Topónimos muy
antiguos que prevalecen como testimonios de las discutidas rayas que marcaron el territorio insular, encontrando en la parte
septentrional de la isla el Lomo de la
Raya, jurisdicción de Santa María de Guía, al norte de Montaña Alta o antigua Montaña
Bermeja, como continuación natural del relieve de tierras bermejas, que
posiblemente fuera el referente de la raya
de la antiguamente conocida como Montaña de Gáldar, que ocupaba gran parte del
territorio aborigen de Facaracas o Facarcaz.
Muros de Pinos de Gáldar (R. Díaz Hernandez) |
El segundo
testimonio vivo en el naciente de la isla es el Barranco de la Raya, bajo la jurisdicción de Agüimes, nace en las
vertientes del territorio abancalado de Los
Quemados, al poniente de Temisas,
discurriendo aguas abajo paralelo a la raya
que era el límite del Señorío Episcopal
de Agüimes por el sur, y que en la actualidad es la frontera entre los
municipios de Agüimes y Santa Lucia de Tirajana, y terminar tributando sus
aguas al Barranco de la Angostura,
después del discurrir de los cauces de ambos por el lugar de Las Cañadillas.
Los linderos que dieron lugar a esta raya eran: Empezaba en el mar; barranco de Balos arriba, se llegaba al risco de
los letreros de color bermejo, pasaba al mojón existente fuera de Temisas,
subía al llano de Añanu aguas vertientes de ambas jurisdicciones, se dirigía a
los Pinillos y Sepultura del Gigante, continuaba por la montaña de Manobio y
Paredores de los Frailes y moría finalmente en la cumbre en las rayas de la
Vega y Tejeda (CAZORLA, 1984,
p. 63).
El cauce del principal Barranco de la Angostura continúa aguas abajo, en ocasiones
marcando la raya entre los mismos
municipios, tomando el nombre de Barranco
de Balos cuando comienza a discurrir junto al Andén Colorado, y siempre señalando la raya hasta desaguar por la Bahía
de Formas, al sur del nuevo puerto industrial de Arinaga.
También son conocidos muchos linderos
conocidos por los lugareños como raya
que no se encuentran inventariados por
la toponimia del IDE Gran Canaria, de
los cuales damos cuenta en los textos o en los pies de foto, así como muchas estructuras de largos muros con
piedra seca, con las señas o marcas de viejos pinos resinosos, cuyo origen está
sumido en las páginas desconocidas de la historia, en algunos casos por los
malos recuerdos que traían. Muchos de ellos se mantienen en pie como vestigios
del pasado, probablemente por los aprovechamientos posteriores de los
propietarios de las tierras que cuidaron de su conservación, para mantenerlas
cercadas y disuadir al pastoreo.
Conozcamos algo
más de la historia de las rayas de nuestra Gran Canaria, donde además de las
reconocidas por el Concejo en la antigüedad, surgieron otras de iniciativa
privada para la protección del patrimonio rural del propietario.
En relación con el
origen etimológico de la voz raya, su
significado de línea se sitúa en 1288 Voz común al castellano con el port.[ugués] (raia) y el fr.[ancés] (raie). Probte. Deriv. del lat. RADIUS
‘rayo de carro’, ‘rayo de luz’, por la forma rectilínea que tienen estos
objetos (COROMINES, 2011,
p. 466).
Como a nuestros
efectos la semántica de la línea recta
que se deduce del anterior poco nos aporta, tenemos que la RAE en su Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua
Española, nos proporciona la evolución de su significado, y así tenemos a RICHARD
PERCIBAL (1591) que traduce la voz Raya.-
Raia, línea, radius y poco después JUAN
PALET (1604), introduce la traducción francesa de la voz Raya.- ligne, regle, raye, confin. introduciendo el novedoso último
término.
Hemos de esperar
un siglo para conocer de mayor aclaración con FRANCISCO SOBRINO (1705) Raya.- f. Raie, ligne, confin de deux
Provinces, cuya traducción literal al español es Raya, línea, límite de dos provincias, dado que cuando se trasladan
a la geografía la raya para
establecer los límites de un territorio, necesariamente han de ser rayas
quebradas, es decir, varias rayas rectas unidas en un extremo y consecutivas
formando ángulos. Se hacía necesaria esta sencilla explicación para llegar a
entender por qué los límites fronterizos de un territorio fueron conocidos en
la antigüedad como raya.
Cuando la
definición de los territorios por cuencas naturales fue sustituida por la
definición patrimonial, consecuencia de los intereses económicos que defendían los
señores feudales empujando sus ambiciones sobre parte de las tierras del
colindante, y así se hizo necesario que los cartógrafos dibujaran las rayas de sus lindes superpuestas a los
accidentes geográficos del territorio.
Las islas fueron
protagonistas pasivos de uno de los mayores conflictos habidos al final de la
Edad Media, precisamente por la incorporación de las islas a la Corona de
Castilla.
En los
acontecimientos habidos entre el 15 de febrero y 25 de septiembre de 1493,
ocurridos durante la estancia de Cristobal Colón en Europa, después de su
primer viaje de exploración, y antes de partir para el segundo, se dieron
discusiones entre los Reyes de Portugal y de España sobre los títulos de
apropiación de los descubrimientos colombinos en el primer viaje de ocupación.
Se remontaban las mismas a la interpretación del reparto del ámbito del
Atlántico entre Castilla y Portugal realizado con el Tratado de Alcaçobas,
firmado en Toledo en 1480, discusiones que nos permiten conocer la importancia
jurisdiccional del término y concepto de la Raya
Real en aquellos tiempos.
Ocurrió cuando Juan
II de Portugal, interpretó que Tratado de
Alcaçovas le otorgaba a su reino el
monopolio comercial al sur del cabo Bojador y cerraba el paso a la navegación
castellana más allá de las Islas Canarias, y ello para reivindicar para
Portugal las tierras descubiertas por Colón en ultramar, en la otra parte del
mar. Por el contrario, el Almirante
aseguraba que la ruta seguida por el Atlántico desde las islas en dirección al
poniente, en ningún momento había rebasado el límite permitido en el Tratado de
1497, y en su consecuencia, las tierras descubiertas pertenecían al Reino de
Castilla.
Partiendo del inciso de la cláusula VI del
Tratado que asigna a Portugal el dominio de cuanto se hallare "de las
yslas de Canarias para baxo, contra Guinea", se puede sostener que esa
área del Atlántico meridional, asignada en aquél a Portugal, no comprende toda
la zona al Sur del paralelo de las Canarias, sino, según las dos últimas palabras
de aquél, una zona incluida en el ángulo inferior a la derecha de quien lo
mira, delimitado por el cruce del paralelo y del meridiano de las Canarias.
Pero como esta tesis, que fué la de Fernando
V [V de Castilla, el
Católico, Fernando II de Aragón] en toda
la negociación, no podía explicar la atribución a Portugal, en el Tratado de
Alcaçobas, de las Azores y del archipiélago de Cabo Verde, que estaban al Oeste
del meridiano de las Canarias; surgió como línea quebrada la famosa Raya Real,
fijada por Fernando V en su confirmación de los Titulos concedidos a Colón
(28-V-1493), «que nos avemos fecho marcar que pasa de las yslas de las Azores a
las de Cabo Verde, de Septentrión en Austro, de Polo a Polo, por manera que
todo lo que es allende de la dicha línea al Occidente es Nuestro y nos
pertenece» (GIMÉMEZ, 1955, p. 323).
Pino de la Raya (R. Díaz Hernández) |
La discusión se
trasladaba a la sabiduría de los cartógrafos, confeccionando planisferios con
técnicas de portulano, con varios puertos en forma de atlas, sobre pergaminos
manuscritos y coloreados que ofrecían detalles de la costa continental
americana y de las Antillas, con la raya quebrada en la versión de cada autor según fuera su
señor. En el fondo de la cuestión estaban los supuestos tesoros de las tierras
conquistadas, además de su posesión. Ello obligó a negociar un nuevo acuerdo
que siempre debería contar con la bendición papal que apostaba con ello a la
evangelización de las nuevas tierras.
Si estos
conflictos surgían entre las Coronas ibéricas por la raya quebrada que se
iniciaba en Canarias para el reparto del Atlántico y su proyección sobre las
tierras descubiertas y conquistadas, a nivel de los colonizadores de las islas,
iguales o mayores conflictos surgieron por la violación de las rayas que definían tanto las zonas donde
se podían roturar las tierras, realizar el pastoreo, aprovechamientos de la
madera con la tala y otras muchas insospechadas que motivaron grandes
enfrentamientos y enemistadas entre vecinos.
Tiempos después no
sería sólo la madera o leña la que quebrantaba la buena relación entre vecinos
y después entre ayuntamientos. Derechos de pastoreo, pase de mercancías en los
fielatos, heredamientos, aguas de escorrentías y pozos, podrían ser de unos o
de otros, según las piedras de la raya se desplazaran unos pocos metros.
Hay pocos ejemplos
en Canarias de fronteras intermunicipales reforzadas con muros y algunos que
aún se mantienen pueden explicar por sí solos la concurrencia de tres
municipios como Gáldar, Santa María de Guía y Moya en un punto concreto al sur
de la Caldera de Los Pinos (aproximación: Latitud 28º02'19,07'' N; Longitud
15º37'07,18'' O).
Barranco de Balos (Rafael Gómez) |
Los deslindes
municipales en su gran mayoría intentaron en gran medida que las fronteras
fueran el eje del cauce de un barranco o barranquillo, o la divisoria de las
vertientes de aguas de una montaña o lomo. Cuando así no sucede, y las fronteras
municipales no guardan relación con los accidentes geográficos, esconden en su
intrahistoria pasada sin lugar a dudas pleitos y discusiones por los intereses
económicos que una piedra aquí o allá pueda reportar más o menos beneficios.
Son la herencia
que nos ha dejado la raya histórica,
aquella que marcaba los límites de la ambición de tierras de los colonizadores.
Las primeras
conocidas y protegidas por el Concejo, eran las que definían los límites o rayas de tres grandes territorios de bosques,
identificados y referidos en los repartimientos como Montaña de Gáldar, Montaña de
Doramas y Montaña del Lentiscal. Es difícil conocer de la primigenia raya de los tres, dado que la
establecida por Pedro de Vera, sería después afectada por los reformadores,
corrigiendo la raya.
Bahía de Formas y Barranco de Balos (btgsa-com) |
Algunas de estas rayas históricas ya aparecen mencionadas
en las descripciones de los repartimientos en relación con las referidas a las
protecciones de los bosques de la Montañas
de Gáldar, de Doramas y del Lentiscal. Así, el 7 de agosto de 1543 Antonio Cherino reclamaba tierras de su
suegro por haberse reformado la raya
de la Montaña de Gáldar:
… que Esteban
Zambrana mi suegro difunto que Dios aya, le fueron dadas y Reformadas como
paresçe por este titulo y rreformaçion çinquenta hanegas de tierra arriba de la
Montaña de Galdar la quales son agora montaña e llenas e arboles e breçales e
se an tomado para la dicha montaña e acotado por ella y hecho rraya ençima
dellas e hasta agora no se me a dado rrefaçion por ellas. Suplico a
vuestra señoria por la parte que en las
dichas tierras pertenesçe a Maria
Zambrana mi mujer en compensaçion de las dichas tierras me haga merçed de la
demasia de las tierras que oviere en la Rehoya de Facarcas aguas vertientes a
ella dentro e los corrales de las vacas abaxo sacando lo que paresçiere que
tiene dueños con justo titulo …. (RONQUILLO et AZNAR, 1998, p. 152).
Pinos de Gáldar (R. Díaz Hernández) |
El 9 de septiembre
de 1545 en la petición que en la misma Montaña realizó Jorge Gomez espadero que fueron contradichas, el 11 de diciembre
del mismo año el cabildo general resolvía realizar la concesión, respetando los
derechos de los reclamantes:
… se presento un
titulo de Juan Rodriguez Orihuela y Cristobal Orihuela que es en el barranco
del Pinal que alindan por la parte de abaxo con la montaña e por arriba con el
Pinal de Galdar de çiento e çinquenta hanegadas de tierras en defensa del
titulo que pide el dicho Jorge Gomez. E por su señoria visto fue respondido que
se le dan al dicho Jorge Gomez espadero çinquenta hanegadas de tierras sin
perjuicio de terçero y con las condiciones de las tierras de sequero que es que
las aprobeche dentro de año e dia e con que no corra los ganados e sin perjuicio de la raya de la Montaña de
Galdar y sus mojones …. (Ibídem, p. 328).
Pajar y alpendre en el Lomo de la Raya (Fedac) |
Un año después, el
29 de octubre de 1546 el labrador Juan
Dominguez pide tierras cerca de la Montaña
de Doramas:
… un pedazo de
tierras que son montuosas y salvajes y están delante de cuevas Bermejas al
camyno abaxo que ban el anden de malsendero [Cuevas del Anden en Valsendero] el barranco abaxo del malpaís en que habra
hasta sesenta hanegas,
Solicitud que fue
resuelta por el cabildo que manifestó que
… aviendose informado de personas que tenían
notiçia e sabían las dichas tierras e como son fuera de la Raya de la montaña
de Duramas dixeron que daban e dieron al dicho Juan Dominguez quarenta
hanegadas de tierras ….(Ibídem, p. 434-435).
Corrales en el Barranco de la Raya (Fedac) |
El 6 de febrero de
1555 el lonbardero Maestre Ximon
pedía cerca del Lentiscal:
«… un pedaço de tierra de sequero que es en
una ladera de tierra que esta por abaxo de la montaña de Enrriquianes termino
desta çibdad que a por linderos por la parte de arriba con tierra del señor
Juan de Narvaez Regidor e por la [roto] as [roto] quevas e Montañeta de
Enrriquianes que esta [roto] de las
tierras que dizen del barranco de Gonçalo aguas vertientes a dar a un
barranquillo [] pie de la dicha ladera lo que [pudiere aprovechar] que lo están
montuosas e son [roto] Lantiscal ….
Muros en Galeote (Rafael Peñate Navarro) |
Resolviendo el
cabildo que ….dieron al dicho Maese Ximon
veynte hanegadas de tierras en la dicha parte do las pide con que sean fuera de
la Raya del Monte de Lentiscal sin perjuicio de terçero …. (Ibídem, p. 595).
Pudiera entenderse
que la protección establecida por el Concejo tenía como finalidad principal la
protección del medio natural, que lo pudiera encubrir en sus exposiciones, pero
en la práctica lo fue para que el Concejo pudiera ejercer el derecho de
administrar rentas a favor del Concejo para el pago de la milicia y otros
empleos de lo público o para favorecer a los privilegiados, en muchas ocasiones
regidores miembros natos del Concejo.
Se compraba a la
Corona el título de Regidor perpetuo, para tener asiento en el Concejo, y así
disponer de información privilegiada y obtener la data de los bienes más
preciados.
(R. Díaz Hernández) |
Y los
favorecimientos y beneficiados no lo eran exclusivamente en la data de las
tierras próximas, o aquellas que quedaban disponibles cuando la raya se movía, motivada
intencionadamente por estudiados incendios para la obtención de cenizas para el
refinado del azúcar o para la usurpación consentida, o simplemente porque tenía
que afrontarse el pago con datas de tierras para liquidar una deuda de la Corona
con algún prestamista.
También se concedieron
datas en aprovechamientos madereros para la construcción de castillos,
iglesias, conventos, casas, ingenios, embarcaciones, molinos, lagares, carros,
parrales, y un largo etcétera.
Inclusive las
ordenanzas del Concejo o cabildo general de 1531 regulaban para los interesados
la protección de la raya
Otrosy que la paja
de los cañaverales de açúcar quando los cañaverales se cortaren se puedan
quemar libremente con cargo que si estovieren en parte donde pueda hazer daño a
montaña o panes o a otros cañaverales que sea obligado a hazer raya e a poner
tal cobro que no hagan daño e sy lo hiziere que paguen el daño que hizieren e
más myll maravedís (MORALES, 1974, p. 140).
Las ordenanzas
obligaban a las personas, y no había excusa si eran sus animales los que
sobrepasaban la raya.
Los cerdos van a pagar con la vida la
infracción: cualquiera persona que los encuentre más allá de la raya los puede
matar. Esta justicia privada es luego sustituida por la oficial. Si los puercos
llegasen a entrar en determinada dehesa, se impondrá una pena de 400 mrs. por
manada (y se aclara: "se entiende la manada de LX cabeças arriba"). Una
petición de que se alargue la raya es desestimada… (PÉREZ, 1963, p. 253).
Los ganaderos
siempre tuvieron sus más y sus menos con los cultivadores se hacía con frecuencia raya y dehesa para el ganado. Algunas veces
estas dehesas se destinaban al ganado menor, especialmente a las cabras y
ovejas; pero, por lo común, se dedicaban al ganado de labor (Ibídem, p.
261).
Y según pasaban
los siglos se respetaba en los lindes recogidos en los protocolos. Como el de
Juan Mateo Trujillo en el ecuador del siglo XVII. Por la
parte de arriba la Montaña de las Arenas de la cumbre, por la parte de abajo la
raya de la Montaña de Oramas que solía ser y por un lado tierras que fueron del
capitán Miguel de Múxica, Alférez Maior que fue de esta isla, que al presente
posee Francisco Rivero, y por la otra parte el lomo abajo desde la Caldera de
los Pinos a dar sobre la Atalaya y por su seguimiento el lomo abajo hasta dar a las Masmorrillas de el monte (CABALLERO, 1980, p. 402).
Se hicieron todo
tipo de artimañas para hacerse con tierras por allá de la raya Por auto de 18 de julio de 1680 se mandó hacer deslinde, vista de
ojos y reconocimiento de la raya antigua de Doramas, así como la medida de las
tierras roturadas en su interior. Aunque los llamados usurpadores se
defendieron con el remate de las tierras que ocupaban y que habían hecho al
Cabildo, sin embargo, se declararon por realengas». (SUÁREZ, 1978, p. 236).
Pero tarde o
temprano alcanzaban lo que se habían propuesto Aunque a estos usurpadores se les exigen sus títulos de propiedad no
son expulsados de la parte ocupada, al menos por lo que respecta al Lentiscal y
Doramas, ya que en relación con los antiguos deslindes la raya del monte queda
desplazada (Ibídem p. 251).
Muros en Pinos de Gáldar (fincamayo-blogspot-com) |
Y si al final
tuvieran que pagar algo por ellas era una buena inversión, aunque el Alcalde de
Gáldar estableciera medidas disuasorias Por
cada raya que les tocare pagarían 2 reales en 1716 y por lo montuoso lo
gozarían tres años y luego pagarían la misma cantidad» (Ibídem p. 272).
La inmigración
venida de Lanzarote y Fuerteventura agudizó más los pleitos en las cumbres
grancanarias entre ganaderos y cultivadores: En 1772 el corregidor Francisco Ayerbe y Aragón interviene ante las
quejas de los ganaderos. El informe que le comunica el alcalde de Agaete,
Sebastián Grimón, refiere que:
“Tamadaba por el
Hornillo se halla sembrado de trigo, sebadas y centenos, desde las faldas de
dicho pinal hasta en medio de él … y siguiendo hasta llegar a la raya de esta
jurisdicción con Galdar y Artenara, se halla en la misma conformidad”.
De inmediato, el corregidor se traslada a los
lugares roturados, acompañado de un escribano y agrimensor, junto con peritos
conocedores de los linderos, escogidos entre los vecinos más ancianos del
lugar. Se procede a la medida de los terrenos desmontados, anotando los nombres
de los usurpadores de cada parcela, y algunas otras observaciones tales como el
uso de algún manantial, la existencia de rastrojos, paredes, etc. (MACÍAS, 1977,
p. 292)
Es una larga historia de desencuentros que dice mucho del
testimonio histórico de estos dos topónimos que aún siguen vivos en la isla.
Algunas muestras de viejos muros de piedra seca de iniciales rayas que después coincidieron con los linderos alguna propiedad o con
las cercas que se levantaron para impedir el paso del ganado y sus tierras no
eran una dehesa, o simplemente porque pasó a ser propiedad privada.
Largos muros encontramos
en los Pinos de Gáldar, Galeote, Pavón, etc., datados de los siglos XVIII y XIX, de cuando los bienes Propios fueron subastados, confundidos entre los nuevos pinos cercanos al viejo
que la tradición oral llama el pino de la Raya. Senderos, en los pinos de nuestras Cumbres, conocidos todavía como de la Raya de las Tirajanas, o El Mojón de
Ingenio, que nos recuerda los pleitos por la raya del Señorío Episcopal de
Agüimes con el Concejo de la
isla, y los otros muchos ya olvidados o perdidos en la historia. Una
interminable historia de intereses de todo tipo.
Localización Lomo de la Raya (IDE Gran Canaria) |
Localización Barranco de la Raya (IDE Gran Canaria) |
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