viernes, 7 de junio de 2013

POSTERAGUA, LA (ALDEA DE SAN NICOLÁS Y MOGÁN)



Topónimos con el que se conocen lugares y caseríos situados en las cuencas de los barrancos de Tasarte, de Veneguera y de Mogán, todas ellas desaguando a la costa suroeste de la isla.

Aparecen iguales topónimos asociados a la actividad hidráulica o a lugares próximos. En alguna de ellas son inventariadas con una pequeña corrupción como "Postreraguas", aunque pudieras ser la entrada la corrupta. Hay referencias de la antigua existencia del topónimo en otras islas, concretamente en La Gomera y en La Palma.
 
Pozo en Veneguera (Fedac)
Las tres cuencas mencionadas eran tierras de realengo muy avanzada la segunda mitad del siglo XVIII, tiempos en que se anotaba en la isla un excedente de 400 a 500 familias ociosas, sin ocupación, aproximadamente un cinco por ciento de la población insular. Esta situación motivaría al ilustrado obispo Juan Bautista Servera un proyecto de colonización:
 

Localización en Tasarte

(Espacios Naturales de Gran Canaria)
«Hacia 1773 lanzó el proyecto de establecer las 400 ó más familias ociosas en el SW de la isla, entre el barranco de La Aldea, que limitaba con las controvertidas posesiones del marqués de Villanueva del Prado, y el de Arguineguín, frontero a las posesiones del condado de la Vega Grande.

En la cuenca baja, para salvar los pinares, se establecerían tres nuevas poblaciones en los valles de Mogán, Veneguera y Tazarte» (BETHENCOURT MASSIEU, A.: "Colonización interior en el SW de Gran Canaria a fines del siglo XVIII", Boletín Millares Carlo, nº. 3, 1981).


Este proyecto aunque no tuvo buen fin por su alto coste económico y la fuerte oposición de los antes mencionados terratenientes privilegiados, comportará un paralelismo en el devenir de las tres cuencas.

El proyecto que estudió e hizo suyo el Cabildo General trasladándolo al monarca Carlos III, tenía por fin dar a cada familia parcelas de regadío y secano, aperos, simientes, etc., a cambio de romperlas y abonar un moderado canon anual a la Hacienda real por su condición como tierras de realengo.

La mayor inversión a la que contribuiría el obispo con 24.000 pesos eran las obras para la captación y conducción de aguas. 
Estanque en Tasarte (Fedac)

La rápida respuesta del Gobierno de su majestad fue que la zona fuera recorrida por el corregidor Eguiluz, acompañado de los munícipes y técnicos, para determinar la localización de los poblados, las suertes, los cultivos idóneos, obras de captación y conducción de aguas, dehesas para el ganado, edificios públicos y privados, presupuesto, etc. 
Todo ello para que la Audiencia lo rematara y acompañara "un paño pintado" de los lugares, y dada la magnitud tendrían las poblaciones que ajustarse al modelo del Fuero de Sierra Morena decretado en Junio de 1761 por Carlos III para los despoblados andaluces entre Córdoba y Sevilla que detallaba.
Fuente en Tasarte (Fedac)

Estudiado el fuero por el Cabildo no terminaba de agradar pues se apartaba del proyecto dado que perseguía la construcción de pequeños asentamientos de pocas familias, que a su vez se agrupaban en una Feligresía o Concejo con un Diputado cada una, que serían los Regidores de tal Concejo, y tendrían un Párroco, un Alcalde y un Personero, cuestión que alteraba el "fuero" canario y sobre todo los destinos de los censos recaudados.

Localización en Veneguera

(Espacios Naturales de Gran Canaria)


Pasaban los años, después del informe del corregidor que describía un diseminado de pequeños asentamientos, el Cabildo rectificaba su informe contemplando:

«La situación de Veneguera, Mogán y Tazarte era muy distinta a la de diez años atrás. El "hambre de tierra" había producido una avalancha de roturadores, por tanto ya no cabían en la zona las 500 familias ociosas»-

La Audiencia alega que el lugar está poblado, y con ello el proyecto se duerme en los años, hasta que en 1799 el fiscal  Zuaznavar propone un nuevo plan que coincidirá en el tiempo con la ocupación Napoleónica y la carencia de fondos económicos que en 1808, ya con Carlos IV en el trono, el proyecto muere definitivamente, y aunque se redujera el número de asentamientos y sus lugares, hubo un fuerte incremento de la inversión.


Probablemente la mirada hacia el Fuero de Sierra Morena acercó a quienes roturaron las tierras de estas tres cuencas, quienes no disponían de datas de heredamientos; para organizar el reparto de los recursos hidráulicos tomaron probablemente como modelo su derecho consuetudinario, de los usos y costumbres andaluzas heredadas de la cultura árabe al igual que lo fueron sus artes para la distribución, de donde surge el topónimo de Posteragua, ejemplo en el que algunas poblaciones toman su nombre en árabe del día de la semana de reparto de agua.


Es el caso de de la población de Algarrobo (Granada), que dejaron por escrito el 8 de julio de 1572 el carácter comunal del uso del agua que sus antepasado respetaban como derecho consuetudinario:

«... Declararon que, por abaxo de los dichos tres pagos e riego, se toma una presa grande del dicho rio, e de la dicha presa se toma una açequia grande que se dice el açequia principal, y el agua desta llega hasta la mar, y con esta dicha açequia se riegan todos los pagos del riego fuera de los tres pagos que tienen declarados, e se tiene la orden e manera siguiente. 
Pozo en Veneguera (Fedac)
(...) En dicho pago del Almachar, toma de la dicha açequia media açada de agua cada día, que la había menester para el riego de aquel pago. (...) El dicho pago del Jenil, así mismo, tomaba de la dicha açequia otra media y açada de agua cada día, que la había menester para regar el riego de aquel pago. (...) El dicho pago de Hamiz, que quiere decir jueves/jueves, todo el riego de dicho pago toma toda el agua de la dicha açequia, e riega el jueves desde que sale el sol, hasta otro día viernes por la mañana en que sale el sol, de manera que riega desde el viernes por la mañana hasta vísperas.

Localización en el valle de  Mogán
(Espacios Naturales de Gran Canaria)


[continúan con Chuma y Camarilla] (...)  El dicho pago de Açepte, que quiere decir sábado, riega (...) El dicho pago de Alhate, que quiere decir domingo, riega (...) El dicho pago de Alizney, que quiere decir lunes, riega (...) El dicho pago de Açeliça, que quiere decir martes, riega (...) El dicho pago de Alerbaa, que quiere decir miércoles, riega...


(...)  y los dichos reconocedores declararon, que todas las haças e tierras de riego que están en los dichos pagos que han dicho e declarado, y que desde el dicho pago se riega postrero

(...) e riega por la orden que está dicho e declarado, e que antes que se tomó el agua para regar los dichos pagos e cualquier dellos para ver por donde ha de començar el riego, si ha de encomençasr por la primera haça del pago o por la postrera de él, se echan suertes entre los dos dueños cuyas son las primeras haças y las postreras del / pago para ver la suerte que sale, e por quien sale la suerte, por aquella parte se encomiença el riego, prefiriendo las primeras haças a las postreras,

e que si alguna de las dichas hacas le falta el riego, e por que se cumple la hora que el tal pago tiene, e por que el dueño de la tal haça o haças dexa de regar por su descuido, no se riega hasta que vuelve su día, por la orden que está dicha ... (BRAVO CARO, "La distribución de agua de riego en Algarrobo durante su etapa morisca", El agua en zonas áridas. Arqueología e historia. Hidráulica tradicional de la provincia de Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 1999).
Estanque en el valle de Mogán (Fedac)

En las tres cuencas de los barrancos de Tasarte, Veneguera y Mogán  se localiza este topónimo en el lugar inferior lugar de la dirección de las aguas hacia , marcando el topónimo "Posteragua" su turno "postrero" para aprovechamiento del agua de riego, que posiblemente se tratara de aguas superficiales del barranco canalizadas a través de acequias. Algo distinto del modelo de dulas de los heredamientos. 
Estanque en el valle de  Mogán (Fedac)

Nos acredita la existencia de aguas en el siglo XIX Pascual Madoz, quien en su obra (Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1847) introduce datos extractados de la obra de Escolar cuando dice «Descienden multitud de arroyos desde las cimas de Tamadaba y de los estribos en que se subdivide, con los cuales hay aguas abundantes para los usos domésticos y para el riego de las heredades» y «El riachuelo o barranco nombrado de Mogán, corre en dirección Este a Oeste y lleva sus aguas a la mar»; aunque no menciona Veneguera, todavía en la actualidad de su mina sigue manando agua. 




No hemos localizado ninguna bibliografía o documento que acredite el sistema de distribución del agua de estos cauces, pero entendemos por el topónimo dejado que pueda aproximarse al reproducido de Algarrobo, donde los nombres de los días de la semana que devengaron en el topónimo lo son en árabe, de los siglos de la ocupación islámica de la península.

Si nos quedan los muchos bienes etnográficos de los aprovechamientos hidráulicos en las tres cuencas, algunos con más modernas obras nuevas.

Pozo en el valle de Mogán (Fedac)

jueves, 6 de junio de 2013

PORTUGUESAS Y PORTUGUESES, LAS Y LOS (S. BARTOLOMÉ DE T., AGÜIMES y ARTENARA)

Actualización: 2013/07/20
Topónimos, todos expresados en plural y situados en espacios rústicos de las zonas altas y centrales de la isla. Lo localizamos en femenino en Artenara, dentro del territorio de Acusa al norte de Ventanieves, entre la Cruz de Acusa al naciente y la Cruz de María al poniente, el interfluvio entre las cuencas del barranco del Silo y el barranco Oscuro

En género masculino lo encontramos en Agüimes, asociado a un Morro, al poniente de Las Haciendas y al naciente del Tablón de Temisas; y dando nombre a un lugar y asociado a un Puntón en San Bartolomé de Tirajana, al sur del barranco de Soria.
Grabado tradicional portugués (grabadosantiguos-com)

No sorprende encontrar estos antro-topónimos que nos recuerdan la presencia de naturales de Portugal en estos territorios del interior que se mantuvieron como tierras de realengo, o de señoríos en el caso de Agüimes, hasta muy avanzado el siglo XVIII en que se produjeron ocupaciones ilegales para la roturación de las tierras.


Es sabido que durante la conquista de la isla participaron muchos portugueses, que en pago de sus "salarios de guerra" recibieron datas de tierras en los primeros repartimientos, y otros, vinieron con la intención de ganarse la vida. En su gran mayoría procedían de la zona meridional de Portugal, concretamente del Algarbe y del Alentejo.

Es esta primera arribada de portugueses la que facilitará la incorporación de muchos apellidos portugueses a la genealogía canaria, que al igual que muchas voces de su vocabulario mutarán para componer un léxico canario de portuguesismos, y compondrán una amplia nómina de apellidos consolidados como canarios de raíz portuguesa.
 
Cultivo de cañaverales

La pérdida de los Libros de Datas por el expolio del almirante holandés Van der Does, y el propio mestizaje de los apellidos, ha dificultado a los investigadores poder llegar a definir el volumen de las datas con que los portugueses resultaron beneficiados en la isla.


«En cuanto a los portugueses que fueron beneficiados en los repartos de tierras efectuados en La Palma y Gran Canaria es muy poca la información que tenemos. Para la primera de las islas sabemos -tras los estudios de la profesora A. Viña- que los conquistadores y hermanos Alvaro y Martín Pérez recibieron en 1501 ocho cahíces cada uno en la lomada de La Galga, o  Alonso González de Abreu que también recibió tierras en un lugar y fecha indeterminados. Lo mismo podemos decir para Gran Canaria. Sabemos que en las partidas bautismales de la parroquia del Sagrario de Las Palmas aparecen un total de 17 portugueses, de los cuales once están casados, seguramente con mujeres de origen lusitano.

Es evidente que en ambos casos tanto el número de repobladores como el de las tierras que recibieron tuvieron que ser mucho más importante que lo que nuestra documentación nos permite comprobar. Si además tenemos en cuenta que en Gran Canaria -como indican los profesores Lobo y Rivero- este grupo se instaló desde muy pronto vinculado a la introducción de la caña de azúcar, no será desproporcionado imaginar que al menos fueron tan beneficiados en los repartimientos como sus paisanos en la isla de Tenerife» (BELLO LEÓN, J.M.: "Los extranjeros en los repartimientos canarios", El Museo Canario, nº 53, 1998). 

Restos de un horno de pez en Inagua (Fedac)

Fue también muy decisiva la participación de los portugueses en los oficios y aprovechamientos que se sucedieron a partir de la conquista. Tanto en el cultivo de la caña de azúcar, como en las técnicas de elaboración de los ingenios azucareros, así como en el cultivo de los viñedos que sustituyeron a los cañaverales.

Fueron igualmente quienes introdujeron las técnicas para la construcción de los hornos para la obtención de la pez o brea destinada al calafateado de las embarcaciones de entonces, hasta el extremo de importar madera de otras islas para abastecer estos hornos dada la gran industria naval que en la isla se desarrollaba auxiliando el tráfico marítimo hacia América.
La  gran influencia portuguesa en las islas de Madeira de donde se trajeron las cañas y los viñedos a Canarias 

La nómina de apellidos portugueses, castellanizados o no, que en Canarias quedó es muy grande, y los de mayor presencia son: «Abrante, Abreu, Acevedo, Acosta, Acuña, Afonso, Aguiar, Amaral, Arbelo (también Albelo y Arvelo), Araña, Arrocha y Arocha, Avero, Bacallado, Báez, Barreto, Bello, Borges, Brito, Camacho, Carballo, Castañeda, Castro, Cejas, Chávez (Chaves), Coello, Concepción, Correa, Corujo, Curbelo, Dávila, Delgado, Déniz, Dévora (Évora), Dorta, Estévez, Fagundo, Fajardo, Falcón, Falero, Fariña, Farías, Farrais, Felipe, Feo, Ferrera, Figueroa, Fleitas, Fontes, Fraga, Fragoso, Fumero, Galván, Govea, Goya (de Goia), Guedes, Henrriquez, Jorge, Leal, Lemes, Lemus, Lima, Luis, Machado, Marante, Marrero, Mascareño, Matos, Mederos, Melo, Méndez, Mendoza, Meneses, Mesa, Mora, Morera, Núñez, Oliva, Olivera, Pacheco, Padrón, Pais, Perdigón, Perera, Perestelo, Pestano y Pestana, Pinto, Portugués, Ramallo, Ramos, Rancel, Ravelo, Rivero, Silva, Silvera, Sosa, Tabares, Tavío, Tejera, Viera y Yanes. A todos esos habría que añadir los Alvares, Cabreira, Dias, Domingues, Fernandes, Gomes, Gonçalves, Hernandes, Lopes, Martins, Peres o Pires, Rodrigues, Soares,...» (GARCÍA-TALAVERA CASAÑAS, F.: "Apellidos canario-portugueses", El Día, 2-mar-2010). 

Restos de un ingenio en Cuba
Los portuguesismos en el léxico canario harían una relación interminable de voces y expresiones verbales generalmente aceptadas: aguaviva, ajeitarse, alongar, arripiar, balde, baña, bocado, corcova, coruja, cumplido, de repente, engodar, entullir, fechillo, ferruge, fonil, garuja, gaveta, geito, hortelana, largo, machucar, magua, maresía, margullar, más nada, más nunca, mestura, millo, mojo, ruin, temoso, tupir, zafado, y un largo etcétera , además del sufijo "ero" para llamar a los árboles frutales, casos como naranjero, limonero, manzanero, nisperero, duraznero, castañero, etc. 


Todo este patrimonio ha permitido a los investigadores afirmar que «la contribución de sangre portuguesa a la conquista y colonización de las Canarias ha sido revalorizada a la luz de las modernas investigaciones, en el campo de la historia y de la lingüística regionales, dando por resultado una acumulación de pruebas en el sentido de que tal aportación fue muy nutrida y no debe en ningún caso ser subestimada» (S.F. BONNET citado por CORBELLÁ, D.: "Estudio de los portuguesismos en el español Canarias. Cuestiones pendientes", Revista de Filología Románica UCM, nº 11-12, 1994-95).


Ortofoto de Las Portuguesas en Artenara (Google earth)
Para acabar de esbozar la amplitud del mestizaje con la cultura portuguesa habido en la isla, valga la manifestación de algunos autores sobre el popular canto de los Aires de Lima que «Su melodía aparece en algunos de los cantos portugueses de la región de los ríos Minho y Limia y de ahí que se ubique su procedencia en este país» (FEDAC: Cultura Tradicional. Cantos y Bailes); se ha descartado toda influencia del Fado portugués sobre la Folía Canaria que tiene sus raíces en la Folía Histórica en su acepción barroca (LOTHAR SIEMENS).

Localización en Artenara (Espacios Naturales de Gran Canaria)
En gran medida la rápida naturalización de los portugueses desde los primeros años en que arribaron a la isla, así como la castellanización de sus antropónimos, fue consecuencia obligada de las circunstancias del momento.

Aún cuando eran apreciados por sus buenos oficios, el acceso a la propiedad de los bienes estaba limitado para los extranjeros a las Coronas de Castilla y Aragón, que sólo con dispensa real podrían acumular bienes por un valor máximo de 200.000 maravedíes, obligándose a ser estantes en la isla. Aún así, se dieron falsas acusaciones ante el Tribunal de la Inquisición para desposeerlos de sus bienes.
Grabado conmemortivo de la restauración  portuguesa

Es obvio que las secuelas de los pleitos entre las Coronas de Castilla y Portugal, unas por la fuerte competencia en el reparto del Atlántico, y otras por la alianza de la Corona lusitana con la "Beltraneja" para impedir la sucesión al trono de Castilla en favor de Isabel, enraizaron determinados rechazos entre la clase privilegiada.

La unidad Ibérica alcanzada en 1580 sería motivo para la rápida naturalización, que terminaría en 1668 con la firma del Tratado de Lisboa por el cual España devuelve a Portugal sus antiguas posesiones y reconoce su independencia.


Además de la desaparición de los libros de Datas en 1599 por el ataque del holandés Van der Does, se ha estimado que aquellos portugueses que accedieron a la posesión de los bienes eludieron de alguna manera acreditar su origen.
Ortofoto del Morro en Agüimes (Google earth)
El ejemplo lo tenemos en la petición de data de un solar para hacer una casa en Telde que dirige el 15 de noviembre de 1538  Juan Baliero; tras haberse pregonado dos veces en la plaza, el vecino Diego de Reyna la contradice manifestando que «n(o) era vezino de esta ysla e que hera portugues estrangero e no casado ni avesyndado e que por no ser casado ni tener hijos e muger no se le devian dar tierras ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Con todo ello, se conocen por referencias posteriores de linderos en datas que se solicitaban, donde eran mencionados por su condición de portugués. Es el caso de Françisco Hernandez en Telde, o Domingo Pérez y Diego Yanez en Teror. 
Localización en Agüimes (Espacios Naturales de Gran Canaria)

El origen de los topónimos objeto de esta entrada, presumiblemente se corresponde con las siguientes arribadas de portugueses, ya de la Portugal septentrional, que pudieron llegar a la isla hacia finales del siglo XVIII, cuando se realizaban masivas ocupaciones de territorios de realengo en lo que se dio en llamar "hambre de tierras".
Ortofoto del Puntón en San Bartolomé de T. (Google earth)

Aún así, en Artenara se tienen noticias tempranas de la presencia de los hermanos portugueses Juan y Antonio Báez que se asentaron en Acusa, relativamente cerca de donde encontramos el topónimo.

Sin embargo, nos confirma nuestra apreciación que encontremos al sur del Las Portuguesas, el también antro-topónimo de Las Majoreras, que hace referencia a los colectivos de emigrantes que procedentes de Fuerteventura hicieron también ocupaciones masivas que darían lugar al conocido como Motín de 1777 en la comarca suroeste de la isla, como respuesta a la dura aplicación por los Corregidores de la Real Pragmática de 12 de diciembre de 1748, que intentaba preservar las tierras de realengo para el pastoreo (MACÍAS HERNÁNDEZ, A.M.: "El motín de 1777. Su significación socioeconómica en la comarca del suroeste de gran canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 23, 1977).

La conservación de estos topónimos nos permite que recordemos oportunamente la gran aportación que los lusitanos dejaron en estas islas que integraron sus apellidos y sus voces en el más puro de los mestizajes.


Localización en San Bartolomé de Tirajana (Espacios Naturales de Gran Canaria)