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martes, 3 de mayo de 2016

CAPITÁN, EL Y MONTAÑA DEL (GÁLDAR Y MOYA)

El lugar de El Capitán, perteneciente al municipio de Gáldar, son las laderas aterrazadas que van desde el lugar de Los Garajes, en el cruce de las carreteras Teror-Artenara (GC-021) y Juncalillo-Los Garajes (GC-220) El Tablado y La Gloria, laderas septentrionales del Barranco del Culatón, tributario del Barranco Hondo, que son las vertientes meridionales de la montaña llamada Cruz de Valerón. El topónimo de Los Garajes tenía su origen en unos antiguos garajes que existieron en el cruce de carreteras antes dicho, los cuales fueron demolidos a finales del pasado siglo XX.

Vista de El Capitán desde El Tablado, la única zona llana entre montañas (Juan Cana)
La Montaña del Capitán, es un referente geográfico de los límites jurisdiccionales entre los términos municipales de Moya y Gáldar, "raya" marcada por una quebrada divisoria de aguas, partiendo desde poniente a unos 90 metros del eje norte-sur, llega hasta la cima de la montaña a 1.622,6 msnm., para seguir el eje central en dirección sur, perteneciendo el naciente a Moya y el poniente a Gáldar.

Deslinde Moya-Gáldar
(IDE Gran Canaria)
Se encuentra la montaña entre la Caldera de los Pinos de Gáldar al norte y el Lomito del Chorro al sur, y a su naciente el Montañón Negro, antiguamente conocido como Montaña de las Arenas siguiendo la costumbres de llamar “arenas” al “picón volcánico”, y al poniente la Montaña del Centeno.

Muchos intereses derivados del aprovechamiento de la madera y la leña, el pastoreo y los cercados, los cerealeroslos fielatos que gravaban la entrada de mercaderías, sin olvidar las escorrentías de aguas, etcétera, dibujaron en las cartografías de los siglos pasados las “rayas” jurisdiccionales entre municipios, como es el curioso caso de esta Montaña del Capitánprobablemente debido a la proximidad del punto de convergencia de tres municipios, a 695 metros de su cima en dirección noroeste, en la ladera septentrional del monte conocido como La Redonda, allí donde se ubica la Torre de Vigía Forestal, por la que discurre por las laderas de naciente y poniente la desdoblada carretera Pinos de Gáldar-Cruce Los Pechos GC-150, cuando enlaza con la carretera Teror-Artenara (GC-021).


Aproximadamente en su base convergen los límites de tres municipios (tevatelleva-com)

Vigía Forestal
Junto a la margen norte de esta última carretera y aproximadamente al pie del mirador de la Caldera de los Pinos de Gáldar, está el punto geográfico donde convergen los municipios de Moya, Sta. María de Guía y Gáldar (aproximación: Latitud 28º02'19,07'' N; Longitud 15º37'07,18'' O).

En cuanto al origen de los dos topónimos de Capitán, tenemos documentada su mención en la descripción de los linderos de la mitad de las 400 fanegadas que el aruquense Juan Mateo Trujillo fue comprando a distintos propietarios y familiares suyos en el siglo XVII: en 1619 al capitán Sebastián de Saavedra, en 1620 y 1622 a su padre Salvador Mateo de Armas, en 1623 a García de Espinosa y a su esposa Francisca de Armas, en 1624 a su tío Diego Mateo y en 1636 a Andrés Hernández, vecino de Moya.

Montaña del Capitán, vista de poniente (Google Earth)
Sus linderos eran los siguientes: «Por la parte de arriba la Montaña de las Arenas de la cumbre [actualmente Montañón Negro, de la antigua costumbre de llamar "arenas" al "picón volcánico"], por la parte de abajo la raya de la Montaña de Oramas que solía ser y por un lado tierras que fueron del capitán Miguel de Múxica, Alférez Maior que fue de esta isla, que al presente posee Francisco Rivero, y por la otra parte el lomo abajo desde la Caldera de los Pinos a dar sobre la Atalaya y por su seguimiento el lomo abajo hasta dar a las Masmorrillas de el monte» (CABALLERO MUJICA, F.: “Aspectos de la vida religiosa en Fontanales”, Anuario de Estudios Atlánticos, nº 26, 1980).


Ortofoto de El Capitán (IGoogle Earth))
Despejando toda duda nos confirma también la titularidad de estas tierras otra bibliografía anterior a la antes citada, que además nos introduce en sus datos biográficos «En el cumbreño pago de Fontanales estuvo en posesión de un extenso cortijo de doscientas fanegadas el noble caballero Don Miguel de Muxica Lezcano Ramírez de Baeza y Castillo, Capitán  de Caballos y Corazas, Alférez Mayor hereditario y Regidor Perpetuo dc  Gran Canaria, hijo del bravo Conquistador Don Miguel de Muxica Lezcano  y Castillo y de doña Ana Ramírez de Baeza, sobrina del famoso Deán de la Catedral de Canarias, Don Zoilo Ramírez, corazón dadivoso, fundador de la  primitiva capilla de la Virgen de la Antigua, en la Catedral, y del mandas pías  para doncellas pobres, que aún subsisten celosamente administradas por cl  Excmo. Cabildo Catedral de Canarias» (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: Primeros repartimientos de tierras y aguas en Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1940).

Montaña del Capitán (Vista septentrional)
En los ancestros del capitán Miguel de Muxica, puede equivocarse el desaparecido Comisario de Patrimonio adjudicándola al conquistador Miguel de Muxica, dado que la bibliografía posterior debida a la investigación de otros autores, señalan como padre del mismo a Bernardino de Muxica.

Lo encontramos primero en el árbol genealógico nº 61 de Pedro del Castillo Ruiz de Vergara (TABARES DE NAVAS, T.: Abuelos de abuelos, La Laguna, 1970), y entre su ascendencia encontramos a:


Después tenemos mayor información referida a su padre de la mano del prestigiado profesor e investigador Rumeu de Armas:

«Bernardino de Lazcano detentó el señorío de Fuerteventura por un cortísimo espacio de tiempo (1545-1546), pues en este último año hizo traspaso del mismo a su sobrina doña María de la O Muxica Herrera, en el punto y hora en que contrajo matrimonio con Gonzalo de Saavedra, conforme hemos de ver tiempo adelante.

Escudo de armas de los Muxica
(…) Había nacido en Las Palmas en los años postreros del siglo XV. Fueron sus padres el conquistador de Gran Canaria Juan de Ceverio (hermano del capitán Miguel de Muxica, receptor de los quintos reales) y doña Catalina Guerra. Una vez afincado el conquistador en la isla, desempeñó los importantes cargos de regidor del Cabildo y teniente de gobernador (1503).

Los abuelos paternos eran de estirpe hidalga vasca, aunque de denominación desconocida; los maternos se llamaron Fernán Guerra, adalid mayor de la conquista de Gran Canaria, y doña María May.

Bernardino fue el cuarto de los vástagos, siendo de destacar entre sus hermanos Juan de Ceverio, el primogénito, personero del Cabildo y alcaide del castillo de las Isletas, y gobernador interino de la isla de Gran Canaria; Lope de Muxica, regidor, padre de María de la O, a quien ya conocemos, y Miguel de Muxica, titular de idéntico cargo en la administración municipal». (ANTONIO RUMEU DE ARMAS: EL SEÑORIO DE FUERTEVENTURA EN EL SIGLO XVI, ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS, núm. 32, 1986).

No es de extrañar que el Comisario Sebastián Jiménez se dejara arrastrar en su afirmación por los homónimos iguales del capitán y del conquistador que también era capitán, y que alcanzó un lugar destacado en la conquista de la isla por el acoso a los canarios “rebeldes” en una montaña cercana a Tasarte, acto en el que pereció sin dejar descendencia, y que por su valentía y osadía para el combate, se recogió como hito emotivo para la crónica castellana. Como decíamos, posiblemente le pudo al Comisario la pasión por estos hechos enarbolados como “patrióticos” en los momentos que vivió de nuestra reciente historia.
La parte de atrás de la isla en la cartografía
 de L. Torriani en 1590 (J. Tous, detalle)

Algunos autores sostienen que el lugar de los acontecimientos fue la Montaña de Horgazales, otros se definen con menos concreción y lo ubican en una montaña próxima a Tasartico entrada en la que hemos incluido el relato de Pedro Agustín del Castillo a finales del siglo XIX. Sí parece hay general coincidencia que el lugar no se corresponde con la llamada Montaña de Ajódar en algunos registros oficiales, que no es otra que la mitad del Pico de la Atalaya, que corresponde a la jurisdicción del municipio de Santa María de Guía, que posiblemente obedezca a esos arrebatos “patrióticos” que se dieron tiempo atrás sin fundamento histórico alguno.

«Trátase en este interesantísimo artículo del combate de Ajódar en que perdió la vida el capitán vizcaíno Miguel de Mujica, y en el que don Fernando Guanarteme, antes llamado Guayedra o Tenesor Semidán, dió pruebas tan patentes de lealtad a la causa de los conquistadores. Insértase la siguiente declaración prestada ante el teniente de gobernador de la isla de Gran Canaria Francisco Pérez de Espinosa, por un testigo presencial de los hechos, Gonzalo de Aguilar, el Viejo, en la información de nobleza del ex rey canario, instruida a petición de su hija doña Margarita Fernández Guanarteme, en 23 de mayo de 1526:

““... que lo que de esta pregunta sabe es que siendo así, como dicho a, el dicho don Fernando Guanarteme del bando de christianos, e teniendo atraydos consigo a muchos de los christianos, ansí de los fidalgos como otros, por mandado del gobernador Pedro de Vera, fué el dicho gobernador, y con él sierta gente de pelea e otros de los capitanes, e con ellos fué el dicho Guanarteme don Gonzalo, el qual llebó consigo hasta quinientos canarios de los suyos, que los traya debaxo de su mandar e hazían lo que él les mandaba, e así todos fueron a la fortaleza de Ajódar, que es detrás de la isla, para conquistar un caballero canario que dezían “el Faya”’, e a otro caballero que dezían “Bentehuy”, e a otros muchos fidalgos canarios, que eran más de nobenta o siento, que estaban de guerra en aquella fortaleça, en una montaña agra e alta que allí ay, e que allí los christianos e el dicho Guanarteme tubieron batalla con los dichos canarios de guerra para querer tomar la dicha fortaleça y desbaratarlos;

El difícil relieve del poniente de la isla, la llamada "parte de atrás" (fotosaereasdecanarias-com)
e que entrando al pie de la dicha montaña el dicho Pedro de Vera, gobernador, e los dichos capitanes e mucha gente que, según aquello es fuerte, no bastaua para tomarlos nadie, aunque biniera quanta gente quisiera benir, si no fuera por hambre, aunque no ubiera más de sinquenta ombres. Y que uno de los capitanes, que llamaban Miguel de Muxica, quiso subir con siertos lacayos biscaínos de su capitanía, a tomar la dicha fortaleça a los canarios, e que los canarios de guerra que en ella estaban los dexaron subir poco, e que aún no auían llegado a la mitá de la subida, quando los dichos canarios de guerra rebeldes salieron de la fortaleça e dieron en ellos e mataron a el dicho capitán Miguel de Muxica y a otros muchos de los christianos, e a otros hirieron, e otros se derriscaron e maltrataron en la juída, e que los otros christianos que estauan con el dicho Pedro de Vera, comensaron a juir, e que entonses el dicho gobernador e capitán general Pedro de Vera, de miedo, se abrasó con el dicho Guanarteme y le rogó que le faboresiese a él e a los christianos; e que el dicho caballero Faya, de arriba de la fortaleça, a bozes dezía él y los otros rebeldes al dicho Guanarteme don Fernando Guanarteme:

“mira quien eres, y mira quien fueron tus pasados y que eres señor de Gran Canaria toda; favorécenos e bente a nos, que en tu mano está”,

Ortofoto de la Montaña del Capitán y su repoblación concéntrica (IDE Gran Canaria)
e otras palabras dolorosas; e que el dicho don Fernando, como buen caballero y leal a sus altezas, animaba y exforzaba a sus canarios, y respondía al dicho Faya, que era su pariente, e a los otros canarios rebeldes

que él auía bisto la cara de los reyes nuestros señores e su gran poder, e que no pluguiese a Dios que él les fuera traydor sino leal”,

e que así favoreció a los christianos e gente de guerra contra los canarios, y se binieron el dicho Pedro de Vera y el dicho Guanarteme y con los otros christianos a el Real desta Ciudad, e que si aquel día quisiera el dicho Guanarteme, no escapara a uida ninguno de los capitanes ni quanta gente auía en esta isla, christianos y de conquista, y que esto fué cosa conosida a todos los christianos, y que esto fué muy mucho seruicio de sus altezas, que el dicho Guanarteme hizo porque a todos les dió la uida; e que si el dicho Guanarteme quisiera, o los canarios rebeldes sintieran que hizieran la boluntad del dicho Guanarteme, no fuera menester para que no quedara ninguno de los capitanes, ni de quanta gente auía en la conquista, ni aún para memoria..."" ». Cif. Museo Canario, Archivo, signatura: III A 21. Testimonio del siglo XVIII. (DEL RIO AYALA, JUAN: “Buen caballero y leal. Episodio de la conquista de Gran Canaria”, Hoy (Las Palmas), 29 de abril de 1934, Reseña de El Museo Canario, nº 2, enero-abril, 1934).

Zona alta de El Capitán (Google Earth)
Otros compendian los hechos siempre en relación con la figura del conquistador Miguel de Moxica o Michel de Moxica.

«[ ... ] Y en esto  Pedro de Vera trató con  Alonso Jáimes de envía/lo a Sus Altezas y lo enviaron con  Miguel de Moxica, un hidalgo natural de Viscaia [...] y encargó a el Miguel de Moxica que los llebase a la isla de Canaria donde los mandó llebar [...] Enbarcóse Miguel de Moxica con docientos viscainos y entregó a Guadarteme a  Juan Mayor y los traxo a Canaria [...] Pedro de Vera, por un cabo, y Miguel de Moxica, por otro, y los canarios yban de huída la sierra arriba [...] dexaron de echar las galgas y ansí escaparon de aquel peligro y ayí murieron Miguel de Moxica y muchos viscaynos y castellanos [...] fueron sepultados el Miguel de Moxica y los demás [...]. Cfr. Matritense, caps. 20, 21y22.

Ballestero
[ ... ] Llegó  Pedro de Vera a la isla de la Gran Canaria en 18 de agosto de 1480. Vino con él Miguel de Moxica, vizcaíno, receptor de los quintos y derechos reales, y  Juan de Siberio, su primo [...] donde se repartió la presa que se había tomado, con mucho regocijo, dando el quinto a Miguel de Moxica, receptor de los quintos y rentas reales [...] Y trató y dió orden cómo mandarlo a Castilla, a los Católicos Reyes, entregándoselo a Miguel de Moxica, con otros cuatro canarios gayres[…] Y tomando un navío de los que estaban en el puerto, se embarcó Miguel de Moxica con el Guanarteme de Gáldar y los cuatro gayres [...] Y así el Rey Católico mandó a Miguel de Moxica fuese a Vrzcaya, a las Montañas, y juntase doscientos vizcaínos y con ellos se viniese a esta isla lo más breve que pudiera [...] Miguel de Moxica, estando en la Corte, por la amistad que con Hernán Peraza tenía, pidió a Sus Altezas merced de que lo dejasen ir a su isla de La Gomera, con su esposa doña Beatriz de Bobadilla; lo cual se le concedió [...] Como se partió el capitán Miguel de Moxica con los doscientos vizcaínos, los más ballesteros [...]

La primera compañía era la de Miguel de Moxica, por ser ballesteros todos, para defenderles la vista de los que iban subiendo. Pedro de Vera había avisado a Miguel de Moxica no acometiese hasta que fuese avisado, porque fuese el acometimiento por entrambas partes a un tiempo. El capitán Miguel de Moxica y sus vizcaínos, viéndose al pie de la fuerza [Ajódar], no guardando la orden que se le dio, con el deseo que llevaba de vengarse de los daños que había recibido en la de Bentagay y en otras de Taxarte, donde había sido maltratado de los canarios, juzgando a cobardía y temor la orden que el gobernador le había dado, comenzó a subir la cuesta arriba, hasta llegar al segundo andén, sin que los canarios se lo impidesen, estándose quedos, hasta que vieron no podían ser socorridos. Y, dando una gran grita de tropel y gran prisa, arrojando muchas piedras y riscos y galgas, se dejaron venir sobre los cristianos de tal manera, que no les valía el huir, porque se habían de desriscar por unos despeñaderos, ni tenían con qué ampararse de las piedras, que eran muchas y grandes. Aquí murió Miguel de Moxica y la mayor parte de los vizcaínos, y otros que se les habían juntado [...]. Cfr. Abreu, op. cit., libro ll, caps. 17, 22, 23 y 24.

Camino hacia la Montaña del Capitán (caminosdecanarias-blogspot-com)
Natural de Villafranca de Oria Ordizia , Guipúzcoa. Contino regio. Hermano del licenciado García de Moxica. Primo hermano de Juan de Ceberio, conquistador. Vino a la conquista como receptor de quintos y rentas regias, en lugar de  Fernando de Cabrera. Designado en 1480. AS. RS. Labor en la que se verá reforzado por Pedro de Arévalo. AS. CM. En 1481 volvió a Castilla para enrolar a vascongados, gascones y gallegos Delincuentes a redimir penas AS. RS Aparece bien documentado en las cuentas de Arévalo, de 1484. LADERO (1966). Muerto en la conquista (véase testimonio de Alonso Coronado en la información de Catalina Guerra, en el año 1502). No dejó sucesión» (CEBRIÁN LATASA, J.A.; Diccionario biográfico de Conquistadores de Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, 2003).

Lo que sí tenemos claro por las fuentes bibliográficas antes recogidas es que el conquistador Miguel de Moxica no era el padre del capitán Miguel de Moxica que recibió estas tierras en los primeros repartimientos, que luego serían aterrazadas por los colonos para su cultivo.
   
La “heroicidad” vivida por el conquistador Miguel de Muxica también la narró el Comisario Sebastián Jiménez Sánchez en su artículo “El capitán Miguel de Muxica y el descalabro de Ajódar”, en El Eco de Canarias del 26 de abril de 1963.


Localización (IDE Gran Canaria)

miércoles, 21 de agosto de 2013

HEREDAD DE MOYA (MOYA)

Topónimo con el que se conoce un amplio territorio rural situado al sur del caserío de Fontanales y al norte de la Caldera de los Pinos, que abarca un pequeño Valle y varias hoyas, así como las vertientes de los lomos que aportan sus aguas de lluvias al cauce del barranco del Valle

Su acceso al interior del mismo se realiza desde populoso barrio, en el inicio de la carretera de Fontanales-Pinos de Gáldar (GC-070), por el conocido Camino Aguas de Fontanales, antiguo camino real que conducía hasta el Montañón Negro, donde se desdoblaba en dirección a Artenara y Tejeda. En dicho territorio se han realizado en los últimos años repoblaciones de especímenes de laurisilva, entre los que figuran laureles, fayas, madroños, acebiños, viñátigos y mocanes.
Vista (eluiscabrera)

Se trata de un topónimo surgido en la frontera de los siglos XIX-XX, popularizado a partir de la adquisición de la finca por la Heredad de Aguas de Moya, que venía a sustituir el antiguo topónimo  de Los Jinjos, según aparece documentado desde los primeros repartimientos, con el que se conocía una gran extensión territorial dentro del espacio de la protegida Montaña de Doramas.


En cuanto al origen del topónimo, teniendo en cuenta que es muy tardío en los orígenes de la Lengua Castellana el uso de la consonante "jota" formando sílaba con la tercera vocal "i", comprobamos que el Diccionario de la Lengua Castellana (Madrid, 1780), incluye la entrada del término "Ginjol", con el significado de «Lo mismo que Azufayfa y Azufayfo». De Azufayfa dice el mismo diccionario que es «Fruta semejante á la cereza, de carne blanca, de sabor agrio y color roxo cuando esta madura», y del Azufayfo que es el «Árbol que produce las azufayfas», de donde tanto el árbol como la fruta recibían el nombre de "Ginjol".
Jinjolero (Julio Pedauyé Ruiz)

Estos distintos nombres comunes de Azufaifo común, Azofaifo, Jinjolero, Azufaifo loto, Ginjol, Ginjolera, Guijol, y también Loto comestible, Rosa de la Virgen, Arto, Arto blanco y Espina de Cristo, se conocen científicamente los Ziziphus unas cuarenta especies de arbustos espinosos, y entre estos el Ziziphus Mauritania, conocido en Andalucía como Jinjolero africano.
 
El fruto (hierbas2000-com)

Se trata de un arbusto que puede alcanzar entre 2 y 3 metros de altura, caducifolio muy intrincado y espinoso, de porte semiesférico, con tallos en zig-zag, de corteza lisa de color ceniza, con hojas simples, alternas, ovaladas, brillantes, lampiñas y caedizas.

De flores amarillas diminutas, en forma de estrella, de las que nace el fruto en forma de drupa, parecido a la oliva, verde que al madurar se vuelve rojo oscuro, de carne dulce y algo ácida, de color amarillento y piel áspera y brillante, con una semilla o hueso, leñosa, con surcos longitudinales. Con los jínjoles desecados se elabora un licor casero, parecido al "pacharán" realizado con endrinas, por la maceración de los jinjoles en anís dulce.
 

Jinjoles (Julio Pedauyé Ruiz)
El antiguo topónimo aparece documentado en la petición de data realizada el 15 de junio de 1551 por el regidor y licenciado Francisco Perez de Espinosa cuando solicita «nos hagan merçed de çiento çinquenta hanegadas de tierras en las hoyas de los jingos arriba de la montaña de Doramas desde la cabeçada de un mogote y lomo rredondo de una vanda y de otra aguas vertientes hasta el barranco do sale el agua del Laureal y por otro lado hasta dar al barranco y rraya de la montaña de Doramas las quales tierras son helechales e granadillares...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998), data que es concedida después de haberse leído en la puerta de la iglesia de Guía y de desestimar varias contradicciones que se realizaron por otros interesados. 
 
Casa tradicional en ruina (Ismael Marrero Pérez)

Una mayor descripción del territorio nos la encontramos dentro del gran patrimonio del aruquense Juan Mateo Trujillo, fundador de la ermita de San Bartolomé de Fontanales:


Extensión del Cortijo de Los Jinjos

(Espacios Naturales de Gran Canaria)
« Y en Fontanales, cuatrocientas fanegas de tierras labradías formando un solo cuerpo, compradas, respectivamente, en 1619 al capitán Sebastián de Saavedra, en 1620 y 1622 a su padre Salvador Mateo de Armas, en 1623 a García de Espinosa y a su esposa Francisca de Armas, en 1624 a su tío Diego Mateo y en 1636 a Andrés Hernández, vecino de Moya» (CABALLERO MUJICA, F.: "Aspectos de la vida religiosa en Fontanales", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 26, 1980). 


De la obra citada se extrae además una muy rica información del lugar. De las cuatrocientas fanegadas que formaban el llamado "Cortijo de los Jinjos", doscientas fueron donadas al patrimonio de su hijo el presbítero Juan Mateo de Castro el 17 de enero de 1645 y sus  lindes eran:

«Por la parte de arriba la Montaña de las Arenas de la cumbre, por la parte de abajo la raya de la Montaña de Oramas que solía ser y por un lado tierras que fueron del capitán Miguel de Múxica, Alférez Maior que fue de esta isla, que al presente posee Francisco Rivero, y por la otra parte el lomo abajo desde la Caldera de los Pinos a dar sobre la Atalaya y por su seguimiento el lomo abajo hasta dar a las Masmorrillas de el monte».
 

Las otras doscientas fanegadas permanecieron en el patrimonio del padre Juan Mateo Trujillo y sus lindes eran: «Cortijo de los Jinjos, lindando por una parte con tierras de lizenciado Juan Mateo de Castro, mi hijo, cura del lugar de Moya, y por otras tierras del lcdo. Bernabé de Palenzuela y de Andrés Hernández, vecino de Moya, arriba la gambuesa que dicen de Agua de Fontanales, hasta llegar al Montañón Prieto de la Arena, y por la parte de arriba Las Arenas y Caldera de los Pinos y el lomo abajo de la Caldera a dar donde dicen la Atalaya que viene a juntar este lindero con las tierras del dicho Lcdo. Juan Mateo de Castro y por la parte de abajo un lomito que sale de la fuente de la Yedra a dar con tierras del dicho Lcdo. Juan Mateo de Castro, con una cueva que está en tierras del dicho Lcdo. Palenzuela que dicen Cueva del Guanche sobre la fuente de los Jinjos».
Panorámica (Google earth)

Las antiguas referencias a las "Arenas" son el picón volcánico que conforman el complejo del Montañón Negro, hasta donde llegaba el cortijo en dirección sur ascendiendo hacia la Cumbre, y hacia abajo en dirección norte le pertenecía el conocido como Lomo de la Cruz, dado que las casas de habitación del cortijo las tenía junto a la vieja ermita que construyó, en el centro histórico de Fontanales, según se desprende de sus descripciones:


Espadaña de la ermita (hachePH)
«Sien fanegadas de tierras labradías poco más o menos que tengo y poseo donde disen los Jinjos, término de Fontanales, con dos casas bajas terreras y dos gañanías y una ermita de la abogación de san Bartolomé, dos pomeras de árboles pequeñas que el uno está junto a las dichas casas y el otro junto a la dicha ermita y rededor de ella». La expresión "pomeras" es una voz derivada de "pomar"  que tenía el significado de «El sitio, lugar, ó huerta donde hay árboles frutales, especialmente manzanos» (Diccionario de la Lengua Castellana, Madrid, 1783), significado que sigue inalterable en la actualidad.


En la primera mitad del siglo XVIII las dos propiedades que conformaron el gran cortijo se subdividieron al instituirse distintos vínculos patrimoniales que correspondían a los mencionados padre e hijo, así como hermana y hermanastros de este último: Anastasia de Troya y Castro, Isabel de Quintana y el canónigo Manuel Alvarez de Godoy; quienes nombraron sucesores a hijos y sobrinos que llevaron a la división de la propiedad en distintos cortijos, ocupando el territorio más elevado el llamado Cortijo de la Fuente Fría al sur del Montañón Negro. No obstante la división del patrimonio, gran parte del mismo se concentró por testamentarías en el alcalde de Arucas Francisco Hidalgo de Quintana, hijo del Alférez Esteban González Hidalgo y de Isabel de Quintana, quien recibió todos los bienes en Fontanales de los hermanos de padre Juan Mateo de Castro y Manuel Alvarez de Godoy.


A finales del siglo XVIII, la descripción extensa que nos aporta el entonces propietario del cortijo el presbítero Juan Mateo Hidalgo de Quintana para el sostenimiento de la ermita con una pensión, nos acerca a la interesante evolución toponímica que se produce en el entorno, perdiéndose el topónimo de Los Jinjos para el cortijo:
Casas tradicionales en el Camino Aguas de Fontanales (eluiscabrera)

« ... el rédito de la parte del Cortijo de las Casas en el citado pago (...) donde dicen la Cuevecilla de Dos Puertas, en que entra la Solana de Cazadores (...) la partición que se aprobó con su deslinde y amojonamiento, en escritura otorgada ante el supradicho escribano Don José Cabrera Bethencourt que, según ella, confirma por primer lindero por la parte de arriba la Caldera de los Pinos, por abajo la Degollada del Perulero, línea recta por las veredas que van a dar al Lomito del Perulero, este abajo hasta dar con la barranquera del Valle del Lomo del Negro, donde se halla una peña al fenecimiento de él con una cruz bien señalada, y de dicha peña y barranquera del expresado Valle, línea recta arriba, que va a dar al último majadal de las tierras mencionadas de Cuevecillas de Dos Puertas que va derecho por la Hoyeta de los Cardos a una peña que está en dicho majadal, que es el lindero de un lado, y por el otro, comienzo del camino que viene de Artenara a Agua Fontanal de la Degollada de las Majadillas, lomo abajo, que linda con el Cortijo de Pavón a dar a la Atalaya con tierras de José Rodríguez Moreno, y siempre continuando el dicho lomo abajo hasta el pico de dicha Atalaya, y de aquí al pie del risco de ella lomo abajo a dar al segundo lindero, que es la degollada del Perulero, en cuya parte y número entran las Cuevecillas mencionadas ...».
 
Alpendre-cueva en La Atalaya (Fedac)

Probablemente se diera alguna  fragmentación de la gran propiedad como consecuencia de la obligada extinción de los vínculos por las leyes de Desamortización a mitad del siglo XIX, de la que no hemos podido obtener información.


Ya a finales del siglo XIX y principios del XX, parte de este territorio es adquirido por Juan "el indiano", renombrado como «el Adán de las medianías» que «allá por 1827, un frío 24 de marzo nace Juan Antonio Castellano Yánez (o Yánes). Se decía de él que era un hombre generoso y bien parecido, aunque también se decía que era un juerguista y mujeriego (...).

En su época de soltero, viajaba a la Perla del Caribe (Cuba), donde tuvo su primer matrimonio con la fontanalense Rita Castellano García. En esas tierras caribeñas trabajó duro y amasó una importante fortuna; aunque la leyenda cuenta que en las costas cubanas, mientras trabajaba, encontró un cofre con tesoros escondidos allí por los bucaneros de la época.
Antiguo Camino Real (gc-hans)

Después regresó a Gran Canaria, aunque volvía para atender sus negocios cubanos que tiempo después legó a algunos de sus hijos. Montado en su caballo recorrió las medianías y fue comprando tierras a diestro y siniestro haciendo alarde de su fortuna. Haciéndose dueño y señor de buena parte de Moya.

Sus dominios se extendían desde el Pozo de Guillermo Suárez, en el Barranco del Laurel, Lomo la Cruz, hoy finca de la Heredad de Moya, Caldera de los Pinos, Piletas, Aguas de Fontanales, Lomo del Marco, Casa Encarnada, Cuevas de Arriba y de Abajo, fincas en La Montaña, Moya, y la preciosa casa rodeada de un viejo pinar en Santa Cristina, Sta. Mª de Guía, bien conocida por los habitantes medianeros. Las Cuevas de Fontanales, así como otras parcelas, las cedió a personas que no tenían hogar (redundar sería que este vigoroso hombre con fama de mujeriego, satisfacía sus deseos carnales con las muchachas de estas familias)..» (BALBUENA CASTELLANO J.M.: El indiano Juan Castellano. Patriarca de las medianías, 2005. Citado por AYTO. DE MOYA: Guía del patrimonio natural y cultural de la Villa de Moya, ed. digital, 2012).

Del antiguo topónimo "Perulero", en la actualidad "Pirolero", nos aporta el DRAE su significado «Vasija de barro, angosta de suelo, ancha de barriga y estrecha de boca», diseño que nos aproxima a la cerámica de factura aborigen, de donde sería un vestigio de la presencia de la cultura prehistórica en el lugar con sus vinculaciones a la antes mencionada documentalmente «Cueva del Guanche sobre la fuente de los Jinjos».

Pozo de la Horcajada (larrycardenes)


En el texto que a modo de romancero le dedicara su biznieto Norberto Francisco Castellano Rodríguez en la obra citada, afluyen topónimos que perduran en este lugar: «Que era un terrateniente desde El Cano al Brezal y Lomo de La Cruz Arriba, lindando con Las Cañadas, pasando por Horcajadas, el Nogalillo y Los Charcos; propiedades conocidas todas ellas adquiridas por el Indiano de alegre vida».


Juan el Indiano falleció el 18 de marzo de 1904, después que le robaran y dispararan a un hijo suyo que impidió pagar una hipoteca bancaria, que ante el impago procedió a embargarle alguna de sus fincas, que era la que conforma actualmente la Heredad de Moya.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)