Situado en la costa más occidental de la isla, al sur del
barranco de la Aldea de San Nicolás y de El
Roque donde
se encuentra la cueva donde la tradición sitúa la ermita fundada por
franciscanos mallorquines en el siglo XIV, que se supone lo fue bajo la
advocación de San Nicolás de Tolentino, en el amplio territorio con un relieve
abrupto conocido como Vallehermoso. El denominador común
de toda la costa es de grandes acantilados de entre 100 y 200 metros de altura,
penetrando en el mar en su extremo más septentrional la Punta del Agujero y en el
meridional la Punta de Sanabria, y a mitad de camino entre ambas el Roque
Colorado de tan curioso
relieve resultado de la erosión.
Costa de Vallehermoso (fotosaereasdecanarias-com) |
Los grandes tajos y la humedad del mar que los vientos
depositaban en los mismos, favorecían las
presencia de líquenes, en concreto la orchilla (Roccella canariensis), muy apreciada desde los primeros siglos de
la conquista y demanda por genoveses y venecianos que negociaban con ella para
la obtención del tinte natural color púrpura. Ello dio lugar a la antigua
presencia de orchilleros que colgados con cuerdas en los acantilados efectuaba
la recolección de la misma, al igual que lo hicieron en el Andén
Verde (Artenara).
El topónimo de Roque Colorado responde al
cromatismo del sustrato volcánico formado coladas de basaltos, en determinadas
zonas con disyunción lajosa que caracteriza el paisaje y haciéndolo poco
transitable. Estas condiciones del territorio han condicionado la memoria
colectiva de los lugareños creando topónimos en la línea de costa y en el
interior que permiten su identificación, en algunos casos referidos a
antropónimos, aprovechamientos, e inclusive a recursos que obligatoriamente
tuvieron que utilizarse en cualquier momento de la historia, todos ellos
creados con el único propósito de ayudar o advertir de las características del
lugar.
Es
así como vamos descubriendo de norte a sur topónimos de fácil interpretación.
En la línea de costa La Lajilla clara referencia a esa
disyunción lajosa de los basaltos caídos; Baticulo que como dice el DRAE
referido al glosario marinero puede ser algún cabo grueso o una vela que
alguien precisó para salir apuradamente del lugar: «1. Cabo grueso que se da en
ayuda de los viradores de los masteleros. 2.
Cangrejo pequeño que, en buenos tiempos, arman y orientan en una de sus aletas
los faluchos y otras embarcaciones latinas»; y la Baja de Benítez donde
ese perdido marinero de la historia, en el mejor de los casos, pudo haber
encallado su embarcación con la que pescaba.
Ya en el interior tenemos primero el Andén de Barriga, difícil
camino que su trazado responde a la tercera acepción que nos aporta el DRAE «Comba que hace una pared» que añade más
dificultad todavía; el barranco y degollada de las Gambuesillas,
donde los pastores construyeron sus corrales con muros de piedra; el Lomo
de los Orchilleros por donde nuestros arriesgados artesanos llegaban
hasta los acantilados; el Andén Ancho porque los restantes
eran estrechos; recuerdos de personajes perdidos en el tiempo
como Montañeta
de Maria del Pino y Lomito de Cha Pepa, la última con
ese especial tratamiento derivado del honor de "tía" por sus teóricos conocimientos; la Cañada
del Humo, referencia toponímica isleña debida a la presencia de brumas
en el lugar; y por último, Los Verechuelos, claro calificativo para una vereda que
complementan con el sufijo "-uelo, la" (Del lat. -ŏlus), que como recoge el DRAE lo es por pequeña «1. suf. diminutivo. Arroyuelo, locuelo,
bellacuelo. A veces toma las formas -ecezuelo, -ezuelo, -zuelo. Piecezuelo,
pecezuelo, jovenzuelo» o porque no es agradable de andar «2. suf. Algunas de las palabras formadas
con estos sufijos tienen valor despectivo. Mujerzuela, escritorzuelo».
Componen en su conjunto todo un código informativo para el
lugareño que transita por estos lugares, fácil de entender y difícil de
olvidar. Es como la señales de tráfico para el conductor de hoy, que si se
conocen te advierten de los peligros que acechan al conductor.
Y para todo el conjunto, y no porque se trate precisamente de lo
que entendemos por un valle, la visión idílica de aquel primigenio ecologista amante
de la naturaleza que supo captar en su pensamiento la inigualable belleza de un
territorio agreste con un relieve discontinuo y quebrado que bautizó como Vallehermoso.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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Hola, estupenda entrada, ¿qué era exactamente el "Vallehermoso"?
ResponderEliminarun saludo
El topónimo se asigna a la cañada o barranco y a la degollada, pero se desconoce su origen.
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