viernes, 27 de abril de 2012

CANTERAS, PLAYA DE LAS (LAS PALMAS DE GC)

El nombre de la playa siempre ha estado vinculado a La Barra, una roca sedimentaria de arenisca y deposiciones calcáreas, que discurre en paralelo a la orilla, proporcionándole abrigo frente al oleaje del norte y confiriéndole una personalidad propia. Antiguamente se la conocía como playa del Arrecife, debido a que La Barra emergía del agua como un arrecife.


Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
La Barra es producto de la lava arrojada en su momento por la erupción de los volcanes de La Isleta. El aprovechamiento extractivo del basalto de este arrecife durante siglos pasados motivó que la playa recibiera la denominación de Las Canteras.


La barra de Las Canteras (elambienteenmedio-es)
Posteriormente, fue explotada como cantera para extraer la roca arenisca que se destinó, entre otros usos, a numerosas construcciones de la ciudad, como la primera fachada de la Catedral de Santa Ana y las anteriores Casas Consistoriales destruidas por un incendio, así como a la construcción de las típicas «pilas canarias» o piedras destiladeras. En recuerdo a esta práctica, ya abandonada, pervive hoy el nombre de playa de Las Canteras.

Pila de destilar agua
Pedro Maffiotte Arocha (1816-1870), uno de los fundadores de la Academia de Bellas Artes y un febril aficionado a la arqueología, ya decía que «… una de las propiedades de la citada arenisca es la de endurecerse a la intemperie, circunstancia que la hace muy propia para emplearla en las construcciones civiles. Se puede citar como ejemplo el antiguo frontis de la Catedral de la Ciudad de Las Palmas en Canaria que se ha destruido recientemente con motivo de la reforma que ha sufrido este edificio. Las puertas y ventanas de los torreones, los peldaños de las escaleras y los escudos y adornos conservaban sus aristas tan vivas como en el momento en que fueron labradas...».
Peña de la vieja (Ana Padorno en Panoramio)
Hasta la desaparición del Ayuntamiento de San Lorenzo en la primera mitad del s. XX , una parte de la playa era conocida, primero popularmente y después oficialmente, como Playa del Carmelita o también como Playa de Tamaraceite, y su lindero estaba en la caseta de amarre del cable telegráfico que conectaba con la isla de Tenerife, justo enfrente de la denominada Peña de la vieja.

Detalle de Las Canteras en 1895 (Fedac)
En la antigüedad tuvo su aprovechamiento como antiguo puerto y era  llamado El Arrecife. Esta bahía protegida por La Barra tiene tres entradas al norte que apenas alcanzan los tres metros en bajamar. En el siglo XVI, aunque el fondeadero fue definido como muy bueno, la falta de conocimiento del emplazamiento del arrecife con la marea alta podía hacer el acceso muy peligroso.

La playa en 1910 (Fedac)
La bahía está protegida de los vientos del Sureste, Sur y Suroeste, por lo que se puede fondear en el exterior del arrecife, donde se dispone de fondos de arena. Sin embargo, en aquella época, cuando se levantaba viento del Norte o Noroeste había que abandonarlo, porque podía acabar hundiendo los navíos.

Barquillas en La Puntilla 1950 (Fedac)
No obstante, las embarcaciones pequeñas podían penetrar dentro de los arrecifes, donde quedaban protegidas de cualquier temporal, de ahí que también se utilizase como zona de reparación para los barcos pequeños. Por el contrario, si se trataba de grandes embarcaciones, el oleaje inutilizaba la zona como fondeadero.

La urbanización de la ribera de la playa a partir de finales del siglo XIX, que alcanzó su mayor nivel de construcción en la primera línea en el ecuador del pasado siglo XX, comportaría con el paso de los años la interrupción del movimiento dunar que con los vientos dominantes trasladaba las acumulaciones de arenas hacia el istmo en dirección a la playa de Las Alcaravaneras, formando un amplio campo de dunas que llegaba más allás del antiguo barranquillo de Santa Catalina.


Sorprendente bajamar de 2012 donde se aprecia la acumulación de arenas (Rubén Grimón)
Esta alteración ha comportado uno de los mayores problemas de la playa dado que la construcción de la avenida y edificios ha provocado que los aportes naturales de arena se acumulen en la ribera de playa y el fondo protegido por La Barra, alterando el habitat preexistente. Para paliar esta situación se llevan a cabo extracciones de volúmenes de arena de forma controlada.

Ortofoto (IDEE Instituto Geográfico Nacional)

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