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sábado, 10 de agosto de 2013

CANCELA, LA (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo con el que se conoce una pequeña zona rústica situado en el pequeño valle situado entre San Lorenzo y El Sardo, por donde discurre el antiguo camino real de Las Palmas a Teror.


El lugar fue propiedad de la familia Ponce de León y la más antigua referencia documental del topónimo data del siglo XVIII. Una primera corresponde al testamento de María Ponce instituyendo un patronato el 9 de mayo de 1741, al que vincula una «Suerte de tierra en la Cancela» en San Lorenzo, de tres fanegas y tres celemines, nombrando heredero a su sobrino José Manuel. La segunda es el testamento de Juliana Ponce de León, quien también instituye su patronato el 20 de agosto de 1749, al que vincula una «Suerte de tierra labradía en la Cruz de la Cancela» de San Lorenzo, de tres fanega, y nombra heredero a su sobrino Francisco Ponce de León.

Vincula igualmente otra «Suerte de tierra labradía y "arrifes " en el Corral de los Carneros», también en San Lorenzo, de una fanegada y tres celemines. La Suerte de la Cruz de la Cancela es vendida el 11 de enero de 1865  por el entonces propietario Juan Ponce Guerra al presbítero Manuel Romero Almeida por 4.500 reales de vellón (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).
 
Antigua cancela de la Mayordomía de Tamaraceite (Teodoro Maisch 1928 - Fedac)

En la nómina de alcaldes que tuvo el desaparecido lugar de San Lorenzo se encuentran los siguientes que pueder guardar consaguinidad con esta familia: José Manuel Ponce de León, 1763-1766; Claudio Ponce de León y Naranjo, 1780, 1788-1792, 1801; el arriba mencionado vendedor Juan Ponce Guerra, 1865-1868; Andrés Ponce y Guerra, 1872-1873; y Juan Bautista Ponce de León, 1898-1902 (municipiodesanlorenzo-com).
 

El llamado Camino Real de Teror que pasa por este lugar de La Cancela, era el también usado para los traslados de la Virgen del Pino a la Ciudad, que a su vuelta se iniciaba en las proximidades de la Catedral de Santa Ana, seguía por el Risco de San Nicolás donde conectaba con el camino del Castillo del Rey (hoy de San Francisco), y discurría por los lugares que en la actualidad conocemos como Cruz de Piedra, Lomo Apolinario, La Paterna, Las Tunerillas, Estación Militar, Almatriche, La Cancela, San Lorenzo y Román, y se unía al camino que por el Lomo de la Milagrosa llega a San José del Álamo, Lo Blanco y Miraflor, donde comenzaba el empedrado que llega hasta el Puente del Molino y hasta Teror.
Vista del lugar (Google earth)
La mención que se hace a la Cruz de la Cancela nos acerca a la tradición franciscana de situar una cruz en los cruces de caminos, como aquí ocurre, como también lo fue la "Cruz de Castrillo", hoy conocida como Cruz de Piedra.

En cuanto al término "cancela" para su mejor comprensión hemos de manifestar que su significado ha cambiado con el paso de los siglos. En la actualidad el DRAE  aporta dos acepciones para "cancela",  que etimológicamente viene de "cancel": «1. f. Verja pequeña que se pone en el umbral de algunas casas para reservar el portal o zaguán del libre acceso del público. 2. f. En Andalucía, verja, comúnmente de hierro y muy labrada, que en muchas casas sustituye a la puerta divisoria del portal y el recibimiento o pieza que antecede al patio, de modo que las macetas y otros adornos de este se vean desde la calle».
Antiguo camino real asfaltado (Google earth)

Aunque las influencias andaluzas en Canarias son notables, no es exactamente ese el significado que pudo devengar en topónimo. Si nos aproxima a ello el significado que encontramos en el diccionario de la lengua del siglo XVII:

«CANCEL, la clausura hecha de verjas entrexeridas, o sean de hierro, o sean de palo. Estas defienden la entrada, pero no quitan la vista ni el trato de los dedentro con los defuera, ni impiden el ayre que no cuele la vna parte a otra, las que se ponen en las ventanas, para ver, y no ser vistas las damas, proque a vezes son inuencion de maridos zelosos, se llamaron celogias, en romance. ...» (Tesoro de la lengua castellana, o española, Parte Segunda ..., compuesto por el Licenciado Don Sebastian DE COVARRUVIAS OROZCO, 1673).

Este antiguo significado es bastante explícito y convincente, y al aproximarnos a las tradicionales portadas rústicas de las Islas: «En las rutas principales que comunican el campo con la ciudad o los puertos, especialmente en las inmediaciones a los "caminos reales", encontramos portadas con reminiscencias renacentistas, barrocas o incluso neoclásicas, integradas en el entorno agrícola. Este hecho, intencionadamente, se utiliza como símbolo de realce de las familias que ostentan la propiedad de la explotación, lo que hace que sean elementos genuinos que hoy asumimos como algo que forma parte de nuestra identidad» (ALONSO LÓPEZ, J.M. Y GIBERT BOSCH, D.: Catalogación y Análisis Morfológicos de las Portadas Rústicas del Norte de Tenerife, Sta. Cruz de Tenerife, 2007).

Portada rústica con "cancel" en La Orotava (Alonso López, JM y Gibert Bosch, D)

Pero además, la sustitución de una puerta de madera "ciega" o maciza por una "cancel" respondía también a la voluntad de la propiedad de que "Estas defienden la entrada, pero no quitan la vista ni el trato de los dedentro con los defuera, ni impiden el ayre que no cuele la vna parte a otra", y suponemos lo fuera porque por allí transitaba la imagen "milagrosa de Nuestra Señora", añadiendo un signo de distinción a la familia propietaria de las tierras.

Aprovechemos también esta ocasión para reparar en esa segunda parte del significado de "cancel", donde se nos dice que las "celosías" de nuestros balcones y ventanas tienen su origen etimológico en los "celos" de los maridos que las inventaron.

Además de en otras islas, el topónimo lo encontramos también en el término de Valleseco, al sur de Las Troyanas, donde se da la paradoja de un entorno de sencillos topónimos identificativos en singular como La Cancela, desde El Caserón, La Casilla, La Escuela, La Majadilla, La Meseta hasta La Montañeta, cuyos significados no entrañan mayores averiguaciones.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

jueves, 1 de agosto de 2013

LORETO, PLAN DE (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo con el que se conoce el territorio que siglos atrás fuera conocido como cercado de Loreto, que perteneciera al presbítero Jerónimo del Río Loreto.

Se trataba de un amplio espacio rústico de algo más de siete fanegadas, enmarcado por las montañas de Socorro y de Tafira al naciente, y el lugar de El Piquillo sobre la fuerte rampa de la amplia cuenca del barranco de Guiniguada, atravesado por la Autovía Las Palmas-Tafira (GC-110).

El entorno de Loreto que atraviesa la aurtovía (Google earth)
El topónimo El Piquillo es así conocido por los lugareños al tratarse de una pequeña elevación rematada con un promontorio rocoso o afloramiento volcánico en la actualidad edificado, desde donde se domina todo el cauce medio del barranco Guiniguada junto al que se encuentra el Jardín Canario Viera y Clavijo, panorámica que en la actualidad puede contemplarse desde las terrazas del restaurante del Jardín Canario edificado salvaguardando la arquitectura tradicional canaria.
Cruz de Loreto (crucesgc.blogspot-com)

Desde el lugar de El Piquillo se iniciaba el antiguo sendero que desciende al Molino de Maipez y que pasa muy cerca de la colina de Loreto donde está situada la cruz homónima (SANCHO SORIANO, M.: "Cruz de Loreto", crucesgc.blogspot, 28-jul-2013).

Las más antiguas referencias documentales del antropónimo Loreto las tenemos cuando Dominga Gómez viuda de Sebastián Loreto, en escritura de 6 de febrero de 1703, constituye un patronato con los mucho "censos" (ingresos) por las ventas de sus tierras a rédito anual perpetuo siguiendo los cánones del Antiguo Régimen. De las ventas realizadas en 1648 percibía 6 reales de Beatriz Dantos, 8 de Luisa Sarmiento y 15 de Marcial Rodríguez; De las realizadas en 1650 recibía 10 reales de Miguel González y 15 Gonzalo Hernández en 1650. Nombra sucesor a su nieto Jerónimo del Rio Loreto, y se extinguiera la descendencia de éste y sus hermanos el Síndico del convento de San Francisco de Las Palmas.

Ese mismo día 6 de febrero de 1703 instituye igualmente en escritura otro patronato su hija Mariana Loreto, viuda del Capitán Juan del Río Castillo, con otros censos de las veinte fanegas de tierras vendidas en 1698 por mitad a Vicente Navarro y a Luis Martel Vega, por las que recibe 35 reales  y 25 reales respectivamente. Igualmente como su madre nombra sucesor a su hijo Jerónimo del Río Loreto, entonces clérigo de menores, y a su fallecimiento, sus otros hijos con preferencia del mayor al menor y del varón a la hembra.

El presbítero Jerónimo del Río Loreto,  que alcanzó los cargos de Arcediano de Fuerteventura, Dignidad de la Catedral y Juez Subdelegado de la Santa Cruzada, cuando toma la posesión de los patronatos de su abuela y de su madre con multitud de censos por la venta a perpetuidad de las tierras, vuelve a recuperar las propiedades por medio del sistema de pago aplazado.

Así el 24 de octubre de 1760 en su testamento vincula las propiedades recuperadas entre las que se cuentan siete rústicas de 249 fanegadas y varias casas compradas, patrimonio que alcanza un valor de 663.463 reales de vellón (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).



Subida a El Piquillo (Google earth)
Las casas compradas se localizan en calles y lugares que por su sola mención nos describen buena parte de la Ciudad del siglo XVIII: casas en la calle que sube del Peso de la Harina para San Roque, en la calle Cano, en la plaza de las monjas Bernardas, en la calle Diablito, y otra de alto y bajo en la calle Espíritu Santo; varias en el Terrero, una en la calle que sube a San Justo, otra junto a la muralla del Barranco, y, otra más junto al puente y muralla del Barranco; y por último la casa en la calle de Triana con diferentes viviendas que denominan "El Mesón Pintado".

Interesante es también la descripción de las fincas rústicas que nos dan señas de topónimos próximos al de Loreto, en dirección suroeste hacia el Monte Lentiscal, conocidos en la actualidad como son Vuelta de los Ríos, Finca de los Ríos y La Caldereta, y que nos aproxima a la gran extensión de los bienes vinculados por el presbítero, así como sus aprovechamientos:

«Hacienda plantada de malvasía y vidueño con casas, cuevas y lagar en la Calzada, con 20 días de agua de la que corre hacia el mar. Hacienda de viña inmediata denominada "Caldereta". Cercados de tierra labradía en Tafira. Cortijo de tierra labradía y pastos de ganados con una parte de agua, casa y homo de teja. Cortijo de tierra en los Barrancos. Suerte de tierra con un día y 1 noche de agua del Hto de la Meseta Alta, en Cueva Grande (San Mateo )» (IBÍDEM).



Detalle de panorámica de 1976  (Günter Kunkel - Fedac)
Nombra sucesor a su hermano Manuel del Río Loreto y su descendencia, con preferencia del varón a la hembra y del mayor al menor, estableciendo que si se agostasen se fundaría una capellanía colativa con misa diaria en la ermita de las casas de la Calzada dedicada a San Jerónimo y Ntra. Sra. de la Candelaria. La obligación impuesta a los sucesores de usar y firmar con el apellido "Río" marcará de alguna forma la notoriedad de los mencionados topónimos Vuelta y Finca de los Ríos.

Llama la atención su exigencia de usar y firmar con el apellido Río, cuando el arcediano en sede catedralicia ha usado su segundo apellido, según se desprende del la reseña del Cabildo del viernes 3 septiembre de 1723 "después de Spiritual": «En este cabildo llamado ante diem para nombrar los señores que han de ir de diputación a la festividad de la Natividad de Nuestra Señora a Teror, se acordó por todo el cabildo que se nombra a los señores Thomás Moro, y a los señores Juan Carvajal y Gerónimo Loreto» y otras citas siguientes (DE LA TORRE, L.: "Documentos sobre la música en la Catedral de Las Palmas. 1721-1740", El Museo Canario, nº 57, 2002).



Las propiedades del vínculo de Jerónimo del Rio Loreto
(Espacios Naturales de Gran Canaria)
Respecto a la mención de la ermita y su advocación que se hace en su testamentaría, realizada como hemos dicho en 1760, añadir que en el diario de 1764 de la visita del Corregidor Nicolás de La Santa Ariza y Castilla para la realización de los deslindes, por la crónica del Padre Acevedo de su visita al lugar de La Vega se infiere su buen estado de conservación:

«Presentado, con el motivo de selebrar y authorisar la fiesta que a el otro día se consagrava a la Señora en la hermita sita y contigua a la casa y hazienda de los Señores el Licdo. don Manuel del Río y Loreto y su mujer doña Nicolasa Padilla, ya difunta, padres del mencionado Rvdo. P. Presentado, el qual convidó a el Sr. Corregidor y comitiva para que le acompañaran el día siguiente por la mañana, no sólo a la fiesta, si también al mediodía a la mesa, en la que se selebró un magnífico convite, a el que concurrieron también el Theniente de Cura y ministros de la parroquia, el que cantó la misa en dicha hermita, la que está dotada con la fiesta por los predesesores de aquella Casa y hazienda. Entonado por el Sacristán mayor, acavado el convite, un responso solemne en conmemoración de las ánimas  de los difuntos fundadores» (DE LA ROSA OLIVERA, L.: "Diario de la visita del corregidor La Santa Ariza y Castilla a la isla de Gran Canaria en l764, por el P. Acevedo", Documentos, El Museo Canario, nº 17-18, 1956-1957).

El mencionado reverendo presentado es fray Antonio del Río, hijo de Manuel del Río y Loreto. No debemos confundir las referencias de esta desaparecida ermita, con otra relativamente cerca ubicada en los topónimos actuales de La Capellanía y La Concepción, que fue construida por el Licenciado y Capellán de Santa María en la Catedral, Matías Lorenzo Fernández según hemos informado en la entrada del topónimo de La Calzada a este Blog.


Será en la escritura de división del vínculo del presbítero Jerónimo del Rio Loreto realizada el 17 de noviembre de 1853 cuando se consolide el topónimo de Loreto, al mencionarse explícitamente la finca de 7 fanegadas, 6 celemines y 1 cuartillo descrita como «Cercado denominado Loreto, en Tafira, con una casa de alto y bajo, y medio día y un surco de agua del Heredamiento de Tafira», siendo los poseedores a medias los descendientes de su hermano Juan del Río Castillo y Manuel del Río León.

Vegetación del entorno (Google earth)
El añadido al antiguo topónimo hasta llegar al actual Plan de Loreto se debe a las normas urbanísticas del municipio cuando comienza a definirse el espacio protegido de Tafira al inicio de la segunda mitad del pasado siglo XX, proyectándose en las vertiente de la montaña de Socorro y montaña de Tafira la construcción de algunas viviendas unifamiliares en las tierras cuyos últimos propietarios habían sido las familias Cambreleng y Pavillard, con proyectos realizados por el reconocido arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre que en la primera mitad del siglo había diseñado el barrio de Ciudad Jardín en Las Palmas de G.C.

Las protecciones desde su nacimiento fueron muy restrictivas en cuanto a la calificación del suelo, la definición del tamaño mínimo de las parcelas y su volumen de edificabilidad, así como el respeto a la vegetación y bienes etnográficos preexistentes, trasladándose su espíritu a los sucesivos planes de ordenación del municipio, regulaciones que han motivado sentencias judiciales del Tribunal Supremo para consagrar el grado de protección.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

viernes, 12 de julio de 2013

TESO/S, EL/LOS (VARIOS MUNICIPIOS)

Actualización: 2013/06/18
Topónimo que localizamos en distintos municipios de la isla, en singular y en plural en ocasiones asociado a otro nexo o accidente geográfico.
En singular nos encontramos los siguientes:
  • Teso en Valleseco, al naciente del pago de Barranquillo;
  • Teso de la Bandera, en Las Palmas de GC, en el cortijo de San Gregorio;
  • Teso de los Moriscos, en Moya compartido con Valleseco, cerca de la Cruz y Montaña y de los Moriscos;
  • Teso de Cañada Honda, en Valsequillo, al naciente de la Montaña de Cueva Blanca;
  • Teso de las Tabaibas, en la Vega de San Mateo, junto al Lomo de Enmedio, camino de Camaretas.


Lomo de los Tesos - Tejeda (Patrinet)
Y en plural los siguientes:

  • Los Tesos en Agaete, en la Montaña de las Presas, entre la presa de la Hoya y la presa de la Laguna, al naciente del Cortijo de Sansó; y en Gáldar, al poniente de la montaña de Marrubio;
  • Lomo de Los Tesos en Gáldar, cerca de Los Andenes en la divisoria con Agaete.
  • Lomito de Los Tesos, en Tejeda, al sur de la presa de las Cuevas de las Niñas.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
En este último lugar encontramos un yacimiento arqueológico que según la ficha de PATRINET son dos estructuras tumulares distantes unos dos metros entre sí, de tendencia circular y con gradas concéntricas, con cistas aparentemente cerradas.

Tienen un diámetro entre tres y cinco metros, con algunas piedras desplazadas del lugar. Se trata de un emplazamiento de gran visibilidad, especialmente en dirección noroeste hacia la Degollada del Gigante,  Morro de Santiago, Santidad, Morros de Cruz Grande, Ayacata y el Roque Nublo.

Yacimiento arqueológico en Tejeda (Patrinet)

Si bien es interesante este yacimiento arqueológico, es en concreto el topónimo lo que más nos interesa, y particularmente su origen. El término Teso lo encontramos en el DRAE y nos aporta el significado de «Colina baja que tiene alguna extensión llana en la cima», definición que sustancialmente no ha variado desde el diccionario de la Lengua Castellana del siglo XVII. Esta definición no se ajusta a ninguno de los lugares donde en esta isla se localiza el topónimo.


El Diccionario Básico de Canarismos (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA, Sta. Cruz de Tenerife, 2010) nos aporta una acepción al uso en esta isla y la expresión coloquial de la que se extrae: «2. m. GC.  Terreno de suelo muy duro. En esos tesos se pasan las ovejas días enteros comiendo hierba». Nos aporta igualmente otra correspondiente a la isla de El Hierro: «3. m. Hi.  Terreno que por la composición de su suelo es árido, improductivo». 
 

Altos de Gáldar (M. Rodríguez Medina)
En relación con el topónimo herreño tenemos documentada una aproximación a su origen:

«Habíamos pensado que teso, usado en El Hierro para indicar "terreno muy llano y resbaladizo", por sus semejanzas con "tenso" y "tieso" podía ser forma hispánica. Pero al encontrar topónimos como Tésera "llanada en el camino de Taibique a la Restinga", Teseneita y Tesine, también en parajes llanos, y fuera del Hierro, Tecén (Gran Canaria) con igual orografía, hemos pensado que la voz usual y los topónimos tienen igual valor y carácter indígena» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "Ecero. Notas lingüísticas sobre El Hierro", Revista de historia, nº 74, 1946).

Localizaciones (Espacios Naturales de Gran Canaria)

Trasquilada (M. Rguez. Medina)
Las diferencias en el significado del canarismo en ambas islas, son prácticamente de matices, dado que de un "Terreno de suelo muy duro" se puede concluir que "la composición de su suelo es árido, improductivo".

Y si reparamos en la expresión coloquial de la que se extrae, nos aproxima a los usos pastoriles, es decir, que se trata de un territorio donde a pesar de su "aridez" crece la hierba, y le distingue que no es apto para el cultivo por su "dureza"

Parece tratar de identificar un "coto" exclusivo para el aprovechamiento del ganado, cuya voz puede provenir de la lengua "del tiempo de los canarios", cuestión que no resulta extraña según está documentado:


« En la nueva sociedad que surge en el Archipiélago tras la conquista, la ganadería estará mayoritariamente en manos de los naturales y este hecho hace que algunas de sus voces, relativas a esta actividad, puedan arraigar en el español canario.


Esta contribución léxica se advierte en los términos tafor (también tafó, tafós y tafosa) y belete (también beleté y beletén) 'calostro', amolán 'manteca curativa hecha con leche de oveja o cabra', goro 'pequeño corral hecho de piedras en el que se guardan cerdos u otros animales menores', jaira (o caira) 'cabra mansa', jairamo (también cairamo, carian o cairano y cairán) 'zurrón de piel de cabra', 'mochila o alforja hecha de piel de cabra', baifo (o baifa) 'cría de la cabra', teberite (también chibirito y chiribito)'marca que se hace en la oreja de las reses para identificadas', guanil 'res sin marcar', y gambuesa 'corral hecho de piedras en el que se reúne el ganado'.

Canal Cortijo de Sansó (Fedac)

A estas voces hay que sumar el interesante conjunto léxico de los colores del ganado, característico de la isla de El Hierro: ambracásaca, cómbaca, firanca (o filanca), jórana, manajais (o manajaisa y manajaise), mástuca, mérusa, ómana y pipana » (DÍAZ ALAYÓN, C.: "Canarismos del campo léxico de la ganadería", Revista de Filología U.L.L., nº 10,1991).

Ruta ovejera de Los Tesos de Gáldar a Palomino (Google earth)

Nos ratifica la posibilidad de que se trate algo así como un "coto" ganadero de pasto, es decir, un espacio exclusivo para el aprovechamiento pastoril, dado que cuando se trata de terreno improductivo que no es de uso exclusivo del ganado la voz que en esta tierra se documenta es "arrife", cuyo significado se ha incorporado al DRAE «arrife. 1. m. Can Terreno poco productivo, pedregoso y enriscado, por lo común de poca extensión».
 
Localizaciones (Espacios Naturales de Gran Canaria)

Despeja cualquier duda, su derivado "arrifal" con el significado y expresión coloquial de la que se extrae que dice: «1. m. Terreno pedregoso e improductivo, generalmente cubierto de maleza. En estos arrifales no hay más que tabaibas y lagartos» (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010).


Las descripciones de los términos "teso" y "arrife" que guardan muchas analogías, parece desprenderse pudieran tener su gran diferencia en que el aprovechamiento fuera reservado para el ganado la primera, o no la segunda. Con el paso de los siglos, si bien ha podido variar el  aprovechamiento que asignaban al lugar "en el tiempo de los canarios", la voz se ha mantenido viva, como nos lo acredita el recordado periodista y escritor Francisco Guerra Navarro (1909-1961) en uno de sus famosos cuentos costumbristas: 


Ganado en la Presa de Las Niñas (M. Rodríguez Medina)
« Abrió el hombre la gallera-garito pór Vegueta, en un solar de la calle de García Tello, exactamente donde hoy está el taller de tornería, carpintería y guitarrería -no tienen sino dispensar el verso- de maestro Pancho Rivero.

Instaló en el teso trasero los jaulones de los gallos, dispuso en una habitación delantera un timbeque con sus botellas de cerveza blanca y negra, sus gaseosas, su ron y sus chochos, y ,en otra pieza, también de la entrada, distrlhuyó unas mesas de pinzapo, les largó a las bandas media docena de sillas de Agaete y abrió la puerta» ("De cuando Pepe Monagas no se fiaba de Don José el Espiritista", Cuentos Famosos de Pepe Monagas, Madrid, 1948).

Ganado (Mónica Rodríguez Medina)