lunes, 9 de abril de 2012

ARUCAS

Municipio situado a 17,0 kilómetros de la capital provincial e insular, en una altitud media de 240 metros sobre el nivel del mar, y de 33,01 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 2,1% del total de la isla.

Topónimo aborigen. Las primeras referencias históricas de la antigua Arehuc o Arehucas se remontan a algunos años antes de la conquista e incorporación de Gran Canaria a la Corona de Castilla, a finales del s. XV. En la época prehispánica era un asentamiento de población agrícola agrupado en torno a su fértil vega, que tenía su cabecera en la falda de su montaña y poblados de costa, comprendiendo las tierras entre los barrancos de Azuaje y Tenoya-Teror, con importantes recursos de explotación agrícola intensiva y de regadío.



Vista aérea de la iglesia de San Juan (fotosaereasdecanarias-com)
«... Los estudios arqueológicos llevados a cabo por el Dr. Pedro González Quintero de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en el yacimiento denominado La Cerera (que se ubica en la prolongación de la calle General Palafox, entre las calles Dr. Fleming y Cerera), han documentado que ya desde el siglo IV d.C. la población indígena de Gran Canaria se había asentado en lo que hoy es una parte la Ciudad de Arucas y, es muy probable, que ya existiera un pequeño poblado prehistórico en siglos anteriores. Este asentamiento indígena era denominado en el antiguo idioma de los canarios como Arehucas (así aparece citado en las crónicas de la Conquista de la isla), o con algún nombre parecido a éste. Según el filólogo Juan Álvarez Delgado, este término se traduciría como lugar de la cresta o de la trenza, en alusión a la montaña. El antiguo poblado parece ser que fue destruido, tal vez, por las huestes del conquistador Juan Rejón sobre 1479, si bien no se han encontrado pruebas materiales al respecto.

Esta entidad poblacional se estableció por los estudios realizados por el autor, principalmente en la falda sur de la Montaña de Arucas, así como, en menor medida, en la fachada sureste y suroeste de dicha montaña (desde la Hoya de San Juan hasta la Hoya de la Campana y desde la Capellanía Grande, hoy Recinto Ferial, hasta El Camino de La Cruz y El Tabaibal-El Pedregal, hoy calle Dr. Fleming y alrededores), debido, sobre todo, a una serie de condicionantes geográficos que hacían posible el establecimiento y perpetuación de un asentamiento humano: presencia de agua, de pastos, de zonas aptas para el cultivo (terrazas, etc.), cuevas naturales, posiblidad de horadar cuevas artificiales, presencia de aceptables temperaturas y precipitaciones, orientación a la luz, confluencia de varios pisos de vegetación de los que se pueden extraer madera, productos medicionales, combustible, recursos alimenticios, etc.

Yacimiento La Cerera (arqueologiaypatrimonio-blogspot)
Según los estudios llevados a cabo por el autor, en estos últimos años este núcleo poblacional estaría conformado por la presencia, sobre todo, de casas de piedra seca y de cuevas naturales, asociadas (en algunos casos) a una serie de estructuras de piedra seca que se corresponderían con ciertos espacios domésticos en los que la población realizaría toda una serie de actividades cotidianas (como ocurre, de manera especial, en la zona denominada La Capellanía Grande, hoy Recinto Ferial).

Por lo que todos los datos parecen apuntar que el antiguo poblado de Arehucas no se asentaba en lo que hoy es la Hoya de San Juan, sino sobre todo en toda la falda Suroeste y Sureste de la Montaña de Arucas. Este poblado estaría influenciado y condicionado por la presencia de la laguna de Arucas, que ocupaba de las actuales Vegas de Arucas.

Arucas 1890 (Ojeda Pérez L. - Fedac)
 Además, hay otro dato, cuando en 1945 Sebastián Jiménez Sánchez expuso que el famoso tibicena y el ídolo de la mujer peinada fueron localizados en Arucas, dijo textualmente, en relación a la figura del tibicena:  "que tan extraña pieza fue hallada en el propio término municipal de la ciudad de Arúcas (sic), en el lugar donde según las viejas crónicas tuvo asiento el poblado aborigen canario de Arehucas, en una de las lomadas y laderas de la Hoya de San Juan colindantes al Barranco de Las Vegas, en donde actualmente se alza el importante distrito urbano de Montaña Cardones"» JIMÉNEZ MEDINA, Antonio Manuel (2002): El poblamiento prehispánico en Arucas: una propuesta de interpretación del uso, aprovechamiento y gestión del territorio. Memoria de Suficiencia Investigadora. ULPGC - FGC, Inédita.

La antigua población fue aniquilada en la primera incursión que hizo Juan Rejón en 1479. Dos años después, el célebre caudillo Doramas perdía la vida en la conocida «Batalla de Arucas» a manos de Pedro de Vera, sucesor de Juan Rejón. La conquista de Gran Canaria terminó en 1483 y, ese mismo año, comenzaron los repartos de tierras y aguas en la comarca de Arucas entre los conquistadores: Tomás Rodríguez de Palenzuela, Juan de Aríñez, Lope de Sosa, Juan Siberio y Hernando de Santa Gadea, entre otros.


Presa 1906 (Alonso García L Fuente: Fedac)
Las favorables condiciones naturales del territorio y la importante presencia de recursos hídricos determinaron el temprano éxito del cultivo de la caña de azúcar, lo que provocó la construcción de varios ingenios. En 1503, la fundación de Arucas era un hecho al configurarse el primer núcleo de población en torno a la antigua Ermita de San Juan. En 1515, la ermita fue constituida en Parroquia por el obispo Fernando Vázquez de Arce.

A partir de 1572, los grandes propietarios de tierras Pedro de Cerón y su esposa, Sofía de Santa Gadea, instituyeron el Mayorazgo de Arucas, que marcaría la pauta socioeconómica del término hasta mediados del s. XIX. Tras la venta del Mayorazgo en dos lotes a Bruno González Castellano y Alfonso Gourié Álvarez, y a partir de los distintos remates de desamortización de donde emerge la burguesía aruquense, se impulsará una agricultura intensiva.

Casco histórico 1925 (Adolf Jessen Fuente: Fedac)
Esta circunstancia coincidió con la implantación del monocultivo de la cochinilla en la isla, inaugurando todo ello un período de gran prosperidad económica y de desarrollo agrícola y urbanístico. En esta segunda mitad del s. XIX, se roturan nuevas tierras y se suceden los cultivos en distintas etapas de auge económico. A la cochinilla siguió el resurgir de la caña de azúcar y, en menor medida, el tabaco. Algo más tarde se introduce el plátano, que alcanzará su mayor expansión durante el s. XX.

En esta misma época y bajo los auspicios principales de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, se consolida una complejísima red de canales, acequias, cantoneras y embalses, en sustitución de las antiguas acequias de barro y argamasa que darán lugar al cultivo de regadíos.

La iglesia en  1925 (Fernando Baena - Fedac)


Las transformaciones arquitectónicas y urbanísticas del actual Casco Histórico se inician a finales del s. XIX, en 1894 la Villa de Arucas obtiene el título de «Ciudad», y el auge de los cultivos en los comienzos del XX determinarán el desarrollo urbanístico y demográfico de la ciudad y el inicio de la construcción de su llamada "catedral".

Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional)
Sobre la historia de Arucas he escrito el libro "Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense", en edición digital del Ayuntamiento de Arucas, disponible también en la Memoria Digital de Canarias, cuyo acceso es el siguiente enlace:

MDC Silencios rotos : el desflorillado de la historia aruquense

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