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lunes, 21 de mayo de 2012

DATA, MONTAÑA LA (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo dado a un lugar donde se asienta una moderna urbanización situada, como su nombre indica, en una pequeña montaña que toma su nombre del antiguo caserío de La Data situado un poco más al Norte, junto al Canal de Ayagaures.

En el s. XVII se inicia un proceso de ocupación legal de tierras como continuación del de concesiones del s. XVI, proceso que discurre teniendo como fondo la pugna entre agricultores y ganaderos. Los primeros estaban interesados en la ocupación legal de las tierras de realengo, y los segundos, que las ocupaban clandestinamente desde hacía años, motivaban en ocasiones tumultos y motines.
Ortofoto perspectiva Sur-Norte: Montaña la Data "A" (Google earth)
El origen de este topónimo debe de estar vinculado sin duda a la conocida Data Real de Maspalomas, cuya historia ha investigado Vicente Suárez Grimón (La propiedad pública, vinculada y eclesiástica de Gran Canaria en la crisis del Antiguo Régimen, Las Palmas de GC, 1987),  que se reproduce resumidamente por su valor histórico, dado que refleja los conflictos de la propiedad pública entre aquellas tierras llamadas «concejiles» cuya titularidad correspondía al Concejo o Cabildo General de Gran Canaria, y las tierras producto de la Conquista llamadas «realengos» cuya titularidad correspondía a la Corona. Además, subyacen, en toda la historia, litigios y favores que reflejan los distintos poderes influyentes en el Antiguo Régimen.

En diciembre de 1624, el Cabildo, estimando que eran tierras «concejiles», concede al Capitán y Regidor Simón Lorenzo de Acosta la data de la «venta a tributo», es decir, por el pago de un censo a perpetuidad a los Propios del Concejo,  de unas tierras en Maspalomas que lindaban por un lado con el Barranco de Atíguares, por otro lado con las Casillas de Lezcano, abajo con el mar, y por arriba con Casillas de Merentega y las tierras del Llano de Ajulagal, y además, con el agua que de dichas tierras se pudiese aprovechar.

Gorete (Fedac)
Seis años después, en 1630, el capitán Lorenzo vende dichas tierras a Baltasar y Juan Pérez de Villanueva en precio y cantidad de 500 reales de plata y, aunque los compradores entraron en posesión de las tierras, el 29 de julio de 1635 el Visitador Luis Henríquez declaró nula la citada data del Concejo al tiempo que prohibía a los Pérez de Villanueva el uso de dichas tierras consideradas realengas y no concejiles.

Por otro auto de 23 de septiembre de dicho año, se permitió el cultivo de dichas tierras por temor a la escasez de granos; y así, los Pérez de Villanueva continuaron en la posesión de las tierras de Maspalomas, sucediendo en ellas el Licenciado Mateo Pérez de Villanueva, cura beneficiado de los lugares de Tirajana y Agüimes, y Capellán Real de Su Majestad.

Cantonera (Fedac)
Pero los conflictos entre el llamado Regimiento que gobernaba el Concejo y la Audiencia que velaba por la justicia, eran permanentes, y fue como esta posesión se vio perturbada por el Fiscal de la Audiencia, quien pretendió que se declarasen públicas y realengas por carecer aquel de título legítimo.

Ante esta pretensión, el Licenciado Mateo acude al Rey Carlos II, quien por Real Cédula expedida en San Lorenzo el 14 de octubre de 1680, se sirvió confirmar la data hecha por la Ciudad en clara referencia al Concejo, concediéndole despacho en forma amplia «… para que las tengais por propias vuestras y para usar de ellas y del agua que os tocare desde su nacimiento con toda seguridad…» sin que nadie pudiese perturbar dicha propiedad.

Alpendres (Fedac)
La Real Cédula fue presentada en la Audiencia el 21 de enero de 1681 y ésta por auto de 15 de febrero mandó se diese posesión de las tierras concedidas a Villanueva. De este cometido se encargó el Teniente General Fernando Peraza Ayala. El día 26 empezó por las Casillas de Merentaga, agua del Charco de Maspalomas por donde paseó y con cuyas aguas se roció Villanueva, tierras y aguas del Barranco de Ayagaures -hace referencia el topónimo aborigen barranco de Atíguares mencionado sesenta años antes- hasta volver a las casillas de Lezcano; y el día 27 de febrero, las Casillas de Merentaga hacia el mar, en las que abrió y cerró puertas.

El último día de la toma de posesión, 27 de febrero de 1681, el Licenciado Pérez de Villanueva vende parte de las tierras concedidas al Capitán Gotardo Calimano, vecino de la Ciudad, si bien la fuente consultada duda de si esta venta fue real, porque los bienes del Licenciado en su testamento siguen siendo los mismos.

A finales del siglo XVII, el Licenciado Villanueva sostuvo pleito con los vecinos de Fataga, por la contradicción que estos le hicieron del lindero superior de la data, «… en unas casillas que antiguamente se llamavan Merentaga y porque con el tiempo se mudan los nombres de las casas y propiedades, los pasados déstos las quisieron llamar de Artedara…», fallando la Audiencia a favor de los vecinos de Fataga.

Cuarterías de aparceros (Fedac)

Villanueva recurrió al Rey y su Consejo, quienes mandaron que el lindero quitado por la Audiencia se restituyese en conformidad con la primera cédula. Se mandó que esta se cumpliera en todo y por todo, incluyendo los derechos de aguas. En su testamento de 21 de octubre de 1710, el cura Licenciado Pérez de Villanueva deja las tierras de Maspalomas a sus sobrinos Isabel Suárez y a Juan Pérez de Villanueva.

Pero por su codicilo testamentario de 22 de abril de 1711 manda que, de la parte del segundo, se den doce fanegas a sus sobrinos Pedro y Catalina Pérez y a Mateo de Quevedo, que divide en principio la propiedad de todo el territorio. Luego es adquirido, en distintas fechas y a las distintas partes, por el Sargento Mayor Francisco Amoreto Manrique, que en 1717 ya tiene la totalidad de la finca, que luego se integraría en su sucesión en el patrimonio del Condado de la Vega Grande de N.ª S.ª de Guadalupe.

Esta es la larga y litigiosa historia de la Data, que primero fue Concejil, después recurrida por la Audiencia entendiendo que era de Realengo, es ratificada por la Corona favoreciendo al Capellán Real, después de sentenciado el derecho de pastoreo y aguas, confirma los lindes y aprovechamientos privados la Corona olvidando los derechos de pastoreo y el aprovechamiento por el común del agua de superficie, para así favorecer la venta de las tierras. Siglos después los descendientes de aquellos primeros pobladores serían colonos y aparceros de las mismas tierras.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)



viernes, 29 de abril de 2016

VICENTILLOS, BARRANCO, LUGAR Y PRESAS DE LOS (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

La cuenca de este barranco de los Vicentillos, tributario del barranco de los Vicentes a su poniente, discurre aguas abajo en dirección sur y nace en las vertientes de naciente de las Puntas de la Manzanilla, al sur del Pinar de Pilancones, cuando los nacientes del principal barranco de Vicente están en las vertientes de poniente. 

Vista del barranco (Rafael Peñate Navarro)
Tanto el tributario como el barranco principal aportarán sus aguas al barranco de Fataga, resultado de la junta de varios tributarios que tienen su nacimiento en un arco comprendido entre Casa de la Manzanilla y Vista de Tirajana, todos ellos al naciente de este barranco de Vicentillos, siendo por tanto este topónimo un intefluvio de las dos cuencas mayores. Todos ellos forman parte de la llamada Cuenca de Ayagaures, surcada por una red de barrancos encajados y profundos.
 
Vista del barranco (caminosdecanarias-blogspot-com)
En el lugar de su nacimiento la cuenca del barranco de los Vicentillos es conocida como Cañada de los Almendreros, discurriendo por el cauce formado en las vertientes de los Llanos del Talayón y el Lomo del Mojón de Piedra al naciente, y, de  las vertientes del Llano de las Puntas y el Lomo de la Hoya del Pino al poniente.
 
Presa (Fedac)
A partir del pequeño embalse situado a la altura del Alto del Pino, es donde toma el nombre de barranco de los Vicentillos discurriendo aguas abajo por la Degollada de las Yeguas y la Degollada Chica, para después de pasar el Caidero del Guincho, recibir las aguas de un tributario de naciente a la altura del Morro del Buey que se encuentra a su poniente, dejando en esta banda también el Lomo de los Vicentes.

Después de pasar por el Caidero de las Higueras y salvar el Morro del Gigante, en un corto recorrido tomando la dirección de naciente para recibir las aguas de otro tributario por igual banda, vuelve a tomar el cauce su predominante dirección sur para atravesar la Degollada del Gigante de abajo y embalsar, siendo en este lugar uno de los tomaderos de aguas del conocido como Canal de Fataga que llega hasta el Talayón de la Cogolla.
 
Vista de la entrada al barranco (besayd-blogspot-com)
Su cauce natural continúa entre Gitagana y Los Trancadores, a naciente y poniente, al igual que Changojo y los Llanos del Cascarón, donde se construyó otro embalse, para llegar a la Punta del Cascarón donde tributa sus aguas al barranco de los Vicentes.

Algunos de los lugares a lo largo de su cauce reciben también el topónimo de Los Vicentillos, principalmente en los mencionados Llanos del Cascarón, topónimo que debe tener su origen en el diminutivo del barranco principal al que tributa sus aguas, el cual hemos tratado en entrada independiente de este Blog Barranco de los Vicentes, para luego aportarlas al Barranco de Fataga
 
Vegetación típica del lugar: cardones, tabaibas, tuneras,.. (Rafael Peñate Navarro)
Es coincidente en la isla encontrar topónimos creados por la memoria colectiva de los lugareños como aumentativos y diminutivos gramaticales de otros, siguiendo en el último caso esta regla no escrita de los topónimos genéricos como barranco y barranquillo, culata y culatilla, hoya y hoyita, llano y llanillo, majada y majadilla, mina y minilla, y otros más. Y siendo aplicada dicha regla a los genéricos, no debe extrañar se repita a los topónimos propios, como es este caso, además de otros como Lechuza y Lechucilla, Tasarte y Tasartico, normalmente vinculados a cauces de barrancos pequeños en relación con el barranco al que tributan u otro mayor de proximidad geográfica con cauces paralelos.

Umbrías del barranco (Rafael Peñate Navarro)
El barranco de los Vicentillos, que observamos por lo general con cauce “seco”, tiene la particularidad de llevar grandes escorrentías de aguas de lluvias, abundantes en años de inviernos de elevada pluviometría, y de ahí que se construyeran tres presas, llamadas por su homónimo con el ordinal I, II y III, una mayor de 12.348 m3 y dos pequeñas de 817 y 133, terminadas en los años cincuenta del pasado siglo, encausando además aguas por el llamado Canal de Fataga como ya se ha dicho. Construidas por lo general con muros rectos inferiores a los quinientos metros, con contrafuertes, fabricados con cemento y piedra, con alturas de 10, 3’5 y 4 metros respectivamente y equipadas con potentes bombas para elevar el agua hacia su destino.

Al tramo inferior del cauce aguas abajo se puede acceder a través de la carretera con pavimento de tierra Fataga-Ayagaures por Los Vicentes (GC-602), cruzando su cauce a la altura de la presa de los Vicentillos II, carretera que se inicia en el punto kilométrico 35,8 de la carretera Tejeda-Maspalomas (GC-060).

Era en Los Llanos del Cascarón (Fedac)
Al encontrarse esta cuenca al sur del Pinar de Pilancones, forma parte del llamado Corredor de Pilancones, en «… donde el pinar-sabinar de antaño desapareció fruto de la tala y el pastoreo (…) destacan como zonas de interés florístico el Barranco de Los Vicentes y de los Vicentillos donde, según el Plan Rector, se encuentra la mejor población conocida de Dracaena tamaranae (…) Sabinas en estado rupícola tan sólo quedan en los escarpes de los Barrancos de Los Vicentes y Los Vicentillos. (…) tipologías de suelo presentes en el espacio de actuación se caracterizan por ser generalmente pobres, de limitado espesor y de muy escasa capacidad hidrológica. Son el resultado de un entramado geológico con predomino monolítico, una geomorfología marcada por el elevado grado de erosión así como las características de un clima casi árido con precipitaciones irregulares y concentradas en el tiempo.

Vista presa y casas (caminosdecanarias-blogspot-com)
(…) las características antrópicas que se manifiestan en el aprovechamiento del agua, con la construcción de presas, embalses y pozos, situados estos últimos mayoritariamente en los cauces de los barrancos, para rescatar las aguas que discurren por ellos. Todas estas infraestructuras hidráulicas modifican de algún modo los flujos y las reservas de los acuíferos, constituyendo una verdadera cultura del agua.» (LIFE07 NAT/E/000759, Corredor de Pilancones. Memoria y cartografía).

Localización (IDE Gran Canaria)

sábado, 24 de marzo de 2012

11. GÉNESIS Y CLASIFICACIÓN TOPONÍMICA

Distintos son los buenos y académicos estudios que se han realizado sobre la toponimia de Gran Canaria desde el enfoque del léxico en su vertiente filológica y etimológica, destacando alguno de ellos «bajo el prisma de la teoría de los campos semánticos, de la misma manera que se hace con el léxico común», prevaleciendo lo perteneciente o relativo a la significación de las palabras, eminentemente lingüísticos.

Se reconoce incluso que «...muy poco sabemos acerca de qué reglas operan en la formación toponomástica, y, menos, cuáles son las relaciones que se establecen entre un topónimo cualquiera y los demás elementos del sistema del que forman parte.

Desconocemos en el mundo de la filología hispánica la existencia de investigaciones que nos indiquen cuáles son esas reglas o cuáles los procedimientos mediante los que se constituye la toponimia de un territorio» (SANTANA MARTEL, E.: La toponimia de Gran Canaria. Estudio morfosintáctico y estadístico, Las Palmas de GC, 1998).

Decía el eminente y recurrido filólogo Joan Coromines (1905-1997): "¿Puede pensarse que el hombre, que desde que tiene uso de razón se pregunta el porqué de todas las cosas que ve y que siente, no se preguntaría sobre el porqué de estos nombres que todo el mundo tiene continuamente en los labios”.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)
Con ese pensamiento crítico del profesor Coromines que dedicó toda una vida al estudio de la etimología de las palabras, buscando el origen de las mismas, resulta obligado profundizar en los topónimos con una perspectiva transversal, abarcando todas las materias para entender su significado.

Es conocido que los topónimos, como nombres propios de lugares, en los momentos de su génesis y consolidación en el tiempo obedecieron a la voluntad de la memoria colectiva de sus lugareños, quienes con su creación, de forma casual y causal, pretendieron detectar las señas de identidad del lugar para que pudiera ser localizado e identificado tanto por los vecinos, como por terceras personas, y así incorporar estas señas a los libros acreditativos de la propiedad. Es tarea distinta por tanto clasificar y analizar los topónimos en función de lo que significaba en el contexto de su génesis y con la intención de la significación perseguida. Buscar por tanto la relación del lugar con la palabra.

Respetando la cronología desde la llegada de los primeros conquistadores que colonizaron la isla, para entender mejor esa causa o razón de ser de los topónimos grancanarios, he realizado una clasificación que se aparta parcialmente de las conocidas, observando su génesis y el  significado particular que tenía para los lugareños, y a modo de ensayo definir alguna de las reglas que se siguieron en su formación, como las características geográficas y orográficas, el habitat animal y vegetal, la titularidad de los bienes, las actividades, relaciones y costumbres de sus pobladores, respetando las distintas etapas: prehistoria, protohistoria e historia.


FONO-TOPÓNIMOS

Desde el primer momento que los conquistadores arribaron a la isla e iniciaron su conquista, observaron que muchos lugares eran ya reconocidos por los propios habitantes aborígenes grancanarios, y aún cuando eran mencionados en su propia lengua, no escrita, desconocida para ellos, resultaba más apropiado recordar por su fonética, es decir, por el conjunto de sonidos que pudieron percibir por sus oídos, sin reparar para nada en su posible significado, percepción que pudo ser distinta tanto como distintos oyentes hubieron, y que intentaron trasladar a la escritura en la lengua castellana.

Es así como surge un elevado número de topónimos de la prehistoria aborigen, que han podido llegar a nuestros días en distintas versiones escritas, incluso por su continua modificación desde la primigenia grafía documentada, esencialmente por su incomprensión en la lengua castellana al no conocer su etimología. Han habido muchos inventarios y catálogos de los considerados como topónimos "aborígenes", ardua tarea pues para a un mismo lugar pudieron haber tantos como el número de cronistas que erraron en la transcripción del oral al escrito, e inclusive el recurso de una fuente oral correspondiente a una generación aborigen no coetánea a la conquista. Entre muchos, los siguientes:


Arucas, Mogán, Acusa, Adeje, Agaete, Agazaga, Agualatunte, Aguatona, Agüimes, Almogarén, Amurga, Anzofé, Arguineguín, Arinaga, Arteara, Artejévez, Artenara, Ayacata, Ayagaures, Cendro, Chira, Fagagesto, Faneroquito, Farailaga, Farragú, Fataga, Firgas, Fortamaga, Furnia, Fusnios, Gáldar, Garguja, Gargujo, Gitagana, Gofio, Gomestén, Guanarteme, Guardaya, Guayedra, Guayeira, Güígüí, Guiniguada, Gumanillo, Gurugú, Inagua, Itara, Jinámar, Malfú, Maninidra, Marzagán, Satautejo, Tafira, Taidía, Taigúy, Taliarte, Tamaraceite, Tara, Tasarte, Tasartico, Tauro, Tecén, Tegueste, Tejeda, Telde, Temisas, Tenoya, Tenteniguada, Teror, Tifaracás, Tirior, Tirma, Tirnagada, Tocodomán, Utiaca, Veneguera, Vigaroy, etc.


De lo expuesto,  mi atrevimiento por llamarlos Fono-Topónimos, pues lo único que conocemos de ellos, aparte de su cercana localización, es una aproximación al conjunto de sonidos que emitían los aborígenes cuando lo pronunciaban, sin que conozcamos con certeza su significado a pesar de los numerosos esfuerzos que los investigadores han realizado, por la propia dificultad de la expresiones escritas en el castellano y el paso de los siglos, más aún cuando puede ser un dialecto de una lengua matriz por el "aislamiento cultural" desde su arribada a la isla.

Dentro de los mismos hemos de incluir aquellos que obedecen a bienes y costumbres canarias de todo tipo cuya denominación oral en la lengua aborigen se ha mantenido en el tiempo, y se convirtieron en topónimo, es decir en el nombre de algún lugar concreto.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

ARQUEO-TOPÓNIMOS

En la etapa de transición de la prehistoria a la historia, lo que conocemos por protohistoria donde convivieron dos distintas culturas, se crearon por los conquistadores una seria de topónimos ya expresados en la lengua castellana que obedecía a una regla no escrita por la cual crearon determinados topónimos que serían impropios zoo-topónimos, por su relación con el reino animal, cuando en mi opinión obedecían a la expresión de la apariencia que para ellos tenían las distintas estructuras constructivas de los aborígenes canarios, creando así un lenguaje toponímico que obedece a unas claras reglas morfológicas, o a la utilización de sufijos cronológicos. Enumero a continuación los más significativos:

Caserones:
Este topónimo está asociado a yacimientos arqueológicos (La Aldea de San Nicolás, San Bartolomé de Tirajana, Telde…), nombre con el que denominaban un poblado aborigen de casas de piedra seca, de planta circular al exterior y de tendencia cuadrangular o cruciforme al interior, con una perfecta adaptación a las condiciones orográficas, acomodando los muros a las irregularidades del terreno y recurriendo a la excavación parcial del suelo, posibilitando el encajonamiento horizontal en la ladera. Son recogidos en la documentación histórica de los siglos XVI a XVIII para referirse a las construcciones prehispánicas que aún en esos siglos continuaban siendo utilizadas. Son la única excepción genérica al uso troglodita de las cuevas al margen de Los Cofritos (Artenara) y El Telar (Santa Brígida), que parecen tener una factura constructiva distinta. Circunstancialmente aparece también como "casarones" que puede ser una corrupción.
Palomar, palomares, de palomas:
Posiblemente el sistema más primitivo de la cultura troglodita, utilizando cuevas naturales que en contadas ocasiones labraban, y cuando lo hacían era para horadar el risco para diferenciar aposentos, o dar forma de ménsulas, hendiduras, goznes, pernios, etc. para encajar las piedras lajas de cerramiento u hornacinas. Tenían diferentes aprovechamientos como habitacionales, silos y otros. La semejanza con los habituales nidos de palomas en las rocas, en lugares bastante inaccesibles, dieron lugar al topónimo.
Hormigueros:
Llamaban así a un conjunto de cuevas naturales que se encontraban a ras del suelo o a baja altura. Los arqueólogos han determinado por los vestigios encontrados que normalmente su uso no era habitacional, pues los aborígenes canarios les daban un destino funerario. Los más conocidos se encuentran en Santa Maria de Guía y en Firgas. Habitualmente no se adjudican usos habitacionales o de silos de carácter prehistórico, si bien lo pudieron tener ya con posterioridad. La semejanza con el habitat donde las hormigas realizan su vida colectiva propició el topónimo.
Hornillos:
El origen del topónimo puede ser tan distinto, como distinto son los lugares en que lo encontramos. Desde los primeros cronistas ya se trasmitía el parecido de los "caserones canarios" de los aborígenes con "hornillos"; por ejemplo, Tomás Arias Marín de Cubas (Historia de las siete Islas de Canaria, Madrid, 1986) recoge textualmente la expresión «...y paredones a modo de hornillos...», a partir de la cual no se llega a concluir si eran hornos o sus construcciones habitacionales tenían tal parecido.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

Si queda claro que cerca de algunos topónimos de la isla existen yacimientos arqueológicos, como es el caso del Barranco del Hornillo (San Bartolomé de Tirajana) donde en sus proximidades se localizan cistas y enterramientos colectivos, y, el litoral de El Hornillo en el puntón del Pasito Blanco (Aldea de San Nicolás) asociado al conjunto arqueológico de la desembocadura del barranco de la Aldea (MARTÍN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984), y como no el lugar del yacimiento aborigen de Artenara también llamado Cruz de la Esquina.

Por su localización sea posiblemente esta teoría la más próxima a la realidad de su origen. Normalmente son cuevas de habitación en altura, comunicadas por andenes, donde la mayor diferencia con el llamado Palomar es que estas además de considerarse cuevas artificiales, labradas por el hombre, se remataban de algunos cerramientos en la fachada y separaciones interiores construidas con adobe. Se desprende por tanto que son una evolución posiblemente influenciada por las costumbres de los conquistadores ya en la proto-historia, e inclusive adentrados en la historia.

Pueden ser por consiguiente los llamados Palomares mejorados tras la conquista con los cerramientos de adobe. Es poco frecuente encontrar en los Palomares el adobe característico de los Hornillos, y sus usos son variados: de habitación, silos, religiosos y en contadas ocasiones funerarios.

El topónimo Hornillo de la cultura troglodítica fue adoptado por su apariencia con las colmenas castellanas así llamadas que se fabricaban con ladrillos de adobe.

Audiencia:
Topónimo que se da a algunos lugares donde existe un Tagoror, como es el caso de Temisas, por su similitud en cuanto al oficio que desempeñaba dentro de la cultura aborigen.
Lugarejo, castillejo, corralejo, etc.:
Los conquistadores añadieron el sufijo "_ejo", en singular y en plural, a distintos topónimos como los relacionados en el epígrafe para identificar de esta forma los que eran "del tiempo de los Canarios" o "del tiempo de la Gran Canaria", y otras expresiones usadas en los distintos documentos donde son mencionados cuyo topónimo ha llegado a nuestros días como es el caso de Lugarejo (Santa Brígida) y Lugarejos (Artenara), Castillejos (Arucas, Las Palmas de GC, Sta. Lucía de T., Santa Mª de Guía, Tejeda, Vega de San Mateo, y otros), así como los ya desaparecidos de Lugarejo (San Lorenzo y Sta. Lucía de T.) y Corralejo (Tejeda).

Menos frecuentes en nuestra geografía son también otros como Guirreras (Las Palmas de GC) y Nidocuervo (Gáldar) que responden al formato de los mencionados Palomar y Hormiguero respectivamente, como lo son a este último aprovechamiento funerario, los numerosos referidos a Huesas y Huesos, que podríamos considerar atemporales pues pudieron tener su génesis en la época histórica, como ocurre con el impropio conventual del Cenobio, topónimo al que hubiera correspondido uno de los tantos conocidos Silos, de los cuales solo uno de ellos es mencionado tempranamente (Santa Brígida). Salvo las referencias documentales a Paredones y Paredillas de la cultura aborigen que aparecen tempranas, todos los mencionados en este párrafo, incluyendo en el Guanchía, puede considerarse nacieron en la época histórica.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

GEO-TOPÓNIMOS

Aparecen un interminable número de topónimos que obedecen a la geología del territorio, cuyos accidentes orográficos reciben singulares "canarismos" que identifican elevaciones, depresiones o neutrales llanos en todas sus variantes, además de cavidades de todo tipo.

altillo, alto, altos, altozano, atalaya, cadena, cadenillas, cerrillaletes, cerrillar, cerrillo, cerro, cordillera, cuchillón, cuchillones, cuchillos, cumbrecilla, espigón, loma, lomillo, lomitillo, lomito, lomitones, lomo, mesa, meseta, mesetilla, mesilla, mesita, montaña, montañeta, montañetilla, montañilla, montañón, monte, montecillo, morrete, morretillos, morretón, morrillo, morro, repecho, reventón, talayitas, talayón, etc.

bajada, bajo, bajón, caldera, caldereta, calderetilla, calderilla, calderina, caldero, cantil, cantillo, cañón, cuesta, despeñaperros, desriscaderos, ensillada, filo, frontón, hoya, hoyanco, hoyas, hoyeta, hoyete, hoyetilla, hoyetillas, hoyetón, hoyilla, hoyillo, hoyillos, hoyo, ladera, ladereta, laderetas, laderilla, laderón, rehoyas, rehoyeteetc.

degollada, degolladilla, degolladita, entremontañas, llanete, llanillo, llanitos, llano, valle, vega, vegueta, veguetillaetc.

covachones, cuasquías, cueva, cuevagacha, cuevecillas, cuevita, cuevón, cuevoncillos, cuevones, grieta, sima, solapón, solaponcilloetc.


Le acompañan a éstos descriptivos de la orografía del territorio, otros que obedecen también a sus características:

climáticas: seco, sequillo, verde y seca, verdisecaetc.
costeras: acantilado, ancón, bahía, baja, bajamar, bajeta,  bajilla, boca, bocabarranco, bolas, bufadero, caladero, caleta, caletón, cantil, charcón, charquillo, chupadero, ensenada, entallada, espolón, farallón, isleta, marfea, puntilla, restingaetc.
cromáticas: blanco,  colorado, bermejaletc.
edafológicas: almagrera, arenal, arenas, callao, cascajal, cascarrial, galgar, laja, lajiales, maypez, malpaís, masapés, tosca, toscónetc.
hidrográficas: barranco, barranquillo, barranquera, cabuco, culata, charcas, charquetas, desaguaderos, embocada, médano, ribanzoetc.
morfológicas: agujerada, agujeradilla, agujero, angostillo, angosto, angostura, arco, arquillo, asomada, asomadilla, atalaya, balandra, balcón, breña, cabecillo, cabeza, cabezada, cabezo, camaretas, candelilla, cazuela, cunita, descojonado, desriscaperros, escaleritas, fondillo, goleta, gordo, herradura, hondura, hoya, longuera, medialuna, vallehermosoetc.
orientativas: umbría y solana, trasmontañaetc.



FITO-TOPÓNIMOS

Reconocidas las señas de identidad del territorio, atraen la atención de los lugareños la gran biodiversidad floral que se asienta, observando que en determinados lugares abundan más de una especie que de otras, y a partir de esta conclusión establece señas de identidad de distintos lugares para crear topónimos que se caracterizan por la flora del lugar. Unos son llamados como cada una de las especies, otros por las grandes colonias de una misma especie, y así se documenta una muy amplia toponimia:


De especies: acebuche, adelfa, alamillo, álamo, alcaucil, algodones, almácigo, almendros, alsándara, aneas, aromeros, arvejas, balillos, balo, batata, berrazas, berros, calabaceras, cañas, cañillas, cardillo, cardillos, cardocristo, cardón, cardoncillos, carrizo, castañero, castaño, cebolla, cebolleta, ciruelo, clavellinas, codeso, chumberas, drago, draguillo, escaramujo, escobones, espinos, gamonas, gamonita, grama, granadillos, guindo, guinea, hayas, helechas, helechillos, hiedra, hiedrecilla, higuera, higuerilla, incienso, jaramagos, juagarzos, juncos, laurel, laurelillo, lechuga, lentejilla, leñabuena, majuelo, matorral, melosa, melosillas, mimbre, mocán, naranjero, nogal, ñameras, ñamerillas, ñameritas, olivo, orovales, ortigas, ortigones, ortiguilla, pajonales, palma, palmilla, palmita, palmito, palo, retama, retamilla, sabina, sabinilla, salvia, sandarita, sangradera, sao, sauces, saucillo, tabaiba, tajinastes, tarajal, tarajales, tarajalillo, tartaguera, tartaguillo, tedera, tilos, trigo, tunera, verdejo, vinagrera, viñátigo, yedra, zarcilla, zarzagorda, zarzasetc.
De sus colonias: acebuchal, altabacal, altabacales, altabaqueras, arvejales, aulagar, berrazales, brezal, cañavera, cañaveras, cardosa, cardoso, cardones, carriceras, carrizal, chajunco, dragonal, escobonal, espinales, gamonal, gamonales, gramales, granillar, guinderos, helechal, helechales, helecheras, higueral, hinojal, hinojera, inciensal, inciensales, hogarzal, juncal, juncalete, juncalillo, junquera, junquillo, junquillos, laurelar, madroñal, mimbreras, mocanal, palmar, palmarejo, palmarete, palmaretes, palmeral, palmital, sabinal, salvial, salvialillo, salviar, sebadal, tarajalera, tajinastal, bardo, bosque, leñas, maleza, malezas, zarzal, zarzalera, zarzales, zarzuela, zumacal, retamar, retamares, tabaibal, tabaibales, tomillar, tomillares, trigueraletc.



ZOO-TOPÓNIMOS

Identificado con la vegetación, detienen su observación en el reino animal que se encuentran en el lugar, en sus habitat e inclusive en sus huellas biológicas, lo que generará una toponimia específica:


Aves: avecilla, cernícalo, cuervo, gaviota, gavioto, guincho, guirre, guirres, lechuza, lechucilla, pájaro, paloma, pardilla, alcaravanal, alcaravaneras, cernicalera, cernicaleras, cuervera, guinchete, guinchón, guirrerilla, pajarero, pajareros, cuclilloetc.
Insectos: abejera, abejerilla, babosillas, hormiga, hormiguillas, gusanoetc.
Mamíferos: ballenas, burras, burrera, burrillas, cabrito, camello, cochinos, gatos, toros, burreras, burrerillo, burrero, garañones, conejeras, madrigueras, cagarrutaletc.
Moluscos:  burgadito, cangrejo, caracoletc.
Peces: calderonesetc.
 


"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

ANTRO-TOPÓNIMOS

Según se va estableciendo en los lugares, estos serán conocidos por el antropónimo de su propietario, por su raza, género, gentilicio, mote, oficio u origen de procedencia:

Antropónimo: ábalos, agustinas, albiturria, anchieta, andújar, aragómez, arbelos, argüello, ariñez, arnao, bachicao, barahona, barbosa, barrial, bartolo, bascamao, becerril, berlanga, bernardino, betancora, biliandra, bracamonte, buenaventura, calva, camacho, cambalud, caraballas, caraballos, carnedagua, carreñas, carrión, castillos, catela, catelas, catrillo, cerpa, clemente, coruña, corvo, chirino, domínguez, doñana, doramas, galeote, galindo, garcía, giles, góngora, gonzalo, guriete, herrera, jacomar, jerez, josé, leones, lópez, lorenzo, lucena, luis, macarios, madrid, maldonadas, marente, marmolejo, marreras, marteles, martín, martínez, mateos, matías, matos, mederas, megía, melchora, menas, merina, merino, millares, miller, mirabal, mirabala, mirele, mirón, monagas, monroy, montemayor, montesdeoca, monteverde, monzones, morales, morón, moya, mujica, navarros, negrin, nicolases, ojeda, pacheca, padilla, padillas, padrón, padrones, paulino, pavón, pavonas, pineda, pinedas, ponce, quintanas, quintanilla, ramírez, riquiánez, rivero, riveros, rornán, rosadas, rosales, rosiana, ruanas, rugallo, salvago, sanabria, sánchez, sardina, sardo, schamann, siberia, siberio, silva, solís, soria, tarifa, tenorio, trompeta, troya, troyanas, trujillas, trujillo, valerón, vargas, velázquez, vélez, vergara, vicentes, vicentillos, villarona, visvique, zambrano, zamora, zárate, zurbaránetc.
Etnia: berbería, fula, meleguinas, morena, morenitos, moreno, morenos, moriscas, morisco, moriscos, negraetc.
Género: dama, damas, mujeres, niñasetc.
Gentilicio: canario, castellana, castellano, castellanos, catalán, filipina, gallego, gomera, gomerito, gomero, lombarda, vizcaínaetc.
Mote: babilones, cano, corcova, corcovada, corcovado, manco, tanasio, tuertosetc.
Oficio: albarderos, alfaques, alguacilejo, amadores, bachiileras, boticaria, canónigo, capellán, capitán, cardenal, carnicero, carpinteras, cazadores, cerera, clero, coronel, cura, curato, deán, doctoral, espartero, fraile, frailes, frailillos, herrero, molinera, molineras, monjas, pagador, vaquero, zapateroetc.
Origen: canarias, inglés, majoreras, mondragón, portuguesas, portugueses, sevilla, vascoetc.



HAGIO - TOPÓNIMOS

No descuida su prestigio, y como son tiempos de persecución, alardea de su fe construyendo capillas o patentizando su fe cristiana, en unos casos para que se conozca que es converso y no un hereje, reconociendo también en el culto y los bienes que construye para ello:


Advocación: agustín, andrés, antón, antonio, bartolomé, belén, bernardo, brigida, candelaria, carmen, catalina, cayetano, clara, concepción, cristina, cristo, cristóbal, diego, dolores, domingo, elena, felipe, fernando, flora, francisco, gregorio, inés, isabel, isidro, juan, juana, lucía, maría, milagrosa, sebastiánetc.
Culto: agonías, animas, avemaría, campanario, capilla, ermitaetc.



SOCIO-TOPÓNIMOS

Pero hombres y mujeres no son seres solitarios, precisan vivir en colectividad, en sociedad. Instituyen sistemas de propiedad de la tierra y del agua que constituirán lo que hoy conocemos como el Antiguo Régimen, tendrán que organizarse civilmente, agruparse en un lugar para allí ser estantes construyendo sus moradas, y tendrán que comunicarse unos lugares con otros para comerciar o intercambiar sus productos.


Antiguo Régimen: capellanía, data, dehesa, dehesilla, ejido, mayorazgo, mayordomía, santísimo, tribunal, vinculación, vínculoetc.
Organización: cabildo, cuarteles, escuela, fielato, garita, garitoetc.
Poblamiento: aldea, barriada, barrio, campamento, camping, caserío, ciudad, chocetas, chocillas, choza, chozas, poblado, vecindad, vecindarioetc.
Vías de comunicación: andén, andencillos, andenes, atajo, avenida, calzada, calle, callejón, callejones, caminitos, camino, caminos, cañada, cañadas, cañadilla, cañadillas, cañaditas, cañadón, cañadones, carretera, carril, cruce, cruces, cruz, cuesta, cuestecilla, cuestilla, valsendero, vereda, veredas, veril, veriles, verililloetc.



PRO-TOPÓNIMOS

Una vez establecido precisa garantizar su sustento y se inicia en el aprovechamiento de la tierra, de los animales, en la extracción de los recursos existentes, lo que generará multitud de topónimos que dicen de la actividad que en un lugar se desarrolla, de sus construcciones, de sus útiles, para que sus vecinos sepan unos de otros.


Agricultura:  mediasuerte, bocado, bordo, cercadillo, cercadillos, cercadito, cercado, cercados, finca, huerta, huertas, huertecilla, huertecillas, huertilla, huertillas, huertillo, huertillos, huerto, viña, vivero, cerca, cerco, empalizada, campillo, campito, campo, cangas, cuarta, cuartas, cuartería, cuarterías, cuartillos, cuartos, era, eras, erilla, erita, fanegada, fanegadas, hectáreas, horcones, horqueta, majalete, majaletes, majano, majanos, mancha, manchón, manchoncillo, manchones, mediafanega, remudas, riego, sequera, sequerillo, sequero, sequeros, seto, setosetc.
Apicultura: colmena, colmenar, colmenas, colmenillas, corchos, meleroetc.
Avicultura: gallinero, granjaetc.
Comercio: mesón, carniceríaetc.
Elaboración: bodega, bodeguilla, carraca, ingenio, lagares, lagarillo, malvasía, máquina, máquinas, maquíla, matula, molinete, molinillos, molino, molinos, tejar, trapiche, trapichilloetc.
Extracción: barreto, barriales, barrillo, barro, barros, calera, calero, cantera, canteras, cantería, acarradero, acarraderos, arrastraderos, arrastre, aserradero, aserraderos, aserrador, atracadero, bocarones, carbonera, carboneras, carretería, cortadores, lance, mariscalete, nieves, salinas, salinetasetc.
Ganadería: cochineras, gallanía, gambuesa, gambuesas, gambuesilla, gambuesillas, gañania, gañanías, bebederos, candil, cardadal, cardanera, chiqueras, chiquerillos, chiquero, chiqueros, majada, majadal, majadales, majadas, majadilla, majadillas, ovejeros, pajar, pajarcillo, pajarcillos, toril, teneriasetc.
Instalaciones: asientillo, agarraderos, barrera, barreras, barrerillas, cortijo, finca, fincas, finquilla, taroetc.



"Misceláneas Canarias", Historia Natural de las Islas Canarias
P. Barker-Webb y Sabino Berthelot (París, 1839)

HIDRO-TOPÓNIMOS

Y para desarrollar todo tipo de actividad productiva necesita del bien más necesario de la naturaleza, el agua, y tendrá que obtenerla y llevarla a su destino, dejando toda esta estructura hidráulica su huella toponímica.


Atributos: aguadulce, aguanueva, aguasalobreetc.
Captación: alcantarilla, caiderete, caideretes, caideretillo, caideretillos, caiderillo, caiderillos, caiderito, caidero, caideros, campana, canalizo, cantarilla, chorrillo, chorrito, chorro, chorros, fuente, fuentecilla, fuentecillas, fuentes, galería, goteras, goterilla, goterillas, laguna, lagunas, lagunetas, lagunilla, madrecilla, madrelagua, madres, malacate, manantial, manantiales, marcuajada, mina, minas, ojero, ojito, ojo, ojos, remanientes, tabuco, tabucos, tabuquillosetc.
Distribución: acequia, acequias, albercón, alberconcillo, albercones, almatriche, canal, canalejas, canales, canalilla, canalita, canalizos, cañerías, cisterna, chorrera, chorreras, estanque, estanques, gavia, goteo, heredad, machoborrón, machosidro, marciega, marciegas, mareta, nateros, quebraderos, secuestro, tabladas, tanque, tanques, tanquillo, tanquillosetc.



ETNO-TOPÓNIMOS

Y para acabar, dejaron la huella toponímica por una enorme y variada cantidad de bienes materiales e inmateriales de interés etnográfico que jalonan toda la geografía insular:


Costumbrismo: brujas, bucio, bucios, calvario, camposanto, camposón, caracol, cementerio, cofres, descansaderos, difuntosetc.
Residenciales: albergue, asilo, cabañas, casa, casablanca, casas, casasanta, casilla, casillas, casita, casitasetc.
Usos varios:  almacén, almacenes, alpendre, banco, banquillos, barca, barco, barra, carabela, carretas, castillo, hacienda, haciendas, haciendillasetc.
Útiles:  amarradilla, calabozoetc.



CONCLUSIÓN:

Después de esta larga e incompleta enumeración, ordenada y clasificada en razón de los fundamentos de la génesis de los topónimos de la isla, se puede apreciar que constituyen en su conjunto el patrimonio inmaterial más importante que nos han dejado las anteriores generaciones.

Nos describen con el nombre de sus lugares aquello que trasmitieron oralmente los antiguos pobladores, quiénes llegaron aquí para compartir el espacio, las actividades y costumbres que tuvieron, y sobre todo la riqueza natural que en esta isla encontraron de cuya gran biodiversidad poco nos queda, y que ahora estamos obligados a preservar para las nuevas generaciones, por responsabilidad intergeneracional.