martes, 10 de julio de 2012

MATAASNOS, LOMO (SAN MATEO)

Topónimo antiguo con el que se conoce el lomo situado entre el barranquillo Colingo o de La Umbría al poniente, y, el Maipez y el Lomo del Molino próximo a La Lechuza al naciente.

Es muy conocido por los lugareños pues sobre el mismo se asienta un camino vecinal que ataja la conexión de la carretera de San Mateo a Cruz de Tejeda (GC-015) con la carretera de Cueva Grande a Llanos de la Pez (GC-600).

Este camino vecinal fue construido sobre un antiguo camino real por donde bajaban de La Cumbre las bestias que acarreaban la leña hasta los ingenios, en un entorno donde existen otros topónimos vinculados a la actividad maderera como es el Lomo Aljorradero, y por donde traían la nieve desde los pozos hasta las «neveras» de la Catedral.

Vista del camino vecinal (Google earth)

Del acarreo de leña hay muchos documentos públicos que acreditan la gran actividad maderera que se realizó desde los primeros años tras la conquista. A título de ejemplo tenemos el contrato de 16 de julio de 1514 del escribano Cristóbal de San Clemente que dice:

«García Francisco y Alonso González de la Huerta, estantes, se obligan a acarrear con sus bestias la leña que necesite el bachiller Cristóbal de la Coba, en el ingenio de Tasabtejo, en la zafra de 1515, en cantidad de 500 cargas como mínimo. El cachjiller se obliga a darlas cortadas y puestas en cargadero» (LOBO CABRERA, M. Y OTROS: Los usos de la madera: recursos forestales en Gran Canaria en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2007).
 
Abrevadero de animales (Fedac)
Considerando que los cargaderos de leña pudieran estar en las próximidades de Camaretas y Hoya del Gamonal, conociendo que el ingenio del licenciado De la Coba estaba en La Angostura, no resulta extraño que para cumplir con el contrato de 500 cargas más de un asno muriera en el esfuerzo de idas y venidas en este lomo que la memoria colectiva de los lugareños bautizó tan humanamente, aún a pesar de los tiempos que se vivían y aunque fueran asnos.

Las presencia de asnos en las inmediaciones está bien documentada « ... Según los datos recogidos por Webb y Berthelot en su Historia Natural de Las Islas Canarias y citados por el propio autor que nos guía en esta materia -hace referencia a José Miguel Alzola- en 1804 existían en Gran Canaria 3.200 asnos contra sólo 30 camellos, 100 mulos y 1.200 caballos. (...) Es curioso comprobar cómo en la villa de San Mateo, desde donde se partía para ir a recoger la nieve, no exitían, según las estadísticas citadas, ni mulas ni camellos, por lo que los transportes se efectuaban con los 60 caballos o los 100 asnos que figuraban en ellas ... » (MIRANDA CALDERÍN, S.: Los pozos de nieve de Gran Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, 2005).

La probable ruta que seguían los neveros para su traslado hasta la Catedral, se iniciaba en los pozos de las nieves, situados al naciente de Los Pechos donde han sido localizados en la cabecera del barranco de la Abejerilla los conocidos como "el primer pozo de las Nieves, "el Grande", y "el de los Canónigos", y atravesando los llanos de Ana López, Cueva Grande y Camaretas para descender por estos lomos en dirección a la Vega de Arriba y después la Vega de Abajo para llegar a la Ciudad en el menor tiempo posible conforme a los contratos firmados con el Cabildo Catedralicio.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MATA, CASTILLO DE (LAS PALMAS DE GRAN CANARIA)

El topónimo con el que se conoce la fortaleza situada en la entrada a la ciudad por la antigua carretera del Norte, junto al cauce el barranco de Mata, tiene su origen en la casa-mata construida en el extremo de poniente de la muralla septentrional de la Ciudad.
Fachadas naciente-norte (el coleccionista de instantes)
La descripción que hace Leonardo Torriani (Descripción e historia del reino de las Islas Canarias, antes afortunadas con el parecer de sus fortificaciones, Traducción del italiano, con Introducción y Notas, por Alejandro Cioranescu, Sta. Cruz de Tenerife, 1959), cumple con el mandato de Felipe II para visitar la isla al objeto de conocer de sus fortificaciones y necesidades ante los continuos ataques de piratas y corsarios, así como las incursiones berberiscas.
Fotografía de 1890 (Ojeda Pérez L - Fedac)
Realizó dos viajes, uno antes de 1586 y otro en 1587 ampliada a todo el archipiélago. Con respecto a la muralla septentrional de la Ciudad dice:

«La muralla roja  [color de tinta con que la pintó en los planos], en dirección norte, es un largo lienzo de muralla, con dos baluartes a los extremos; el que está cerca del mar se llama Santa Ana, por la advocación de la catedral».
Fotografía de 1893  (Carl Norman - Fedac)
El baluarte junto al mar estaba situado aproximadamente al final de la calle Bravo Murillo, junto al parque de San Telmo donde luego se construiría el desaparecido Muelle de San Telmo o primigenio Puerto de Las Palmas. 
Fotografía de 1895 (Fedac)
El otro baluarte que menciona sin dar detalles, es precisamente la casa-mata que presumiblemente era un torreón redondo o cubelo (por su forma de cubo) cuyo diseño fué elaborado por el ingeniero Juan Alonso Rubian entre 1572 y 1573, siendo autorizada la construcción de la muralla y la torre por la orden real de 4 de diciembre de 1576, que se terminará en tiempos del gobernador Diego de Melgarejos entre 1575 y 1577.
Imagen de 1905 (Da Luz Perestrello - Fedac)
Respondían al nuevo diseño surgido para las psesiones fuera del territorio peninsula de la Corona de Castilla, que abandonaba los característicos castillos en cumbres altas e incorporaba elementos de tiro y defensa, compaginando los viejos matacanes y garitas con los avances técnicos de saeteras y troneras para armas de fuego, adaptando muros, paramentos y y conornamientos a la artillería para la dede su emplazamiento en un llano, donde las murallas eran flanqueadas por torres o cubos en los ángulos, generalizando el uso de la sillería y el ladrillo.
Proyecto de Próspero Casola (historiadegrancanaria.blogspot.com)
En el archivo de Simancas se conserva un plano del Castillo de la Ciudad confeccionado por Próspero Casola quien llegado a la isla, contrajo matrimonio, obtuvo su residencia y el título de regidor. 

Participó en la defensa de la Ciudad tanto en el intento de desembarco de la armada inglesa de Drake y Hawins, como en el ataque de la flota holandés, proyectando después la construcción de nuevas defensas para la Ciudad.
Fotografía de 1911 (Kurt Herrmann - Fedac)
El ataque de las tropas del almirante holandés Pieter van de Doez en 1599 debió dejar bastante dañada la muralla y la torre, siendo reconstruido por el gobernador Francisdo de la Rúa entre 1613 y 1614, adquiriendo una forma de fortín que introducía bóvedas de techumbre, escaleras intramurales, letrinas, chimeneas y ventanales con cortejadores para alcanzar un mayor protección defensiva.
Fachadas naciente y norte en angular ((el coleccionista de instantes)

Con posteriridad tuvo diversas intervenciones arquitectónicas, siempre buscando su adaptación a los tiempos en materia defensiva, hasta que en 1997 se puso punto final a su uso militar, si bien había sido declarado muchos años antes Monumento Histórico Artístico, concretamente el 22 de abil de 1949.
Monolito en la fachada naciente (estodotuyo-com)
Durante este tiempo fue consolidándose su nombre como Castillo de Casa Mata, que quedaría abreviado y conocido como Castillo de Mata, aunque oficialmente se le llamó en la primera mitad del siglo XX Cuartel Alonso Alvarado en memoria del gobernador que defendió la Ciudad frente a la tropas holandesas, erigiéndose con posterioridad un monolito en su recuerdo en la fachada de naciente.
Proyecto restauración (dorestelpgc)
Con el nombre del Castillo es conocido también el barranco próximo y el entorno donde se ubica, y que está siendo objeto de un ambicioso proyecto de restauración y adecuación para su conversión en el Museo de Historia de la Ciudad y del Mar, obras que incluyen la supresión de todas aquellas intervenciones constructivas que se han considerado alteraban el valor histórico del mismo, al tiempo que conjugan la incorporación de otros equipamientos que respetando las históricas permitirán su mejor aprovechamiento al fin pretendido.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

lunes, 9 de julio de 2012

MASPALOMAS, LLANOS Y PLAYA DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo que en la antigüedad unido al canarismo de Llanos era todo el territorio que va desde el barranco de Berriel hasta las tierras al poniente del barranco de Fataga. 

Es la propiedad de dos mil seiscientas veintitrés fanegas que describe el Mayorazgo del Capitán, Regidor Perpetuo y Familiar del Santo Oficio Francisco Amoreto Manrique el 17 de marzo de 1669, al que los distintos sucesores entre los años 1698 y 1785  realizaron agregaciones de bienes y el título de Conde de Vega Grande de Guadalupe:

«… terrenos de Maspalomas que comprende tierras de labor, montuosas para pastos de ganado, “arrifes” y arenales incultos, con casa para dueños y 43 casas para colonos, pajares, graneros, estanques, molino harinero y dos pozos de agua».
Vista aérea (fotosaéreasdecanarias-com)
Pero también la zona costera del macizo de Amurga,  que eran tierras de realengo, se incluyen en el siglo XV comprendidas en el término Maspalomas. Hay algunas referencias documentales de que las Calmas de Maspalomas se extendían desde el Castillo del Romeral hasta el «puntón» de Santa Águeda en Arguineguín, sin incluir la bahía del mismo nombre.

En cuanto al origen del topónimo hay muchas oponienos sobre el mismo. Para Néstor Álamo, el nombre de Maspalomas estaría relacionado con un conquistador mallorquín, Rodrigo Mas de Palomar, que obtuvo tierras en la zona. A partir de ahí su apellido degeneró hasta convertirse en el Maspaloma o Maspalomas actual. Algunas fuentes clasifican este topónimo como un catalanismo, a partir del apellido catalán Mas, al que se considera «… seguramente presente como elemento léxico en los topónimos compuestos Maspalomas, Mascuervo y Masamoya…».
Panorámica de 1940 (Naranjo Suarez J - Fedac)
En cuanto a sus menciones históricas, Agustín Millares narra así un desembarco en el lugar allá por el año 1479: «… Esta proposición fue aceptada con júbilo, y, bajo el mando del mismo Hernández (Pedro Hernández Cabrón), se embarcó una parte de la guarnición del Real con las tropas que de refresco habían llegado en las carabelas, acompañando la expedición como voluntario el Deán Bermúdez.

Al día siguiente, los buques se hallaban sobre la costa S. de la isla, y sin obstáculo verificaron varios desembarcos en Maspalomas y Arguineguín, recogiendo alguna cebada, higos y mucho ganado, pero ningún prisionero, porque todos los canarios, al ver los navíos, se habían refugiado a los montes y asperezas de la Cumbre…».

Tras la incorporación de la isla a la corona de Castilla, los alrededores del sistema de dunas fueron ocupadas progresivamente, siendo las labores agrarias las que tuvieron mayor incidencia. Con posterioridad en la desamortización de las tierras de baldíos y realengos que mantenían esa condición desde la Conquista, las tierras costeras de Amurga que son las otras mil veinticinco fanegas de la «Suerte de tierra en Los Llanos de Maspalomas» salieron a remate el 26 de junio de 1873 y fueron vendidas el 18 de mayo de 1875 a Fernando del Castillo Westerling, conde de la Vega Grande, por el precio de 6.400 reales de vellón.
Panorámica de 1940 (Naranjo Suarez J - Fedac)
La principal actividad que se desarrolló en los alrededores antes de 1930 fue el cultivo de cebada y de trigo. Con posterioridad a esta fecha, se produjo la irrupción del cultivo del tomate, con destino a la exportación, que ocupaba hacia principios de los años sesenta del pasado siglo la casi totalidad de la tierra, incluyendo las ganadas al complejo dunar y al barranco de Fataga.

Del anterior territorio de los Llanos de Maspalomas tras la urbanización del suelo con fines turísticos,  el nombre se localizó geográficamente en el extremo sur de la isla, apareciendo en diversos mapas el nombre de playa de Maspalomas, Charco de Maspalomas, barranco de Maspalomas, lomo de Maspalomas y pueblo de San Fernando de Maspalomas. Igualmente surgieron modernos topónimos como Playa del Inglés y Playa de San Agustín
Los Llanos en 1968 (William Hirman J - Fedac)
En la actualidad la marca turística «Maspalomas» es internacionalmente reconocida, circunstancia que motivó en el último cuarto del pasado siglo el debate sobre el posible cambio de denominación del municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Se impuso mayoritariamente el criterio de mantener la denominación histórica del municipio y de asociar la divulgación de la marca turística al mismo. Surgieron también opiniones, dentro del debate, que proponían rescatar el antiguo nombre de San Bartolomé de Tunte, ante el temor al traslado de la capitalidad municipal a la costa.

Al final, todas las posiciones se conciliaron de forma que el municipio mantiene su denominación, la marca turística ha alcanzado mayor notoriedad y se la vincula al municipio, la aborigen Tunte se asocia con el aspecto cultural y etnográfico, la capitalidad municipal se ha mantenido donde siempre y en la costa se dispone de un edificio donde el ayuntamiento presta todos los servicios al ciudadano.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

MASPALOMAS, FARO DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

(guias-masmar-net)
Ya quedaron atrás los tiempos en que el Faro constituía la única construcción existente en este punto de la isla, después de la dunas de arena y del palmeral. Era un referente para la navegación marítima, y lo sigue siendo.

Pero también era una definición toponímica del lugar donde se encontraba, donde era difícil entender Maspalomas sin su faro, porque su posición en las fotografías del lugar, identificaba el ángulo desde el que se habían captado las imágenes, y todas las que se tiene desde los primeros tiempos de la fotografía, es un componente que destaca en ellas.

Sin su presencia, cualquier imagen de las dunas pudiera ser artísticamente bella, pero seguramente de difícil localización.

Ensayo modificando
 color  y localización

En la actualidad su silueta destaca entre todas las construcciones que le rodean, contribuye decisivamente a recrear el paisaje, a humanizarlo. La magnífica obra de ingeniería que proyectó Juan de León y Castillo constituye el edificio civil de mayor importancia histórica y monumental desde Telde hasta el sur de la isla, y más allá del sur.

Su historia arranca de 1861, en concreto del 19 de junio, fecha de un Informe de la Comisión de Faros sobre Complemento del alumbrado marítimo de las Islas Canarias, en el que se propone, además de otros nuevos faros en el Archipiélago «… uno de Primer orden, de luz fija o centelleante, en la Punta de Maspalomas, al Sur de Gran Canaria…» colocando la construcción de este faro en primer término y considerándolo el más indispensable, precisamente en una época de progresivo auge y rivalidad entre los principales puertos isleños.

La construcción del Puerto de Refugio de La Luz en la Ciudad se acompañó además de la dotación «… de un lazareto sucio en las costas de Gando…» y también «… de un faro de primer orden elevado en la punta más meridional de la isla, llamada de Maspalomas, que sirviese de señal a todos los buques que por aquella parte recalasen, faro de indiscutible importancia en la navegación por ser Canaria la primera isla del grupo que se encuentra en aquella dirección, se dio al Archipiélago una supremacía que no han podido disputarle la Madera ni Cabo Verde…».

Todo ello queda de manifiesto en que su construcción se justificaba por el hecho de que servía de recalada a todas las líneas de vapores, tanto de África y Oceanía como de América, así como a los barcos que faenaban en las pesquerías del banco canario-sahariano, quedando aprobada por Real Orden de 3 de septiembre de 1881.


Visita al Faro en 1935 (Fedac)
Todos los pormenores de la obra se recogen en el proyecto elaborado por el ingeniero Juan de León y Castillo, un meticuloso trabajo que de por sí constituye un pequeño monumento, habida cuenta de la calidad de la propuesta y de lo cuidado de su exposición y justificación.

De entrada, la elección del lugar no fue caprichosa, pues se seleccionó un espacio próximo a la por él llamada playa de la Boca del Río, en la desembocadura del barranco de Maspalomas. Se trataba de un lugar libre de dunas y en el que «… a 3,50 metros de profundidad, existe un banco resistente y sólido de arenisca…». Justamente este punto se eleva 2,20 metros sobre el nivel de la marea máxima.

Detalle vista áerea (Desiré Navarro)
Hasta tal punto cuidó León y Castillo los detalles y tal era su sensibilidad, que no fue ajeno a la salvaje belleza del lugar y lo que ello podría suponer para los futuros técnicos que se ocuparan de la instalación, señalando que «… el terreno contiguo es muy ameno y hará agradable la estancia de los torreros…».


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)