lunes, 2 de abril de 2012

ALDEA BLANCA (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Con este topónimo era conocida toda la margen derecha del barranco de Tirajana antes de su desembocadura. Es bastante antiguo pues es mencionado en la data solicitada por el regidor y lincenciado Francisco Pérez de Espinosa al Cabildo el 6 de mayo de 1555, cuando pide: «... çien hanegadas de gierra en las hoyas de Arinaga lindera por una parte tierras de Juan Velez de Valdivieso y por parte de arriba un corredor de gran Canaria que va junto al camino por donde van al aldea blanca hasta dar el barranquillo que viene del barranco hondo a dar a las mesas de Arinaga ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Cantonera del lugar (Patrinet)
Hasta el siglo XIX el topónimo abarcaba hasta la caleta, junto a las salinas de Francisco Amoreto conocidas como «de la Caleta», más al sur del Castillo del Romeral. Hoy cuando se habla de Aldea Blanca se hace referencia al caserío de ese nombre, en la margen sur del barranco de Tirajana, justo enfrente de El Doctoral, que está en la margen norte.

Fue a partir de 1612 cuando los vecinos de la Villa de Agüimes, Juan Alonso Romero, alcalde ordinario de dicha villa, y Lope Franco, comenzaron a trabajar las tierras que poseían en dichos lugares. Juan Alonso en las tierras de Sardina y Lope Franco en las de Aldea Blanca, propiedades que adquirieron por datas del Cabildo secular (obispado) de la isla y por compras a otros vecinos. En 1616 ambos tenían sorribada y preparada para el cultivo gran parte de los terrenos.

En 1644, estos propietarios en Sardina y Aldea Blanca se vieron sorprendidos por la denuncia del Fiscal de la Real Audiencia de Canarias, quien les acusaba de que las tierras y aguas que tenían no eran de su propiedad, pero tuvieron sentencia a su favor en 1645. La Heredad Sardina-Aldea Blanca, constituida en Agüimes en 1617 para mutua defensa de los fundadores, dejó pronto de ser una sola Heredad. Ya en 1691 aparece, por una parte, la Heredad de Sardina con su propio Alcalde de aguas y, por otra, la Heredad de Aldea Blanca con el suyo.


Acequia de la heredad (Patrinet)
En 1712, las dos heredades discuten sobre los linderos de sus respectivas madres de agua. La Heredad de Aldea Blanca -cuyo alcalde en este momento era Sebastián León– abrió una zanja «… que está por encima de la madre de la acequia de la Aldea, de suerte que comienza a medio barranco con poca diferencia y va a finalizar a la misma parte donde se parte el agua con Sardina…». Al sentirse perjudicada, la Heredad de Sardina, gobernada por Mateo Lorenzo, denunció a la Heredad de Aldea Blanca ante la Real Audiencia, que sentenció el caso el 1 de junio de 1712 argumentando que la zanja abierta por esta última no perjudicaba en nada a la primera.

El poblado de Aldea Blanca, con el correr de los años, fue creciendo lentamente; pero sus vecinos jamás pensaron en construir iglesia debido quizás a la proximidad de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Casa Condal de Juan Grande.

Fuente: IDEE Instituto Geográfico Nacional

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