martes, 31 de julio de 2012

PARDILLA, LA (TELDE)

Topónimo con el que es conocido el barrio teldense ubicado en la margen sur del barranco Real de Telde, cerca de su desembocadura. Para llegar a comprender cómo surge este topónimo, es preciso hacer un retroceso al siglo XVI y describir su territorio, cuando no existían las edificaciones actuales y el agua era abundante.

Está junto a La Angostura, muy próximo al antiguo lugar conocido como El Tabaibal y El Alcaravanal, destancado las referencias sobre la abundancia de aguas superficiales desde muy antiguo. Luis Morote, en su libro La tierra de los Guanartemes, llama al lugar Tabaibal o Pardilla
Acequia y cantonera de la mina (Fedac)
En el libro de Repartimiento de Gran Canaria se menciona una merced concedida el 15 de enero de 1546 al bachiller Diego de Funes, de 80 fanegadas de tierra en la boca del barranco de Telde, con autorización para trazar una mina de agua para el riego de dichas tierras. A lo largo de los cinco últimos siglos en Telde se localizaron una docena de minas de agua, algunas trazadas desde los primeros años de la colonización castellana.

En los cinco kilómetros comprendidos entre el puente de Los Siete Ojos de Telde y la desembocadura del barranco, se hallan las cuatro minas más antiguas de Canarias. Casi todas estas minas hoy abandonadas llevan trazado diagonal o transversal y profundo, lo que consecuentemente precisó de varias campanas de ventilación. Estaban gestionadas por heredades cuyos partícipes principales pertenecían a la oligarquía insular.

La entidad más significativa es la Heredad de Aguas de la Vega Mayor de Telde, una de las más importantes de Canarias, propietaria de las minas y de un rico patrimonio hidráulico de pozos, cantoneras y acequias.
Campana de mina (Fedac)
Con estos datos hay que imaginar que en la antigüedad, en los lugares llamados Bocabarranco, El Cascajo y Los Ríos, se conformaba una marisma en la que nidificaban las típicas aves de estos hábitats de masas de aguas poco profundas y permanentes, más bien salobres, bordeadas por abundante vegetación emergente y también sumergida.

Viera y Clavijo, en su Diccionario de Historia Natural alude al «alcaraván», del que deriva el topónimo bastante próximo, mencionado más arriba, y dice también que con error se asocia a otras aves como el «engañamuchachos, gallinuela de mar, correligero y pardal»

Aunque el topónimo «pardilla» pudiera referirse a cualquiera de ellas, hay que reparar también en la «cerceta», que también incluye y a la que le da el nombre científico de «Áulica», diciendo de ella que es «… ave acuátil, que se suele ver en las aguas de Canarias. Es poco más o menos del tamaño de una gallina regular, de pluma casi enteramente negra, excepto la pechuga, que es cenicienta…».
Cerceta (accioecologista-agro-org)
Un siglo después en 1832, con mayores conocimientos técnicos sobre la fauna, se catalogó la Cerceta Pardilla (Marmaronetta angustirostris), especie de ave anseriforme de la familia Anatidae y de la que se dice que en 1997 tras décadas de ausencia, comenzó de nuevo a reproducirse en Canarias, concretamente en el embalse de Las Peñitas en Fuerteventura. Cualquiera de estas aves pudo haber sido la causa de este zootopónimo, que está documentado con bastante antigüedad.


Una de las noticias más antiguas encontradas sobre La Pardilla corresponde a la herencia dejada por el hacendado Don Bernardino García del Castillo, en el año 1710, quien muere sin descendencia, dejando a los hospitales de San Martín y San Lázaro de Las Palmas de Gran Canaria, y a San Pedro Mártir en Telde, el beneficio de lo que produzca para sustento y curación de sus pobres por partes iguales. Entre las propiedades otorgadas a la Iglesia está un «sercado q. llaman la pardilla con sercas y casa q. tiene dose fanegadas».

Las referencias documentales del lugar abundan en la riqueza hídrica, como puede ser la escritura del remate de 28 de junio de 1856 de los bienes desamortizados que fueron del Hospital de San Martín antes mencionados, cuando al describir el cercado de 3 fanegas y 8 celemines dice «de tierra en La Pardilla con 2 días y dos noches de agua del Heredamiento de La Mina de la Pardilla»; fueron vendidas el 31 de marzo de 1859 a Antonio de Armas, propietario de Agaete, por el precio de 63.695 reales de vellón.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

PALOMAR, CUEVAS DEL (INGENIO)

Topónimo genérico con el que es conocido el yacimiento aborigen declarado Bien de Interés Cultural, formado por un poblado situado en el barranco del Tabuco –palabra de origen portugués que significa "barranco hondo"–, aproximadamente entre Sánchez Martín y La Berlanga, integrado por diversas  cuevas de habitación y un granero en el que pueden distinguirse tres agrupaciones principales conforme a la descripción de la ficha arqueológica.

Los conquistadores castellanos de alguna forma crearon un lenguaje toponímico para de esta forma describir las construcciones de los aborígenes canarios, y así quedaron en la isla topónimos genéricos como caserones, hornillos, palomares y hormigueros, desde la apariencia que visualmente les trasladaba su contemplación, que en los tres últimos tipos relacionaban con los hábitos de comunidades de abejas, palomas y hormigas.
El conjunto (Patrinet)
En el caso de este lugar, donde algunas de las cuevas eran graneros o silos aborígenes, pudo suceder que tras su abandono por los canarios muchos años después se convirtieran en hábitat de palomas que llegara a confundir la interpretación del origen del topónimo, cuestión que hay que despejar pues con el paso de los siglos estos yacimientos aborígenes comenzaron a llamarse también guirreras.

Profundicemos en la descripción del yacimiento para entender el modelo constructivo del conjunto de cuevas y silos excavados en la roca, vinculado con un gran espacio de almacén o granero, organizado en tres niveles horizontales, entre los que se disponen pasos y accesos labrados en la roca que permiten la comunicación entre ellos.

Se conservan en buen estado una veintena de silos, muchos de los cuales presentan rebajes tallados en la toba para facilitar su cierre, además de restos de argamasa e incluso evidencias de pintura de tonalidad rojiza.
Detalle (Patrinet)
La segunda área es la correspondiente a unas seis cuevas, naturales y artificiales, relacionadas con espacios de habitación, profusamente reformadas y reutilizadas hasta la actualidad. Unos grandes desprendimientos han afectado a este grupo de cuevas. Y por último la tercera, ubicada en la margen derecha del barranco, frente al granero. 

Está conformada por dos cavidades, una artificial y otra natural, que igualmente debieron de servir como lugar de habitación. Además de estos elementos, cabe destacar un corral de tendencia circular en la parte alta del granero que queda dentro del entorno de protección.

Sostienen algunos investigadores (MARTIN SANTIAGO, F.E.: La Aguatona prehispánica) que como no se han encontrato restos arqueológicos en el actual pago de Aguatona, que a en la época histórica era un cercado dedicado al cultivo de parras y otros productos agrícolas, y no existen vestigios en el casco urbano de la Villa de Ingenio y donde sólo se tienen noticias de la existencia del ingenio azucarero que le dio nombre, se llega a la conclusión que el agrupamiento aborigen que existió en la Vega de Aguatona, entre el barranco del Draguillo y el barranco de Guayadeque, tuvo que haber sido este poblado troglodita abandonado tras la conquista, pues cuando estos poblados seguían siendo usados por los canarios para fines de habitación y sus entradas eran mejoradas con adobe y cal, ya fueron conocidas como hornillos, por su parecido con la colmena castellana fabricada con piedra.
Panorámica del yacimiento (estodotuyo-com)
Existen referencias documentales concernientes a las inmediaciones de este topónimo del siglo XVIII en el testamento de Francisco Herrera León, realizado el 7 de abril de 1784, quien incluye un «Pedazo de hacienda en la Cuesta del Palomar con seis horas de agua del Heredamiento de Angostura», acreditando la antigüedad del topónimo.

Sorprendería que concurrencias pudieron darse para que los conquistadores optaran por la utilización del término genérico «palomar» o «de palomas», y posiblemente es que también observaron los habitat de las palomas endémicas del archipiélago y su costumbre de anidar en los riscos altos. Las conocidas como palomas de la laurisilva "turqué" (Columba bollii) y "rabiche" (Columba junoniae) son endémicas del Archipiélago.

Actualmente, ambas palomas habitan las islas de Tenerife, La Gomera y La Palma. Se encuentra en El Hierro también la primera especie. Las referencias paleontológicas e históricas apuntan hacia una distribución más extensa de estas especies, o alguna otra emparentada con ellas, en el pasado, que podrían haber habitado en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote.

Probablemente la paloma "rabiche" ocupó originalmente los bosques termófilos de las islas y el monteverde representa un hábitat subóptimo para ella. Habitan en las masas boscosas de Laurisilva y Fayal-brezal, especialmente en zonas escarpadas, en pequeños riscos, paredes inaccesibles o fondos de barrancos. Se adentran en pinares de pino canario y pinar mixto, e incluso áreas del piso basal y cultivos.
Paloma rabiche (tenerifejournal-blogspot)
Posiblemente el nido que más se les asemejaba a los castellanos, era el de esta paloma "rabiche", que nidifica en los meses de verano y realiza el nido en el suelo, en lugares inaccesibles, como las repisas de los barrancos, y escondidos en solapones o debajo de una roca o de un cúmulo de ramas caídas. Probablemente fuera esta forma de anidar de la "rabiche" la que inspirada a los conquistadores castellanos para crear este topónimo muy abundante en la isla.

Las "rabiches" ponen un solo huevo, y el pollo abandona el nido a los 22 ó 24 días de vida, siendo acompañado por el padre en sus primeras semanas. Se alimenta de frutos de árboles de laurisilva, así como de níspero, guindo, higuera, moral, zarzamora, aguacate, ciruelo y albaricoquero. También consume brotes de escobón, hojas de coles, piñones y algunos invertebrados. La "rabiche" recibe  otros nombres como rabichi, rabil, rabiblanca, rovalvo, rabón o palomo.

Costumbre muy distinta tiene la "turqué" que nidifica exclusivamente en árboles ubicados dentro de formaciones de laurisilva, donde ponen un solo huevo, comprobándose que algunas parejas realizan dos puestas al año. Nidifica gran parte del año, especialmente en los meses de febrero, marzo, abril y mayo, y es muy raro ver nidos desde mediados de julio a mediados de octubre. El período de cría abarca de 30 a 35 días.
Paloma turqué (mis-amigas-las-palomas-blogspot)
Los pollos durante los primeros días son alimentados con una secreción producida en los buches paternos conocida como «leche de paloma» y más adelante incorporan paulatinamente a la dieta bayas y brotes de lauráceas.

Tienen un rápido desarrollo y a partir de su primer mes de vida suelen pasar bastante tiempo fuera del nido y abandonan la zona de nidificación acompañados de sus padres cuando pueden mantener el vuelo.

Es básicamente frugívora, se nutren de frutos de árboles de la laurisilva. También consumen los brotes florales y foliares de los árboles de laurisilva y de escobón, enriqueciendo su dieta con invertebrados, consumen coles y se alimentan en frutales (ciruelos, etc). La "turqué" recibe otros nombres como torcaz, torcasa, turquesa, turcón, palomo negro, palomo moro.

Ambas están en peligro de extinción. La destrucción de los bosques de laurisilva y la presión cinegética abusiva parecen haber constituido, en el pasado, las principales causas de regresión de sus poblaciones.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

lunes, 30 de julio de 2012

PALO, LOMO DEL (GÁLDAR Y STA. MARIA DE GUIA)

Topónimo con el que se conoce el lomo que conforma la divisoria de ambos municipios, situado entre Pavón y La Caldereta, junto al camino vecinal (GC-702) que discurre por el Lomo del Pino uniendo la carretera de Fontanales a Montaña Alta (GC-70) con la carretera de Fontanales a los Pinos de Gáldar (GC-220). Se encuentra en las proximidades del "Área Recreativa de Monte Pavón"
Alpendre cueva (Fedac)
Hace referencia al lomo donde se encontraba en la antigüedad el conocido como "paloblanco", y su más antigua mención la tenemos en un contrato del 13 de marzo de 1592, ante el escribano Alonso Fernández Saavedra, por el cual «Bartolome Pabon se obliga a la vez a hacer a Atnon Alvarez una rueda de atahona con su dentadura as pas y carrete por precio de 10 ducados de palo blanco». 
Vista del lomo (Samuel Mederos)

El paloblanco (Picconia excelsa) «Se da solamente en el sexctor norte y forma parte de la laurisilva, entre los 400 y 1.000 metros sobre el mar. Alcanza los 15 metros de altura con tronco de 30 a 60 centímetros de diámetro. Árbol endémico de Canarias, cuya madera se carcteriza por una gran solidez e incorruptibilidad, que según Viera y Clavijo "la hacen competidora del acero para ejes de carreta, aperos de labranza y otros utensilios que exigen la mayor firmeza". 

Paloblanco (forochumajek-es)
Esta calidad hizo que fuese demandada en multitud de actividades además de las ya citadas como la construcción de casas, lagares, como ejes de prensas de aceite, verdugos, prensas para los ingenios o leña para sus calderas. También aquí Viera hace referencia al uso y abuso que se hizo de esta planta:

"Así se extraía de nuestras islas en los años pasados y se llevaba a España, por lo que se hizo mención de ella de su uso en una ley de nueva Recopilación. Mas la indolencia de nuestra policía es causa de que ya sean muy raros los palosblancos en nuestros aniquilados montes". » (LOBO CABRERA, M. Y OTROS: Los usos de la madera: recursos forestales en Gran Canaria en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2007).


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

PALMITOS, BARRANCO DE LOS (ARUCAS)

Topónimo con el que se conoce el barranco  situado entre Cambalud y Cruz de Pineda, que zigzagueando desaguará en Bañaderos donde recibe su nombre.

El topónimo obedece a la confusión inicial que tuvieron los Conquistadores con los hijuelos de las palmeras canarias (Phoenix Canariensis) que existían en las rampas de este barranco, y en otros lugares de la isla, al creer que se trataba del palmito (Chamaerops humilis) autóctona de la peninsula ibérica.
Vista del barranco (arucasblog-blogspot)
Es sabido que en Canarias a los brotes de las hojas nuevas o cogollo de la Palmera Canaria se le conoce también como "palmito", inventariado como canarismo por la Academia Canaria de la Lengua.

Siguiendo la tradición del levante peninsular, que allí realizan con la palma de la Palmera Datilera (Phoenix dactylifera), el palmito es cortado en las proximidades de la celebración de la Semana Santa, aún cerrado y de color amarillo muy claro, para entrelazando sus cintas como una fina filigrana se confeccionan  cruces, báculos y otro tipo de elementos  religiosos con los que se acompaña la procesión de La Burrita el Domingo de Ramos, conmemorando la entrada de Jesús en Jerusalen.  También ha sido empleado para la confección de múltiples objetos de cestería.
Palmitos para "La Burrita"

El  tronco de la palmera canaria se utilizaba, antiguamente para la confección de cajas para el azúcar de los ingenios, y también era utilizado para la construcción de colmenas ahuecándolo, para suelos y revestimiento de algunas casas, muros de contención y en la fabricación de linderos.

 Las hojas fueron utilizadas para la elaboración de distintos artículos como esteras, sogas, escobas, redes, velas, y otros.

Los frutos se denominan támaras, muy distintas de los dátiles, pue son más pequeñas y redondeadas, de sabor algo áspero por lo que fueron utilizadas para alimentar a los cerdos.

La Palmera Canaria (Phoenix canariensis) es el símbolo vegetal de las Islas Canarias. Se trata de una palmera no ramificada que puede alcanzar los quince metros de altura. Sus hojas de color verdeson numerosas y están arqueadas, siendo el raquis espinoso por la base. Los pedúnculos fructíferos son péndulos y los frutos, de unos dos centímetros de largo, son elipsoides.

El distinto y bello porte que tiene con respecto a la datilera mediterránea, ha influido notablemente para que en la actualidad se la conozca como "palmera canaria", si bien en la antigüedad se la conoció también como "palma".

Vista del pozo de La Marquesa en 1990 (Arucas Etnográfica)

El topónimo es mencionado en la relación de bienes fundacionales del Mayorazgo del Capitán General de las islas y Regidor Pedro Cerón y su mujer Sofía de Santa Gadea, que realizado en 1572 describe una de las fincas como sigue:

«…Yten el Sercado que se dize de Ariñez que es de quatro suertes, y media poco más o menos que es devajo del Zerrillo de Arucas, que linda por la parte de arriva, y por los lados el camino que va a dar al Barranco de los Palmitos y por la parte de avajo con tierras de los herederos de Juana Osorio difunta…».

Casas (Fedac)
Siglos después el topónimo está consolidado y aparece documentado en distintos testamentos, como el del Maestre de Escuela y Dignidad de la Catedral José Álvarez Godoy, quien en escritura de 6 de marzo de 1753, dice poseer una fanega y seis celemines de «Tierras en Los Palmitos».

También en la venta posterior de parte de dicha finca, el 29 de enero de 1852 de la viuda María Medina a Juan Bautista Castellano descrita como una «Parte de un cercado de tierra labradía, bajo de riego pero sin agua, en Los Palmitos» por el precio de 600 reales de vellón, que había pertenecido a la cofradía de José Álvarez Castro y que le había sido adjudicada como coheredera.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)