lunes, 22 de abril de 2013

MARCUAJADA (MOYA Y STA. MARÍA DE GUÍA)



Actualización: 2013/05/05
Topónimo con el que se conoce el cauce bajo y las márgenes aterrazadas del barranco de Moya, que aguas arriba en su cauce alto toma el nombre de barranco del Laurel a partir de Los Tilos, antes de recibir las aguas de su tributario el barranco de los Propios, conformando la divisoria jurisdiccional de los municipios de Moya y Santa María de Guía. 

Detalle de vista (fotosaereasdecanarias-com)
En las rampas de la margen naciente del cauce, vertientes correspondientes al barrio moyense de Cabo Verde, se localiza un conjunto arqueológico en un solapón de gran tamaño, parcialmente derrumbado y prácticamente sin acceso en la actualidad, con una estructura de piedra seca de cerramiento en su lado meridional, cuevas que tenían finalidad sepulcral y de donde se extrajeron  restos óseos depositados en el Museo Canario, institución que realizó la investigación.

Desde muy antiguo es conocida la existencia de una gran galería o mina de agua en el subsuelo del cauce del barranco, siguiendo su misma trayectoria dirección sur-norte hasta desaguar muy cerca del lugar conocido como La Bajilla, muy cerca de las primeras casas del barrio guiense de San Felipe, junto a la carretera de acceso al mismo (GC-751). De la misma sigue manando un hilo de agua dulce durante todo el año, que probablemente se nutre de la húmeda cuenca desde Fontanales a Los Tilos, que cuenta con muchas galerías y pozos.

Solapón (Patrinet)
Si bien no sorprende la presencia de una galería de agua en uno de los grandes barrancos de la vertiente norte de la isla, atributos que se dan en todas las cuencas desde el barranco de Azuaje hasta el barranco de Las Garzas, llama poderosamente nuestra atención que por su existencia surja este topónimo de Marcuajada, único en la isla y en el archipiélago, que nos remite a la mitología astur-galaica.


En la tradición asturiana se cuenta que Mar Cuajada, es según unos la gran masa de agua subterránea que se extiende bajo la tierra por lo que también la llaman "mar tapada", según otros situada más allá del océano, donde viven los "cuélebres" cuando se hacen viejos. En este lugar de la leyenda se dice que se acumulan innumerables diamantes. 


Cuélebre (asturiasnatural-com)
La leyenda del "cuélebre", que se representa como una gran serpiente con aletas laterales, guarda cierta similitud con el mito griego del dragón que guardaba distintos tesoros de oro en el jardín de las Hespérides: las manzanas que robó Hércules y el vellocino robado por los argonautas.


Pero no sólo se habla de los grandes tesoros de la Mar Cuajada, pues hay otras leyendas vinculadas a estos misteriosos "mares tapados":

«...son innumerables, en cualquier caso, las oraciones, ensalmos y conjuros, además de las prácticas rituales documentadas en todo el mundo, que tienen como función el alejamiento de los males enviándolos al mar, y ocasionalmente, también a los ríos, pantanos y otras corrientes o depósitos de agua, a veces tan pintorescos como la "mar cuajada" de muchas supersticiones panhispánicas» (PEDROSA BARTOLOMÉ, J.M.: Entre la magia y la religión. Oraciones, conjuros y ensalmos, Guipúzcoa, 2000).


Otras fuentes remiten a la anterior fuente asumiendo sus estudios y resumiendo sus teorías:

«Señala que el mal tempestivo puede ser expulsado a los confines del mundo, al monte, a donde ni el gallo canta ni la gallina cacarea, al mar, a las profundidades del mar y más allá del mar. Incluso añade que en Asturias, Galicia y Portugal, se conjuraba al mal para que se fuera a la mar cuajada, que era subterránea» (GONZÁLEZ GRUESO, F.: "El agua, el canto, el metal, y su relación con el mal y los hacedores de tormentas", E.L.O. - Universidad Algarve, nº 13-14, 2007-08).


Ya en estas islas encontramos alguna que otra frase relacionada con las costumbres de espantar a los males desconocidos que hicieron viaje de ida y vuelta a Cuba o viceversa: «Poner los brazos en cruz, virarse la pretina del pantalón hacia afuera, o decir en momentos de temor justificado: ¡Cruz maldita, a la mar cuajada te vayas!» (MATEO LÓPEZ, M.C.: "Hechicería y brujería en las relaciones interétnicas canario africanas en Cuba", Revista Guize, Asociación Canaria de Antropología, Vol. 2: 7-8, 1995). 


Cuenca (fotosaereasdecanarias-com)
Se da la curiosidad comentada por los lugareños que con frecuencia no determinada son encontrados en la costa comprendida entre el Charco de San Lorenzo y La Bajilla, cuerpos de gallos y gallinas que han sido degollados, que se atribuyen a antiguas prácticas traídas de Cuba, sin que pueda vincularse en modo alguno con el topónimo de "Marcuajada" cercano a la costa.
 

La sustentación de cualquier leyenda nace en algún hecho real, pues es archiconocido que toda leyenda se compone de un mestizaje de la realidad con la ficción.

Y los hechos reales nos pueden aproximar a la antigua existencia de anguilas (Anguilla anguilla)  en el lugar, de cuya presencia aguas arriba del barranco nos lo acredita el ilustre CHIL Y NARANJO, quien en su manuscrito conservado en el Museo Canario (Estudios Históricos, Climatológicos y Paleontológicos de las Islas Canarias), relata la excursión que hiciera el 1º de octubre de 1871 con gran detalle:



«Determinose hacer una anguilada y luego la comida en los Tilos. (...)  Separadas las aguas de su cause y aislados los charcos se les echa cal, pero principalmente lo que produce mas efecto son las tabaibas, de cuya operacion se encargó un tal Domingo Bartolomé, (el guarda), de los Tilos hombre que jamas puede estar tranquilo y notable por su ajilidad para trepar, asi es tan pronto lo víamos en la cúspide de aquellos inmensos riscos procurándose las tabaibas, como iba á casa á traer cualquier objeto que se le mandaba á buscar. 



Al poco tiempo las anguilas se presentan borrachas en la superficie y por los bordes del charco, un silencio completo reina entonces en todos y entrando las manos por debajo se les arroja fuera del agua pues es tanto lo que resbalan que es imposible poderlas tener en las manos: cada vez que sacaban una es indescriptible el efecto producido y á este ejercicio se entregaban los que podian».
 
Anguila presente en Canarias (floradeanaga-blogspot)

Sobre las características, hábitat y tamaño de los ejemplares, que guardarían posible relación con este lugar de Marcuajada, se ha documentado más recientemente por otros autores (LORENZO PERERA, M.J., JIMÉNEZ MEDINA, A.M. Y  ZAMORA MALDONADO, J.M.: "Una probable estrategia económica entre las poblaciones prehistóricas de las islas canarias: la pesca fluvial de la anguila", XIV Coloquio de Historia Canario-Americana, 2000):


En cuanto a sus semejanzas con el mitológico "cuélebre" dice la fuente que «La anguila se caracterizaría, biológicamente, por ser un pez teleósteo con cuerpo serpentiforme. La superficie de su cuerpo es muy lisa y está recubierta de una abundante secreción mucosa muy escurridiza (mucus)».



El hábitat describe prácticamente Marcuajada tiempos atrás: «... la anguila vivía -y vive, aunque casi está extinguida-, hasta hace unos cuarenta años, tanto en las Islas orientales, como en las occidentales, ya sea en los barrancos de las vertientes Norte y Sur, como en las del Este y Oeste; si bien, abundan más en charcos (de aguas claras, limpias y más bien cálidas o templadas) de los barrancos que llevan caudal continuo o semipermanente, especialmente en los de la vertiente Norte de las islas de Gran Canaria, Tenerife, La Gomera y La Palma, al ser éstos, en el pasado, más caudalosos, notables y consolidados».
 
Otro ejemplar en su hábitat (planetadeanimales-com)

Más aún, cuando muy cerca del desaguadero de este barranco de Moya se forman pequeñas charcas donde aún mana el agua de la galería subterránea: «De la misma manera, hemos constatado la presencia de anguilas en manaderos de la costa, donde se entremezclan las aguas dulces y saladas (Caleta de Interián, Puerto de la Cruz, ambos en Tenerife, etc.), así como en grandes charcos costeros (Charco del Tamaduste, El Hierro; Charca de Maspalomas, Gran Canaria; Charco de San Ginés, Lanzarote; etc.)».
 

Y en relación con su mayor tamaño que pudiera inducir el topónimo de la Marcuajada por alusión a un "cuélebre", las mismas fuentes nos dicen: «el erudito lagunero Manuel de Ossuna y Van den Heede (1898: 11-18), que cita “una anguila monstruosa” en el Barranco de Afur, Anaga, Tenerife...».


Dejando atrás las informaciones sobre leyendas y anguilas, en el lugar encontramos una singular construcción etnográfica que se encuentra en la margen de poniente del barranco, que se estima es de finales del siglo XIX por su tipología.

Aunque los lugareños la conocen como "la garita", está inventariada como monumento funerario por estar rematada con una cruz, y según la información obtenida guarda relación con el fallecimiento de un familiar del propietario de la finca en ese tiempo, que según parece fue por ahogamiento accidental en un estanque.

Taro (Juan M Díaz Quintana)
Es de planta circular y estructura troncocónica con un diámetro interior de 1,10 metros, exterior de 3,80 m. y una altura de 2,05 m. con un acceso de forma rectangular. Los muros fueron realizados con mampuestos y mortero de cal y arena, y acceso con grandes cantos tallados. La cubierta presenta una forma cónica, al exterior, rematada por una cruz de piedra (toscamente labrada) y revestida por mortero de cal y arena. Tiene cuatro ventanucos a modo de ventilación, y la estructura se asienta sobre una plataforma rectangular elaborada con mampuestos de piedra y mortero de cal y arena (FEDAC).


Se estima pudo tener aprovechamientos como cuarto de aperos. Entendemos que puede tratarse de un "taro", canarismo del que hemos encontrado un topónimo cercano al Doctoral (Sta. Lucía de Tirajana) y que se define como «Construcción rural en forma de torre circular, que se emplea con distintos fines, como, por ejemplo, curar el queso, guardar aperos o ser refugio de pastores. El queso se mantenía más fresco en el taro que en los pajeros»  (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010).

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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