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jueves, 12 de abril de 2012

AZUAJE, BARRANCO DE (FIRGAS Y MOYA)

Actualización: 13-mar-2016
Aguas arriba, este barranco va recibiendo distintas denominaciones en el siguiente orden ascendente: “de San Andrés”, “de Guadalupe”,  “de las Madres”, “de la Virgen”, “del Andén”» y “de Crespo” cuando llega a su nacimiento después de atravesar los municipios de Arucas, Firgas y Moya de los que es su frontera administrativa, y, Valleseco.

El balneario (Antonio González Morales)
Cauce (IDEE Instituto Geográfico Nacional)
Aguas abajo, si bien no es muy notorio algunos le llaman «de San Andrés» por ser el lugar de la costa Norte por donde desagua. En tiempos de la Conquista era conocido como “de Aumastel” o “de Agumastel” topónimo aborigen, y comportó la frontera entre la zona Norte de la isla con la zona de la Ciudad en que dividió esta parte de la isla para los repartimientos de tierras y aguas.

Este barranco y las tierras contiguas despertaron en la antigüedad la codicia de muchos privilegiados por la fuerza hidráulica de sus aguas para los ingenio y molinos, y, para el riego de los cultivos. Tenemos documentada una larga información de ello (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

El 2 de diciembre de 1538 es el regidor Alonso de Herrera que pide «… me hagan merçed de unas laderas de tierras que están en el barranco del Aumastel a la vanda de Moya y ençima de las tierras que fueron de Diego de San Clemente y de las que fueron de Pedro Moreno que al presente son mias para las aprovechar con el agua de dicho barranco que yo tengo y con el agua de Moya en lo qual me harán merçed las quales tierras yo he poseydo hasta agora u asi mismo mi padre las poseyó e tuvo por si (l)as y porque no hallo titulo dellas …».

El 17 de enero de 1539 Diego de Çamora solicitaba «… un pedaço de tierras de sequero que es en el barranco del dicho Aumastel de la una parte de abaxo tierra que dizen de Loriana Mexia e de la vanda de arriba el camino que va del yngenio de Gonçalo Ruiz a la montaña Doramas hasta dar a mi p(arral) e de la otra parte el dicho mi parral el qual dicho pedaço de tierras podrá aver dos hanegadas de senbradura poco mas o menos la qual a estado y esta montuosa e sequero que hasta oy de presona ninguna no a sido aprovechada …».

El 19 de mayo de 1539  el doctor Alvaro de la Mata pedía «… unos pedaços de tierras en que puede aver hasta doze o quinze hanegas de senbradura que son el barranco del Aumastel arriba del yngeño que fue de Alonso de Her(rera) Regidor y agora es de Alonso de la Barrera en la ladera del mismo yngeño que empieçan los dichos (peda)ços desde adelante un poco del horno de la cal desde un Risco grande la ladera abaxo (ha)zia el yngenio y deslinda por parte de abaxo en las acequias que por donde Françisco Ort(iz) y Anton Ortiz riegan sus tierras que al presente yo tengo puestas de cañas y de (parras), arriba linda con los riscos en los quales Riscos deslindan las tierras que fueron de Mar(tin) de Aduça y vienen los dichos pedaços hasta çerca del albercon del yngeño del dicho (Alonso) de Herrera …».

Panorámica de la cuenca (fotosaereasdecanarias-com)
El 10 de julio de 1542 el doctor de Alvaro de la Mata hace una nueva solicitud «… de unos pedaços y andenes de tierra en que puede aver hasta siete hanegadas que están montuosos dentro del barranco del Aumastel donde dizen el Trapiche linderos del cabo de arriba un Risco grande que esta a la hondonada de unas tierras de los herederos de Gaspar de Palençuela que aya gloria e por abaxo el barranco e por ellos para el atajo que va del Trapiche a Moya que es tierra muy trabajosa e no se a aprovechado hasta agora e porque agora tiene necesidad dello lo querria aprovechar …».

El 6 de noviembre de 1542 el escribano publico Geronimo Batista, después de contar de muchas particularidades que entonces se daban en los repartimentos,  dice «… yo a que estoy en esta isla mas de treynbta e cinco años e loado dios tengo mi casa e mi mujer e siete hijos e familia e hasta agora no se me a dado ni Repartido ningunas eredades ni tierra de rriego ni de sequero como a los otros vecinos se suelen dar porque quando alguna cosa e querido demandar me an dicho que esta Repartido […]  y es asi que en un Repartimiento que se hizo por mandado de vuestra señoria el año pasado de quinientos e diez e nueve años en çiertas tierras ençima de Terore y en aquella comarca a la vuelta de Firgas e Barranco de Aumastel esta un lomo que se repartio a Diego de Sanclemente e a Juan de Ariniz escribano mayor del cabildo e a otras personas en que puede aver dozientas e çinquenta hanegadas poco mas o menos e tienen por linderos de la una vanda tierras que fueron dadas  Bernaldio de Lezcano Regidor desta isla e a su madre e ermanos e de la otra vanda tierras que fueron dadas a Juan de la Rosa en el qual dicho como e cantidad de tierras que es dicho hasta agora no se  edificado cosa alguna por ser como son tierras de mucha costa e de grandes helechales e lexos desta çibdad e yo querria con mis hijos hazer alguna fazienda en que los sustentar …».

Vista (lospasosquedejamosatras-blogspot)
El 23 de enero de 1549 Pedro Borjes pide «… un pedaço de tierra en que podrá aer hasta veynte fanegadas en senbradura que son en la comarca de Firgas e lindan de la una parte con tierras del doctor Alvaro de la Mata e de la otra parte con un camyno que va por el yngenio de los herederos de Alonso de la Barrera e hasta dar al dicho yngenio de Barrera e por la vande de abaxo el barranco del Aumastel la qual dicha tierra es en pedaços en laderas e andenes e yo e desmontado parte della e aun tengo aprovechado e no a sido hasta agora dadas a persona alguna ny menos perjudico a nadye en dárseme antes rrenda en pro e utilidad de la isla e yo rresçibire muy gran merçed para la sustentaçion  de my mujer e hijos …».

El 11 de octubre de 1549 es nuevamente Pedro Borjes nueve meses después, quien nos da cuenta de acequias y pide «… un pedaço  de tierras para viñas e arboleda en que podrá aver tres o quatro hanegadas de sembradura que son en el barranco del Aumastel debaxo de las quevas que dizen de los Sanchez entre las dos acequias e lindan con la acequia del Alcantarilla e de la otra parte con la acequia Real con mas otra hoyeta que esta debaxo de la dicha acequia Real que todo es tierra de çarçales e otra maleza que no a sido aprovechados hasta afora de persona alguna …».

Al siguiente siglo está documentado en protocolos notariales, apareciendo el topónimo que tratamos de barranco de Azuaje, denominación en este tramo que tiene su origen en el genovés Damián de Azuaje, propietario de un ingenio, y del de Francisco de Azuaje, ambos del s. XVI. Son probables descendientes de la familia formada por Juan Bautista Amoreto, conde de Amoreto, y Blanca Rapallo Soaggi, este último apellido castellanizado como Azuaje, genoveses que aparecen como titulares de tierras en Moya a principios de este siglo XVI.

Con posterioridad, otros  accedieron a propiedades en el lugar, por las aguas del mismo, como se infiere del testamento fechado el 7 de diciembre de 1658 de Matías Andrés González, Canónigo Doctoral de la Catedral, consultor y juez ordinario del Santísimo Oficio, Abogado de los Reales Consejos y de la Real Academia Las Palmas, natural de La Laguna, que dice ser propietario de una «Hacienda de tierra labradío en el Barranco de Azuaje con 5 días y 5 noches de agua de dicho Barranco».

Rejalgadera (floradecanarias-com)
También tenemos el testamento del 29 de enero de 1669, de Luis León Afonso, Licenciado y clérigo presbítero, que refunde Agumastel con Azuaje de sus bienes, cuando dice tener varias fincas próximas en el lugar que se riegan con sus aguas y que son «Hacienda labradía y montuosa de 22 fanegas en la costa de Lairaga con una azada de agua continua del Barranco de Agumastel; Suerte labradía de 5 fanegas denominada “La Avecilla” con el agua que le corresponde del Barranco de Agumastel; Cercado labradío de 1 fanega con una platanera frutal y el agua que le pertenece del Molino de Azuaje; 5 fanegas de Tierras plantadas de parra y de tierra calma con media suerte de agua del Heredamiento de Moya en el Barranco de Azuaje; 2 fanegas de Tierras en la Longuera o Los Morales en el Barranco de Azuaje».

Está calificado como Reserva Natural Especial en un sector encajado del barranco con un pequeño curso de agua permanente en su fondo que propicia la instalación de una densa sauceda (Salix canariensis) y es hábitat de interesantes comunidades de insectos dulceacuícolas. El barranco también alberga especies propias del monteverde, como la muy rara Rejalgadera (Solanum vespeertilio) y especies del hábitat rupícola como el Bejeque, exclusivo del Norte de Gran Canaria (Aeonium virgineum).
 
Balneario (Canarias Panorámica)
Tras el barrio de Buenlugar y tomando, a la izquierda, una pista que se interna pasando el puente en el barranco, se encuentran los manantiales curativos, cuyas aguas, ricas en hierro en disolución, que llevaron a la construcción en el siglo XIX de un hotel balneario que fue muy frecuentado.

El Balneario de Azuaje fue pionero del turismo en Canarias; hasta él llegaba gente adinerada de las tierras frías del Norte de Europa para disfrutar del clima templado de la isla y de las bondades de las aguas, que presumían de tener un alto valor curativo.

Balneario (Fedac)
El conocimiento sobre las dotes medicinales de las aguas manadas de Azuaje data de 1860, si bien sería en 1882 cuando se iniciaron las obras destinadas a la construcción de un edificio que sirviera de hospedaje y a la vez de balneario.

Tras finalizar la Guerra Civil española, debido al periodo autárquico y el aislamiento internacional, entró en crisis y fue abandonado tras sufrir un incendio, permaneciendo en estado ruinoso.

Excursión al balneario en 1930 (Fedac)
Mapa topográfico (IDE Gran Canaria)




jueves, 19 de abril de 2012

BUENLUGAR (FIRGAS)

Este barrio es mencionado como pago de Firgas desde el s. XVI y citado conjuntamente con otros antiguos: «… Buen Lugar, San Antón, la Cantarilla…».

El topónimo no ofrece duda de su significado, pues además de ser estratégicamente importante por encontrarse a medio camino y en el límite de la demarcación de los repartimientos de la Ciudad, marcada por el antiguo barranco de Aumastel, después conocido por el apellido del propietario de sus tierras Damián Azuaje, está asentado en el interfluvio de barrancos, a 362 metros de altitud, contemplando el cauce situado a 162 metros del que fuera el barranco más caudaloso de la isla, con una posición geográfica privilegiada que no pasó desapercibida para los primeros conquistadores, que así lo reconocieron en su topónimo.

Azuaje aguas abajo (Google earth)
Desde este lugar es impresionante contemplar como el barranco de Azuaje durante millones de año fue abriéndose un cauce profundo y encajado, sorteando con meandros la dureza del sustrato del territorio a su paso cuando las aguas bajaban hacia el mar.
Esa posición en lo alto de un interfluvio limitaba la amplitud de sus tierras de labradío, pero pese a ello está documentado ya a finales del s. XVII en el vínculo de bienes, al que pertenecía también el molino harinero de Firgas, perteneciente a Luisa Antonia Trujillo Figueroa, viuda del Sargento Mayor Alonso Olivares del Castillo, constituido el 29 de abril de 1705.

Alpendre y vivienda (Fedac)
En el momento de su división, el 23 de junio de 1876, declaraba ocho fanegas y seis celemines de una «Trozada de tierra labradía y en su mayor parte de “arrifes” en el Buen Lugar de Firgas» y un censo de 749 reales de vellón de principal redimible, rédito de 23 reales de vellón, impuesto sobre unas casas en Buen Lugar. Este vínculo de bienes fue repartido a medias entre su poseedor, Agustín del Castillo Bethencourt, y su sucesor, Fernando del Castillo Westerling, condes cuarto y quinto de la Vega Grande.
Cantonera (Fedac)
El censo de 749 reales de vellón lo era en su condición y actividad de prestamista. De la lectura de los distintos censos que acredita este vínculo -existen varios de igual importe- podría entenderse que los préstamos eran concedidos por igual importe y tenían una baremación estimativa por módulos, en función del valor del bien gravado.
Puente chico (Fedac)
Al sur del antiguo núcleo de población de este barrio, ascendiendo por el antiguo camino hacia Firgas, ha surgido un pequeño caserío, prácticamente de autoconstrucción, cuyo nombre La Palmita hace honor a un viejo palmeral del que aún quedan algunos ejemplares.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

domingo, 27 de mayo de 2012

FARAILAGA (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo aborigen. Se trata en realidad de dos caseríos, de Arriba y de Abajo, situados en el Morro Verdugado, en una desviación del naciente del antiguo «camino de herradura» que, partiendo de El Hormiguero, conducía hasta El Palmital y al Bosque de Doramas. La construcción de este camino etá documentada desde mediados del siglo XVI:

“Obligación que Juan Rodríguez, cortador, v.°, hace a Hernando de Padilla, v.°, de hacerle un camino, y a Damián de Azuaje también, para que puedan ir con sus recuas de sus ingenios a Fagalayraga y a las Tres Palmas, con estas condiciones:
1ª. Comenzará a hacer el camino desde el Barranquillo Salado hasta el Calejondo, sobre el cercado de armas; rozará las zarzas y abrirá el camino hasta el Barranco de Moya.
2ª. Lo hará lo más llano que pueda, de manera que venga en dos o tres vueltas hasta pasar el acequia sobre la choza, y hacer en la acequia una portezuela de piedras y madera.
3ª. Desde la portezuela abrirá un camino que está empezado, el cual alargará hasta dar a ir a un palmito, y de allí dará una vuelta hasta venir a dar a unas peñas donde está la tosca bermeja y de allí volver con el camino hasta subir hasta Fagalayraga a los caños nuevos de Pedro Acedo.
4ª. Lo hará ancho con sus paredes bien hechas donde conveniere. Por su trabajo le pagarán Padilla y Azuaje 30 doblas, Azuaje 15 y Padilla 15, de las cuales confiesa haber recibido 20; 5 de ellas se las ha de pagar Padilla cuando tenga hecha la mitad del camino. Comenzará a hacerlo a fines de este mes [agosto de 1552], y lo terminará en el mes de noviembre...”

Fairalaga Baja (Patrinet)
Antes de la Conquista los asentamientos en todo este territorio son notables, y los vestigios son abundantes. Existen algunos yacimientos arqueológicos en el lugar: en el de Arriba, hay nueve solapones naturales funerarios, con restos de muro de cierre, donde han aparecido restos óseos humanos, como fémures y tibias. En el de Abajo, hay un área de grandes dimensiones formada por solapones, cuevas naturales de índole funeraria, y muros de cerramiento. Se han recogido restos óseos muy fragmentados y de malacofauna (de moluscos).

En el Morro Verdugado existe también un conjunto de grandes dimensiones compuesto por cuevas funerarias, estructuras de piedra diversa, estructuras tubulares, solapones y restos óseos en importante cantidad, así como restos de cerámica y fauna.
Farailaga Alta (Patrinet)
En el extremo sur del mismo Morro se encuentra otro conjunto, en el lugar conocido como El Ojito y La Lapa, compuesto por varios solapones y una zona donde se aprecia material cerámico aborigen en superficie. Tres de ellos mantienen restos humanos. Es un conjunto de notable interés científico.

Por último, en el Lomo Vergara, que junto con el Morro Verdugado conforma el vaso de la presa de Los Verdugos, se encuentra una cueva artificial orientada al naciente y con una planta ovalada. Asociada a ella hay una escalera excavada en la roca igualmente orientada al naciente y algunas cazoletas de desiguales dimensiones.

Lomo Vergara (Patrinet)
Hay que tener en cuenta que toda esta zona está en lomos y morros entre las cuencas de los barrancos de Moya y los barranquillos de Calabozo y de Valerón que desaguan por San Felipe, siendo este último el que da nombre a los famosos silos del Cenobio de Valerón, sobre el que se sitúa también el «sabor» de El Gallego.

Se llega a la conclusión de que es una zona muy rica en yacimientos arqueológicos vinculados unos a otros por proximidad, a los que habría que unir las cuevas de diferentes dimensiones situadas en El Peñonal del Palmital Bajo, a muy poca distancia, en la que existen grabados, unos longitudinales en la entrada norte y otros históricos. Lamentablemente, muchos de estos yacimientos se encuentran en mal estado, con vertidos incontrolados de basuras y escombros, y carecen de protección. Solo se mantienen estables los de difícil acceso.

Caserío (Fedac)

Uno de los terratenientes de Guía en el s. XVIII, el Alférez Amador Espino Peloz, en escritura testamentaria de 16 de julio de 1701, decía ser propietario de cuatro fanegas de una «Suerte de tierra denominada “Lomo de Vergara”».

En el siglo XIX, con las experiencias y los capitales adquiridos por las continuas idas y venidas de los indianos, emigrantes canarios llegados de Cuba, se intentó implantar en Canarias un nuevo sistema productivo, introduciendo el denominado modelo cubano, que tenía como eje los cultivos de la caña de azúcar y del tabaco. En estos lugares, dada la bondad de sus tierras, se plantó tabaco. Ahí están, como testigo, las ruinas del secadero de tabaco construido en este caserío.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

lunes, 25 de junio de 2012

LANCE, EL (MOYA)

Topónimo que nos aproxima a la tarea  que allí se realizaba con los troncos que debían bajar por el barranco de las Ñocas, aguas arriba de Pajaritos, aguas abajo de Los Dragos y del Pagador, hasta llegar a la costa de Lairaga.

Del oficio maderero de entonces en ese lugar, el pago atravesado por la carretera  Pagador - Moya por Los Dragos (GC-075), antes de llegar a El Curato y a Carretería recibió el topónimo histórico.

Casa tradicional (Google earth)
Aunque el Diccionario Básico de Canarismos (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA, Sta. Cruz de Tenerife, 2010) dice del término "lance" que es «Cada uno de los tramos de madera o hierro que forman el cerco de una majada», está documentado que el topónimo "lance" en distintos lugares de la isla está asociado a la explotación maderera de nuestros bosques en la antigüedad, localizados en lugares que teóricamente eran los linderos o "rayas" de las diferentes zonas boscosas que estuvieron protegidas por las ordenanzas.

Presumiblemente eran los lugares donde se "lanzaban" los troncos talados, si bien en ninguna de ellas se da la particularidad del desnivel orográfico de este de Moya. Fue tal el uso del topónimo que hasta en los lugares costeros a donde llegaba la madera para su embarque eran así llamados. Por la antigüedad de este topónimo, pudiera ser el primigenio dado a los lugares antes antes descritos.

Entre los distintos topónimos existentes en la isla se encuentran el Lance de La Cruz en Agüimes, de Juan Vélez en El Carrizal, de Jaimez en El Palmital, de Montaña Bermeja entre Bascamao y Montaña Alta, de Misbique en el Valle de Agaete, y los tres del barranco de Azuaje: del Aumastel, de Palenzuela y de Talgordo (LOBO CABRERA, M. Y OTROS: Los usos de la madera: recursos forestales en Gran Canaria en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2007).

Horno de pan (Fedac)
El cauce del barranco cuando desciende tiene un salto, al pasar del nivel de los 403 metros a los 307 metros de altitud, aproximadamente unos cien metros de altura. Para salvar este desnivel se supone construyeron alguna obra de ingeniería mixta, para encauzar los troncos a través de tabladas, en plano inclinado suavizando el descenso de los troncos por el barranco, posiblemente ayudados por los gancheros y las bestias para evitar el deterioro de los troncos.

Está acreditado que la historia del municipio está vinculada al marquesado de Moya de Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla, muy próximos a los Reyes Católicos, del que toma su nombre.

Pero también lo ha estado indeleblemente al antiguo bosque de Doramas, que en tiempos pasados generó abundantes aguas de lluvia que drenaron muchos barrancos para desaguar en la costa norte de la isla. Entre ellos están los de San Felipe, de Moya, de las Monjas, de los Dragos o del Pagador y de Azuaje. 


El desnivel del cauce del barranco (Google earth)
La descontrolada explotación maderera desde el siglo XVI del antiguamente majestuoso bosque concluyó con su práctica desaparición, motivando incluso pleitos entre los pueblos de Arucas, Firgas, Teror y Valleseco con el de Moya, en disputa de su aprovechamiento de los horcones para los viñedos.

En Moya hay distintos topónimos que son testigos de ese pasado maderero: Carretería, El Palo,  El Lance y, ya en la costa, La Barranquera donde se encuentra la ribera conocida como El Varadero que no es otro que el antiguo puerto de El Lance de la Madera, y posiblemente también el no localizado puerto de Aumastel.

Gancho
Los árboles nobles como el barbuzano, el paloblanco y el viñátigo se talaban, acarreaban, lanzaban y embarcaban en grandes troncos; para facilitar esta labor, se aprovechaba el cauce del barranco de Las Ñocas hasta su desagüe junto a El Varadero.

Dicen Juan Piqueras Haba y Carme Sanchís Deusa ("El transporte fluvial de madera en España", Cuadernos de Geografía 69/70, Universitat de Valencia), que desde los siglos XIII y XV, «… Todas las noticias que se tienen sobre el origen de la madera que bajaba por el río Turia o Guadalaviar hasta la Valencia coinciden en señalar al marquesado de Moya como principal zona de abastecimiento…».

Dan cuenta de que esto era así, a pesar de lo dificultoso del transporte, que casi siempre comenzaba por riachuelos de escaso caudal, y lo escabroso del terreno, con precipitaciones por saltos en los relieves cortados de más de ochenta metros, en los que hubo que preparar «tiros, tabladas y lanzaderas» para que los gancheros condujeran los troncos mansamente hasta el mar para ser embarcados.

Gancheros de Priego (Asociación)
Esta información y la hipótesis que se sostiene en el denominador común del marquesado  de Moya llevan a presuponer un pasado de transporte y conducción maderera 'por piezas' desde el bosque de Doramas.

La madera sería acarreada por muleros o carreteros por las veredas abiertas exclusivamente para ese fin que, pasando por Carretería, llegaban por el barranco de las Ñocas a este lugar de El Lance. Las conocidas por los lugareños como 'ñocas', son los llamados 'cantos rodados, cantos pelados', «piedra alisada y redondeada a fuerza de rodar impulsada por las aguas» (DRAE), que pudieron ser utilizadas para forzar el zigzagueo que remansaban las aguas en este lugar.

Desde allí eran 'lanzadas', en el entonces corriente barranco, por algún sistema de canales también de madera, construido al efecto siguiendo el patrón peninsular, salvando el desnivel de su cauce al pasar de los 403 metros a los 307 metros. A continuación, los «gancheros» guiarían los troncos hasta la orilla del mar, donde desagua el barranco, y allí se embarcarban después de su secado.

Los "gancheros" desarrollaban su oficio especializado en la conducción de la madera en el agua. Se movían para ello a través de un camino paralelo al cauce. Ese pudiera ser el conocido Camino de la Cueva, que llega hasta El Pagador.

La no utilización para este fin del barranco de Azuaje se debería precisamente al excesivo caudal del mismo, que dificultaba la conducción y elevaba las pérdidas madereras, pues la experiencia peninsular ya sabía de las pérdidas por el deterioro de los troncos en las aguas bravas.

En la desembocadura del hoy barranco del Pagador, en aquella época ya existía el Puerto de El Lance de la Madera en El Varadero, que es mencionado años después, en 1678, por J. Sosa en La Topografía de la isla afortunada de Gran Canaria, quien comenta que solo era utilizado cuando hacía buen tiempo, y también en el derrotero de Varela y Ulloa de 1788, suponiéndose que ya en el siglo XVIII no existían vestigios de este sistema de transporte de la madera, al igual que el gran bosque había perdido gran parte de su extensión por los abusos en la tala descontrolada o autorizada.

Esta hipótesis sería la que desvelara la relación de la denominación del municipio con el Marquesado de Moya, que, por ser quienes eran, siempre beneficiados por los Reyes Católicos, pudieron mantener ocultos a la historia documental muchos de sus negocios por las propias envidias de la nobleza de sangre.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)