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miércoles, 27 de marzo de 2013

FONDILLO, EL (LAS PALMAS DE GC)

Actualización: 2013/06/13
Topónimo con el que se conoce el pequeño barrio situado en la ladera naciente de la Montaña de Tafira, así como el Lomo homónimo y que luego tomará el nombre de Lomo de Santo Domingo que conforma el interfluvio entre las cuencas de Barranco Seco que tiene sus nacientes en este lugar y el aquí llamado Barranco del Fondillo, que discurren en dirección naciente, adoptando este último los nombres de barranco de La Cardonera y barranco de Gonzalo hasta desaguar en la playa de Aguadulce junto al tablero de la playa de La Laja. Se llega al lugar por la carretera de acceso (GC-113), desde su intersección con la antigua carretera de Tafira (GC-110).
 
Panorámica (Adolfo Marrero - La Provincia)
El topónimo lo encontramos también, veces asociado a distintos accidentes geográficos, en los municipios de Tejeda al sur de la Montaña de Guardaya y de Valleseco al poniente de Monagas; y compartido por Gáldar y Santa Mª de Guía al poniente de la Montaña de Verdejo. Igualmente localizamos el topónimo en este municipio de Las Palmas de GC al noroeste de La Milagrosa.

 
Lomo de Santo Domingo 1992 (Archivo Jaime O'Shanahan - MDC)

Sobre el origen del topónimo sostienen algunas fuentes que se trata de un topónimo de situación y dice «FONDO y HONDO es la misma voz; la diferencia estriba en que la primera es más antigua que la segunda. Tiene el mismo sentido que abajo, es decir, la parte baja de una parcela o de un lugar; es más utilizado en el lenguaje hablado que en la toponimias, aunque según referencias abunda en la toponimia menor, es decir, la no recogida en los mapas» (AFONSO PÉREZ, L.: Góngaro. Origen y rasgos de la toponimia canaria, Oviedo, 1997).



La descripción que parece corresponder con la mayoría de las localizaciones del topónimo en la isla, en este caso concreto de Las Palmas de GC, las grandes intervenciones antrópicas y  en particular la densa urbanización del contorno, nos impide despejar las dudas, argumentación que pudiera darse como lugar más bajo en su contemplación desde la Montaña de Tafira, principalmente, o desde San Francisco de Paula.

Vista del Fondillo 1997 (Archivo Jaime O'Shanahan - MDC)
Las referencias documentales más antiguas no incluyen la mención del topónimo, si bien se adivina que estamos en el lugar que se describe cuando es visitado el 17 de octubre de 1549 por el gobernador Rodrigo Manrrique de Acuña en compañía de los regidores Pedro Azedo, Hernando de Herrera y Juan de Narbaez para repartir tierras:

«...llegados a las tierras del cabe el barranco de G.º e cabe la majada que dizen Enrrique Yanez hizieron quatro suertes que señalaron en el primero barranco antes de llegar a las cuevas que dizen de Enrrique Yanez como van de Tafyra e las señalaron e las señalaron desde los lymites e mojones del Lantiscal para abaxo en unas laderas e hoyas que caen a la parte del Norte e por el lomo que va a las dichas quevas hasta el propio barranquito do esta unos cardones que va a dar al dicho barranco prinçipal e del dicho barranquillo arriba la media la derecha arriba hasta dar a unos Riscos que desçienden de las dichas cuevas al barranco prinçipal e el barranco arriba hasta tornar a dar al limyte e mojon del dicho Lantiscal» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vista Sudeste (Google earth)

Se adivinan en las descripciones destacadas en negritas la Montaña de Riquiánez al naciente, las laderas y La Hoya junto a la Montaña de Tafira, el yacimiento de las las cuevas de Riquiánez, El Cardonal y la coincidencia de los dos barrancos.

Nos lo aclara dos años después la data solicitada por el escribano del Cabildo Juan de Ariñez cuando pide «...las demasias de las tierras que se dieron a Francisco de Aguiniga que son entre el barranco Seco y el barranco de Gonçalo que va a dar al camino de Telde al Corralejo que dizen en que podra aver dos suertes poco mas o menos» (IBÍDEM). La mención del Corralejo alude a un desaparecido "corral del tiempo de los canarios".

Antiguas construcciones (Google earth)

Si bien se conoce que Sebastián de Toro obtuvo una data de 8 fanegas junto a la Montaña de Tafira, no puede precisarse en que momento comienza a documentarse el topónimo que es mencionado en el Mapa y Estado de Gran Canaria del Marqués de Tabalosos, realizado entre 1770 y 1776.

Al distribuir el territorio insular asigna entre otros a la 3ª compañía de milicias de la Ciudad los pagos de  «Barranco Seco, Casa de Lomo y Huesas, Barranco Gonzalo, Cuebas de Sacramento, Lomo Romero, Fondillo y Calderines de arriva».

Vista norte (Google earth)

Con posterioridad entre los siglos XIX y XX cobró el lugar cierto crecimiento poblacional derivado del asentamiento de familias modestas que trabajaban en las tierras próximas de barranco Seco como en las inmediaciones de los entonces distinguidos barrios de Tafira Baja y Alta donde se construyeron sus mansiones familias británicas y francesas. Muy avanzado el siglo XX destacaba el lugar por un crecimiento urbano un tanto desordenado que ocupaba en gran medida la ladera naciente de la Montaña de Tafira.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)



sábado, 14 de abril de 2012

BASCAMAO (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo con el que es conocido el caserío situado cerca de la carretera de San Juan a Montaña Alta (GC-070), entre Tres Cruces y Verdejo, asentado en gran parte en la vertiente de poniente de la montaña de Verdejo, supone un pequeño enigma histórico, pues siendo relativamente importante en la primera centuria tras la Conquista, hasta llegar a la actualidad, cuando se registra un relativo asentamiento de una veintena de familias diseminadas, pocas o escasas son las noticias del interés histórico del lugar, que contrasta con el gran número de bienes etnográficos que aquí se encuentran.

Casa cueva y alpendre (Patrinet)
En un principio se dudaba si este topónimo podría ser aborigen, hasta que se concluyó que el lugar se corresponde con las tierras de un desconocido "Vasco Amado", al que hace referencia Ocasio Pabon en la data que solicita al Cabildo el 12 de septiembre de 1544, haciendo una detallada descripción  del territorio cuando pide:

«... quarenta fanegas de tierras de sequero montuosas e por hazer que son en el termino de Galdar las quales hasta oy no an sydo fecha ni aprovechadas por presona alghuna despues que esta ysla se gano e alindan por la vanda de arriba con el camino Real que va al Pinal de Galdar e las tierras nuevas que agora Repartieron debaxo de las cuevas de Buenaventura e por el lado el dicho camino Real e por la otra parte un barranco que viene de las tierras del dicho Repartimiento a las tierras de Vasco Amado las quales quiero para senbrar y en que biban porque tengo mi muger e hijos e casa poblada e hasta oy no se me ha dado tierras en que syenbre e cada año las arriendo e que las dichas tierras asymismo alindan con un Bermejal donde se aparto un camino que va por dentro de la montaña Bermeja por donde yva la madera a los yngenios del Palmitar Nuevo...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Los linderos de las tierras pedidas por Ocasio Pabon
Menciona Pabón el camino Real que va a los Pinos de Gáldar, las cuevas que están junto a la montaña de Buenaventura, al sur de Marente, así como el barranco que hoy se conoce como de San Martín; dice de las tierras de Vasco Amado, propietario de donde surge por contracción y corrupción el topónimo del caserío de Bascamao, para luego mencionar la antigua montaña Bermeja hoy conocida como Montaña Alta, antiguo topónimo del que sólo nos queda la Fuente Bermeja y el color de su sustrato; acaba situando el camino que se realizó para el arrastre de las maderas para los ingenios azucareros del Palmital, que se iniciaba junto a la montaña de Buenaventura donde a su lado se localiza todavía el topónimo de la Montaña del Lance, común al de otros de la isla donde se colocaban en la antigüedad los troncos talados, muy cerca ya del Lomo del Palo de donde se cogía el apreciado paloblanco (Picconia excelsa).


Está documentado que el lugar tuvo su importancia en el pasado, citándolo Viera y Clavijo al dar cuenta de la Idea de la población de la Gran Canaria, cuando se refiere a Guía dice que está a media legua de Gáldar y que su feligresía es de 2.551 personas, muchas en los pagos, entre los que cita expresamente «Vascamado», voz que parece aproximarse a la primera contracción del mencionado antropónimo.

Naciente (Patrinet)
Además de esta referencia en las crónicas, están las menciones en las Constituciones Sinodales de los obispados, concretamente los «… hechos por el Ilustrísimo Señor Don Pedro Manuel Dávila y Carnenes. A las que hizo el ilustrísimo Señor Don Cristóbal de la Cámara y Murga (de gloriosa memoria) en la que celebró en el año pasado de 1629. En Madrid. En la Oficina de Diego Miguel de Peralta. Año de 1737», cuando se citan los cuatrocientos cincuenta vecinos de los pagos, es mencionado de nuevo Vascamado con ocho vecinos.

Muy próximo a este lugar, en el camino vecinal que desde Bascamao conduce al barrio de Montaña Alta o Piedras de Molino se localizan las antiguas Cuevas Bermejas y la mencionada Fuente Bermeja, todas en la ladera poniente de la mencionada montaña Bermeja que recibe su nombre como cromo-topónimo por el color rojizo de la tierra, conocido también por el topónimo de Lomo de Tristán, que no es otro que el que se encuentra al norte de la montaña Alta que da nombre al último barrio.

Elaborando pan de papas (pellagofio-com)
El estudio y recopilación histórica para la denominación de origen del «Queso de flor de Guía», realizado igualmente por Sergio Aguiar Castellano, sostiene que es el lugar de Cuevas Bermejas referido en 1678 por Fray José de Sosa en su obra Topografía de la Isla Afortunada de Gran Canaria, cuando dice «Después que los españoles trageron y enseñaron el modo de quesear se fabrican en esta isla Gran Canaria de la leche de ovejas quesos de regalado genero y en particular los que se hacen en los términos de Cueba Bermeja y Barrancohondo que es cierto exceden de los mas estimados de Flandes…».
Otra artesanía que ha hecho historia durante tres generaciones de madres en el lugar es el celebrado «pan de papas», en la actualidad confeccionado artesanalmente en el horno casero de leña por Carmela Ríos Pérez, que lo aprendió de su madre Anselma Pérez Moreno, que a su vez recibió el testigo en el pago de casas y cuevas del Alguacilejo, vecino de Bascamao, de su madre que ya lo horneaba.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

domingo, 22 de abril de 2012

CALABOZO, BARRANCO Y CASERÍO DE (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Actualización: 22/03/2016
El topónimo de este lugar como caserío se le menciona en las Constituciones, y nuevas addiciones Synodales del Obispado de las Canarias de Pedro Manuel Dávila y Cárdenas del año de 1737, a las que hizo Cristóbal de la Cámara y Murga en el año 1629, cuando al describir a Guía menciona el pago de El Calabozo con ocho vecinos, aproximadamente unos cuarenta habitantes. Igualmente es mencionado en la descripción de Guía realizada por Viera y Clavijo.

Panorámica del barranco (Rafael Peñate Navarro)
Lugar situado entre la Dehesa de Tamara al norte, y, Abalos, Tres Palmas y el Lomo de las Azucenas al sur, flanqueado al naciente por Las Crucitas y al poniente por El Alberconcillo, donde se localiza un asentamiento diseminado de la población, atravesado de sur a norte por el barranco de los Solapones, que al igual que la presa allí construida toma el nombre del lugar de Calabozo, serpenteando su cauce encajado en el relieve cuando deja atrás la presa.

A la altura de La Dehesa, el barranco recibe las aguas de su tributario de naciente el barranquillo de la Guardia, para más abajo a la altura del Risco Alto del Cabro recibir las aguas de dos pequeños barranquillos de poniente que nacen en las vertientes de la Montaña Clavijo, donde se localiza el pago de El Gallego, desaguando el barranco en la presa de Valerón.

Aguas abajo, a la altura del Cenobio de Valerón, el barranco de Calabozo recibe las aguas de su tributario el barranco de Valerón, de pequeño tamaño pues nace en Tres Palmas donde se construyó otra presa. Este tributario recibe el nombre por discurrir por el lugar de Valerón, formado por los riscos y vertientes entre la presa de Valerón, y, entre Las Conejeras y la Fuente Conejo.


Cantonera y acequia (Fedac)
Continúa el barranco de Calabozo, aguas abajo, hasta el lugar llamado Junta de los Barrancos, donde confluye con el barranco del Hormiguero, pasando a ser ambos el barranco de San Felipe para desaguar en el mar junto al pago homónimo, dejando una  gran superficie de drenaje que ha sido aprovechada para el cultivo. 

El barranco de los Solapones nace en la Hoya de María, en la vertiente norte del Lomo de Bascamao, y antes de llegar al lugar de Calabozo recibe por el naciente dos tributarios, barranco de Verdejo y barranco de Bracamonte.

En la isla hay otro barranco de Valerón, que nace producto de la división  en dos cuencas del barranco del Caidero, al sur del pago de San José del Caidero, y recibe su nombre por discurrir por la llamada Hoya de Valerón, al norte de Chirino, entre Montaña Pelada y Montaña del Lance, todo ello en el antiguo "Facarcas" de Gáldar. Aguas abajo discurre por Los Llanos de Agaete hasta tributar sus aguas al barranco del Juncal. 


Horno de tejas (Fedac)
Estas denominaciones distintas son confundidas incluso por los lugareños, desde la lógica histórica del topónimo de este lugar que empezó a documentarse a finales del siglo XVII, todas ellas fundamentadas en viejos protocolos notariales que en ocasiones se confunden las transcripciones con el paso de los siglos. Inclusive el IDE Gran Canaria, al cauce del barranco de Calabozo a partir de la presa de su nombre, vuelve a llamarle barranco de los Solapones.

Las tierras en este lugar fueron propiedad del Convento Dominico de Las Palmas, teniendo su origen posiblemente en una donación. Con la desamortización de los bienes eclesiásticos, salen a remate las seis fanegas y seis celemines el día 26 de agosto de 1841, siendo adquirida la «Suerte en Calabozo con una cueva» por Francisco Tobar, vecino de Guía, por 8.500 reales de vellón.

Calabozo o calagozo
El topónimo puede tener su origen en el apellido Calabozo, que tiene escudo heráldico, pero, dado que el lugar era una de las entradas al la antigua montaña de Doramas, es mucho más probable  que se deba al aparejo agrícola así denominado que, según la DRAE, es un «Instrumento de hoja acerada, ancha y fuerte, para podar y rozar árboles y matas» muy utilizado en la antigüedad, pues ya desde 1531, las Ordenanzas del Concejo obligaban de alguna manera su utilización, para que el árbol no muriera, cuando establecía que «… se podía cortar leña por parte de los vecinos de Las Palmas y Telde usando hacha o calabozo sin arrancar de raíz el lentisco…».

Los antiguos "cortadores" que se encargaban de ir a buscar la leña para los ingenios azucareros mencionaban en algunos contratos que firmaban a tal fin «las herramientas de estos cortadores, tales como el azadón, el calabozo o el pernal» tal como se dice en el legajo 887 del año 1582 del escribano Bernardino Rosales (LOBO CABRERA, M. Y OTROS: Los usos de la madera: recursos forestales en Gran Canaria en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2007).

También está catalogado un antiguo topónimo de El Calabozo en la vertiente de poniente del barranco de La Culata de San Bartolomé de Tirajana; y otro más en la vertiente de naciente del barranco de la Colgada, cerca del Mirador de Guriete, de Santa Lucía de Tirajana.

Localización en detalle (IDE Gran Canaria)
Localización (IDE Gran Canaria)


sábado, 24 de marzo de 2012

11. GÉNESIS Y CLASIFICACIÓN TOPONÍMICA

Distintos son los buenos y académicos estudios que se han realizado sobre la toponimia de Gran Canaria desde el enfoque del léxico en su vertiente filológica y etimológica, destacando alguno de ellos «bajo el prisma de la teoría de los campos semánticos, de la misma manera que se hace con el léxico común», prevaleciendo lo perteneciente o relativo a la significación de las palabras, eminentemente lingüísticos.

Se reconoce incluso que «...muy poco sabemos acerca de qué reglas operan en la formación toponomástica, y, menos, cuáles son las relaciones que se establecen entre un topónimo cualquiera y los demás elementos del sistema del que forman parte.

Desconocemos en el mundo de la filología hispánica la existencia de investigaciones que nos indiquen cuáles son esas reglas o cuáles los procedimientos mediante los que se constituye la toponimia de un territorio» (SANTANA MARTEL, E.: La toponimia de Gran Canaria. Estudio morfosintáctico y estadístico, Las Palmas de GC, 1998).

Decía el eminente y recurrido filólogo Joan Coromines (1905-1997): "¿Puede pensarse que el hombre, que desde que tiene uso de razón se pregunta el porqué de todas las cosas que ve y que siente, no se preguntaría sobre el porqué de estos nombres que todo el mundo tiene continuamente en los labios”.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)
Con ese pensamiento crítico del profesor Coromines que dedicó toda una vida al estudio de la etimología de las palabras, buscando el origen de las mismas, resulta obligado profundizar en los topónimos con una perspectiva transversal, abarcando todas las materias para entender su significado.

Es conocido que los topónimos, como nombres propios de lugares, en los momentos de su génesis y consolidación en el tiempo obedecieron a la voluntad de la memoria colectiva de sus lugareños, quienes con su creación, de forma casual y causal, pretendieron detectar las señas de identidad del lugar para que pudiera ser localizado e identificado tanto por los vecinos, como por terceras personas, y así incorporar estas señas a los libros acreditativos de la propiedad. Es tarea distinta por tanto clasificar y analizar los topónimos en función de lo que significaba en el contexto de su génesis y con la intención de la significación perseguida. Buscar por tanto la relación del lugar con la palabra.

Respetando la cronología desde la llegada de los primeros conquistadores que colonizaron la isla, para entender mejor esa causa o razón de ser de los topónimos grancanarios, he realizado una clasificación que se aparta parcialmente de las conocidas, observando su génesis y el  significado particular que tenía para los lugareños, y a modo de ensayo definir alguna de las reglas que se siguieron en su formación, como las características geográficas y orográficas, el habitat animal y vegetal, la titularidad de los bienes, las actividades, relaciones y costumbres de sus pobladores, respetando las distintas etapas: prehistoria, protohistoria e historia.


FONO-TOPÓNIMOS

Desde el primer momento que los conquistadores arribaron a la isla e iniciaron su conquista, observaron que muchos lugares eran ya reconocidos por los propios habitantes aborígenes grancanarios, y aún cuando eran mencionados en su propia lengua, no escrita, desconocida para ellos, resultaba más apropiado recordar por su fonética, es decir, por el conjunto de sonidos que pudieron percibir por sus oídos, sin reparar para nada en su posible significado, percepción que pudo ser distinta tanto como distintos oyentes hubieron, y que intentaron trasladar a la escritura en la lengua castellana.

Es así como surge un elevado número de topónimos de la prehistoria aborigen, que han podido llegar a nuestros días en distintas versiones escritas, incluso por su continua modificación desde la primigenia grafía documentada, esencialmente por su incomprensión en la lengua castellana al no conocer su etimología. Han habido muchos inventarios y catálogos de los considerados como topónimos "aborígenes", ardua tarea pues para a un mismo lugar pudieron haber tantos como el número de cronistas que erraron en la transcripción del oral al escrito, e inclusive el recurso de una fuente oral correspondiente a una generación aborigen no coetánea a la conquista. Entre muchos, los siguientes:


Arucas, Mogán, Acusa, Adeje, Agaete, Agazaga, Agualatunte, Aguatona, Agüimes, Almogarén, Amurga, Anzofé, Arguineguín, Arinaga, Arteara, Artejévez, Artenara, Ayacata, Ayagaures, Cendro, Chira, Fagagesto, Faneroquito, Farailaga, Farragú, Fataga, Firgas, Fortamaga, Furnia, Fusnios, Gáldar, Garguja, Gargujo, Gitagana, Gofio, Gomestén, Guanarteme, Guardaya, Guayedra, Guayeira, Güígüí, Guiniguada, Gumanillo, Gurugú, Inagua, Itara, Jinámar, Malfú, Maninidra, Marzagán, Satautejo, Tafira, Taidía, Taigúy, Taliarte, Tamaraceite, Tara, Tasarte, Tasartico, Tauro, Tecén, Tegueste, Tejeda, Telde, Temisas, Tenoya, Tenteniguada, Teror, Tifaracás, Tirior, Tirma, Tirnagada, Tocodomán, Utiaca, Veneguera, Vigaroy, etc.


De lo expuesto,  mi atrevimiento por llamarlos Fono-Topónimos, pues lo único que conocemos de ellos, aparte de su cercana localización, es una aproximación al conjunto de sonidos que emitían los aborígenes cuando lo pronunciaban, sin que conozcamos con certeza su significado a pesar de los numerosos esfuerzos que los investigadores han realizado, por la propia dificultad de la expresiones escritas en el castellano y el paso de los siglos, más aún cuando puede ser un dialecto de una lengua matriz por el "aislamiento cultural" desde su arribada a la isla.

Dentro de los mismos hemos de incluir aquellos que obedecen a bienes y costumbres canarias de todo tipo cuya denominación oral en la lengua aborigen se ha mantenido en el tiempo, y se convirtieron en topónimo, es decir en el nombre de algún lugar concreto.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

ARQUEO-TOPÓNIMOS

En la etapa de transición de la prehistoria a la historia, lo que conocemos por protohistoria donde convivieron dos distintas culturas, se crearon por los conquistadores una seria de topónimos ya expresados en la lengua castellana que obedecía a una regla no escrita por la cual crearon determinados topónimos que serían impropios zoo-topónimos, por su relación con el reino animal, cuando en mi opinión obedecían a la expresión de la apariencia que para ellos tenían las distintas estructuras constructivas de los aborígenes canarios, creando así un lenguaje toponímico que obedece a unas claras reglas morfológicas, o a la utilización de sufijos cronológicos. Enumero a continuación los más significativos:

Caserones:
Este topónimo está asociado a yacimientos arqueológicos (La Aldea de San Nicolás, San Bartolomé de Tirajana, Telde…), nombre con el que denominaban un poblado aborigen de casas de piedra seca, de planta circular al exterior y de tendencia cuadrangular o cruciforme al interior, con una perfecta adaptación a las condiciones orográficas, acomodando los muros a las irregularidades del terreno y recurriendo a la excavación parcial del suelo, posibilitando el encajonamiento horizontal en la ladera. Son recogidos en la documentación histórica de los siglos XVI a XVIII para referirse a las construcciones prehispánicas que aún en esos siglos continuaban siendo utilizadas. Son la única excepción genérica al uso troglodita de las cuevas al margen de Los Cofritos (Artenara) y El Telar (Santa Brígida), que parecen tener una factura constructiva distinta. Circunstancialmente aparece también como "casarones" que puede ser una corrupción.
Palomar, palomares, de palomas:
Posiblemente el sistema más primitivo de la cultura troglodita, utilizando cuevas naturales que en contadas ocasiones labraban, y cuando lo hacían era para horadar el risco para diferenciar aposentos, o dar forma de ménsulas, hendiduras, goznes, pernios, etc. para encajar las piedras lajas de cerramiento u hornacinas. Tenían diferentes aprovechamientos como habitacionales, silos y otros. La semejanza con los habituales nidos de palomas en las rocas, en lugares bastante inaccesibles, dieron lugar al topónimo.
Hormigueros:
Llamaban así a un conjunto de cuevas naturales que se encontraban a ras del suelo o a baja altura. Los arqueólogos han determinado por los vestigios encontrados que normalmente su uso no era habitacional, pues los aborígenes canarios les daban un destino funerario. Los más conocidos se encuentran en Santa Maria de Guía y en Firgas. Habitualmente no se adjudican usos habitacionales o de silos de carácter prehistórico, si bien lo pudieron tener ya con posterioridad. La semejanza con el habitat donde las hormigas realizan su vida colectiva propició el topónimo.
Hornillos:
El origen del topónimo puede ser tan distinto, como distinto son los lugares en que lo encontramos. Desde los primeros cronistas ya se trasmitía el parecido de los "caserones canarios" de los aborígenes con "hornillos"; por ejemplo, Tomás Arias Marín de Cubas (Historia de las siete Islas de Canaria, Madrid, 1986) recoge textualmente la expresión «...y paredones a modo de hornillos...», a partir de la cual no se llega a concluir si eran hornos o sus construcciones habitacionales tenían tal parecido.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

Si queda claro que cerca de algunos topónimos de la isla existen yacimientos arqueológicos, como es el caso del Barranco del Hornillo (San Bartolomé de Tirajana) donde en sus proximidades se localizan cistas y enterramientos colectivos, y, el litoral de El Hornillo en el puntón del Pasito Blanco (Aldea de San Nicolás) asociado al conjunto arqueológico de la desembocadura del barranco de la Aldea (MARTÍN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984), y como no el lugar del yacimiento aborigen de Artenara también llamado Cruz de la Esquina.

Por su localización sea posiblemente esta teoría la más próxima a la realidad de su origen. Normalmente son cuevas de habitación en altura, comunicadas por andenes, donde la mayor diferencia con el llamado Palomar es que estas además de considerarse cuevas artificiales, labradas por el hombre, se remataban de algunos cerramientos en la fachada y separaciones interiores construidas con adobe. Se desprende por tanto que son una evolución posiblemente influenciada por las costumbres de los conquistadores ya en la proto-historia, e inclusive adentrados en la historia.

Pueden ser por consiguiente los llamados Palomares mejorados tras la conquista con los cerramientos de adobe. Es poco frecuente encontrar en los Palomares el adobe característico de los Hornillos, y sus usos son variados: de habitación, silos, religiosos y en contadas ocasiones funerarios.

El topónimo Hornillo de la cultura troglodítica fue adoptado por su apariencia con las colmenas castellanas así llamadas que se fabricaban con ladrillos de adobe.

Audiencia:
Topónimo que se da a algunos lugares donde existe un Tagoror, como es el caso de Temisas, por su similitud en cuanto al oficio que desempeñaba dentro de la cultura aborigen.
Lugarejo, castillejo, corralejo, etc.:
Los conquistadores añadieron el sufijo "_ejo", en singular y en plural, a distintos topónimos como los relacionados en el epígrafe para identificar de esta forma los que eran "del tiempo de los Canarios" o "del tiempo de la Gran Canaria", y otras expresiones usadas en los distintos documentos donde son mencionados cuyo topónimo ha llegado a nuestros días como es el caso de Lugarejo (Santa Brígida) y Lugarejos (Artenara), Castillejos (Arucas, Las Palmas de GC, Sta. Lucía de T., Santa Mª de Guía, Tejeda, Vega de San Mateo, y otros), así como los ya desaparecidos de Lugarejo (San Lorenzo y Sta. Lucía de T.) y Corralejo (Tejeda).

Menos frecuentes en nuestra geografía son también otros como Guirreras (Las Palmas de GC) y Nidocuervo (Gáldar) que responden al formato de los mencionados Palomar y Hormiguero respectivamente, como lo son a este último aprovechamiento funerario, los numerosos referidos a Huesas y Huesos, que podríamos considerar atemporales pues pudieron tener su génesis en la época histórica, como ocurre con el impropio conventual del Cenobio, topónimo al que hubiera correspondido uno de los tantos conocidos Silos, de los cuales solo uno de ellos es mencionado tempranamente (Santa Brígida). Salvo las referencias documentales a Paredones y Paredillas de la cultura aborigen que aparecen tempranas, todos los mencionados en este párrafo, incluyendo en el Guanchía, puede considerarse nacieron en la época histórica.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

GEO-TOPÓNIMOS

Aparecen un interminable número de topónimos que obedecen a la geología del territorio, cuyos accidentes orográficos reciben singulares "canarismos" que identifican elevaciones, depresiones o neutrales llanos en todas sus variantes, además de cavidades de todo tipo.

altillo, alto, altos, altozano, atalaya, cadena, cadenillas, cerrillaletes, cerrillar, cerrillo, cerro, cordillera, cuchillón, cuchillones, cuchillos, cumbrecilla, espigón, loma, lomillo, lomitillo, lomito, lomitones, lomo, mesa, meseta, mesetilla, mesilla, mesita, montaña, montañeta, montañetilla, montañilla, montañón, monte, montecillo, morrete, morretillos, morretón, morrillo, morro, repecho, reventón, talayitas, talayón, etc.

bajada, bajo, bajón, caldera, caldereta, calderetilla, calderilla, calderina, caldero, cantil, cantillo, cañón, cuesta, despeñaperros, desriscaderos, ensillada, filo, frontón, hoya, hoyanco, hoyas, hoyeta, hoyete, hoyetilla, hoyetillas, hoyetón, hoyilla, hoyillo, hoyillos, hoyo, ladera, ladereta, laderetas, laderilla, laderón, rehoyas, rehoyeteetc.

degollada, degolladilla, degolladita, entremontañas, llanete, llanillo, llanitos, llano, valle, vega, vegueta, veguetillaetc.

covachones, cuasquías, cueva, cuevagacha, cuevecillas, cuevita, cuevón, cuevoncillos, cuevones, grieta, sima, solapón, solaponcilloetc.


Le acompañan a éstos descriptivos de la orografía del territorio, otros que obedecen también a sus características:

climáticas: seco, sequillo, verde y seca, verdisecaetc.
costeras: acantilado, ancón, bahía, baja, bajamar, bajeta,  bajilla, boca, bocabarranco, bolas, bufadero, caladero, caleta, caletón, cantil, charcón, charquillo, chupadero, ensenada, entallada, espolón, farallón, isleta, marfea, puntilla, restingaetc.
cromáticas: blanco,  colorado, bermejaletc.
edafológicas: almagrera, arenal, arenas, callao, cascajal, cascarrial, galgar, laja, lajiales, maypez, malpaís, masapés, tosca, toscónetc.
hidrográficas: barranco, barranquillo, barranquera, cabuco, culata, charcas, charquetas, desaguaderos, embocada, médano, ribanzoetc.
morfológicas: agujerada, agujeradilla, agujero, angostillo, angosto, angostura, arco, arquillo, asomada, asomadilla, atalaya, balandra, balcón, breña, cabecillo, cabeza, cabezada, cabezo, camaretas, candelilla, cazuela, cunita, descojonado, desriscaperros, escaleritas, fondillo, goleta, gordo, herradura, hondura, hoya, longuera, medialuna, vallehermosoetc.
orientativas: umbría y solana, trasmontañaetc.



FITO-TOPÓNIMOS

Reconocidas las señas de identidad del territorio, atraen la atención de los lugareños la gran biodiversidad floral que se asienta, observando que en determinados lugares abundan más de una especie que de otras, y a partir de esta conclusión establece señas de identidad de distintos lugares para crear topónimos que se caracterizan por la flora del lugar. Unos son llamados como cada una de las especies, otros por las grandes colonias de una misma especie, y así se documenta una muy amplia toponimia:


De especies: acebuche, adelfa, alamillo, álamo, alcaucil, algodones, almácigo, almendros, alsándara, aneas, aromeros, arvejas, balillos, balo, batata, berrazas, berros, calabaceras, cañas, cañillas, cardillo, cardillos, cardocristo, cardón, cardoncillos, carrizo, castañero, castaño, cebolla, cebolleta, ciruelo, clavellinas, codeso, chumberas, drago, draguillo, escaramujo, escobones, espinos, gamonas, gamonita, grama, granadillos, guindo, guinea, hayas, helechas, helechillos, hiedra, hiedrecilla, higuera, higuerilla, incienso, jaramagos, juagarzos, juncos, laurel, laurelillo, lechuga, lentejilla, leñabuena, majuelo, matorral, melosa, melosillas, mimbre, mocán, naranjero, nogal, ñameras, ñamerillas, ñameritas, olivo, orovales, ortigas, ortigones, ortiguilla, pajonales, palma, palmilla, palmita, palmito, palo, retama, retamilla, sabina, sabinilla, salvia, sandarita, sangradera, sao, sauces, saucillo, tabaiba, tajinastes, tarajal, tarajales, tarajalillo, tartaguera, tartaguillo, tedera, tilos, trigo, tunera, verdejo, vinagrera, viñátigo, yedra, zarcilla, zarzagorda, zarzasetc.
De sus colonias: acebuchal, altabacal, altabacales, altabaqueras, arvejales, aulagar, berrazales, brezal, cañavera, cañaveras, cardosa, cardoso, cardones, carriceras, carrizal, chajunco, dragonal, escobonal, espinales, gamonal, gamonales, gramales, granillar, guinderos, helechal, helechales, helecheras, higueral, hinojal, hinojera, inciensal, inciensales, hogarzal, juncal, juncalete, juncalillo, junquera, junquillo, junquillos, laurelar, madroñal, mimbreras, mocanal, palmar, palmarejo, palmarete, palmaretes, palmeral, palmital, sabinal, salvial, salvialillo, salviar, sebadal, tarajalera, tajinastal, bardo, bosque, leñas, maleza, malezas, zarzal, zarzalera, zarzales, zarzuela, zumacal, retamar, retamares, tabaibal, tabaibales, tomillar, tomillares, trigueraletc.



ZOO-TOPÓNIMOS

Identificado con la vegetación, detienen su observación en el reino animal que se encuentran en el lugar, en sus habitat e inclusive en sus huellas biológicas, lo que generará una toponimia específica:


Aves: avecilla, cernícalo, cuervo, gaviota, gavioto, guincho, guirre, guirres, lechuza, lechucilla, pájaro, paloma, pardilla, alcaravanal, alcaravaneras, cernicalera, cernicaleras, cuervera, guinchete, guinchón, guirrerilla, pajarero, pajareros, cuclilloetc.
Insectos: abejera, abejerilla, babosillas, hormiga, hormiguillas, gusanoetc.
Mamíferos: ballenas, burras, burrera, burrillas, cabrito, camello, cochinos, gatos, toros, burreras, burrerillo, burrero, garañones, conejeras, madrigueras, cagarrutaletc.
Moluscos:  burgadito, cangrejo, caracoletc.
Peces: calderonesetc.
 


"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

ANTRO-TOPÓNIMOS

Según se va estableciendo en los lugares, estos serán conocidos por el antropónimo de su propietario, por su raza, género, gentilicio, mote, oficio u origen de procedencia:

Antropónimo: ábalos, agustinas, albiturria, anchieta, andújar, aragómez, arbelos, argüello, ariñez, arnao, bachicao, barahona, barbosa, barrial, bartolo, bascamao, becerril, berlanga, bernardino, betancora, biliandra, bracamonte, buenaventura, calva, camacho, cambalud, caraballas, caraballos, carnedagua, carreñas, carrión, castillos, catela, catelas, catrillo, cerpa, clemente, coruña, corvo, chirino, domínguez, doñana, doramas, galeote, galindo, garcía, giles, góngora, gonzalo, guriete, herrera, jacomar, jerez, josé, leones, lópez, lorenzo, lucena, luis, macarios, madrid, maldonadas, marente, marmolejo, marreras, marteles, martín, martínez, mateos, matías, matos, mederas, megía, melchora, menas, merina, merino, millares, miller, mirabal, mirabala, mirele, mirón, monagas, monroy, montemayor, montesdeoca, monteverde, monzones, morales, morón, moya, mujica, navarros, negrin, nicolases, ojeda, pacheca, padilla, padillas, padrón, padrones, paulino, pavón, pavonas, pineda, pinedas, ponce, quintanas, quintanilla, ramírez, riquiánez, rivero, riveros, rornán, rosadas, rosales, rosiana, ruanas, rugallo, salvago, sanabria, sánchez, sardina, sardo, schamann, siberia, siberio, silva, solís, soria, tarifa, tenorio, trompeta, troya, troyanas, trujillas, trujillo, valerón, vargas, velázquez, vélez, vergara, vicentes, vicentillos, villarona, visvique, zambrano, zamora, zárate, zurbaránetc.
Etnia: berbería, fula, meleguinas, morena, morenitos, moreno, morenos, moriscas, morisco, moriscos, negraetc.
Género: dama, damas, mujeres, niñasetc.
Gentilicio: canario, castellana, castellano, castellanos, catalán, filipina, gallego, gomera, gomerito, gomero, lombarda, vizcaínaetc.
Mote: babilones, cano, corcova, corcovada, corcovado, manco, tanasio, tuertosetc.
Oficio: albarderos, alfaques, alguacilejo, amadores, bachiileras, boticaria, canónigo, capellán, capitán, cardenal, carnicero, carpinteras, cazadores, cerera, clero, coronel, cura, curato, deán, doctoral, espartero, fraile, frailes, frailillos, herrero, molinera, molineras, monjas, pagador, vaquero, zapateroetc.
Origen: canarias, inglés, majoreras, mondragón, portuguesas, portugueses, sevilla, vascoetc.



HAGIO - TOPÓNIMOS

No descuida su prestigio, y como son tiempos de persecución, alardea de su fe construyendo capillas o patentizando su fe cristiana, en unos casos para que se conozca que es converso y no un hereje, reconociendo también en el culto y los bienes que construye para ello:


Advocación: agustín, andrés, antón, antonio, bartolomé, belén, bernardo, brigida, candelaria, carmen, catalina, cayetano, clara, concepción, cristina, cristo, cristóbal, diego, dolores, domingo, elena, felipe, fernando, flora, francisco, gregorio, inés, isabel, isidro, juan, juana, lucía, maría, milagrosa, sebastiánetc.
Culto: agonías, animas, avemaría, campanario, capilla, ermitaetc.



SOCIO-TOPÓNIMOS

Pero hombres y mujeres no son seres solitarios, precisan vivir en colectividad, en sociedad. Instituyen sistemas de propiedad de la tierra y del agua que constituirán lo que hoy conocemos como el Antiguo Régimen, tendrán que organizarse civilmente, agruparse en un lugar para allí ser estantes construyendo sus moradas, y tendrán que comunicarse unos lugares con otros para comerciar o intercambiar sus productos.


Antiguo Régimen: capellanía, data, dehesa, dehesilla, ejido, mayorazgo, mayordomía, santísimo, tribunal, vinculación, vínculoetc.
Organización: cabildo, cuarteles, escuela, fielato, garita, garitoetc.
Poblamiento: aldea, barriada, barrio, campamento, camping, caserío, ciudad, chocetas, chocillas, choza, chozas, poblado, vecindad, vecindarioetc.
Vías de comunicación: andén, andencillos, andenes, atajo, avenida, calzada, calle, callejón, callejones, caminitos, camino, caminos, cañada, cañadas, cañadilla, cañadillas, cañaditas, cañadón, cañadones, carretera, carril, cruce, cruces, cruz, cuesta, cuestecilla, cuestilla, valsendero, vereda, veredas, veril, veriles, verililloetc.



PRO-TOPÓNIMOS

Una vez establecido precisa garantizar su sustento y se inicia en el aprovechamiento de la tierra, de los animales, en la extracción de los recursos existentes, lo que generará multitud de topónimos que dicen de la actividad que en un lugar se desarrolla, de sus construcciones, de sus útiles, para que sus vecinos sepan unos de otros.


Agricultura:  mediasuerte, bocado, bordo, cercadillo, cercadillos, cercadito, cercado, cercados, finca, huerta, huertas, huertecilla, huertecillas, huertilla, huertillas, huertillo, huertillos, huerto, viña, vivero, cerca, cerco, empalizada, campillo, campito, campo, cangas, cuarta, cuartas, cuartería, cuarterías, cuartillos, cuartos, era, eras, erilla, erita, fanegada, fanegadas, hectáreas, horcones, horqueta, majalete, majaletes, majano, majanos, mancha, manchón, manchoncillo, manchones, mediafanega, remudas, riego, sequera, sequerillo, sequero, sequeros, seto, setosetc.
Apicultura: colmena, colmenar, colmenas, colmenillas, corchos, meleroetc.
Avicultura: gallinero, granjaetc.
Comercio: mesón, carniceríaetc.
Elaboración: bodega, bodeguilla, carraca, ingenio, lagares, lagarillo, malvasía, máquina, máquinas, maquíla, matula, molinete, molinillos, molino, molinos, tejar, trapiche, trapichilloetc.
Extracción: barreto, barriales, barrillo, barro, barros, calera, calero, cantera, canteras, cantería, acarradero, acarraderos, arrastraderos, arrastre, aserradero, aserraderos, aserrador, atracadero, bocarones, carbonera, carboneras, carretería, cortadores, lance, mariscalete, nieves, salinas, salinetasetc.
Ganadería: cochineras, gallanía, gambuesa, gambuesas, gambuesilla, gambuesillas, gañania, gañanías, bebederos, candil, cardadal, cardanera, chiqueras, chiquerillos, chiquero, chiqueros, majada, majadal, majadales, majadas, majadilla, majadillas, ovejeros, pajar, pajarcillo, pajarcillos, toril, teneriasetc.
Instalaciones: asientillo, agarraderos, barrera, barreras, barrerillas, cortijo, finca, fincas, finquilla, taroetc.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

HIDRO-TOPÓNIMOS

Y para desarrollar todo tipo de actividad productiva necesita del bien más necesario de la naturaleza, el agua, y tendrá que obtenerla y llevarla a su destino, dejando toda esta estructura hidráulica su huella toponímica.


Atributos: aguadulce, aguanueva, aguasalobreetc.
Captación: alcantarilla, caiderete, caideretes, caideretillo, caideretillos, caiderillo, caiderillos, caiderito, caidero, caideros, campana, canalizo, cantarilla, chorrillo, chorrito, chorro, chorros, fuente, fuentecilla, fuentecillas, fuentes, galería, goteras, goterilla, goterillas, laguna, lagunas, lagunetas, lagunilla, madrecilla, madrelagua, madres, malacate, manantial, manantiales, marcuajada, mina, minas, ojero, ojito, ojo, ojos, remanientes, tabuco, tabucos, tabuquillosetc.
Distribución: acequia, acequias, albercón, alberconcillo, albercones, almatriche, canal, canalejas, canales, canalilla, canalita, canalizos, cañerías, cisterna, chorrera, chorreras, estanque, estanques, gavia, goteo, heredad, machoborrón, machosidro, marciega, marciegas, mareta, nateros, quebraderos, secuestro, tabladas, tanque, tanques, tanquillo, tanquillosetc.



ETNO-TOPÓNIMOS

Y para acabar, dejaron la huella toponímica por una enorme y variada cantidad de bienes materiales e inmateriales de interés etnográfico que jalonan toda la geografía insular:


Costumbrismo: brujas, bucio, bucios, calvario, camposanto, camposón, caracol, cementerio, cofres, descansaderos, difuntosetc.
Residenciales: albergue, asilo, cabañas, casa, casablanca, casas, casasanta, casilla, casillas, casita, casitasetc.
Usos varios:  almacén, almacenes, alpendre, banco, banquillos, barca, barco, barra, carabela, carretas, castillo, hacienda, haciendas, haciendillasetc.
Útiles:  amarradilla, calabozoetc.



CONCLUSIÓN:

Después de esta larga e incompleta enumeración, ordenada y clasificada en razón de los fundamentos de la génesis de los topónimos de la isla, se puede apreciar que constituyen en su conjunto el patrimonio inmaterial más importante que nos han dejado las anteriores generaciones.

Nos describen con el nombre de sus lugares aquello que trasmitieron oralmente los antiguos pobladores, quiénes llegaron aquí para compartir el espacio, las actividades y costumbres que tuvieron, y sobre todo la riqueza natural que en esta isla encontraron de cuya gran biodiversidad poco nos queda, y que ahora estamos obligados a preservar para las nuevas generaciones, por responsabilidad intergeneracional.