Actualización: 2013/05/05
Topónimo con el que se conoce el cauce
bajo y las márgenes aterrazadas del barranco
de Moya, que aguas arriba en su cauce alto toma el nombre de barranco del Laurel a partir de Los Tilos, antes de recibir las aguas de
su tributario el barranco de los Propios,
conformando la divisoria jurisdiccional de los municipios de Moya y Santa María
de Guía. Detalle de vista (fotosaereasdecanarias-com) |
En las rampas de la margen naciente
del cauce, vertientes correspondientes al barrio moyense de Cabo Verde, se localiza un conjunto
arqueológico en un solapón de gran tamaño, parcialmente derrumbado y prácticamente
sin acceso en la actualidad, con una estructura de piedra seca de cerramiento en su lado
meridional, cuevas que tenían finalidad sepulcral y de donde se extrajeron restos óseos depositados en el Museo Canario,
institución que realizó la investigación.
Desde muy antiguo es conocida la existencia de una gran galería o mina de agua en el subsuelo del cauce del barranco, siguiendo su misma trayectoria dirección sur-norte hasta desaguar muy cerca del lugar conocido como La Bajilla, muy cerca de las primeras casas del barrio guiense de San Felipe, junto a la carretera de acceso al mismo (GC-751). De la misma sigue manando un hilo de agua dulce durante todo el año, que probablemente se nutre de la húmeda cuenca desde Fontanales a Los Tilos, que cuenta con muchas galerías y pozos.
Solapón (Patrinet) |
Si bien no sorprende la presencia de
una galería de agua en uno de los grandes barrancos de la vertiente norte de la
isla, atributos que se dan en todas las cuencas desde el barranco de Azuaje hasta el barranco
de Las Garzas, llama poderosamente nuestra atención que por su existencia
surja este topónimo de Marcuajada,
único en la isla y en el archipiélago, que nos remite a la mitología
astur-galaica.
En la tradición asturiana se cuenta que Mar Cuajada, es según unos la gran masa de agua subterránea que se extiende bajo la tierra por lo que también la llaman "mar tapada", según otros situada más allá del océano, donde viven los "cuélebres" cuando se hacen viejos. En este lugar de la leyenda se dice que se acumulan innumerables diamantes.
Cuélebre (asturiasnatural-com) |
La leyenda del "cuélebre", que se representa como una gran serpiente con
aletas laterales, guarda cierta similitud con el mito griego del dragón que guardaba
distintos tesoros de oro en el jardín de las Hespérides: las manzanas que robó
Hércules y el vellocino robado por los argonautas.
Pero no sólo se habla de los grandes
tesoros de la Mar Cuajada, pues hay otras
leyendas vinculadas a estos misteriosos "mares
tapados":
«...son innumerables, en cualquier caso, las oraciones, ensalmos y conjuros, además de las prácticas rituales documentadas en todo el mundo, que tienen como función el alejamiento de los males enviándolos al mar, y ocasionalmente, también a los ríos, pantanos y otras corrientes o depósitos de agua, a veces tan pintorescos como la "mar cuajada" de muchas supersticiones panhispánicas» (PEDROSA BARTOLOMÉ, J.M.: Entre la magia y la religión. Oraciones, conjuros y ensalmos, Guipúzcoa, 2000).
«...son innumerables, en cualquier caso, las oraciones, ensalmos y conjuros, además de las prácticas rituales documentadas en todo el mundo, que tienen como función el alejamiento de los males enviándolos al mar, y ocasionalmente, también a los ríos, pantanos y otras corrientes o depósitos de agua, a veces tan pintorescos como la "mar cuajada" de muchas supersticiones panhispánicas» (PEDROSA BARTOLOMÉ, J.M.: Entre la magia y la religión. Oraciones, conjuros y ensalmos, Guipúzcoa, 2000).
Otras fuentes remiten a la anterior fuente asumiendo sus estudios y resumiendo sus teorías:
«Señala que el mal tempestivo puede ser expulsado a los confines del mundo, al monte, a donde ni el gallo canta ni la gallina cacarea, al mar, a las profundidades del mar y más allá del mar. Incluso añade que en Asturias, Galicia y Portugal, se conjuraba al mal para que se fuera a la mar cuajada, que era subterránea» (GONZÁLEZ GRUESO, F.: "El agua, el canto, el metal, y su relación con el mal y los hacedores de tormentas", E.L.O. - Universidad Algarve, nº 13-14, 2007-08).
Ya en estas islas encontramos alguna que otra frase relacionada con las costumbres de espantar a los males desconocidos que hicieron viaje de ida y vuelta a Cuba o viceversa: «Poner los brazos en cruz, virarse la pretina del pantalón hacia afuera, o decir en momentos de temor justificado: ¡Cruz maldita, a la mar cuajada te vayas!» (MATEO LÓPEZ, M.C.: "Hechicería y brujería en las relaciones interétnicas canario africanas en Cuba", Revista Guize, Asociación Canaria de Antropología, Vol. 2: 7-8, 1995).