El barranco nace en la Hoya de los Cardos, al pie del Lomo de la Almagra, junto a Cercado de Bastiana, atravesando Artazo y recibiendo las aguas de sus
tributarios el Barranco de Artazo y
el Barranquillo de los Peralillos, para llegar junto al Roque Maninidra donde acaba aportando
sus aguas al Barranquillo de Bracamonte para llevarlas hasta el Barranco
de Agaete, a la altura de la Casa Romántica.
Está
documentado que las tierras de estos lugares fueron repartidas a partir del
segundo cuarto del s. XVI, el topónimo creemos se debe a los descendientes del regidor
y conquistador Juan Mayorga, quien
conociéndose que estableció su residencia en Gáldar, había recibido otras tierras
a finales del siglo anterior en el entorno entre San Lorenzo y Tenoya.
«Según el libro
de Repartimientos, en 13 de julio de 1485 se repartió el Valle de Tenoya desde
la acequia vieja a la parte de la Villa del Real […] “Juan de Mayorga, Regidor, Conquistador, 15-6-1485. Y luego este dicho
día se fizo una suerte de tierra de una peonía en que ovo cinco aranzadas de
tierra de regadío, que es desde peonía que es de Ibone de Armas hasta llegar al
camino que va de esta Villa del Real de Las Palmas al lugar de Arucas, y llega
por la parte de encima a la acequia y por la parte de abajo al dicho arroyo, la
cual se dio al dicho Juan de Mayorga, Regidor”» (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, 1987, págs. pp. 257-258) .
Ya fallecido, dichas tierras habían pasado
a la titularidad de Catalina Guerra según
se desprende de la reformación de las aguas del Heredamiento de Tenoya realizada por el licenciado Zárate en 1506:
«Los
que han de gozar de la dicha agua son los siguientes: “Primeramente a Catalina
Guerra mujer de Juan de Siberio, una suerte de tierra de 5 aranzadas, la cual
fue de Juan de Mayorga […] Juan de Mayorga é Juan de Ariñez por él, dos suertes
y media”» (IBÍDEM, p. 260-261).
Los topónimos que
encontramos junto al cauce de este Barranco
de Mayorga, nos aproximan a tierras que fueron repartidas entre los
naturales de la isla, descendientes de aborígenes, a partir de los
repartimientos del segundo cuarto del s. XVI, resolviendo así la presión a que
fueron sometidos por los colonos-pobladores que los desplazaban de las tierras
bajas con mejor aprovechamiento agrícola, como ya hemos tratado en distintas
entradas a este Blog: Artazo,
Cercado de Bastiana,
Maninidra
y Samarrita.
La hipótesis de tierras de un
descendiente del conquistador y regidor Juan
de Mayorga, como ya se ha dicho en un territorio en aquellos tiempos
poblado por naturales de las isla descendientes de aborígenes, obliga a conocer
algo más del conquistador, de sus relación con el grupo étnico aborigen, de sus
descendientes y las posibles relaciones de sangre que pudieron facilitar a alguno
de ellos a este lugar, tan identificado con los descendientes de Fernando de
Guanarteme. Conozcamos la reseña compilada de su persona.
«Abreu lo cita como uno de los primeros
regidores de Gran Canaria. Conquistador de Gran Canaria, de los llamados de las
Islas. Hijo de Francisco Mayorga, converso, hermano de Inés Mayorga, c. con
Pedro Mayor, de las Islas.
Vecino de Lanzarote en 1475, fue testigo
en la escritura de poder otorgada por los vecinos de Lanzarote en favor de Juan
Mayor y Juan de Armas, el 21 de agosto de 1475. En 1478, después de la Pesquisa
de Pérez de Cabitos, se unió a la conquista de la Gran Canaria. Se avecindará, acabada
la conquista en el año 1483, en la zona de Gáldar. Regidor de Gran Canaria en
1485, será uno de los alcaldes mayores de la villa Real de Las Palmas durante
el gobierno de Vera, periodo de 1483 a 1485, por lo que durante la residencia
de éste fue procesado en 1491-1492. Se le acusaba de haber liberado a dos
presos En la RC de septiembre
1492 se ordena que sea enviado a la Corte, ya que ha sido condenado en
residencia por su labor como alcalde. Se le acusó de haber liberado a un
somético [sodomítico] llamado Francisco y al portugués Juan, que estaba
detenido por robar una casa. En 1485 recibió, en repartimiento,
tierras, solares y aguas en el término del Real de Las Palmas. En 1506 recibió tierras
en el barranco de Tenoya [sic]. Murió antes de 1502, ya que en febrero de 1502
aparecen sus herederos habiendo vendido tierras a Batista de Riberol.
Casado con Juana Bolaños. Hijos: I. Francisco Mayorga, c. con Catalina
Michel. II. Francisca de
Mayorga, c. con Alfonso [Alonso] Rodríguez de Palenzuela. III. Isabel. IV. Juan de
Bolaños» (CEBRIÁN LATASA, 2003, pág. p. 332) .
Horno de pan (Fedac) |
En
relación con la compilación de datos de la fuente anterior, llamamos la
atención que
cuando dice “en 1506 recibió tierras en el barranco de Tenoya”, no cabe tal
posibilidad porque ya era fallecido. Posiblemente confundió la fuente con la
desposesión de sus tierras por la reformación del licenciado Zárate a la que ya
nos hemos referido. La certeza de su fallecimiento en 1502 la tenemos
acreditada por el siguiente documento:
«1503,
febrero 6, lunes.
Toma
de cuenta al honrado Pedro López de Sevilla, tesorero de la santa compusyçión
en el obispado de Canaria, por el reverendo señor don Alonso Bibas, prior de la
Iglesia de Canaria y comisario de la dicha santa compusyçión. Ha recibido lo
siguiente, de las personas que se indica […] Juana de Bolaños, testamentaria de
su marido Juan de Mayorga, que mandó dar de limosna a la santa cruzada 1.200»
(LADERO QUESADA, 2004, pág. p. 270) .
Antes
de seguir avanzando en las dudas que nos invaden en cuanto a la identificación
de su descendencia, veamos primero de su ascendencia, pues será muy importante
conocer de algunos detalles.
La
misma fuente bibliográfica anterior aporta los datos compilados de quien se
cree pueda ser su padre Francisco de
Mayorga:
«Abreu lo trae como conquistador de Gran
Canaria y sirviendo de padrino y tutor espiritual de la hija del Guadarteme de
Gáldar. Casado con Juana Bolaños. Cfr. op. cit., libro II, cap. 25. Es error
por su padre o su hijo Juan».
Ya
detecta el error, al estimarlo casado con Juana
Bolaños, que es el nombre también de la mujer de Juan de Mayorga, de donde la información del padre o del hijo es
incorrecta. Y ello acontece porque en distintas crónicas históricas se
atribuyen a Francisco de Mayorga
hechos que corresponden a Juan de Mayorga,
y así en la narración cuando se trae a colación el nombre de su mujer, se menciona
a Juana Bolaños. Se tiene la relativa
certeza de la presencia en las islas de Francisco
de Mayorga por distintos documentos, sin que puedan determinarse sus
tiempos de vida, pero nada más. Es sabido que los cronistas del s. XVI
utilizaban multitud de fuentes, en su gran mayoría orales, y ello propiciaba la
difícil identificación de los protagonistas de sus crónicas cuando los
antropónimos eran coincidentes y era la expresión más acostumbrada de entonces.
Entre
esas menciones tenidas como erróneas, veamos aquella que más nos interesa
por
lo que vamos a contar de este topónimo.
«La hija del Guanarteme de Gáldar don
Fernando, que se decía Tenesoya, llegada fue al real de Las Palmas, la
entregaron el obispo don Juan de Frías y Pedro de Vera, a Francisco de Mayorga
y a Juana de Bolaños su mujer, para que la doctrinasen. Quiso luego ser
cristiana. Baptizóla el obispo don Juan de Frías; llamóse doña Catalina. Fueron
sus padrinos el gobernador Pedro de Vera y Francisco de Mayorga, y su mujer
Juana de Bolaños. Fue casada esta doña Catalina con don Fernando de Guzmán,
hijo de Alonso de Guzmán, nieto de Fernán Pérez de Guzmán, señor de Vatres y
Alcubillete [Alcaudete] del reino de Toledo, de quien vienen los Guzmanes del
pueblo de Gáldar» (ABREU
GALINDO, 1977, pág. p. 235) .
Entre
las Notas que incluye al pie el profesor Alejandro
Cioranescu en la misma página dice:
«Francisco de Mayorga parece ser error,
por Juan de Mayorga, vecino de Lanzarote en 1475, conquistador de Gran Canaria
y regidor de su primer cabildo en 1484 (cf.239.27), alcalde mayor en 1491 y
fallecido, según parece, por 1505 o 1507 [sic]. Fue casado como aquí se indica,
con Juan de Bolaños, de cuyo matrimonio tuvieron a Francisco de Bolaños; a
Francisca de Bolaños, casada con Alonso de Palenzuela; a Isabel y a Juan de
Bolaños. Sin embargo, de los documentos resulta la existencia tanto de un Juan
de Mayorga como de un Francisco».
Es
importante que retengamos esta aclaración y así entender con claridad el texto
que reproducimos de otra crónica posterior del s. XVII.
Ya
en relación con su descendencia, y con respecto a su cuarto hijo, puede que sea
la misma persona llamada Juan de Mayorga,
que en la puerta de la “yglesia del señor
Santiago” de Gáldar, el 7 de enero de 1536, contradice la solicitud de data
de tierras en Valsendero de Alonso Medina, alegando que “entre los dos barrancos diciendo ser suyas” (RONQUILLO RUBIO & AZNAR VALLEJO, 1998, pág. p.
93) ,
de donde tenemos el testimonio de ser estante en Gáldar.
Aparentemente
no cabe la posibilidad que este Juan de
Bolaños o de Mayorga sea descendiente
de Inés Mayorga, supuesta tía del
conquistador Juan de Mayorga, casada
con Pedro
Mayor en sus segundas nupcias sin descendencia. Pero sí fue por el cónyuge
de esta tía-abuela por donde alcanza la familia el vínculo de sangre con los
naturales descendientes de canarios ilustres.
«Grancanario prehispánico, conquistador
de Tenerife. Criado de Lugo. Vecino en El Realejo de Abajo, Taoro, aunque pasó
gran parte de su tiempo en Abona -Chimiche, Río de Arico y Tajao- donde tuvo su
majada de ganado cabruno. Se encuentra suficientemente documentado, aunque no
se han conservado testimonios suscritos en las escribanías de Taoro. Sí, en
abundancia, los de su descendencia. Recibió tierras y aguas en Taoro -Realejo e
Icode de los Trigos-, Güímar y Abona. AMLL.
Era hermano de Diego Mayor, y tal vez
también lo fuera de Francisco Mayor. Primo de Alonso Díaz. Casó con Marina
Fernández, hermana de Constanza Fernández y de Hernando Guadarteme.
Hijos: I. Catalina Mayor, c. con Andrés Sánchez, Diego Romero y Luis
Hernández, carpintero. II. Juana
Mayor, c. con Juan Delgado. III.
María Mayor, c. Hernán Sánchez y Alvaro Gallego. IV. Juan Alonso (Debió nacer en Gáldar hacia el año 1495),
c. con Leonor Hernández, hija de Fernando Guadarteme, tío del propio Juan, y de
la esclava guanche Inés. V. Pedro
Hernández, c. con Antonia González.
Una vez viudo, casó con Inés Mayorga,
hermana de Michel de Vera y de María de la Torre, pasando a vivir en la villa
de Gáldar, donde murió en el año 1521. Ante Alonso de San Clemente, el 27 de
julio de 1516, fs. 268r/272v. AHPLP. No tuvo hijos en este segundo matrimonio» (CEBRIÁN LATASA, 2003, pág. p. 332) .
Y
decíamos aparentemente no cabía fuera descendiente de Inés Mayorga, tía de Juan de
Mayorga si fuera hermana de Francisco
de Mayorga, supuesto conquistador y padre de aquel, como se dice al
principio; y nos asaltan dudas, pues no concuerda que si fuera la hermana de su
padre, sea la misma Inés Mayorga que
se casó con el canario Pedro Mayor,
de la que se documenta después es hermana de Michel de Vera y de María de
la Torre.
Entiendo
que se esté confundiendo a dos Inés
Mayorga, de distintas generaciones, y además, que de la tía del
conquistador Juan de Mayorga puede
haber otra línea de descendencia que pasó a Tenerife:
«Luis
de Mayorga parece proceder de Gran Canaria; por la edad que declara, debió de
nacer en 1482. Era estante en Tenerife en 1507 y vecino en 1520, cuando le
dieron en data una fanega de tierra …» (CIORANESCU,
1975, pág. p. 82).
Tenemos otra referencia más sobre Ynés
Mayorga que aparece como acreedora de Catalina
Hernández Guanarteme, hija de Fernando
de Guanarteme, según su testamento de 10 de abril de 1526 (LOBO CABRERA, 1980, pág. p. 147) , de donde concluimos
que no es coetánea con la tía de Juan de
Mayorga, por ser hermana de su padre según se dice.
Y para más abundar, otro documento notarial
de 1550:
«Y
porque en el testamento de 4 de diciembre de 1550 la vecina de Gáldar Inés de Mayorga
nombraba heredera usufructuaria a su hermana María de la Torre y, a su muerte,
al síndico Damasio Andrés 21».
La antes dicha nota 21 a pie de página dice
además de tierras en Artazo:
«A.H.N. Sección Clero, libro 2352, 1701, ff.
14 r. y ss. A la muerte de Simón González, esposo de María de la Torre, los
bienes de Inés de Mayorga y de María de la Torre fueron inventariados y
transferidos a los síndicos con la obligación de que éstos socorrieran al
convento y a sus frailes en el orden y manera que dispusiera el Padre Guardián,
además de que se les dijera una misa rezada cada semana. Otorgó última voluntad
de 4 de diciembre de 1550 en presencia de Alonso Sánchez. Posteriormente, las
veinte fanegadas de tierras en Artaso fueron vendidas por Damasio Andrés
Barreto Martín a censo perpetuo a Gonzalo de Quintana el mozo y a Ana de
Betancur con las 3 doblas de tributo, según la escritura dada por Diego de
Flores de San Juan el 14 de enero de 1567» (CRUZ Y SAAVEDRA, 2008, pág. p. 46) .
Cueva-alpendre y bebedero (Fedac) |
Y otra nota más del anterior autor e
investigador que hace referencia al año 1562 en relación con esta última Inés
de Mayorga:
«A.H.N.
Sección Clero, libro 2352, 1701, ff. 14 v.o. A raíz de la solicitud que hizo de
las memorias de Inés de Mayorga y María de la Torre, debido a la pérdida de los
instrumentos ocasionada por el desgraciado incendio que afectó al recinto el 26
de enero de 1562» (IBÍDEM, p. 49).
Y si bien ya tenemos una pista cierta de quien eran las tierras por la que discurre el
Barranco de Mayorga en Artazo, sigamos avanzando con los descendientes. También
tenemos otra línea de los Mayorga,
como es el caso de Diego de Mayorga
casado con María Hernández, estantes
en la Ciudad Real de Las Palmas en 23 de enero de 1516/1518 (¿?), en cuya
nómina también encontramos el matrimonio de formado por la hija del
conquistador Juan de Mayorga, Francisca de Mayorga y Alfonso Rodríguez de Palenzuela (LOBO
CABRERA & RIVERO SUÁREZ, 1991, pág. p. 109) .
Al igual que tenemos al hijo de Juan de
Mayorga deteniendo a un morisco converso fugado, por los “riscos de Gáldar” cerca
de la costa, pudiendo ser en los altos del fondeadero del Juncal dado que tenía sus tierras en el camino a Agaete.
«4.
1511, 17 de mayo-l512, 6 de septiembre. Proceso contra Alonso de Fátima,
morisco converso, vecino de la isla de Lanzarote, por fugarse de las cárceles
secretas del Santo Oficio, donde estaba preso acusado de hereje y apóstata. Fue
localizado en los riscos de Gáldar por Francisco de Mayorga con el que sostuvo lucha
y antes que lo prendieran se arrojó al mar» (RODRÍGUEZ, 1969, pág. p. 131) .
Para no alejarnos de nuestro relato,
expongamos de cuándo viene la especial e importante relación que mantuvo Juan de Mayorga con Fernando de Guanarteme, de afinidad más allá de la buena vecindad,
que debió prender entre ambas familias lazos de afectos y reconocimientos
recíprocos, que de alguna forma unieron a sus respectivas familias de forma
tal, que en los tiempos próximos al centenario de la conquista en que los
naturales fueron hostigados por los colonos-pobladores, extranjeros a todos los
efectos como los Mayorga, permitieron
no sólo que convivieran muy próximos, sino además seguir manteniendo y
fortaleciendo esa especial afinidad, más allá de los vínculos de sangre que ya
existieron. Acudimos así al relato de otro cronista histórico del siglo XVII, primero
conociendo como fue apresado Juan de
Mayorga por los aborígenes, de su liberación y después ampliando con mayor
detalle el mismo momento antes recogido por ABREU Y GALINDO, y todo ello
volviendo a confundir al personaje de Juan
de Mayorga con Francisco de Mayorga.
«Dieron muerte este día a ochenta
cristianos, y cautivaron mas de ciento; y así mismo se levantaron con treinta
muchachos, hijos de hombres principales de lo mejor, y más lucido de la isla de
Lanzarote, que los había dejado Diego de Herrera en rehenes de la amistad y paz
que habían concertado; en los cristianos que cautivaron este día, fué preso
Francisco de Mayorga alcayde de la torre el cual llevaron a su rey D. Fernando
Guanarteme que lo tuvo en mucha estimación, como a caballero principal, y él se
lo agradeció como adelante se dirá». (SOSA, 1849, pág. p. 74) .
«Llevó Guanarteme por interprete a un
caballero español llamado Francisco Mayorga, que sabia muy bien la lengua
canaria, por haber estado mucho tiempo cautivo asistiendo al rey D. Fernando
Guanarte el bueno en Galdar. (este caballero era alcalde de la torre de Gando
cuando la tomaron los canarios) Bautizóse pues, y fueron sus padrinos los
señores reyes católicos.» (IBÍDEM, p. 114).
«Su magestad hizo merced a Francisco
Mayorga, que fué por lengua, y interprete de D. Fernando Guanarteme, del
alguacilazgo mayor de la isla gran Canaria. A D. Fernando Guanarteme, hizo
también merced en dicha isla de los valles y términos de Aumastel y Gaayedra, y
entonces Guadayeda, que hoy está corruto el nombre que fué lo que pidió el
dicho D. Fernando al Rey. Este solo término de Guadayeda. Guayedra, le quedó,
porque como murió después en la conquista de la isla Tenerife, y no dejó hijo
varón, se perdió lo demás viniendo a poder de otros» (IBÍDEM, p.
115).
«Hecho este concierto, los capitanes
recogieron su gente y marcharon al Real de las Palmas, confiados y seguros de
la palabra de los canarios que jamas faltaría, por ser de lo que mas se
preciaban. De allí a poco vinieron los canarios y trageron consigo, con mucha
veneración a su señora. Traíanla cuatro hidalgos de cabellos rubios, puesta
sobre unas andas, vestida de un zamarro de pieles curiosamente dispuesto y
labrado, que la cubría toda, tocada como cristiana y bien prendida a su uso.
Adornada de muchas curiosidades, que tenían habidas de los cristianos. Venían
sus dos tíos; el Faican de Galdar y el de Telde á los lados, mas no parejos, con
ella, sino algo hacia atrás. La demás gente principal é hidalgos, de los que
podían traer cabellos largos, unos acompañándola adelante, y otros sirviéndola
á tras con mucha gravedad y compostura modesta.
Supo Pedro de Vera, su llegada, y con
notable alegría, juntamente con los demás capitanes, oficiales y soldados del Real,
les salieron a recibir con mucha diligencia al camino que viene de la Ciudad de
Telde; y estando todos juntos, después de haberse unos a otros cortejado con
muchas reverencias, y cortesanias, los dos Faicanes por intérprete llamaron al
capitán Pedro de Vera, y delante de todos le dijeron.
“Aqui os entregamos nuestra reina y señora
en nombre del rey de España, en cuyo lugar estáis, para que la tratéis como á
hija del rey Guanarteme el bueno, que era el verdadero señor, y rey de esta
tierra é isla, para que la deis en guardia á cristiano que sea noble; y la
tratéis bien como á persona tal”.
Pedro de Vera, lo aceptó y prometió hacer
con juramento. Estaba presente Francisco de Mayorga alguacil mayor por S. M. y
alcalde también puesto por Pedro de Vera. Fué el primer alcalde que hubo en la
isla, el cual le pidió para tenerla en su casa; Pedro de Vera se la dio con
mucha alegría de todos los canarios, que ya le conocían, por haber estado
cautivo en poder del rey su padre D. Fernando Guanarteme el bueno, que le
cogieron en la torre de Gando, de donde era alcalde, cuando la tomaron los
canarios; y como fué tan bien recibido, y tratado del rey, asi lo pagó á su
hija él y Juana de Bolaños su muger en el regalo y tratamiento que le hicieron.
Pozo y estanque (Fedac) |
De allí á poco se bautizó, y fueron sus
padrinos Rodrigo de Vera, hijo de Pedro de Vera, y el mismo alcalde mayor y su
muger. Bautizóla el Sr. obispo D. Juan de Frías en la iglesia de S. Antonio
Abad, que fué la primera del leal de las Palmas, y en donde estuvo muchos años
la clerecia, hasta que después se fabricó la Santa iglesia catedral. Pusola su
señora por nombre Doña Catalina; seria entonces de edad de diez años poco mas,
era muy blanca y rubia, que entre los canarios gentiles se tenia por grande
bizarria: era hermosa y discretamente honesta, estuvo en casa del alcalde
Francisco de Mayorga, hasta que vino de la isla de Lanzarote, á morar á esta de
gran Canaria Maciot de Betancurt, y su muger Luisa de Betancurt, su prima-hermana,
sobrina del rey D. Fernando Guanarteme el bueno, aquella varonil señora del
rescate de los 113 cristianos, que se volvió otra vez á Lanzarote después de
haberlos rescatado. Esta señora su prima, la llevo á su casa, y la trató como a
hermana, que como á tanto se amaban las dos primas. No podian estar apartadas,
hasta que tuvo edad para casarse, y la casaron con un caballero Toledano
llamado Fernando Guzman, hijo de Alonso de Guzman y nieto de Fernando Pérez de Guzman,
señor de Bates y Alcaudete, cuyos descendientes son los Guzmanes que viven en Galdar» (IBÍDEM pp.
123-124).
Se entenderá que fue muy próxima la relación,
y aunque se quisiera ignorar la interpretación del profesor Alejandro Cioranescu, tanto fuera Francisco como Juan de Mayorga superó todas las expectativas entre un natural de
la isla con una arribado extranjero, hecho que de alguna manera se contraponía
a las noticias de la captura de aborígenes para su venta como esclavos.
«Esta sugestiva explicación de Marcy
tropieza con las ideas de Wöffel sobre la actuación de los obispos; y no
advierte la abundante venta de esclavos menores de edad, conocida por los documentos
de Valencia, Sevilla, etc. pero tiene a su favor datos ciertos, como la entrega de la Princesa
Tenesoya a Mayorga …
» (MARCY, 1962,
pág. p. 257 np. 41) .
Pero toda duda en cuanto a quien fue el
primer alcalde del Real de Las Palmas, nos la aporta un documento oficial de un
procedimiento iniciado:
«343.
1492 Septiembre (s.d.). Zaragoza (f. 97). Incitativa a Francisco Maldonado, juez
pesquisidor de la isla de Gran Canaria, para que ordene a Fernando de Trujillo
y a Juan de Mayorga, alcaldes que fueron de Pedro de Vera, gobernador de la
isla, que comparezcan ante el Consejo Real, por haber sido culpados en la residencia
de dicho gobernador, con licencia para poder prenderlos y enviarlos, a sus
costas, ante el Consejo, en caso de que no entreguen fianzas suficientes. Don
Alvaro. Decanus hispalensis. Johannes. Antonius. Petrus. Mármol » (AZNAR VALLEJO, 1981, pág. p. 70) .
También el apellido Mayorga llegó al nuevo mundo descubierto de las Américas, de la descendencia
del regidor, haciendo honor a aquello que acreditó el ancestro durante la
conquista de la isla. Como es el caso de un homónimo suyo que fue también
conquistador por aquellos lares:
«Lucas
Fernández de Piedrahita y Fray Pedro Simón corroboran que con don Alonso Luis
Fernández de Lugo se enrolaron en Canarias "gente noble y común",
"algunos de los soldados de más porte de las Islas, y personas de mucha
experiencia, como Juan de Mayorga, antiguo conquistador de Cubagua"» (MORALES PADRÓN, Canarias en los Cronistas de Indias, 1964, pág. p. 218) .
En 1541 en esa expedición a América del
Adelantado fueron cantadas las gestas del oriundo de la isla
«Lugo
[Alonso Luis de] dispone que los expedicionarios queden bajo el mando de dos
capitanes veteranos: Martín López y Juan de Mayorga, de quien dice Castellanos
[Juan de CASTELLANOS, Elegías de varones ilustres de Indias, Madrid, B.A.E.
1852]: (BORGES, 1974,
pág. p. 176)
“Juan de Mayorga, hijo, semejante
En discreción, honor, virtud, proeza,
Que vive y es persona señalada
En este Nuevo Reino de Granada.
Persona de mí harto conocida
Pues ví que en escuadrones de Belona
Ha servido muy bien toda su vida;
Y sirve hoy a la real corona”.»
Ya más tarde, de las veinte fanegadas de
tierras en Artaso que pertenecieron a
los bienes de Inés de Mayorga, quien
el 4 de diciembre de 1550 nombró
heredera usufructuaria a su hermana María
de la Torre, viuda de Simón González,
que recibió en donación el Convento de
san Antonio de Padua de la orden franciscana en Gáldar, nos queda como
testimonio de un noble apellido en el topónimo del Barranco de Mayorga, dentro de un territorio de tierras rojas en el
que encontramos algunos más recientes bienes etnográficos, como una cueva
horadada como alpendre, con su trabajoso bebedero labrado en la tosca, un horno de pan rematado con su boca rematada en piedra, o un viejo pozo con
su estanque construidos con el canto rojo de Gáldar, tratando de encontrar en
las entrañas de la tierras las cada vez más difíciles aguas de riego.
Algún día nos descifrará algún genealogista por qué línea de los Mayorga llegamos a los ascendientes de esta Inés de Mayorga, hermana de Michel de Vera y de María de la Torre, que casó con el viudo Pedro Mayor estantes en la villa de Gáldar, de la que tenemos distintas noticias prestando dineros a los naturales de la isla en Gáldar, entre ellas Catalina Fernández Guanarteme. Está documentado que los tres son sobrinos de Juan de Guzmán y Juan de la Torre, grancanarios que participaron en la conquista de la isla de Tenerife, ambos sobrinos de Juana "la Canaria".
Juana "la Canaria" es Abenchara (HERNÁNDEZ BAUTISTA et GARCÍA TORRES, 2015), la guayarmina de Gáldar que fue anteriormente esposa de Thenesor Semidan, después bautizado Fernando Guanarteme, madre de Guayarmina y otra hija de nombre aborigen desconocido, bautizadas Margarita y Catalina Hernández Guanarteme. Repudiado su esposo, casa, sin haber enviudado, con un noble indígena que es el que huye dando lugar al segundo cautiverio, esclavizada por Pedro de Vera quien la vendió en Jerez de la Frontera porque su marido, el desconocido noble indígena, se negó a ir en cabalgada a Tenerife. Obtuvo su ahorramiento en 1491.
Juan de Guzmán se casó con la grancanaria Marina Sánchez y después con Catalina Femández, viuda del grancanario Pablo. Su primera mujer trajo al matrimonio un entenado llamado Pedro Texena. Juan de la Torre se casó con la grancanaria Inés de la Torre, con la que no tuvo hijos, quien trajo también al matrimonio al entenado Agustín de Torres (CEBRIÁN LATASA, 2003, pp. 262 y 450).
Presuponemos y todo parece indicarlo, tuvieron algún tipo de relación por vínculo de sangre o afinidad: de una parte, con Hernando de Guzmán, casado con Masequera o Mastegena, bautizada Catalina de Guzmán, hija del último guadarteme Egoniga Semidan, y por tanto sobrina nieta de Fernando de Guanarteme. Y de otra, con los varias veces nombrados Juan de Mayorga y Juana de Bolaños. De los naturales de la isla en esos tiempos, poco podremos saber, dado lo que nos cuentan las crónicas históricas de sus costumbres.
Algún día nos descifrará algún genealogista por qué línea de los Mayorga llegamos a los ascendientes de esta Inés de Mayorga, hermana de Michel de Vera y de María de la Torre, que casó con el viudo Pedro Mayor estantes en la villa de Gáldar, de la que tenemos distintas noticias prestando dineros a los naturales de la isla en Gáldar, entre ellas Catalina Fernández Guanarteme. Está documentado que los tres son sobrinos de Juan de Guzmán y Juan de la Torre, grancanarios que participaron en la conquista de la isla de Tenerife, ambos sobrinos de Juana "la Canaria".
Juana "la Canaria" es Abenchara (HERNÁNDEZ BAUTISTA et GARCÍA TORRES, 2015), la guayarmina de Gáldar que fue anteriormente esposa de Thenesor Semidan, después bautizado Fernando Guanarteme, madre de Guayarmina y otra hija de nombre aborigen desconocido, bautizadas Margarita y Catalina Hernández Guanarteme. Repudiado su esposo, casa, sin haber enviudado, con un noble indígena que es el que huye dando lugar al segundo cautiverio, esclavizada por Pedro de Vera quien la vendió en Jerez de la Frontera porque su marido, el desconocido noble indígena, se negó a ir en cabalgada a Tenerife. Obtuvo su ahorramiento en 1491.
Juan de Guzmán se casó con la grancanaria Marina Sánchez y después con Catalina Femández, viuda del grancanario Pablo. Su primera mujer trajo al matrimonio un entenado llamado Pedro Texena. Juan de la Torre se casó con la grancanaria Inés de la Torre, con la que no tuvo hijos, quien trajo también al matrimonio al entenado Agustín de Torres (CEBRIÁN LATASA, 2003, pp. 262 y 450).
Presuponemos y todo parece indicarlo, tuvieron algún tipo de relación por vínculo de sangre o afinidad: de una parte, con Hernando de Guzmán, casado con Masequera o Mastegena, bautizada Catalina de Guzmán, hija del último guadarteme Egoniga Semidan, y por tanto sobrina nieta de Fernando de Guanarteme. Y de otra, con los varias veces nombrados Juan de Mayorga y Juana de Bolaños. De los naturales de la isla en esos tiempos, poco podremos saber, dado lo que nos cuentan las crónicas históricas de sus costumbres.
«Su modo de contraer matrimonio era: En agradando
al varón alguna mujer fuese doncella, viuda ó repudiada de otro, pedíala á sus
padres (si los tenía) y si ellos consentían, sin otra ceremonia ni concierto
quedaban casados con el consentimiento de ambos. Y tenían las mujeres que
querían y podían sustentar, y como el casamiento era fácil de contraer,
fácilmente se dirimía: porque en disgustando el mando de la mujer, ó al contrario,
la enviaba á su casa, y ella podía casarse con otro sin incurrir en pena, y él
con otra las veces que se le antojaba: y los hijos de aquel matrimonio
dirimido, ó divorcio, eran tenidos por no legítimos, y así, llamaban al tal
hijo “Achícuca” y á la hija “Cucaba”» (ESPINOSA,
1920?, p. 48).
Localización (IDE Gran Canaria) |
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