En el análisis y estudio de la toponimia
de la isla nos encontramos ante un caso singular por la capacidad de la
sociedad del siglo XX de creación de un topónimo, en un escenario donde todas
las referencias conocen de barriadas, urbanizaciones, calles y avenidas, y poca
dada a reconocer un lugar geográfico por los usos y costumbres de sus
convecinos.
Situando el origen de la consolidación de este topónimo a finales del primer tercio del pasado siglo, el topónimo que nos ocupa de Casa Pastores, debió nacer con el intercalación de la preposición ‘de’ denotando posesión o pertenencia, pues se trataba de una Casa propiedad de Pastores, que como bien dice la RAE sobre los topónimos, aun sin constituir un compuesto univerbal, ha perdido la preposición.
Situando el origen de la consolidación de este topónimo a finales del primer tercio del pasado siglo, el topónimo que nos ocupa de Casa Pastores, debió nacer con el intercalación de la preposición ‘de’ denotando posesión o pertenencia, pues se trataba de una Casa propiedad de Pastores, que como bien dice la RAE sobre los topónimos, aun sin constituir un compuesto univerbal, ha perdido la preposición.
Cuevas del Barranquillo del Polvo (Jurria Humiaga) |
Y el topónimo aparece precisamente en un
territorio donde otros topónimos con anterioridad se crearon por las historias
del siglo XVIII de aquellos vecinos de Agüimes que por estas tierras traían a
pastar sus ganados de cabras y, en menor medida para cultivos, quienes llevaron
a cabo el histórico Motín de Agüimes
contra la posesión de las tierras dadas a Francisco
Amoreto, que llevaría a un pleito ante el Consejo de Castilla, donde el
“vecindario” fue defendido por el doctoral Mendoza, historia que dio origen a
los topónimos ya tratados en este blog de Vecindario
y El Doctoral.
De alguna manera o por un casual, de
aquellos acontecimientos vividos por pastores, dos siglos después las nuevas
generaciones de vecinos que tienen su morada en pequeñas casas terreras,
aprecian la prosperidad que ello se supone en comparación con una cueva
convertida en vivienda por una pareja de pastores, y la identifican como Casa Pastores.
Interior casa-cueva del Barranquillo del Polvo (Jurria Humiaga) |
El topónimo lo localizamos como un pequeño
barrio entre el Cruce de Sardina al
naciente y Sardina al poniente, al
sur del Barranco del Polvo cuyo cauce
le separa del Llano del Polvo. Su
creación como topónimo y barrio nace en la práctica con la llegada y
asentamiento del matrimonio formado por María
Rodríguez Martel y Manuel Guedes
López, ambos pastores, él descendiente de generaciones de pastores, de las
tierras de pastores en La Pasadilla,
y ella de piqueros y poceros, a quien mencionamos primero no sólo por ser mujer
madre de catorce hijos, sino también por lo que contaban sus deudos:
«¿usté cree que las pastoras pasaban menos
trabajos que el pastor? Las pastoras pasaban mas trabajo que el pastor porque
las pastoras tenían que ayudarle al marío, hacerle la comía, lavarle la ropa, y
había que ...y atender a los hijos. Eran unas esclavas porque en ese entonces ...en
el fuego había que ajuntá la leña, y el fogal era un fogal de piedra... ponían
unas piedras y hacían el fogal y antonces allí hacían la comía, en el fogal...
llegaban los maríos ...le ponían la mesa. Como venían yelaos o cansaos, comían
y alli se acostaban en la cama... y la mujer atendiendo lo demás» (GONZÁLEZ, 2005, p. 7).
Ortofoto de Casa Pastores (IDE Gran Canaria) |
El barrio nace a partir de los primeros
establecimientos próximos al lugar de muy pocas familias, pero serán los
asentamientos definitivos de los pastores la que dará notoriedad al mismo.
«Este
precoz poblamiento no llegó a producir más que un pequeño núcleo de importancia
secundaria, siendo las cuevas utilizadas principalmente por pastores que
apacentaban en las montañas circunvecinas.
En
el Barranquillo de las Cuevas, Nuevo o del Polvo, los censos electorales de
1909 y 1918, señalan respectivamente la residencia de tres y un jornaleros
(son, en 1909, Juan Cardero Judas, José León y José Sánchez Estupiñán).
En
1927, se producen nuevos asentamientos de pastores en la margen derecha del
Barranquillo del Polvo, frente a la Hoya de la Negra, dando lugar al núcleo de
Casa Pastores (Las familias de José Pérez y Antonio y Manuel Guedes) que,
ampliado por sucesivas parcelaciones, ha constituido el nexo urbano entre
Vecindario y Sardina…" (GONZÁLEZ RODRÍGUEZ,
2001, p. 681).
María y Manuel (Federación de Salto del Pastor Canario) |
Como bien cuentan también «antes araban
las tierras y había viento y no era too sino polvo» refiriéndose a esos
topónimos ‘del Polvo’, barranco,
llanos, y barriada todos derivados de la voz de siglos atrás para reconocer
esas tierras muy finas que con los fuertes vientos habituales en la zona antes
que los paramentos de la construcción dificultaran su tránsito, eran trasladadas
por la fuerza eólica haciendo imposible la visión y la propia vida, son tierras
residuales de la erosión no sedimentadas, sin olvidar que nuestro ilustre y
desparecido geógrafo defendía su teoría:
«Más
arriba de la unión con el Barranco del Polvo, el barranco de Balo ensancha su
lecho extraordinariamente. Indudablemente este amplio estuario, debió ser un
suelo lagunar cuando el volcán de Arinaga le cerró el paso al mar después de su
erupción» (BRAVO EXPÓSITO, 1964, Tomo II, p.
108).
La "trashumancia" de la vida de una familia de pastores |
Pero como muchos que subsistían de su
trabajo, en muchas ocasiones por el trueque del producto de su ganado por otros
productos que precisaban para su sustento y la supervivencia de una familia ya
numerosa, en tiempos muy difíciles, cuando las islas padecían no sólo el
desabastecimiento, y también gran parte de su población el trabajo en el campo
por la caída de exportaciones como consecuencia de la Gran Guerra (1ª Guerra
Mundial, 1914-1919).
Pensamos que de alguna manera decidieron
acercarse con su ganado a lugares donde pudieran haber vecinos que les
compraran con dinero sus productos, y así emprendieron una larga trashumancia
siempre en el entorno de barrancos o tributarios del Barranco de Balos, así llamado aguas abajo, aguas arriba Barranco de los Corralillos, siempre
dirección al Sur, donde pararon y nacieron sus gemelos María y Manuel.
Fachada del Centro de Interpretación (Ayuntamiento de Santa Lucía) |
Manuel Guedes, hijo (Izuran) |
Él, su marido y sufridor compañero de
oficios, padre de sus tantos hijos, se había dejado llevar por la mejor
iniciativa de la matriarca y se habría ganado el título de ‘cho’, aquel que
aquí en esta tierra se daba a las buenas gentes por sus saberes adquiridos en
la universidad de la vida. Cuando se alinearon otras casas a ambos lados de la
suya, a su calle la bautizarían la del “Buen pastor”, y no era para menos. A
partir de ese momento, el origen del topónimo bien pudiera deberse a la cueva de
enfrente que fue casa de los pastores, o bien que lo fuera por la nueva casa de
los mismos ya en el lugar que ocupa el barrio, indiscutible respuesta de
aquello que forjó la memoria colectiva de los convecinos de entonces.
El tercer hijo de los pastores, Maestro Manuel Guedes Rodríguez,
fallecido el 7 de enero de 2007 y fuente oral del artículo de El Mentidero de nuestra bibliografía,
además de pastor fue un gran experto y maestro en el garrote de pelea,
aprendido de sus tíos y tíos abuelos, en sus propias palabras unos «garrotistas
del diablo», siempre preconizando su uso como elemento de defensa, aunque en alguna
ocasión se vieron obligados a recurrir a esa buena vara de acebuche en defensa
de sus intereses entre pastores (IZURAN, 2007).
El 28 de junio de 2013 se inauguraba el Centro de Interpretación del Pastoreo, ubicado
por su propia historia humana en Casa Pastores, donde fueron los
últimos asentamientos de pastores entre Vecindario
y Sardina, si bien la presencia de
pastores en las primarias tierras de realengo ya fueron aprovechadas desde la
prehistoria de la isla por los aborígenes que dejaron sus huellas de goros y majadas, y después en los primeros siglos de su historia tras la
conquista, disfrutando de tales derechos como vecindario de Agüimes mediante el pago de un canon al Cabildo
General.
Fue precisamente el establecimiento de
este canon, aunque no se pagara en algunos tiempos por la precariedad económica
de los pastores, la legítima defensa que permitiría que el Doctoral Mendoza hiciera valer los derechos del vecindario sobre las tierras que se
adjudicó por sus privilegios Francisco
Amoreto, tal como se ha contado al principio.
Grupo escultórico de homenaje al pastoreo (La Provincia) |
En la rotonda de entrada al barrio se
encuentra también un grupo escultórico representativo del pastoreo. Quizás
sería procedente para mayor reconocimiento del mérito y sacrificado arte del pastoreo
en la isla, que las denominaciones de las pocas calles del barrio guarden
relación con este oficio tan noble, con el recuerdo de los pastores de la isla
y su particular entorno, herederos universales de aquellas extraordinarias
dotes naturales que los aborígenes tenían y que fueron muy valoradas por
conquistadores y colonos que arribaron a la isla.
Localización (IDE Gran Canaria) |
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