lunes, 18 de febrero de 2013

ASLOBA, DEGOLLADA Y MONTAÑA (ALDEA DE SAN NICOLÁS)



Actualización: 2013/11/21
Topónimo con el que se conoce la degollada y la montaña situadas entre las cuencas de Tasartico y Tasarte, en el amplio territorio conocido como Los Arquillos, al sur de la Hoya de las Magarzas y al norte de la Montaña de Lomo Gordo y de la Hoya de la Pared.

Panorámica (C.E. Conociendo Gran Canaria)
Integran parte del agreste paisaje del poniente de la isla formado por cresterías que dejan entre sí hoyas, cañadas y degolladas en un altura media de los seiscientos metros sobre el nivel del mar, geológicamente formada al poniente de la carretera de La Aldea a Mogán (GC-200) que discurre por los andenes del Pinar de Ojeda.

La Montaña Asloba cuya elevación alcanza los 996 metros sobre el nivel del mar, en cuya vertiente nordeste se sitúa la Degollada de su nombre al llegar a los 780 metros, tiene una morfología muy singular que le distingue de las restantes crestas entre las que se encuentra. Nos referimos a su forma de "pirámide", atributo por el que también se le conoce coloquialmente, y por lo que es muy fácil distinguirla.

Vista (C.E. Conociendo Gran Canaria)
Sobre el origen del topónimo Asloba, con el que está inventariado por el Instituto Geográfico Nacional, nada se ha escrito sobre el mismo. Aunque no podemos descartar que sea de procedencia aborigen, fonológicamente no parece serlo, ni se ha encontrado voz alguna que se aproxime al mismo. Tampoco se incluye el término en el Diccionario de la RAE, ni en el Diccionario Básico de Canarismos (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA:, Sta. Cruz de Tenerife, 2010).

Otra panorámica (Ivann Milenkovic - Conociendo Gran Canaria)
Hemos detectado su inclusión en el Diccionario de Lengua Universal del Dr. Bonifacio Sotos Ochando, concretamente en la página 31 en el apartado de "Resinas". El Dr. Sotos, albaceteño nacido en 1785 y fallecido en 1869, fue un gramático y lingüista español, creador de un proyecto de lengua universal artificial fundamentado en la lógica, publicando el resumen consultado en 1860, que fue presentado en la Sociedad Lingüística de París al considerarla la mejor de las lenguas universales.


Su mención en este apartado de "resinas" del diccionario, que el autor no desarrolló al contraer una grave enfermedad por la que murió, y el que hablemos de un lugar habitat histórico del pino canario (Pinus canariensis) nos aproxima a la resina del mismo, conocida desde la antigüedad como "trementina".

La pirámide natural (Nazaret H. - Conociendo Gran Canaria)
Está documentado que los aborígenes canarios ya usaban la resina del pino con fines terapéuticos: «No extraña, pues, que fueran frecuentes las fracturas de sus extremidades, entre las cuales mencionaremos, elegidas al azar, las del húmero izquierdo, cicatrizadas, y las de tibia, peroné y fémur derechos, mal consolidadas. Estas diferencias en obtención de resultados posteriores hace pensar que se valían de aparatos de contención, reducidos a vendajes circulares de tela de junco, envueltos a su vez por vendas de cuero, a las cuales untaban resina de pino para darles consistencia. La extremidad fracturada la descansaban sobre un entablillado de tabaiba y la sujetaban con cuerdas de junco y tiras de cuero » (BOSCH MILLARES, J.: "La medicina canaria en la época prehispánica", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 7, 1961).

Vista (Turcón)
Como también en los enterramientos donde se supone se empleaban con fines balsámicos «Ajuar: hachones de tea y pelotas de resina de pino, quizá empleadas con fines balsámicos» (DEL ARCO AGUILAR, Mº.C.: "El enterramiento canario prehispánico", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 22, 1976).

Ortofoto (Google earth)
Es igualmente conocido que tras la conquista se realizaron grandes importaciones de "trementina" como es el contrato del 26 de agosto de 1522 «...Pedro de Iráuregui, vecino de la villa de Bilbao y maestre del "Santa María de Begoña", se obliga con Juan Merchante, vecino de la Isla, a traerle de Flandes dos quintales de trementina, dos de manteca sin sal, uno de pólvora y cuatro libras de hojadelata, fijando el importe del flete en una mitad del valor de lo que traiga » (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: "El cultivo de la caña de azúcar y la industria azucarera en Gran Canaria 1510-1535", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 7, 1961).

No resulta extraño que las costumbres prehistóricas se mantuvieran durante siglos, si bien es conocido que la "trementina" y sus aplicaciones médicas eran también conocidas en la antigua Grecia:
Resinando (Urbano Heredero, J)

«La conocida de mas antiguo es la de ser un remedio á propósito para curar las úlceras interiores, lo que hizo llamar á este medicamente el bálsamo de las vísceras, el alma de los riñones, de la vejiga u de las partes genitales (Rauchin). Hay motivo de creer que se la haya atribuido esta propiedad en vista de la que se observa tener, á veces, de cicatrizar las úlceras exteriores, o tal vez por sus facultad aglutinante. Se de esto lo que quiera, la trementina ha sido administrada al interior en todos los casos en que se ha creido existir ulceraciones en las vísceras ...» (IMPRENTA DE DON MATEO REPULLÉS: Diccionario de Ciencias Médicas por una sociedad de los más célebres profesores de Europa, Traducido al castellano por varios facultativos de esta corte, Tomo XXXVI, Madrid, 1826).

La conocida "trementina fina" que en la actualidad es usada, entre otros, por los pintores para fijar o "pegar" el óleo al lienzo, es un destilado y refinado obtenido a partir de la resina del pino que se extrae de los troncos de pinos con más 40 centímetros de diámetro realizando sucesivos cortes sistemáticos y periódicos en la corteza del árbol, de donde mana para ser recogida en un recipiente situado al pie del mismo.

Este topónimo, situado en el bello escenario paisajístico con muchos frecuentados senderos que discurren por las cañadas y degolladas del lugar, corre un gran peligro de desaparecer, tanto por la propia corrupción del término pues lo hemos visto escrito de diferentes formas, como por el modismo de llamarla Montaña de las Lobas, cuando en nuestra isla nunca ha habido vivido este animal, al menos de forma silvestre, cuestión que los senderistas que se precian de serlo no incurren en ello, pues conocen y defienden con intensidad el medio por el que transitan en la isla.

Vista (bienvenidosatasarte-blogspot)
En noviembre de 2013, biólogos de la Sociedad Entomológica Canaria Melansis, han descubierto en esta montaña uno de los tubos volcánicos más antiguos del mundo, localizado dos años antes por un grupo de montañeros, formado hace 14 millones de años, que tiene 47 metros de desarrollo, habitado por dos especies de insectos adaptadas a una vida en completa oscuridad y sin casi nutrientes, no catalogadas hasta ahora.

Por la datación de la montaña su antigüedad se remonta mucho más atrás que la cueva del Llano (Fuerteventura), que con un millón de años era considerado el más antiguo tubo de España, de donde se le sitúa en los momentos en los que se formó el escudo volcánico que dio origen durante el Mioceno a la isla de Gran Canaria.



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

domingo, 17 de febrero de 2013

ARTAZO, BARRANCO Y LOMO DE (GÁLDAR)



Actualización: 24-abr-2016
Topónimo aborigen con el que se conoce el lomo y el barranco que discurre junto al mismo, situados en los altos de Gáldar, lindando al noroeste con los Llanos de  Samarrita y la montaña homónima, al naciente con el Llano del Saucillo y la Hoya de Los Cardos, al sudeste con las tierras rojas del Lomo de la Almagra y al sur con Bracamonte. A su poniente queda el Roque Maninidra que cuelga sobre un andén sobre el Valle de Agaete.

Panorámica (timple)
La más antigua referencia documentada del lugar  la encontramos en la data solicitada por Pedro de Lepe el 17 de diciembre de 1535, cuando al describir las tierras que pide al Consejo dice:

«... camino del Agua del barranco que llaman Ançofe, esta una tierra de sequero que a por linderos de la una parte de abaxo el derrombadero (con .. lançe) de la dicha agua con el barranquillo que haze lynde entre la dicha tierra e tierras de Ynes Trellez, muger de Anton Lopez difunto que dios aya. E por la parte de arriba los Riscos e cabeços que penden sobre las dichas tierras, de la parte del camino que va de Galdar para ArtaçoE de las otras partes tierras realengas. La qual dicha tierra ovo Ysabel de Losena mi hija difunta...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Del subrayado de la descripción del peticionario de la data parece desprenderse que el lugar de "Artaço" se encuentra inmerso en las tierras de baldíos de realengo, si bien señala como linderos las tierras de Ynes Trellez, viuda de Anton Lopez, de quien sabemos que es descendiente del Guanarteme.

Vista del lugar entre el Roque Maninidra y la Mª Samarrita,
desde Lomo de Almagra (Google earth)
«Mejor suerte corrieron los familiares más cercanos a Don Fernando Guanarteme que, como en el caso de Antón Guanarteme –también conocido como Antón López- consiguieron retener sus propiedades, integrándose en la vida económica del noroeste grancanario como pequeños y medianos propietarios de tierras y ganado. Antón López en los inicios de la década de 1530 fué un reputado vecino de Gáldar que no dejaba de asistir a la misa dominical en la parroquia de Santiago y estar presente como testigo en los pregones de repartimiento que se voceaban a la salida de los servicios religiosos.

En cambio, cuando las tierras tenían un alto valor en el mercado inmobiliario de principios del XVI los canarios no consiguieron retenerlas bajo su propiedad y se vieron obligados a enajenarlas, particularmente si su adquisición se había producido a través de cartas de dote a mujeres indígenas» (BETANCOR QUINTANA, G.: Los indígenas en la formación de la moderna sociedad canaria. Integración y aculturación de canarios, gomeros y guanches, 1496-1525. Tesis doctoral inédita. ULPGC, 2003).

Hemos de esperar algo más de un siglo para que nos aparezcan documentadas como propiedades privatizadas, en concreto en el testamento 7 de julio de 1663 de Antonia Cabrejas Figueroa, viuda del Capitán Blas Bethencourt, quien dice ser propietaria de un «Cortijo de tierras en Artazo de 83 fanegadas, 7 celemines y 2 cuartillos y otro Cortijo de tierras en Maninidra» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).


Tierras rojas del Lomo de Almagra (F78)
Por la misma fuente bibliográfica sabemos, que en su escritura de vinculación de bienes de 29 de enero de 1704, los hermanos Francisco Golfos de la Puerta, licenciado, canónigo y juez subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada, y, Petronila Golfos de la Puerta, viuda del capitán Francisco Espinosa Montero, dicen ser propietarios de un «Trozo de tierra de "secano" denominado "Artazo"» de 10 fanegadas y 11 celemines.

También nos documenta la desamortización de una propiedad del Convento de San Bernardo, por compras del 2 de octubre de 1761 y 27 de septiembre de 1769, adjudicada por deuda de censos el 4 enero de 1724, propiedad que es subastada cuya descripción dice «Cortijo Maninidra en Artazo de pan sembrar y arrifes» de 48 fanegadas, que es adjudicado en el remate de la desamortización a Francisco Armas de Agaete el 29 de enero de 1842 por 90.150 reales de vellón.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
 

viernes, 15 de febrero de 2013

APUPÚ, PUNTA DEL CERRO DEL (S. BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Actualización: 2013/06/14
Topónimo con el que se conoce un cerro y su punta situado al naciente del barranco de Fataga, entre la Mesas del Corralillo y la Mesa de la Sabinilla, conformando un interfluvio entre el barranco del Cañizo y la Cañada de los Pajaritos. Nos encontramos en un amplio territorio donde concurren las elevaciones características del relieve meridional grancanario que aquí llamamos lomos, mesas y morro y que conforman los interfluvios de barrancos y antiguas cañadas que siglos atrás llevaban las aguas de la antigua Sierra al mar siguiendo la coincidente dirección Norte-Sur y erosionando el viejo relieve. 

 
Apupú (avesencanarias-blogspot)

Al margen de la belleza del territorio más antiguo de la isla, probablemente lo más notable de este morro sea el propio topónimo, exactamente un zoo-topónimo que guarda relación con el popular Apupú, ave incluida en el catálogo  de Especies Amenazadas de Canarias, como amenazado de desaparición está también su popular que en esta isla recibe de "Apupú".

Generalmente conocida como "Abubilla" (Upupa epops) es un ave del que Viera y Clavijo (VIERA Y CLAVIJO, J.: Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, Madrid, 1982) destaca que «Su mejor distintivo es el de una hermosa cresta, compuesta de una doble fila de plumas de dos pulgadas en forma de garzota que voluntariamente levanta. Estas plumas son de color rojillo, y todas rematan en una mancha negra. La cabeza, cuello y pechuga son casi del mismo color rubio. Las alas están taraceadas de listas largas, blancas y negras; lo demás del cuerpo es de un blanco parduzco».

 
Ortofoto del morro (Google earth)

La condición religiosa del celebrado autor le redomienda decir de la "voluntariedad" para desplegar su moño, cuando obedece biológicamente al cortejo sexual o cortejo nupcial del comportamiento animal cuando el macho busca apareamiento con la hembra, de coloración algo más apagada que el macho. Su época de reproducción es desde abril a julio, con una puesta de 6-7 huevos en un nido construido en agujeros de árboles y en muros cerca del suelo, del que no limpia los excrementos y desprende mal olor, se cree como protección frente a sus depredadores. La hembra anidada pueden defenderse lanzando un líquido maloliente que produce en una glándula situada en la base de la cola.

Está provista  de un pico largo y curvado que le permite perforar la tierra en busca de gusanos y larvas de insectos en los que basa su dieta. Su  hábitat es de zonas abiertas de clima cálido y seco, de escasa vegetación, con suelos blandos que le permiten su sustento. Su vuelo, que destaca por el color blanco y negro de sus alas, lo realiza en tramos cortos posándose siempre cerca del suelo. 

Apupú con su moña desplegada (aves-silvestres-blogspot)

De los distintos nombres que recibe este animal en península y en Canarias, e inclusive en otras lenguas, se da el denominador común que todos ellos responden a una onomatopeya, es decir se inspiran o interpretan el sonido que emite con su canto, lo que ha motivado los más diversos estudios fonéticos y morfológicos:

«Se ha discutido bastante sobre la etimología de abubilla; según unos investigadores la forma castellana deriva de la latina UPUPA y, según otros, es una creación onomatopéyica romance. En lo que todos están de acuerdo es en tomar UPUPA como onomatopeya. Para Alonso de Falencia "dize se vpupa por el son de su boz". García de Diego registra UP y PUP como onomatopeyas de la voz de la abubilla, de donde "se formó en latín su nombre UPUPA, que ha sido heredado a veces con cambios fonéticos, pero que generalmente ha sido deformada por la onomatopeya viviente". Creación paralela a UPUPA es ULULA 'buho', y el griego epof 'abubilla'» (ACHÚTEGUI, C., ALBALÁ, P. Y RODRÍGUEZ-PONGA, R.: "Los nombres de la «abubilla» en los Atlas Lingüísticos españoles", Archivo de Filología Aragonesa, nº 34-35, 1984)

 
Nido de Apupú (faunanaturaleza-blogspot)

En las demás islas del Archipiélago es conocida como "tabobo" voz que se estimaba era un "guanchismo" aborigen; Viera y Clavijo interpretó como variante de otra ave de La Gomera llamada "tahoce"; y otros menos eruditos han creído que tal nombre se le daba por ser "ta-bobo = ave poco inteligente". No era así, era una corrupción del "abobito" de "abubilla":

Desde abobo se generó el tabobo, que indujo al error de Wölfel. Es, con mucho, la forma más difundida por todas las Islas, pues, aparte su frecuencia numérica, aparece en todo el Archipiélago, salvo en Gran Canaria y el Hierro. Que tabobo no se puede separar de abobo, como éste tampoco de abobito y, a su vez, éste de abubilla, parece evidente, pero ¿y la t- o tu-?.

En efecto, las voces bereberes pueden tener t- (prefijo de femenino) y a- (prefijo de singular), pero tampoco es éste el primer caso en que una voz románica se presenta con formantes extraños a su condición (y recordemos falsos arabismos empezados por al-): tarozo por carozo, tarsuelo por orzuelo podrían ser ejemplos que unir al que ahora gloso.(...) Queda una última cuestión antes de proseguir: las formas castellanas proceden del latín upupa, y este simple hecho nos sitúa ante un claro caso de "onomatopeya desvirtuada por deformación", según la terminología de García de Diego, que ejemplifica, precisamente, con !as siguientes palabras: "el lat. upupa -abubilla- ofrecía sentido onomatopéyico, que lo perdió en el castellano abubilla (ALVAR LÓPEZ, M.: "Tabobo. Un falso guanchismo en las designaciones de la abubilla", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 27, 1981).

 
Con una larva en su pico (aves-silvestres-blogspot)

En la voz APUPÚ que damos en este isla y que no está recogido como canarismo (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), los recuerdos de la niñez confirman que nuestra expresión es una onomatopeya de su canto. Es inolvidable aquel pareado que entonábamos cuando veíamos uno:


Apupú, apupú,

culo blanco, culo azul

apupú, apupú,

es así como cantas tú.



La abubilla que en la provincia de S.C. de Tenerife llaman "tabobo", en Aragón la conocen como "gurgute", en Galicia "bubela", en Valencia "palput" asociándola al pene masculino, en Murcia "parputa", en Cataluña y Baleares "puput",  y en León como "budibilla", es en esta isla conocida con la voz "Apupú" que tiene similitudes fonéticas a la de otros lugares: «En efecto, en Canarias hay variantes con p y vocal apupú/alpupú que han de relacionarse con otras, como el salmantino pupa, el gallego de Pontevedra poupa, el portugués de Olivenza poipa o el portugués común poupa, que remontan a formas latinas sin diminutivo. También en Andalucía (pueblos onubenses fronterizos con Portugal, ALEA 415), y en algún pueblo de Badajoz, se recoge el lusismo popa, lo que vendría a unir ciertas formas canarias con otras occidentales, según ocurre tantas y tantas veces» (IBÍDEM).

Cabe la conclusión que la voz onomatopéyica "Apupú" que usamos los grancanarios se aproxima mucho a ese repetido canto del ”up-up-up” que determinó el nombre científico "Upupa" epops", del que después surgiera  el diminutivo de "abubilla" (COROMINES, J.: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, 2011), argumento más que suficiente para rescatar y reivindicar su uso en nuestro habla sin temor a pecar de vulgarismo. 



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)