sábado, 7 de julio de 2012

MARENTE, CASERÍO Y MONTAÑA DE (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo con el que se conoce el caserío situado en la montaña homónima y junto al camino vecinal (GC-221) que sube por el Lomo de El Pino hasta Lomo del Palo, frente a Monte Pavón que queda al sudeste, con dedicación pastoril desde épocas remotas.
Cuevas alpendre y pajar (Fedac)
Se trata de un antro-topónimo del apellido Marentes, topónimo localizado también en el Lomo Guillén del casco de Guía, lugar donde creción el casco urbano en la Finca de Marente. La primera referencia del apellido en Guía es de Leonor Marente, mujer de Bernardo de Riverol, tercer hijo del primer alcalde de Guía Fernando Alonso de la Guardia, que fue nombrado en 1526 por el gobernador Martín Fernández Cerón, y que se casó a principios del siglo XVI con Francisca de Riverol, hija del genovés Juan Bautista de Riverol y de Francisca de Quixada poseedores de los repartimientos obtenidos por sus antepasados en el Ingenio Blanco junto al barranco de Las Garzas.
Estanque cueva (Fedac)
El diseminado caserío de Marente se encuentra enclavado en un lugar rural dominado por su montaña, abriéndose al norte de la misma una degollada que también recibe su nombre, que dan acceso a los Llano del Junco, en un entorno pastoril con buenos aprovechamientos queseros.

La desaparecida Finca o Cercado de Marente, que ha devengado en un topónimo urbano, en su historia queda que cambió sucesivamente de propietarios y a principios del siglo XVIII pertenecía a Agustín de Torres Zabala, quien lo vendió a la Compañía de Jesús. Los jesuitas la vendieron al licenciado Salvador Fernando Alfonso, si bien con posterioridad figura entre los bienes del Convento de santa Clara hasta su remate por desamortización.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MARCIEGAS, LAS (ALDEA DE SAN NICOLÁS)

Topónimo con el que se conoce un espacio rural al sur del barranco de La Aldea, y a muy poca distancia de la costa, entre El Roque y El Cruce, donde en la actualidad se asienta un pequeño caserío.

Su origen hay que buscarlo en la antigua fisonomía del territorio hasta mediados del siglo XVIII, donde se trazaba un camino que llegaba hasta la playa, después de bajar de Los Majanos y Los Manantiales, por donde discurrían las bestias cargadas con el azúcar de los ingenios, la madera, brea o carbón de los pinares, o los cereales y otros productos obtenidos en el valle, para ser embarcados en el Puerto del Perchel con destino a Tenerife donde residía el dueño y señor de todas las tierras y aguas el Marqués de Villanueva del Prado.
Pozo con molino hidráulico (Fedac)
 Y al sur de ese camino, las aguas de un gran charco probablemente de las superficiales que corrían barranco abajo y hasta allí llegaban para formar una gran laguna o humedal sin salida al mar, que los lugareños llamaban «mar ciega» por estár rodeada de tierras, ocupando todas las tierras al sur del barranco que allí depositaba sus aguas.
Panorámica (CEIP Cuermeja)
El paisaje era en esta zona de fácil imaginación: El Perchel y la Montaña de Los Caserones, en su falda el camino orillando el barranco cuyas aguas se remansaban hacia el mediodía hasta Las Tabladas y Las Gambuesillas, lugar que por la contracción de las palabras la memoria colectiva creó el topónimo de La Marciega.
Pajar y alpendres (Fedac)
Con el paso de los siglos los aportes sobrantes de aguas superficiales fueron escaseando por las canalizaciones de los aprovechamientos para los cultivo en el valle de La Aldea, y cómo no, por la propia disminución de las lluvias y acuíferos por las talas indiscriminadas en La Cumbre

Las aguas de la Marciega iban bajando su nivel, y su consecuencia, ya no era una sóla laguna, eran muchos charcos, empezaban a ser Las Marciegas.
Aeromotor (Fedac)
Progresivamente los colonos fueron ocupando las tierras sin agua de la ladera en el primer cuarto del siglo XVIII, construyen las cadenas para dedicarlas al cultivo y también  las acequias para llevar hasta allí las las aguas del Albercón.

A medida que desciende el nivel de las aguas de Las Marciegas, van ocupando más tierras y como las aguas para riego son las mismas, comienzan a alternar los cultivos, y así incorporan el sistema de riegos por «hojas». Cuando un año la «hoja» de la Marciega Baja más próxima a la costa cultivaba el millo, la «hoja» de la Marciega Alta que llegaba hasta El Albercón, se sembraba de cereales, cebada o trigo.
Horno de pan (Fedac)
Ya en los finales del siglo XIX, las aguas Las Marciegas habían desaparecido en la superficie, ahora estaban en el subsuelo, y como la precisaban para los cultivos abrieron algún pozo en la tierra para elevarla con un rudimentario molino de viento.
Maqueta motor Ruston (mariajesus)
Ya en el siglo XX, resuelto el Pleito de La Aldea contra el Marquesado, se ponen en cultivo muchas más tierras que necesitan más agua, iniciándose la perforación de muchos pozos en el lugar y aparecen cinco norias entre El Roque y Las Marciegas, después cincuenta molinos para el bombeo de agua, de marcas valencianas y americanas según dicen las crónicas, para más tarde motorizarlos con los célebres Ruston que vendió a crédito el inglés afincado en Gáldar llamado Mister Leacock.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

viernes, 6 de julio de 2012

MANCO, LOMO DEL (AGAETE)

Actualización: 2013/01/10
Los llamados antro-topónimos no sólo incluyen aquellos relacionados con el antropónimo o apellido de una persona, el cargo que ocupa o su condición social o profesional.

También incluyen los antro-topónimos como éste aquellos creados por la memoria colectiva de los pueblos recordando el defecto físico de una persona vinculada al mismo, que pudo haber sido su propietario, poseedor o usufructuario de este lomo del que se tienen referencias documentales desde los primeros tiempos de la conquista, allá en el siglo XVII.
Horno de cal (Fedac)
Aunque un supuesto propietario o colono "manco" pudiera ser el origen del topónimo, que lo puede avalar el mencionarse en documentos del siglo XVIII con el nexo del artículo contracto "del", si no lo tuviera quedaría más claro que el topónimo sería "Lomo manco" calificativo que «Se aplica a un trozo o porción de terreno donde no nace lo plantado o sembrado» (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), que tendría su argumento en la presencia de un sustrato calizo en su suelo.


Con este topónimo se conoce el primer lomo que está junto a la carretera general de Agaete a La Aldea (GC-200), a partir del cruce del ramal de acceso al Puerto de Las Nieves (GC-172), lomo que geográficamente separa Agaete de las pequeñas lomadas de Guayedra. En la antigüedad, el topónimo de Lomo de El Manco posiblemente abarcaba la actual Área de la Naturaleza de La Palmita, que ha quedado de morfológicamente segmentada tras la construcción de la carretera a La Aldea por un pequeño Lomo de Los Pinos

Estas tierras de difícil acceso, sorprendentemente ya eran apetecidas en la antigüedad en que se supone eran más ricas en vegetación, como prueba la data del Cabildo del 11 de marzo de 1686 concediendo al aldeano Francisco Alonso unas cien fanegas de tierra en Agaete, donde dicen el Lomo del Manco, al precio de 100 reales perpetuos, concesión de «venta a tributo» que tuvo sus litigios con posterioridad por una mayor ocupación de tierras por parte del titular.
El lomo (Rabrigar)
Junto al barranquillo de los Moros, tributario del barranco de Agaete, se encuentran un horno de cal y una era, lugares etnográficos conocidos con el mismo nombre del Lomo. En la actualidad no hay ningún poblamiento.

Estos hornos se empleaban  para quemar el carbonato cálcico o "caliche", de donde se obtenía la cal, siendo eeta empleada como elemento básico en la construcción. Servía para albear y, mezclada con barro era el antiguo cemento. Además se utilizaba en los cementerios: se espolvoreaba la cal en la tumba para evitar posibles enfermedades derivadas de la descomposición. 

Según parece, este horno fue construido a principios del siglo XX para realizar el canal próximo al mismo. Las eras se utilizaban para trillar los cereales, trigo, avena, cebada o centeno. Se sitúan sobre terrenos por lo general altos y bien ventilados para aprovechar el efecto del aire y facilitar el aventado del producto resultante de la trilla. Son casi siempre de forma circular y su suelo está realizado con piedra con una de sus caras plana, perfectamente colocadas como si de un mosaico se tratara. El suelo queda áspero y firme, muy adecuado para extender la mies y proceder al trillado.
Era (Fedac)
En el testamento del presbítero de Guía Fernando Alonso Olivares Castillo de 13 de febrero de 1700, al declarar sus propiedades en el lugar las menciona junto a otras que se encuentran en las inmediaciones cuando dice «El cercado de la Torre junto con el agua de las Fuentes, nueve días, el cercado del Manco y la Candelaria, un cercado con medio día de agua de las Canales».

El "cercado de la Torre" puede hacer referencia a las tierras junto a la Casa Fuerte entre el Puerto de Las Nieves y Agaete, regadas con las aguas de la Fuente Santa ubicada en la desembocadura del barranco.




Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MALTESES, CALLE DE LOS (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo urbano con el que se conoce la calle cuyo antiguo nombre aún se mantiene; es la que comunica la Alameda de Colón con la calle Mayor de Triana.

Con anterioridad se denominó calle del Agua; después, de Gotardo y a partir del siglo XVIII, los Malteses, que en palabras de Domingo J. Navarro era debido a que allí existían «… las únicas tiendas del modestísimo comercio de toda la isla, representado por tres avecindados malteses…», haciendo referencia a los naturales de la isla de Malta que emigraron a Gran Canaria y abrieron tiendas.
La calle en 1864 (Fedac)
En la antigüedad, algunas de las calles de la Ciudad, consideradas como «lugares urbanos» se constituían en topónimos al recibir su nombre por el origen de sus moradores, la ermita o el convento próximo, la actividad que en las mismas concurría, etcétera.
La calle desde La Alameda en 1890 (Ojeda Pérez - Fedac)
Así surgieron nombres como de Los Portugueses, de los Herreros, de los Camelleros, de los Moriscos, de la Mancebía, etc., si bien solo algunos de estos nombres han perdurado como es el caso de la calle de los Malteses.

La calle no sólo ha conservado su nombre, es además una de las pocas calles a este lado del Guiniguada, en el barrio de Triana, que sus viejas casonas ven pasar los siglos conservando su antigua estampa.
Patio interior de una casa de Los Malteses
El flujo migratorio desde la isla de Malta hacia Canarias tuvo varias causas. Una de ellas sería la decadencia de la Soberana Orden, que provocó un período de inquietud social y de revueltas que trajo consigo la crisis del comercio maltés y, de modo especial, de la actividad pesquera. Esas circunstancias adversas motivaron el éxodo de algunos comerciantes y armadores hacia nuestro archipiélago.

La colonia maltesa la formaron, entre otras, las siguientes familias de apellidos como Sortino, Inglott, Parlar, Portelli, Magrid, Bonello, Grek, Azopardo, Olleño, Ferrugia, Ostia, Espiretti y otros.

La mayoría abrió sus tiendas en La Peregrina y en esta calle que entonces era llamada de Gotardo, pero por su notiriedad comenzó a ser conocida por Los Malteses, al igual que pasara en Sta. Cruz de Tenerife.
La manifestación divisionista de 1911 (Fedac)
Al tratarse de una importante calle que comunicaba la calle Mayor de Triana con la Alameda de Colón para acceder desde aquí a la Plaza de Santa Ana que acogía la Catedral y el Ayuntamiento, además de otras importantes sedes como el Obispado y la Casa Regental, discurrían por ella los grandes actos populistas que a partir de la segunda mitad del siglo XIX se organizaban para reivindicar la división provincial, objetivo al que aspiraron los correligionarios de Fernando León y Castillo, y después sus sucesores, Leopoldo Matos y José Mesa y López.

Localización (Google maps)



MALFU (INGENIO)

Topónimo con el que se conoce un lugar situado al noroeste de Las Majoreras y al norte de los Lomos de Ortega, donde existe en la actualidad un pequeño caserío.

Está incluido en el "Catálogo de términos guanches presentes en la toponimia de Canaria" TRAPERO, M.: Estudios sobre el guanche, Madrid, 2007), tal cual como lo inventaría el Instituto Geográfico Nacional.
Presa (Fedac)
Otras fuentes sostienen que el topónimo en los primeros tiempos era Marfuz (SÁNCHEZ VALERÓN, R. Y MARTÍN SANTIAGO, F.: Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2003), topónimo que en el siglo XVI hacía referencia al barranco y tiene como precedente «Agua Marfu», según se desprende de un documento fechado el 1 de junio de 1544 por el que se solicita el título de unas tierras que dice:

«… Françisco Diaz vezino de Agüimes beso las manos de vuestras señorias y les suplico me hagan merçed de unas tierras que yo tengo e poseo que me dexo mi padre en que puede aver cuarenta fanegas de tierra poco más o menos las quales tierras a honze años que las tengo e siembro paçificamente e por que no hallo el titulo dellas suplico a vuestras señorias me lo manden dar e son las tierras en el termino de Aguymes lynderos de la una parte el barranquillo del Agua Marfuz e por la vanda de abaxo el camino que va del Carrizal a Gando e de la otra parte el barranquillo que sale de tierras de Françisco de Burgos escrivano de Telde e la vanda de arriba una montaña…».
Pozo (Fedac)
Aportan otras noticias documentales de cuando Juan de Ávila el 7 de octubre de 1552 solicita el reconocimiento de unas tierras y menciona el barranco, además de otros topónimos del lugar interesantes, que se entrecomillan para ser destacados para el lector:

«… pedaço de tierras montuosas que son en la “vega de Aguatona” que podra aver ochenta hanegadas en todo montuoso e desmontado que a por linderos tierras de Sancho Martín de Caliz de la una parte tierras de Diego Díaz y tierras del ”valle del Fiscal” e a la cabeçada de arriba con tierras de Diego Díaz e con la açyquia alta del yngenio e con tierras que son del fiscal que se dize “los majanos” e por la otra parte con tierras del dean que se dize “los majanos” e por la otra parte con tierras del dean que se dizen “las tress cuartas” e “los majanos” e tierras del “pastel” que son del dean e tierras que dizen “la Mexia” que son del dean e tierras de Diego Xara e el fiscal e tierras de Alonso de Matos el moço que dizen la “hoya de Alonso de Matos” e con un barranco abaxo que se dize agora “Marfuy” que va a dar a unas quevas que estan ençima del “Carrizal” en una montaña e con tierras de los herederos de Gonçalo Baez de las quales dichas tierras yo Juan de Avila tengo por myas mucha parte dellas e porque son las demas que yo pido montuosas e desmontadas…».
Pozo y estanque (Fedac)
Esta teoría parece tener fundamento pues otros autores (SUÁREZ GRIMÓN, V.:, La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987), quien da cuenta que en la agregación que hace en 1762 el presbítero Sebastián Sánchez Espino a su fundación del año 1740, vincula cinco fanegas de «Suerte en Marfús».

Dice además que en la división del mayorazgo del Capitán Juan de Matos efectuada el 11 de noviembre de 1872 por su poseedor y sucesor el Caballero Maestrante de la Real de Sevilla Pedro Matos Matos, incluye entre los bienes que se dividen veintidós fanegas y dos celemines de una «Suerte labradía y “arrifes” en Marfús», que ya había vendido el 20 de mayo de 1871 a Rafael Domínguez Estupiñán, propietario de Ingenio.

Estanque (Fedac)
Resulta curioso que el término castellano "marfuz" según Joan Corominas (Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, 3ªed., Madrid, 2011), es de procedencia árabe, de "marfud" con significado de desechado, adjurado.
Dando por acreditada la corrupción del antiguo término de Marfús al actual término de Malfú, el prefijo aborigen "agua" podría asimilarse a otros términos aborígenes como Aguatona, Agualatente, Aguayro y otros por su raiz común.

Cuarterías (Fedac)
El barranquillo Malfu que según Telesforo Bravo recibía su nombre de la Montaña junto a la que pasaba, y nace en el Valle de Ingenio, atravesando tierras que en otros tiempos fueron muy cultivables.

El agua de superficie debió pasar al subsuelo por la gran cantidad de bienes etnográficos hidráulicos que allí se encuentran y que regaban los campos de los aparceros. Es probable que fuera el barranquillo quien prestara su nombre aborigen a la montaña, pues aparece como referente documental más antiguo.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)