domingo, 6 de mayo de 2012

CASTILLOS, LOS (ARUCAS)

Actualización: 2013/04/06
Este topónimo corresponde al barrio situado junto a la carretera de Arucas a Teror (GC-043), próximo al barrio de El Palmar de Teror y comunicado con este último por el viejo Camino Real de Arucas a Teror. El topónimo tiene su origen en la propiedad de las tierras que fueron de José del Castillo Olivares Falcón, heredero del último sucesor Fernando del Castillo, quien vendió el 27 de diciembre de 1877 la «Suerte de labradío en El Palmar de 55 fanegadas» a Manuel Hernández Pérez que se encontraba de tránsito en Cuba.

Hay una referencia documental que hace mención a la desaparecida "Cruz de Castillo", que posiblemente pudo poner en El Picacho de la Montaña de Riquianez el propietario de las tierras, mencionada cuando se describe en el camino de Primera Categoría llamado de Teror, y que en dirección Sur al trazar su recorrido partiendo del "pueblo" dice «Pasa los portales en direccion á la Cruz de Castilla ó Barranquillo del Pino donde enlaza con el que viene de Teror», estableciendo su recorrido en un cuarto de legua, aparecido en el Boletín Oficial  de Canarias, números de finales de febrero y primeros de marzo de 1865.


Toda esta amplia zona se denominaba en la antigüedad como El Palmar, diferenciándose distintos sectores como son Las Huertas de El Palmar, ubicadas en las rampas del barranco del Pino y los Llanos del Palmar, que pudieran ser lo que en la actualidad se conoce como Los Castillos.

Acueducto (Fedac)
En las Ordenanzas del Cabildo de 1531, cuando se describe el camino de Teror a Arucas se dice textualmente: «...  el camino adelante a los sylos de Terore linde las tierras de Baeça que van por las cabecadas de Baeça a dar a la fuente de los Laureles y toda la dicha vereda hasta el camino que va de los engenos de Arucas a dar a la madera del barranco de Firgas que es en la montaña e coman en toda la montaña de Doramas ...».

Se localizan en el texto Los Silos de Teror, muy cerca de Guanchía, las tierras y cabezadas de Baeça que quedan al poniente de El Palmar y Los Castillos, las tierras con hoy conocidas como El Escobonal, y la Fuente del Laurel que no ofrece dudas.

Con posterioridad el largo recorrido del camino a través de La Cruz de Firgas para salvar el humedal de Las Vegas de Arucas,  aconsejarían la alternativa de un nuevo camino desde el actual Los Castillos y por la falda de naciente de la Montaña de Riquiánez hacia la Santidad, siguiendo el recorrido de la Acequia de El Pino que llega a Montaña de Cardones. En su recorrido regarían las 98 fanegadas de la "hacienda de Doña Ana" que darían origen al topónimo de Doñana muy cerca de este lugar.

Lavaderos (Fedac)
Al Nordeste de Doñana se localiza el topónimo Los Palomares que siguiendo el patrón toponímico de la isla podría concluirse se trata de cuevas de habitación de uso aborigen, que estarían en la proyección de los topónimos de Los Andenes y Las Cuevas en Santidad y de un posible poblado de barranco aborigen.

Aún se conservan las ruinas del acueducto de la segunda mitad de siglo XIX, si bien se mantienen en pie dos tramos de tres y cinco arcos que se encuentran separados uno de otro. Los arcos son de medio punto y de igual abertura. Las dovelas de los arcos son de cantería y el relleno entre arcos, así como la formación de la canal, son de mampuesto con barro. La directriz del acueducto es curva, adecuada al antiguo camino que bajaba hacia Santidad.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

sábado, 5 de mayo de 2012

CASTILLEJOS, LOS (ARUCAS)

El topónimo de este lugar debe su origen según algunas fuentes en unos castilletes o baluartes de naturales o construídos que los aborígenes canarios habían acondicionado para protegerse de las incursiones bélicas y con finalidad defensiva.

El lugar se encuentra en una pendiente situada en la prolongación de la calle Fray Tomás de Berlanga, que es la que comunica la Hoya de San Juan con el Camino de La Cruz y con Las Chorreras o Meleros.


Promontorio El Picacho (google earth)
Al margen que los conquistadores castellanos al contemplar los distintos promotorios rocosos existentes en el lugar, muchos de los cuales han desaparecido tras la construcción de viviendas en el lugar, manifestaran que le inspiraban a los "castillejos" que se encuentran en distintos lugares de la península, las noticias del descubrimiento ocasional de restos humanos en los años 70 u 80 del pasado siglo sustentan la teoría de investigadores arqueológicos por su similitud con el término "castillete" con el que se conocen los túmulos de Los Tabaibales en Mogán con cistas en su interior. Ello unido a la costumbre de los conquistadores castellanos de añadir el sufijo -ejo a las construcciones "del tiempo de los canarios" sustenta la teroría.


Lo que no parece sustentarse es vincular estos promontorios de escasa altura a su utilización defensiva por los aborígenes; han dejado buenas muestra en la isla que su sistema defensivo se fundamentaba en la construcción de sus cuevas de habitación y silos en los riscos de difícil accesibilidad y a través de estrechos andenes o veriles.


El Picacho (Patrinet)
Sus construcciones conocidas siempre fueron documentadas por los castellanos como cuevas, caserones, paredones y acequias con el añadido "de los canarios", dejando así constancia indiscutible de su origen, y en escasas ocasiones utilizan el término "castillete".

Aunque en la actualidad están muy transformados por las edificaciones realizadas, en este lugar destacaban dos prominencias o morretes orográficos junto al sendero por donde se accede al llano del Camino de La Cruz.

Lavaderos (Fedac)
Este lugar está inmerso en las proximidades donde se llevaron a cabo las primeras investigaciones arqueológicas en Arucas, desde la hipótesis de que el asentamiento aborigen de Arucas se situaba en la Hoya de San Juan. Con posterioridad fue descubierto el yacimiento de La Cerera y los restos encontrados en la Capellanía Grande que no han sido investigados.

Su antigüedad está acreditada en distintas fuentes documentales, encontrándose por ejemplo en la testamentaría de Petronila Cabrera Vargas, del 24 de octubre de 1767, que incluye entre sus bienes «Cercado de los Castillejos, bajo de riego con “arrifes”».

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

viernes, 4 de mayo de 2012

CASTAÑO, EL (SANTA BRÍGIDA)

Entre las reglas toponímicas nos encontramos la referida a los llamados fito-topónimos que tienen su origen en los nombres de plantas, entre ellas los árboles que por su gran porte la memoria colectiva de los lugareños, e inclusive los visitantes viajeros ocasionales, consideraron que era un elemento suficiente para localizar el lugar.

Es el caso de un árbol introducido en las islas siglos atrás, el castaño (Castanea sativa Miller), que prefiriendo los suelos frescos y sueltos de climas húmedos, se adapta perfectamente a los microclimas que se encuentran en algunas zonas de la Isla, como es el caso de nuestras medianías, y particularmente el territorio de Santa Brígida. El castaño creó paisajes, propició costumbres de excursionistas para asilarse en su sombra, su fruto sustituyó a la papa en los potages cuando la hambruna apretó, e inclusive se convirtió en una hoja del calendario que nos avisa que ha llegado noviembre para celebrar los finados.

Vista del lugar del Dragonal (Google earth)
Como topónimo, lo lo encontramos dando nombre a pasajes y lugares en Arucas, Moya, Telde, Teror, y como no, Santa Brígida donde lo tenemos por partida doble y alguno más perdido en el tiempo.
En nuestro ascenso desde el nivel del mar, lo encontramos primero situado en la carretera de San Lorenzo a la Casa del Gallo (GC-308), muy próximo al Dragonal y al Jardín Botánico Viera y Clavijo, es un enclave relacionado con árboles introducidos, y muy cerca de donde fue creado ese Jardín donde viven gran número de los endemismos canarios y macaronésicos.

Localización cerca del Dragonal (Espacios Naturales Gran Canaria)

Después lo encontramos pasando Santa Brigida, junto a la carretera que conduce a San Mateo, y cerca de donde descansan los finados o "finaos" en el Cementerio del municipio. Aquí va acompañado del epíteto de Alto, pues no en vano hay que subir una pequeña cuesta para acceder a él.

 

Cuenta el cronista Pedro Socorro Santana que a principios del siglo  XVIII, la denominada hacienda del Castaño era propiedad del regidor perpetuo del Cabildo de Gran Canaria, Francisco de la Cruz Betancort y Quintana, la cual estaba entonces plantada de trigo, según manifestó en su testamento,  realizado en Las Palmas el 28 de abril de 1707, ya viudo de Antonia de Flores y Figueroa, reconociendo que pagaba una pensión al monasterio de San Bernardo, donde su hermana Catalina de San Leonardo era religiosa profesa:



«Declaro que de la hazienda que llaman del castaño pago trescientos y mas rrs. a el monasterio y monxas de Nuestro Señor San Bernardo y en cuenta de ellos tengo dado a don Francisco de Casares, su sobrino, veinte fanegadas de trigo que le parece fue a precio de catorce rrs. y medio la fanegada».



Subida al Castaño Alto en 1930 (Fedac)
A su muerte la hacienda fue heredada por su nieto Vicente Romero Jaraquemada, el primogénito de su hija Josefa de Bethencurt y Quintana, casada con el capitán de artillería de las islas, Luis Romero Jaraquemada. Aproximadamente en 1745 la hacienda era propiedad del capitán de las milicias Fernando Gaspar Calimano Nardari.


Dividida la finca con posterioridad, en la zona alta de la finca a partir de 1862, con la llegada de los ayuntamientos constitucionales, se construyó el cementerio municipal, quedando el topónimo de El Castaño Alto.

La zona baja de la hacienda mantuvo por algún tiempo el topónimo de El Castaño Bajo, después se convertiría en el Paseo al Castaño, para terminar rotulándose en la dictadura franquista con el nombre de un político que hizo perder el topónimo para la zona baja.

Localización El Castaño Alto (Espacios Naturales Gran Canaria)
No podría dejar de mencionar el hermoso ejemplar que existió en El Madroñal que posiblemente en su tiempo fue un referente toponímico ya perdido.

Sobre este ejemplar, Olivia Stone señala a su paso por la Villa lo siguiente: «… Un gigantesco castaño atrajo nuestra atención, se alzaba cerca del borde de la carretera, muy solo en medio del campo, por lo que nos bajamos a inspeccionarlo, descubriendo que era un ejemplar magnífico. Como no tiene ningún otro árbol cerca de él, ha crecido uniformemente, y desde luego es un castaño frondoso. No es tan grande como el de La Orotava, pero aún está en su mejor momento. Tiene tres ramas principales, que se subdividen, cerca de su punto de unión con el tronco, en muchas otras ramas grandes...».

El castaño de El Madroñal en 1895 (Fedac)

CASILLAS, LAS (SANTA BRÍGIDA)

Antiguo topónimo eminentemente castellano que sugiere la presencia de un diseminado de pequeñas casas  construidas a las márgenes de un camino, que algunas fuentes sostienen que pueda tratarse del antiguo Camino Gordo que pasando por el lomo Gargujo llegaba hasta Los Silos, en las proximidades del Barranco de Alonso, posiblemente de trazado aborigen desde sus inicios, como lo es el topónimo Gargujo incluído en el catálogo de MaximianoTrapero (Estudios sobre el guanche, Las Palmas GG, 2007).

Restos antigua casa (Google earth)
Este antiguo caserío al que se accede desde la carretera general de Santa Brígida a San Mateo (GC-015), ha ido renovando de forma continuada sus asentamientos, sustituyendo las antiguas casas por otras más modernas, salpicadas en un paisaje llano dominado hoy por las pequeñas huertas de cultivos de medianías, hortalizas y la habitual solanácea canaria papa.


No es extraño por tanto en su paisaje encontrar entre las nuevas casas, las huellas de aquellas pequeñas casas que sustituyeron a las primeras allí existentes como únicos signos etnográficos que quedan del pasado.


Típica casa del principios del s. XX (Google earth)

El topónimo es anterior al siglo XVII y está documentado entre los bienes que tenía el gran Mayorazgo de Matos fundado el fundado el 26 de julio de 1680 por el prestamista y capitán Juan Matos y María González, que incluye entre los bienes vinculados una propiedad de ocho fanegas y seis celemines consistente en una «Finca de tierra labradía y erial con algunos frutales denominada “Las Casillas”, con una cuarta de agua por la noche del Heredamiento de Sta. Brígida y una casa terrera».


Localización y Camino Gordo (Espacios Naturales Gran Canaria)

jueves, 3 de mayo de 2012

CASERONES, LOS (TELDE)

Actualización 1-abr-2016
Al tratarse de antiguas construcciones habitacionales de los aborigenes canarios, su mención en este lugar es muy temprana, en los repartimientos de la isla, cuando Cristobal de Ariniz el 12 de junio de 1536 pide «… çinquenta hanegadas  de tierra de sequero en senbradura poco mas o menos que son en esta comarca de Telde en un lomo de tierras que esta desde un majano grande de piedra junto al camino que va desta çibdad a las caleras de la çima por el barranco de Juan de Caçeres aguas vertientes hasta el camino Real que va desta çibdad a la çibdad del Real de Las Palmas y de los lados los casarones de Sendero que esta cerca de las dichas tierras y de otro cabo unos cardones que caen aguas vertientes hazia un valle que sale al malpayz de la Cruz Pequeña que esta en el dicho camino de la çibdad e las dichas tierras son de ençensiales la mayor parte dellas …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Caserones (Patrinet)
El término "Sendero" ha de entenderse como Cendro, según manifiesta Alejandro Cioranescu en la traducción que realiza del ingeniero Leandro Torriani, cuando refiere la descripción de Telde.

«Esta es una ciudad muy pequeña, de trescientos fuegos, situada cerca de un río y a poca distancia de dos grandes poblaciones antiguas, que en lengua canaria se llaman Tara, Sendro (1); las cuales afirman los antiguos (y también se demuestra así por su ruinas) que eran de grande superficie y llegaban al número de catorce mil casas. Una parte de ellas, hecha en lo alto, sobre el suelo, pequeñas, redondas, y con estrechas calles, eran para los pobres; y otra parte, bajo tierra, labradas con suma industria, como se ha dicho en otro lugar, eran de los nobles y de los más ricos» (TORRIANI, L.: Descripción de las Islas Canarias, antes Afortunadas, con el parecer de su fortificaciones, Sta. Cruz de Tenerife, 1959).

La nota al pie (1) aclara que «Ambos nombres están escritos en capitales en el manuscrito. El nombre de la segunda población había sido escrito primitivamente SEND; después, la misma mano añadió RO entre renglones».

Caserones (Patrinet)
El nombre de este barrio, dividido en dos asentamientos Alto Bajo, responde perfectamente al topónimo genérico, pues en el mismo lomo donde hoy se ubican se localiza el conocido como poblado de Cendro, asentamiento aborigen formado mayormente por casas construidas con piedras sin componente alguno de argamasa, que fueron llamadas por los conquistadores «caserones», además de algunas cuevas artificiales, que son las que dominan el diferente asentamiento de Tara.

Parte del complejo fue reutilizado en épocas históricas, pues ya en el s. XVI eran estos los lugares donde vivía la población más humilde de Telde. La propia ficha arqueológico informa que en el Lomo de Los Caserones se encuentran algunos grupos dispersos de cuevas, tanto naturales como artificiales, que se han reutilizado como alpendres y estanques.

El yacimiento se caracteriza por la abundante presencia de restos arqueológicos dispersos en superficie y formando parte de las paredes de los bancales agrícolas.

Los Caserones Bajos 1939 (Fedac)
El topónimo es así conocido desde los primeros años de la Conquista, y así se incorporó a los protocolos notariales cuando los repartimientos, como es el caso de Miguel Alonso quien en 1551 resultó beneficiado con siete fanegas en las tierras próximas junto al barranquillo, tiempos en que ya el lugar comienza a documentarse con este topónimo, donde progresivamente va asentándose una población más estable.

Siglos después el topónimo está totalmente consolidado, como por ejemplo en una venta de aguas del Heredamiento de la Higuera Canaria que pertenecieron al vínculo de Alonso Falcón, José Falcón Vega vende el 2 de octubre de 1851 cuatro horas a José Mederos que dice ser vecino de Caserones.

Las fotos retrospectivas del pasado siglo, con menos impacto antrópico nos aproximan algo más al deterioro que este yacimiento ha tenido con el paso de los años.


Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

CASERONES, LOS (ALDEA DE SAN NICOLÁS)

Topónimo genérico que se encuentra en el margen derecho del barranco de La Aldea, se localizan varias casas cruciformes y algunos túmulos, que constituyen los restos visibles de lo que fue uno de los poblados de mayor envergadura de toda la isla.

Esto no ha sido impedimento para que, durante décadas, el poblado indígena fuera objeto de deterioro sistemático, debido a la roturación agrícola de los terrenos en que se asentaba el poblado y a la reutilización de sus piedras para hacer nuevos muros, provocando una alteración considerable.

No obstante, en los últimos años se están desarrollando acciones encaminadas a recuperarlo a fin de posibilitar su visita, y así, paulatinamente, van saliendo a la luz las antiguas estructuras. Recientemente, se han acometido trabajos de consolidación, restauración y limpieza de los puntos de mayor interés.
Montaña de Caserones (Patrinet)
Como se decía, el poblado debió de constituir uno de los asentamientos costeros de mayores dimensiones de toda la isla. La densidad de casas debió ser bastante elevada, lo que lleva a considerar la existencia de al menos un cierto entramado que organizara o distribuyera los diferentes ámbitos que integraban el poblado.

En él no solo hay constancia de recintos habitacionales, sino también de otras construcciones como la descrita por Grau Basas: «… Entre estos goros aparece uno más notable que llaman los naturales la Yglesia y consiste en dos goros reunidos y precediendo a sus entradas una gran cerca con su entrada mirando al mar...». La mayor parte de las casas muestra una planta circular u oval en el exterior, mientras que la morfología interior más frecuente es la cruciforme.
Planta casa (Estodotuyo.com)
A este poblado, como sucede en otros conjuntos, se asocia una zona de necrópolis. En los años ochenta se llevó a cabo una serie de excavaciones arqueológicas en dos construcciones tumulares de este complejo, el propiamente dicho de Los Caserones y Lomo de Caserones.

Dichos trabajos pusieron de manifiesto diversos depósitos primarios de gran interés y que aportaban nuevos puntos de vista en torno a las prácticas funerarias prehispánicas de la isla. A tal efecto, en dichos túmulos pudo comprobarse la reiteración de ciertas pautas en lo que a la ordenación del espacio sepulcral se refiere.

Túmulos funerarios (Patrinet)

En los dos casos, el área central del recinto mortuorio se encuentra ocupada por un individuo adulto masculino. A esta cripta principal se asocian otras que acogían a sujetos femeninos adultos, así como individuos infantiles. Esta ordenación jerárquica no solo fue documentada en lo que respecta a la posición ocupada por cada uno de los enterramientos, sino también a partir de los sistemas constructivos de cada uno de los espacios destinados a esta finalidad.

Algunos de estos enclaves proporcionaron fechas de carbono 14 que permiten su ubicación temporal. El túmulo de los Caserones arrojó una fecha de 810 años d.C. Sin embargo, son los espacios habitacionales los que han aportado un conjunto de dataciones que ponen de manifiesto la amplitud cronológica de este asentamiento, ya que van, al menos, desde el 60 d.C. hasta, posiblemente, fechas inmediatamente anteriores a la Conquista castellana.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


CASERÓN, EL (VALLESECO)

Es uno de los barrios de la parte más baja de Valleseco, cuyo topónimo es genérico en la isla y puede obedecer a la existencia de algún caserón aborigen en los alrededores, que posiblemente siguió siendo utilizado como vivienda y reformado, perdiéndose su huella.

Había en el lugar varios latifundios con terrenos, dados en régimen de medianías, y casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, que aún perduran en la actualidad. Descendiendo hacia El Molinete, se encuentra una casa que guarda las estructuras tradicionales de la casa canaria, una de cuyas habitaciones se convirtió en una pequeña pero encantadora ermita.

Poza de agua (Fedac)
La ermita de la Virgen de la Silla, que es así como se llama, data del siglo XIX y perteneció a la familia Rodríguez Pérez. La imagen está pintada en un cuadro y refleja a la Virgen María sentada con el niño en su regazo. En ella oían misa los peregrinos que por el camino iban a las fiestas del Pino de Teror. Este era también el lugar por el que se transportaban las mercancías desde Moya y Fontanales, y uno de los lugares por donde se sacaba la madera de los bosques de la montaña de Doramas.

Todo el lugar es una importante zona de paso del camino de mar a cumbre que viene desde Moya y llega a Teror. En el pasado se situaban aquí dos molinos, el Molino del Molinete o el Molino de Abajo, de los que hoy en día quedan vestigios de incalculable valor etnográfico. Quedan también las estructuras hidráulicas para transportar el agua de la Acequia Honda.

Acequia Honda (Fedac)
Estos molinos, que se movían con la fuerza del agua, se colocaban estratégicamente en las rutas de las acequias y en las zonas de tránsito, ya que además solían tener pequeñas tiendas de víveres. En la parte trasera de este puede observarse la acequia perteneciente a la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, así como los peldaños que le servían al «acequiero» para acceder a ella.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

CASABLANCA (FIRGAS)

Este topónimo, tanto ambas palabras unidas como separadas, es relativamente abundante en la isla, y obedece a la histórica existencia n en lugar de una «casa blanca», referencia que se incorporó a los documentos públicos y privados, que concreta su localización con la identificación de los barrancos, lomos o valles más próximos a la referida casa enjalbegada con cal.

Debe tenerse en cuenta que, en los siglos XVI y siguientes, las paredes o paramentos en zonas rurales se hacían generalmente «a piedra seca» o de «piedra vista», por ser más económicas; en las zonas urbanas se enjalbegaban, es decir, se enfoscaban las paredes con cal, ya que al margen de la motivación estética, la cal refracta el calor y contribuye a crear un ambiente fresco, si bien al poco tiempo adquirían un color amarillo ocre si no eran repintadas con frecuencia, por lo que puede atribuirse un «monocromatismo del amarillo ocre» de la cal envejecida. 

Horno de cal en Casablanca (Fedac)
La cal se medía para su venta en fanegas, quintales y sobre todo en «cahices», equivalente a doce fanegas, y se especulaba mucho con su precio. En el s. XVIII, con la llegada de los ingleses y sus modas, las familias «adineradas» pintaban con «rojo inglés» sus paramentos para distinguirse de las menos pudientes.

La capellanía fundada por Maria Guerra, viuda de Gregori o Álvarez Travieso, y de su hijo el capitán Pedro López Travieos, en su escritura de 23 de octubre de 1649 vinculaban a la misma «... un casa de alto y bajo con su cocina y un cercado, que esta junto a ella, donde dicen la casablanca, y una casa de alto y bajo en la villa de Arucas...» (MEDINA DE MATOS, C.: Noticias históricas de la Ciudad de Arucas, Las Palmas de GC, 1950).


Cantonera (Fedac)
El nombre de este populoso barrio debe su origen a la presencia en el lugar de una «Casa Blanca» que servía de referencia de ubicación de tierras, trapiches y acequias. Ya desde el siglo XVII se tienen noticias de que el edicto Nuestro pastor y prelado, publicado en Santa Cruz de Tenerife el 21 de mayo de 1673 y recibido en Arucas el 4 de agosto del mismo año, se leyó en la ermita de la Santísima Trinidad en la Casa Blanca.

Desde 1769 la subacequia de Casa Blanca se surtía del cauce general por dos cantoneras. Los Alcaldes de Aguas habían considerado esto excesivo y desusado, y habían mandado quitar una de tales cantoneras, lo que motivó que los vecinos de la Casa Blanca presentaran una queja ante la Audiencia.
Presa de Casablanca (Carmelo Pl.)
La Audiencia, al principio, falló a favor de Casa Blanca, pero la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, dando la razón a los Alcaldes de Aguas, en la sesión de 12 de Abril de 1769 acordó alzarse de tal fallo encargando del asunto al Licenciado José de Hidalgo, acuerdo confirmado en la sesión de 14 de Enero de 1770, que decidió recurrir nuevamente. La Audiencia debió de acceder a lo recurrido por la Heredad, por cuanto la cantonera quedó definitivamente suprimida.

Casa y alpendre (Fedac)
Hay otras fuentes documentales que aportan titularidades de tierras en otro lugar y en éste donde se menciona el topónimo para ambos. Es en la escritura del 7 de septiembre de 1765 para la fundación del patronato del matrimonio del Regidor Francisco Carvajal Aguilar y Bernarda Manuela de Matos Coronado.

Entre los bienes incorporados al mismo se incluyen una fanega y tres celemines de un «Cercado labradío en el Hinojal o Casa Blanca» y otras cuatro fanegas de una «Suerte labradía denominada “El Paso” en Casa Blanca». El primero es referido al lugar del Hinojal situado en la carretera de Arucas y Bañaderos y el segundo creo corresponde a Casablanca de Firgas, y en ambos casos es común la referencia toponímica.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)