niños "subnormales educables" en
régimen escolar de seminternado. Pertenecía también a este complejo una
Clínica-Hogar para "subnormales
custodiables-profundos".
En
la actualidad Monte Coello ha dejado
de ser un lugar donde predominaban las viviendas unifamiliares ajardinadas o
chalés utilizados como residencias “de
verano”, convirtiéndose estos en residencias permanentes.
Localización (IDE Gran Canaria) |
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