Topónimo
ribereño situado en la costa noroeste de la península de La Isleta, que hemos de definir dentro del grupo de antro-topónimos
guardando relación con la característica abrupta de su suelo desigual que ocasionaba
cortes y heridas sangrantes a todo aquel que se atreviera a transitar descalzo
por ella.
Llama
la atención que es la única “punta”
de La Isleta cuya denominación
responde a este grupo de topónimos relacionados con los seres humanos. Todas las demás “puntas” costeras pertenecen a la clase
de geo-topónimos, y en particular relacionados con la morfología del
territorio. Siguiendo la dirección de las agujas de un reloj, de naciente a
norte, encontramos las siguientes: Flaca,
Gorda, del Confital, de los Acantilados, y de la Agujilla, el extremo más
septentrional de la península.
Ortofoto de Alta Resolución (IDE Gran Canaria) |
Desde el principio que los topónimos son en sí
mismo un sistema de información, esta particularidad del topónimo de Punta del Sangriento, distinto de los formatos normalmente utilizados por los lugareños, nos trasmite la veracidad en
cuanto al abrupto suelo y a la peligrosidad que entraña su andadura por el
mismo.
Con
respecto a las restantes “puntas” de La Isleta, decir que no se cataloga
ninguna en la costa de poniente, si bien la llamada en la actualidad La Punta, al norte de la Baja del Palo donde nace el nuevo muelle
de atraque en el Puerto de La Luz, situada
entre El Nido y la desaparecida Playa del Cebadal, era conocida como Los Pollos, nombre que obedecía a la localización
de las crías de gaviotas y otras aves marinas por ser el lugar donde anidaban.
Todo
el suelo de la Punta del Sangriento
es lávico, de origen volcánico, y en la corta distancia que la separa de la Punta de Los Acantilados, encontramos
aquello que algunos llaman popularmente “Los
Órganos de La Isleta” (topónimo no catalogado por el Instituto Geográfico
Nacional), porque su relieve tiene las
mismas formas en mucha menor dimensión que Los
Órganos localizados en la costa noroeste de la isla de La Gomera, ocupando éstos últimos una extensión aproximada de unos
doscientos metros y sus columnas prismáticas alcanzan hasta los ochenta.
Los apodados "Los Órganos de La Isleta" (Tomás Ortega - CGC) |
Las
Punta de los Acantilados y Punta del Sangriento se encuentran entre
Los Albarderos, al norte, y, La Estancia y el Charco de los Pescaditos, al sur. Al poniente de estas puntas encontramos las antiguas Lomas Coloradas, hoy bajo el topónimo de El Colorado, y la Montaña
Pelada, y algo más al noroeste la Montaña
del Faro, dos de los dieciséis conos volcánicos de las distintas fases
eruptivas que dieron lugar a la península de La Isleta, la última hace unos 36.000 años según los expertos.
La
teoría que sustenta estas formas prismáticas en las rocas es que la viscosidad
de las lavas dificultó su ascenso por el tubo volcánico y su posterior expansión,
dando lugar a formas achatadas llamadas “cúmulo-domos”
por los vulcanólogos. Con el paso de los siglos, la erosión desprendió la capa
más frágil que las recubría y aparecieron los pitones o roques. A continuación,
la erosión marina puso al descubierto su interior de disyunción columnar geológica, un tipo de “diaclasados” debido a la
rotura de la roca basáltica durante el proceso de enfriamiento en opinión de
los vulcanólogos.
Como
ya se ha dicho, no son de la grandiosidad de las localizadas en La Gomera, son
algo así como su miniatura, pero en cualquier caso aportan una gran belleza al
paisaje natural y conforman por sí mismas, en unión de los restantes elementos
volcánicos de La Isleta y sus
distintas formas con chimeneas volcánicas, cilíndricas y
lineales llamadas “diques”, conos de
picón y malpaíses de lava, además de la contemplación de la alineación de los muchos
conos volcánicos de distintas edades, todo ello en la proximidad de la Ciudad,
el mejor espacio y aula natural para llegar a conocer algo más sobre el
nacimiento geológico de las islas.
Localización (IDE Gran Canaria) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario