Topónimo que localizamos en la
Vega de San Mateo, al sur de La Lechucilla y Los
Roquetes, entre Camaretas al poniente y con la
jurisdicción de Valsequillo, donde se localizan los Llanos de los
Suárez, de los González y de los Rivero, y,
el Llano de la Casilla.
En Agaete, lo encontramos al sur
de Los Cabucos, en las fuertes vertientes que dan hacia poniente
al Andén de los Trigueros y que se encuentran entre la
carretera Fagagesto-Juncalillo (GC-070) y de
la Carretera de los Pérez, lugar entre las cuencas
del Barranco de Los Cabucos y del Barranco de la
Montaña. Y en Valleseco, al naciente del Lomo de la Palma, muy
cerca de los límites de Valleseco con Teror, al naciente en La Gambuesa del
alto de la Cuesta del Muelle. Había un topónimo ya desaparecido en
Teror, en el Heredamiento del Chorrillo. Curiosamente el acceso al
lugar es llamado Camino de Viñático,
usando la variante del término.
Igual variante localizamos en
Moya, donde el lugar de Viñático lo encontramos al naciente de La Josefa, muy cerca de la carretera de Moya- Fontanales (GC-075), al sur de Carretería y al norte de
Estebanejo, en los altos de las vertientes de poniente del Barranco de Azuaje.
Viñátigo (lostilos.villademoya.es) |
En los primeros tiempos se consideró por su parecido que era una variedad
del Laurel (Laurus novocanariensis), de la misma familia de las Lauraceae, y quizás influenciado por las
vagas noticias del Laurel de Indias (Ficus
microcarpa), de la familia de las
Moraceae, de donde se inventarió como ‘índica’.
Pero este endemismo era muy abundante en las islas en el tiempo de la
conquista, ocupando los suelos preferentemente húmedos, en las umbrías y
márgenes de barrancos, pero su explotación maderera por su calidad y la propia
roturación de las tierras húmedas, prácticamente han contribuido a su práctica
desaparición en Gran Canaria quedando pequeños relictos.
Lugar de Viñátigos en V. San Mateo (santisanrod) |
Del topónimo de la Vega de San Mateo junto al Barranco de La Lechuzilla, encontramos su mención en los
repartimientos, en la descripción de las tierras que pedía Alexio de Belandia, el 21 de agosto de 1549, solicitante que dio
origen al topónimo de Biliandria
situado al suroeste de Viñátigos,
refiriéndonos de otros topónimos próximos que han llegado a nuestros días.
Lugar de Viñásticos V. de San Mateo (Google Earth) |
En la prehistoria de las islas el viñátigo, que no es voz aborigen como a continuación se dice, tuvo muchas utilidades para los aborígenes, tanto en la fabricación del ‘banot’ como arma, por su gran fortaleza.
Lugar de Viñátigos Vega de San Mateo (caminosdecanarias.blogspot-com) |
Banot: Fotografía y lámina (Museo Arqueológico de Tenerife) |
[op. cit. La obra arriba citada por el autor es L.
CEBALLO y F. ORTUÑO: Vegetación y flora
forestal de las Canarias Occidentales, Instituto Forestal de
Investigaciones y Experiencias, Madrid, 1931, 465 pp. (El Sabinar, pp 97-98)].
Pero nuestros aborígenes no sólo aprovechaban del viñátigo la dureza de su madera, sus hojas las utilizaban para
hacer tintes naturales de color rojo para los textiles de junco.
«Consultados estos textos y las
referencias que nos ofrecen los textos antiguos, podemos resumir que los
antiguos pobladores de las islas elaboraban tintes con materias primas de
origen vegetal, aprovechando las hojas, frutas y bayas, cortezas, raíces y la
savia, de sobre todo especies de árboles de la laurisilva, del drago y el pino
canario, y de plantas silvestres entre las que se encuentran identificadas los
tajinastes (echium), y la hierba
pastel.
Hojas y frutos del viñátigo (floradecanarias-com) |
Como soporte para confirmar la
adherencia y tinción se utilizaron franjas de tejido de junco preparadas para
esta composición. […] Las tonalidades que obtuvimos con todos estos materiales
varían desde amarillos (faya e hierba pastel), naranjas (faya, viñátigo), rojos
(pino, viñátigo), carmines (faya y tajinastes), violetas (faya y tajinastes),
tonalidades terrosas (acebiño), verde claro (acebiño e hierba pastel), y,
verdes oscuros y azules (hierba pastel)» (HERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ, 1997, p. 28).
Y como buenos pastores, conocían también de lo venenosa que estas hojas
podrían ser para su ganado, conocimientos que quedaron en la cultura pastoril
de La Palma, no dudando fuera conocida en las restantes islas donde los
aborígenes fueron apreciados y contratados para el pastoreo tras la Conquista.
«… en La Palma, en concreto en
la Cumbre Nueva, donde los pastores talaban o cortaban las ramas bajas de los
viñátigos (Persea indica), árbol de
hojas venenosas, cuyo consumo por el ganado en grandes cantidades, incluso
podría ocasionar su muerte … » (NARANJO
RODRÍGUEZ, 2006, p. 43).
Ejemplares de viñátigos en Tenerife (lavegadesanmateo-com) |
«Muchas partes de los barcos, en
concreto las del exterior se hacían de madera de pino canario y la del interior
de madera de las variedades de la laurisilva. Entre ellas destacaba el viñátigo
y el barbusano, no sólo apreciados por su altura, sino también por la calidad
de su madera y su resistencia a la podredumbre del agua» (LOBO CABRERA, SANTANA PÉREZ, et RODRÍGUEZ PADILLA, 2007, p. 106)
El particular hábitat de la laurisilva que ocupaba las zonas húmedas de
la isla, y la propia prioridad que se dio para el destino del viñátigo a la
industria naval, no impidió que se comerciara con ella para otros usos como se
aprecia de la cita del Contrato de 1592-marzo-13, protocolo de Alonso Fernández Saavedra, legajo 802,
f. 89 r.:
«Antonio Álvarez, aserrador,
vecino de Canaria, se obliga a entregar a Bartolomé Pabón, 4 docenas de tablas
de viñátigo y 1 docena de tablones de la misma madera y de palmo y medio de
ancho y 12 pies de cumplido, y el tablado ha de ser de 12 pies de cumplido y 2
palmos de ancho, y los tablones de 2 dedos de frente, y por razón de aserrar y
cortar y entregar en la Montaña de Doramas, donde las puedan sacar y cargar
caballos, por razón de 20 reales por docena de tablas y tablones y tijeras de
viñátigo. A cuenta recibe 30 reales. Bartolomé Pabón se obliga a la vez a hacer
a Antón Álvarez una rueda de atahona con su dentadura, aspas y carrete por
precio de 10 ducados, de palo blanco» (IBÍDEM, p. 258).
El viñátigo y sus frutos (floradecanarias-com) |
«…en su casa, había puesto el
Cabildo madera de viñátigo y pinzapo, de la que sin temor á engañarnos, hubo de
gastar una buena, parte, cuando se le pidió cuenta de ella » (TEJERA Y DE QUESADA, 1914, p. 81).
Se trata del ‘Apostolado’ cuya pequeña historia empezó cuando el Cabildo
consideró eran los adornos que remataran el cimborio, y el 16 de julio de 1798 da
poderes al canónigo Zumbado para que contrate con Luján el precio de las
estatuas, condicionando que las cabezas, manos y pies sean de madera menos corruptible
y los vestidos de lona y los cuerpos de pinsapo del norte.
«El día 24 de dicho mes el
Cabildo determinó que fueran dieciséis las imágenes (sic), a saber, los doce
Apóstoles y los evangelistas San Marcos y San Lucas. Fue así como Luján se hizo
cargo del ‘Apostolado’ y en septiembre de aquel año propone al Cabildo la
compra de siete piezas de lona de 44 varas cada una en la tienda de don
Francisco Aguilar, y la madera de viñátigo necesaria para las cabezas, manos y
pies de las estatuas. (Cabildo, 25 de septiembre de 1798) [Sorprende la aclaración
del autor de (sic), ‘copia textual del original’, en cuanto al número de 16
imágenes, pues en su p. 232 da cuenta que se encargaron a Luján 2 ángeles para
el “sancta sanctorum de esta catedral”,
si bien cuando se pagan se dice “los dos ángeles para el cimborio”].
El Cabildo contestó que se
comprara la madera de los barcos varados que estaban en venta, y que si no
bastaba con dicha madera, se le avisara al hacedor de La Palma para que enviara
el viñátigo necesario. (Cabildo, viernes 28 de septiembre de 1798)» (CAZORLA LEÓN, 1992, p. 230).
Es más explícita la redacción contenida en el documento del Cabildo,
viernes 28 de septiembre de 1798:
«Vista la minuta de la madera de
viñátigo que hace juicio el escultor don Jose Pérez para cabezas, manos y pies
de las estatuas del cimborio y en atención a que hay madera de barcos que se
han varado para expenderlas, se acordó se reconozcan y de haberlas aparentes
para dicho fin se compre de ellas la porción que sea necesaria y, de no ser
suficientes las cuchas, se escriba al hacedor de La Palma remita de la madera
de viñátigo el número de piezas en la conformidad que conste de la minuta»
(IBÍDEM, p. 233).
Pero como ya se ha dicho arriba, Luján Pérez se encontraba agobiado con
la imaginaría de parroquias e iglesias de las islas, y fue ganando algún
tiempo, durante el que compró dieciséis varas de lona que fueron pagadas el 13
de marzo de 1800, y volvió a ganar más tiempo, haciéndose rogar, hasta que el
Cabildo Catedralicio le requirió y el 21 de marzo de 1801, un año después,
Luján comunica la madera que necesita.
«Luján manifiesta el 21 de marzo
de 1801 que la madera que necesitaba para sus estatuas era: “Veinte tozas de
viñátigo de tres varas de largo y cuarta y media de ancho, dieciséis palos de
vara y cuarto de cumplido y una cuarta de grueso en cuadro por ser cada estatua
de dos varas y medio de alto” (Libro Obra de la Iglesia 2).»
Apostolado del cimborio de la Catedral de Las Palmas (norlando.blogspot-com) |
En el libro Obra de la Iglesia 2
se nos dice:
“Sábado 9 de agosto de 1806: se
pagan al maestro pintor Cayetano González por pintar uno de los doce apóstoles
20 pesos”.
“Sábado 16 de agosto de 1806: se
pagan al maestro pintor Portugués la pintura de dos apóstoles 40 pesos. (Libro
Obra de la Iglesia 2).
“Por 1.500 reales que según
recibo de 22 de diciembre de 1808 pagó al maestro pintor Joseph Yanes por su
trabajo en los cinco Santos que se colocaron en el cimborio a razón de 20 pesos
cada uno”. (Cuentas Mayordomia Fábrica, 1789-1813, fol. 163).
La colocación del Apostolado en
el cimborio tuvo lugar en septiembre de 1810» (IBÍDEM, p. 231-232).
Localizaciones históricas (Jardín Botánico Viera y Clavijo) |
Se anota su localización preferente en Los Tilos, de donde encontramos una ficha más descriptiva del viñátigo, con algunas curiosidades
relativas a la paloma, a sus parentescos, y aunque pudiera ser reiterativo en
parte con lo recogido al principio, resulta obligado para insistir en que se alcen
las voces en defensa de su supervivencia cual arma de guerra que fue en el ‘banot’ aborigen:
Paloma Turqué (seo-org) |
Elemento propio del bosque de laurisilva, es exigente
en cuanto a humedad por lo que generalmente habita en los lugares más umbríos
(fondos de barrancos, vaguadas y hoyas). Su madera de color rojo pardo es muy
apreciada. Es pariente del aguacate, además de endémica de la Región
Macaronésica (Azores, Madeira y Canarias). En Canarias faltan en Lanzarote y
Fuerteventura. Ha sido elegido como símbolo vegetal de la isla de La Gomera»
(LOSTILOS.VILLADEMOYA-ES).
Localización en la Vega de San Mateo (IDE Gran Canaria) |
Localización en Agaete (IDE Gran Canaria) |
Localización en Valleseco (IDE Gran Canaria) |
Localización en Moya (IDE Gran Canaria) |
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