sábado, 9 de junio de 2012

GURIETE, LLANOS DE (STA. LUCÍA DE TIRAJANA)

Actualización: 2012/11/07
Topónimo con el que se conoce el espacio rural situado entre el cauce medio del barranco de Tirajana, a la altura de la Fortaleza de Abajo, y el barranco de la Angostura, que aguas abajo es conocido como barranco de Balos. En el mismo se ha acondicionado un mirador natural con una espectacular panorámica de las Tirajanas.

El  mirador (canarias-org)
Todo el territorio de la antigua Trassierra de las Tirajanas guarda relación con la mano de obra barata para las ingenios azucareros, concretamente con la esclavitud. Es en este amplio territorio donde más topónimos han quedado que guardan relación con el color de la piel, y así encontramos accidentes geográficos y asentamientos humanos que reciben el nombre de "del Negro" y "de la Negra", "de los Negros", "los Moriscos", etc., cuya procedencia no es otra que las capturas de mano de obra que se realizaban por la costa africana.

Vista del mirador (visitarcanarias-com)
En esta población marginal en el escalafón más bajo de la sociedad por su condición de esclavos, se sumaban también bastantes indígenas, aborígenes canarios "no bautizados" y que se resistían a los conquistadores «... como esclavo de buena guerra y por tal motivo tenido como una cosa que se vendía y trataba como un animal de tiro, diferenciado tan solo por el vestido y por sus obligaciones religiosas.. » (LOBO CABRERA, M.: Los libertos en la sociedad canaria del siglo XVI, Las Palmas de GC, 1983).

Alpendre-cueva (Fedac)
A sus descendientes nacidos en las islas, se les conoce como "criollos", y llegan a ocupar «... un lugar importante en la sociedad del momento como mano de obra necesaria en todas las actividades económicas». Son los libertos que integrarán una escala social entre los esclavos y el grupo más bajo de los libres. Progresarán al desempeñar labores de especialistas en los ingenios azucareros donde llegarán a ser capataces e inclusive se convertirán en contratadores de mano de obra.

Esta puede ser la historia del apellido "Guriete" que da nombre a este lugar de las Tirajanas. Son muchos los documentos que acreditan el progresivo ascenso social de estos libertos:

Alpendre (Fedac)
«...Con fecha de 19 de diciembre de 1521, este Juan Bautista, genovés,  hermano o primo de un brumoso Antón Salvago y de una Isabel Salvago que casó con un Sebastián Guriete, que por entonces era en Gran Canaria el apellido de una familia de negros, posiblemente moriscos, o Gutierrez  si es que está incorrectamente transcrito, aparece como vecino de Gran Canaria, todavía mercader, en una escritura de débitos por vino traído de las islas de Madeira» (PLATERO FERNÁNDEZ, C.: "Los Salvago y su ermita", Boletín Millares Carlo, nº 16, 1997).

A pesar del color de su piel y de sus orígenes, casó bien Sebastián Guriete según dice la misma fuente «... El tronco de esta familia en Gran Canaria, parece ser que fue Juan Bautista de Salvago Spínola, nacido en Génova, descendiente directo de la nobilísima Casa genovesa de su apellido, una de las 28 patricias de la aristocrática República "cuyos blasones se ostentan en la capilla de San Antonio de Padua del convento franciscano de Las Palmas, de que son Patronos en su representación los Señores de Casabuena"».

Panorámica desde el mirador (canarias-org)
Pero hay más referencias al apellido que acreditan también su acceso a la propiedad: «... Hay algún caso en que la data se concede a negros -Juan Hernández Guriete y su hijo- o a mujer de esclavo -Francisca Guerra, mujer de Matías Valerón, esclavo de María Artiles-...» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

Y cuando realizan sus testamento, instituyen capellanías haciendo mandas pías como muestra de integración en la alta clase social: «... Según unas confusas noticias en las que se alteran sensiblemente las fechas y aún a veces los personajes, pero corroboradas en parte por una escritura, supuesta, de 1550, (treinta años antes, poco más o menos, o sea, alrededor de 1520) Sebastián Guriete y su esposa Isabel Salvago, que debió de ser hermana o pariente de Juan Bautista Salvago, eran los dueños de las tierras y hacienda, en una extensión de unas cincuenta fanegadas situadas por el "lomo que dicen tintinigada, arriba del gamonal, junto al barranco de las canales" ...» (PLATERO FERNÁNDEZ, C.: "Los Salvago y su ermita", Boletín Millares Carlo, nº 16, 1997).

Caidero (Rubén Nimo)
Lo confirma el canónigo Antonio Salvago quien declaraba en torno a 1520 que el Cabildo concedió una data a Bastián Guriete y a su mujer Isabel Salvago de cincuenta fanegas en el lomo de Tenteniguada. Estos nombraron herederos de dichas tierras la mitad a la Iglesia de Santa Brígida y la otra mitad al canónigo.




Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

GUITARRILLA, LA (ARUCAS)

 Actualización:2013/04/22
Topónimo que se corresponde con un lugar situado entre Santidad Alta y Barreto, en la falda naciente de la Montaña de Riquianez, donde a finales del siglo XX se construyeron viviendas de promoción pública.
Horno de teja de Los Bocarones (Fedac)
Aunque pudiera sorprender, este topónimo no es moderno y aparece documentado, en el siglo XVIII, cuando Agustín González Zambrana, Presbítero, Abogado de los Reales Consejos y Fiscal del Tribunal de la Sta. Cruzada, en escritura de 17 de mayo de 1770 decía haber comprado en Arucas cinco fanegas y seis celemines de «Tierras de pan sembrar denominadas las Guitarrillas», de donde se infiere la preexistencia del topónimo.


En el Diccionario de la lengua castellana de 1674 se dice «Guitarrilla la guitarra pequeña de quatro órdenes», de donde poco podemos deducir, pues no ha cambiado su significado en los siglos, salvo que se deba a la morfología de la finca que no lo parece, o que se trate de un litófono.  
Alpendre (Fedac)
Muy cerca de este lugar, en dirección al poniente, se encuentra el topónimo de Los Bocarones donde se mantienen en pie algunos antiguos hornos de teja. Aunque este palabra no figura en el diccionario de la RAE, en algunos lugares de la Castilla rural se conoce por bocarón el hueco por donde se introducía en el silo la paja, una vez molida o trillada, que servía para alimento del ganado. Este hueco guarda cierta semejanza con huecos que tienen estos hornos para prender la leña.

Horno de tejas (Ayto Arucas)

Si es claro que se refiere al hueco o "agujero" que tiene la estructura, del que tenemos una referencia de la antigua usanza coloquial:

«...   bueno te pondrán los del Sagrario si les mermas los víveres por bautizos, entierros y casorios. ítem más: la cantería que ese sargo de Aguirre te pide es para cerrar el bocarón hecho por la mar en la muralla del castillejo de Santa Ana, y no es cosa de echarte encima al Corregidor, que es más fíno que una lezna y más largo que un silbido ... Así que en tu conciencia descargo, Prelado; si tus ovejas se convierten en salemos y tus carneros en chopas y la mar se mete Triana alante, allá tú » (ÁLAMO, N.: "La ca... lada de La Mosca. Una página de la historia de Gran Canaria", Revista de Historia, nº 131-132, 1960).


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

GUIRRES, LOS (ARUCAS)

Topónimo con el que se conoce parte del barranco de Arucas donde formó un meandro de aproximadamente 360º, entre el Lomo de Arucas y el nuevo viaducto por donde cruza la 4ª Fase de la Circunvalación de Las Palmas de GC.autovía, que se debe a la antigua existencia en el lugar de «guirres» que anidaban en sus paredes con oquedades, solapones y grutas, donde hoy subsiste un pequeño palmeral en el cauce del barranco, cerca del cual se encuentra un pequeño caserío. 

Quedan también los restos de los muros de piedra seca de las antiguas explotaciones agrícolas. El topónimo también se encuentra localizado en otros lugares eminentemente rurales de la isla, como son la Cañada de la Fuente del Guirre en San Bartolomé de Tirajana y el Lomo del Guirre en Telde.

Guirre (fuerteventuradiario-com)
El guirre o Alimoche Común (Neophron percnopterus) es un pequeño buitre endémico del Archipiélago Canario, que representa la más pequeña de las rapaces carroñeras europeas. En Canarias se distribuía, hasta mediados del siglo XX, por todas las islas, pero en la actualidad, la población ha quedado relegada a las islas orientales, Fuerteventura y Lanzarote, y al islote de Alegranza. En la isla majorera se concentra el noventa y tres por ciento de la población total reproductora, agrupada en el sector central del territorio, que no llega al medio centenar de parejas.

La razón de esta alarmante extinción es compleja. Por un lado se encuentra la falta de recursos alimenticios, provocada por la estabulación del ganado y desaparición de los muladares o sitios donde se echaba el estiércol y la basura doméstica, habitat donde el ave encontraba su sustento. Además está la alteración y destrucción del hábitat, el expolio de nidos, y principalmente el uso de venenos para combatir las plagas de distintos animales, ha sido letal para las aves carroñeras.

El Gobierno de Canarias elaboró un Plan de Recuperación que pretende garantizar una protección adecuada de esta especie en las islas orientales del Archipiélago Canario, de forma que se mantenga una población sana y estable, con unos efectivos reproductores y un área de distribución suficientes para garantizar su viabilidad genética y demográfica a medio plazo.

Curiosas formas de las rampas del barranco (Google earth)
Si bien en la actualidad su población en la isla es prácticamente inexistente, los muchos topónimos que quedan en la Aldea de San Nicolás, Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Santa María de Guía, Telde, Valleseco, Valsequillo, Vega de San Mateo, en muchos casos acompañados de términos como Alto, Cañada, Cueva, Fuente, Llanos, Lomo, Morro, Punta y Puntón, nos describen el habitat de este pequeño buitre endémico y nos evidencia la gran presencia que tuvo en tiempos pasados.

En este lugar de Arucas, prácticamente en una parte del barranco donde sus rampas son cortes verticales, donde se creó un meandro por la resistencia del territorio al paso de las aguas, creando formas curiosas como las que se aprecian en la trasera de una fábrica de galletas que está al borde de la carretera del Lomo de Arucas a Montaña de Cardones (GC-302).

Este lugar es mencionado en distintos documentos del siglo XVII. En escritura de Magdalena de la Cruz, viuda de Juan Pérez Bonales, quien en unión de Juan Hernández Castellano con el que se había casado, vendió en el año 1641 unas treinta fanegadas de tierra «… en donde dicen Los Guirres…» que habían pertenecido al difunto Juan Pérez Bonales, a Pedro Suárez, que era labrador y vecino de Tamaraceite. 

Estas tierras lindaban con las de Francisco González Rapadura, a las que a su vez dividía el barranquillo de la Ermita de Machicao, y por abajo, se encontraba el Camino Real que iba a Arucas. Por la descripción dada que nos situa cerca del barranco de Tenoya, nos aproxima al antiguo topónimo con mayor extensión del actual, de donde presumiblemente la población de guirres era en esa época bastante grande.


Vista del lugar (Google earth)

También José Álvarez Castro Godoy, Mestre de Escuela y Dignidad de la Catedral, en su testamento de 21 de marzo de 1772, creó un vínculo con sus bienes, entre los que decía poseer un censo de 500 reales de principal perpetuo, con un rédito de 24 reales, por la venta de dos fanegas de tierra en los Guirres el 16 de noviembre de 1744.

Otra referencia más de su incorporación a los protocolos públicos es el testamento de Juan González Travieso, Familiar del Sto. Oficio de la Inquisición, y de su mujer Ana Suárez Fleitas, que el 8 de abril de 1763 constituyen un patronato en el que declaran poseer una «Suerte labradía denominada “Los Guirres”, junto a “El Cercado” en Montaña Cardones» de una fanega.

Con posterioridad y tras las leyes de desamortización, en un protocolo de 2 de diciembre de 1864, Francisco Guerra González, de San Lorenzo, vende a Manuel del Toro Sánchez y Justo Hernández Hernández, ambos de Arucas, entre otras, esta finca que fue de Juan González Travieso.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)



GUINIGUADA, BARRANCO (LAS PALMAS DE GC Y SANTA BRÍGIDA)

Actualización: 2012/11/04
Topónimo aborigen con el que se conoce el cauce medio y bajo del gran barranco que llega hasta la Ciudad para desaguar entre los barrios de Triana y Vegueta. Es un topónimo que hace referencia a aguas corrientes. En concreto, el científico austriaco Dominik Josef Wölfe (1888-1963), autor de Monumenta Linguae Canariae (WÖLFEL, 1965), cree estar seguro de su ascendencia bereber, y aporta dos posibles significados: "allí en el mismo nivel" o "aquello en el mismo nivel del mar", expresiones que semánticamente podrían referirse al nivel de las aguas.

Con dicho topónimo se conoce el barranco desde su desembocadura hasta cuando penetra en el territorio administrativo de Santa Brígida, diviéndose tres barrancos importantes: de la Angostura, de Alonso y de Santa Brígida.

Meandros del Guiniguada (AA.VV. La Piconera)
Este barranco era una puerta natural y un pasillo hacia el interior. Por allí se retiraron los aborígenes canarios tras intentar abortar la fortificación de los invasores en la batalla del Guiniguada. Posteriormente, junto a las aguas de este «río», se asentó el Real de Las Palmas, que pasó en poco tiempo de ser un campamento guerrero a convertirse en una floreciente villa.

Agustín Millares (MILLARES TORRES, 1997, (I) p. 145) narra el primer enfrentamiento bélico entre las tropas de Juan Rejón y los aborígenes, basándose en la crónica del conquistador:

«… Diósele el mando de las tropas a Doramas, el cual las dividió en dos cuerpos, confiando uno a Adargoma y otro a Maninidra, guerreros ambos de justa y merecida fama...», lo que luego daría lugar a la conocida como la Batalla del Guiniguada, que narra así: «… Al día siguiente, 29 de junio (1478), desde que el sol asomó por el horizonte, los canarios, divididos como ya hemos dicho en dos cuerpos, bajaron con rapidez por las montañas de San Francisco y de San Juan, y se dispusieron a atacar el Real de Las Palmas...», de donde los canarios se retiran rechazados por los castellanos.


Acueducto del Dragonal (Bloomy)
«…En esta primera batalla quedaron muertos treinta isleños, y heridos un gran número, de los cuales perecieron la mayor parte por no saber curarse. De los españoles sólo murieron siete, quedando veintiséis heridos...».

A finales del siglo XV se efectuaron los primeros repartos de agua y tierras en los márgenes del Guiniguada. Entre 1485 y 1489 resultaron beneficiados el Gobernador Pedro de Vera, con tierras en la margen derecha del barranco; el Alférez Mayor Alonso Jaimez de Soto Mayor, con tierras y agua en la margen izquierda; y Juan de Siberio, con un pedazo de tierra junto al mismo. Posteriormente, tuvo lugar la apertura de minas y acequias, y la tala de los bosques del Monte Lentiscal.


La abundancia de agua en diferentes años (Fedac)
Pedro de Vera trajo de las islas de Madeira tallos de caña dulce y construyó un primer ingenio junto a San Roque, iniciándose así la progresiva transformación del territorio de esta cuenca. Con el transcurso del tiempo, más de la mitad del territorio de la cuenca del Guiniguada ha sido cultivada, en su mayor parte mediante el sistema de terrazas.

En el siglo XVII, una actividad importante vinculada al curso del agua es la de los molinos, casi todos localizados en los márgenes del barranco Guiniguada, que fueron acaparados por los miembros más destacados de la comunidad, según dice la fuente consultada. Su número se presupone que fue suficiente para el abastecimiento de harina y gofio para los vecinos de la Ciudad. Para aumentar su producción, la gran mayoría fue sometida a ampliaciones y mejoras en sus piedras de molienda y mecanismos.


Cauce medio en 1905 (Da Luz Perestello - Fedac)


La energía hidráulica del barranco se utilizó también más tarde para mover las máquinas bataneras. Estos molinos sufrirán las crecidas del barranco que obligan a sus propietarios a realizar las obras de reposición. En 1669, el oficial de cantero Bartolomé de Sosa se compromete a restaurar «… un cubo de molino viejo en el Barranco de “Las Palmas” que se lo llevó la avenida de 1615. Lo arreglará de cantería y cal además de la casa junto a éste. Su propietario, el clérigo Francisco Bravo, le entregará al finalizar la obra 28 800 maravedís».

En el siglo siguiente, muchos todavía se mantenían productivos. Juan González Travieso, Familiar del Santo Oficio de la Inquisición, y Ana Suárez Fleitas, en su escritura testamentaria de 8 de abril de 1763, dicen poseer dos molinos en el lugar: «Molino harinero con máquina de agua denominado de “Padilla” en el Barranco Guiniguada con dos estancias para la máquina y habitación del molinero» y «Molino harinero con máquina de agua denominado “Caja del Agua del Repartimiento” en dicho Barranco con dos estancias», propiedades que, tras la división de los bienes vinculados el 27 de mayo de 1864, pasarán a sus sucesores (SUÁREZ GRIMÓN, 1987).


Cauce bajo (Gevic)
También, tras la desamortización de los bienes eclesiásticos, entre los que estaban los pertenecientes a los Comunales de la Catedral, el 4 de octubre de 1856, se vendió a Juan Hernández Talavera un «Cercado de tierra en el Barranco Guiniguada con medio día de agua del Heredamiento de Triana», por el precio de 60 600 reales de vellón.

Dibujo de Cinq années de séjour aux Iles Canaries. DR VERNAU 1891
La cuenca del barranco, aguas arriba comenzando por la desembocadura, recibe por su margen derecha su primer afluente frente a San Roque llamado Barranco Seco, que junto con su tributario el Barranco de La Laja, drenan el suelo desde las vertientes orientales del Pico de Bandama.

El lecho del Barranco Guiniguada en su tramo inferior es sinuoso, aunque sus márgenes, principalmente la izquierda, son escarpadas. No recibe hasta pasada Tafira más tributarios salvo alguna torrentera que se precipita a sus lados. Frente a Tafira Alta la cuenca presenta su mínima anchura de algo más de un kilómetro. Al nivel de los Llanos de María Rivero recibe un tributario importante, también por su margen derecha llamado el barranco del Colegio o de Siete Puertas que desciende desde La Florida.

La poli-nimia del Cauce del Guiniguada.
El trazado es meramente ilustrativo.
La cuenca del Guiniguada tiene una superficie de setenta y dos kilómetros hasta sus cabeceras que alcanzan alturas de 1.850 metros sobre el nivel del mar. En cuanto a las alteraciones en su cauce natural, el desaparecido geólogo Telesforo Bravo sostenía que

«… La cuenca del Barranco Guiniguada en su tercio inferior presenta anomalías, ya que fue obligado a abandonar su primitivo cauce (el Barranco de Gonzalo) cuando tuvo lugar la erupción del Volcán de Tafira que lo taponó. El nuevo recorrido lo desvió hacia la actual área urbana de Las Palmas.

También este barranco fue obstruido (aguas arriba) por la erupción (muy reciente y casi histórica) situada entre Monte Lentiscal y Siete Puertas. Los materiales emitidos formaron un “dique” originándose un embalse natural, hasta que una vez relleno de sedimentos, cortó y corrió por sobre una colada de 70 metros de espesor con grandes “peñones” a la deriva en su superficie. En un pozo de investigación de aguas subterráneas, se hallaron maderas y huesos de cabra…» (BRAVO EXPÓSITO, 1964).

A partir de Santa Brígida son tres barrancos con nombres distintos los que confluyen en el Guiniguada que se nutren de las aguas procedentes de cabeceras cumbreras que van desde la Hoya del Gamonal hasta Ariñez, con multitud de topónimos para sus afluentes tributarios.



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)