La primera noticia que se tiene en relación con puertos en el Real de Las Palmas, es el puerto histórico de la bahía de Las Isletas, un fondeadero donde los barcos buscaban el abrigo proporcionado por La Isleta y cuyos desembarcos se hacían a través de barcas.
Del mismo decía Leonardo Torriani alrededor de 1590 «El puerto está a unas tres millas de distancia, en dirección norte; y en aquella parte el campo es arenoso, y los montes cercanos, desnudos y tétricos».
La muralla septentrional de la Ciudad, aproximadamente la actual calle de Bravo Murillo precisaba reforzar sus defensas, y en tiempos de Diego Melgarejo allá por 1578 se hizo un cubelo defensivo en las faldas del risco de San Lázaro, y en 1581 durante el mandato de Martín Benavides fue edificado el castillete de Santa Ana, protegiendo el remate de la muralla junto al mar aproximadamente sobre el actual parque de San Telmo.
Si hubo alguna circunstancia histórica que impulsara siglos atrás la permanente inquietud por alcanzar progresivamente un puerto en la Ciudad lo fue el temprano asentamiento de ingleses e irlandeses en Canarias que se remonta al siglo XVI, cuando se inicia el tráfico mercantil del vino sack o canary. Ya en 1519, traficantes ingleses de Bristol solían anclar en las radas de Las Isletas, Garachico y Funchal.
Con la crisis del mercado vinícola
muchos británicos abandonaron las islas, debilitándose su presencia a lo
largo del XVIII por la censura de la Inquisición, que pretendía limitar
el comercio y evitar la influencia de la civilización europea en el
país, quedando la Ciudad sin la presencia británica que tanto habia influido en el tráfico marítimo con el exterior.
Habrá que esperar a la primera década del siglo XIX para que se inicie la construcción de un nuevo Puerto de Las Palmas, conocido como Muelle de San Telmo, junto al castillete de Santa Ana, cuyas obras se pararán por la carencia de disponibilidades económicas, los errores técnicos y los inconvenientes de su emplazamiento (HERRERA PIQUÉ, A.: La ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su urbanización, Las Palmas de GC, 1978).
Estuvieron paralizadas hasta 1827 cuando los Mareantes se encargaron de proseguirlas, pero a mitad de siglo las obras realizadas, resultaban inútiles por las inclemencias de los temporales al encontrarse en un lugar de la costa sin abrigo, que hacía imposible las operaciones de estiba y desestiba, con atraques sin comodidad y sin seguridad.
Fueron estas condiciones desfavorables las que recomendaron fijar los objetivos en construir un muelle en Las Isletas por su abrigo natural, obteniéndose del gobierno nacional la aprobación en 1856 del encargo del proyecto y en 1858 la subasta de las obras, si bien las mismas no se realizaron. Pero había quedado claro que el lugar ideal para el nuevo puerto era Las Isletas.
Seis años atrás, en 1852, la concesión de la franquicia para los puertos isleños, gracias a los esfuerzos del ministro grancanario Fernando León y Castillo, había marcado el inicio de un proceso en cadena, que tras el fracaso del proyecto de 1852 del ingeniero Francisco Clavijo y Pló, se proyecta un gran puerto, iniciándose las instalaciones portuarias en 1883 de la mano de los hermanos Fernando y Juan León y Castillo, dos isleños, uno ministro y otro ingeniero, que tuvieron la visión de poner las bases de este puerto internacional, el Puerto de Refugio de La Luz en la Bahía de Las Isletas, que tomaba el nombre del Castillo de La Luz.
El propio teldense Fernando de León y Castillo, a quien en
buena medida se debe la iniciativa del nuevo puerto de la Ciudad, señala
en sus memorias que «…fue siempre idea tenaz en mí la vía de las
comunicaciones marítimas, creando un gran puerto en Las Palmas, el único
porvenir de su engrandecimiento para los futuros destinos de Gran
Canaria y de todo el archipiélago...».
El presupuesto para la construcción del puerto, que empezó en febrero de 1883, provino del erario público español, pero fue la compañía británica Swanston & Co. la que obtuvo la concesión de las obras, para las que se utilizaron materiales e ingenieros británicos. Por tanto, desde el punto de vista técnico, La Luz era un modelo único entre los puertos españoles. El tráfico de buques fue muy intenso desde los mismos comienzos. En 1893, cuando tan soloestaban construidos quinientos metros del rompeolas, ya arribaban a La Luz un promedio deciento cuarenta buques mensuales, de los cuales una gran mayoría era de bandera británica,en notable desproporción con el número de vapores nacionales.
Del mismo decía Leonardo Torriani alrededor de 1590 «El puerto está a unas tres millas de distancia, en dirección norte; y en aquella parte el campo es arenoso, y los montes cercanos, desnudos y tétricos».
Detalle de vista aérea (fotosaereasdecanarias-com) |
Si hubo alguna circunstancia histórica que impulsara siglos atrás la permanente inquietud por alcanzar progresivamente un puerto en la Ciudad lo fue el temprano asentamiento de ingleses e irlandeses en Canarias que se remonta al siglo XVI, cuando se inicia el tráfico mercantil del vino sack o canary. Ya en 1519, traficantes ingleses de Bristol solían anclar en las radas de Las Isletas, Garachico y Funchal.
Castillete de Santa Ana (esacademic-com) |
Habrá que esperar a la primera década del siglo XIX para que se inicie la construcción de un nuevo Puerto de Las Palmas, conocido como Muelle de San Telmo, junto al castillete de Santa Ana, cuyas obras se pararán por la carencia de disponibilidades económicas, los errores técnicos y los inconvenientes de su emplazamiento (HERRERA PIQUÉ, A.: La ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su urbanización, Las Palmas de GC, 1978).
El muelle de San Telmo en la cartografía de Pascual Madoz |
Fueron estas condiciones desfavorables las que recomendaron fijar los objetivos en construir un muelle en Las Isletas por su abrigo natural, obteniéndose del gobierno nacional la aprobación en 1856 del encargo del proyecto y en 1858 la subasta de las obras, si bien las mismas no se realizaron. Pero había quedado claro que el lugar ideal para el nuevo puerto era Las Isletas.
Reboso en el Muelle de San Telmo en 1932 (Pérez Melián F - Fedac) |
Seis años atrás, en 1852, la concesión de la franquicia para los puertos isleños, gracias a los esfuerzos del ministro grancanario Fernando León y Castillo, había marcado el inicio de un proceso en cadena, que tras el fracaso del proyecto de 1852 del ingeniero Francisco Clavijo y Pló, se proyecta un gran puerto, iniciándose las instalaciones portuarias en 1883 de la mano de los hermanos Fernando y Juan León y Castillo, dos isleños, uno ministro y otro ingeniero, que tuvieron la visión de poner las bases de este puerto internacional, el Puerto de Refugio de La Luz en la Bahía de Las Isletas, que tomaba el nombre del Castillo de La Luz.
Proyecto de León y Castillo (Herrera Piqué, A.) |
El presupuesto para la construcción del puerto, que empezó en febrero de 1883, provino del erario público español, pero fue la compañía británica Swanston & Co. la que obtuvo la concesión de las obras, para las que se utilizaron materiales e ingenieros británicos. Por tanto, desde el punto de vista técnico, La Luz era un modelo único entre los puertos españoles. El tráfico de buques fue muy intenso desde los mismos comienzos. En 1893, cuando tan soloestaban construidos quinientos metros del rompeolas, ya arribaban a La Luz un promedio deciento cuarenta buques mensuales, de los cuales una gran mayoría era de bandera británica,en notable desproporción con el número de vapores nacionales.
Durante y después de la construcción del nuevo puerto, el Muelle de San Telmo o viejo Puerto de Las Palmas mantiene su funcionalidad como pequeño muelle pesquero, junto a unos pequeños astilleros, pero con el paso de los años se convertirá en una señal farera para señalar su posición a la navegación marítima.
Con el paso de los años y la pérdida de su funcionalidad marítima, acogería en su superficie el homenaje de la Ciudad a Pérez Galdós para situar en el mismo la gran escultura que realizó Victorio Macho, y convertirse en mirador natural para contemplar el paso de las regatas de la Vela Latina Canaria, hasta que el mismo fuera subsumido por la construcción de la Avenida Marítima y en el lugar se homenajeara con otra escultura a la Vela, trasladándose la de Galdós a su Casa-Museo, si bien por algún tiempo anduvo perdida por los almacenes municipales.
El reencuentro con los ingleses se produce en los siglos XIX y XX, etapa en la que las Canarias fueron bien conocidas como estación sanitaria y como punto de escala obligado para las compañías navieras inglesas dominadoras de las rutas que comunicaban las islas con Liverpool, Londres, África occidental, Ciudad del Cabo, Nueva Zelanda, etc.
La construcción de los nuevos puertos de La Luz y de Las Palmas es el incrementó aún más el interés británico por las islas, a causa de su estratégica posición en un punto intermedio para sus incursiones al continente africano, verdadero objetivo del Imperio. Las islas servirían como escala para el avituallamiento de los buques, y como plataforma para el entrenamiento climatológico y el reposo de sus soldados y de todo el personal de tránsito hacia las colonias africanas, y la exploración del Nuevo Mundo.
Con el paso de los años y la pérdida de su funcionalidad marítima, acogería en su superficie el homenaje de la Ciudad a Pérez Galdós para situar en el mismo la gran escultura que realizó Victorio Macho, y convertirse en mirador natural para contemplar el paso de las regatas de la Vela Latina Canaria, hasta que el mismo fuera subsumido por la construcción de la Avenida Marítima y en el lugar se homenajeara con otra escultura a la Vela, trasladándose la de Galdós a su Casa-Museo, si bien por algún tiempo anduvo perdida por los almacenes municipales.
El Puerto en 1900 (Ojeda Pérez - Fedac) |
El reencuentro con los ingleses se produce en los siglos XIX y XX, etapa en la que las Canarias fueron bien conocidas como estación sanitaria y como punto de escala obligado para las compañías navieras inglesas dominadoras de las rutas que comunicaban las islas con Liverpool, Londres, África occidental, Ciudad del Cabo, Nueva Zelanda, etc.
La construcción de los nuevos puertos de La Luz y de Las Palmas es el incrementó aún más el interés británico por las islas, a causa de su estratégica posición en un punto intermedio para sus incursiones al continente africano, verdadero objetivo del Imperio. Las islas servirían como escala para el avituallamiento de los buques, y como plataforma para el entrenamiento climatológico y el reposo de sus soldados y de todo el personal de tránsito hacia las colonias africanas, y la exploración del Nuevo Mundo.
El Puerto en 1905 (Fedac) |
En principio, el capital inglés monopolizó todas las actividades portuarias: suministro de carbón, varaderos, pequeños astilleros, consignatarias. Pero pronto esas mismas compañías pasarían a controlar otros sectores económicos como las operaciones bancarias, los seguros, el turismo y la exportación de productos agrícolas, aprovechando los barcos vacíos que volvían a Inglaterra, promoviendo el transporte de viajeros ingleses en esos mismos barcos en los que exportaban los productos agrícolas a Inglaterra.
El Puerto en 1905 (Da Luz Perestrello, J - Fedac) |
Así, mientras que para Londres salía diariamente un correo, y algunos días incluso dos, los correos españoles solo visitaban La Luz tres o cuatro veces al mes.
El aumento del número de vapores ingleses que recalaban en las islas era constante, de modo que, en 1902, por ejemplo, del total de 2351 barcos registrados en La Luz, 1356 fueron ingleses, y los de nacionalidad española solo llegaron a 451.
Pero La Luz reforzaba igualmente el tráfico interior con los pequeños puertos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura mediante el tráfico de las goletas.
Estibando huacales en 1925 (Fernando Baena - Fedac) |
La historia del Puerto de La Luz es totalmente satisfactoria. Se puede hacer una idea de la cuantía de las enormes ganancias en el terreno comercial ateniéndose a los datos sobre los valores alcanzados en el año 1902, solo por la exportación de las tres clases de frutos cuyo comercio era mayor: plátanos, tomates y papas.
En ese año fueron exportados a Inglaterra 1.656.872 bultos de plátanos, 439.197 de tomates y 274.718 de papas, lo que hace un total de 2.370.787 bultos. Valorando estos frutos a 6 pesetas el huacal de plátanos, 9 el atado de tomates y 5 la caja de papas, resultan quince millones doscientas sesenta y siete mil quinientas noventa y cinco pesetas que ingresaron en un año en la provincia.
A esas cifras hay que añadir la exportación al Reino Unido de almendras, naranjas, legumbres, cochinilla y productos industriales, como cigarros y calados, todo lo cual asciende a un valor que pasa de un millón quinientas mil pesetas. Conste que las valoraciones de esos frutos se hacen muy por debajo de lo que se cotizan hoy. El huacal es una palabra del habla canaria derivada del «guacal» sudamericano, una especie de cesta o jaula formada de varillas de madera, que se utilizaba para el transporte.
El puerto significará para la isla un factor decisivo en su auge económico tras la grave crisisque supuso la caída del cultivo de la cochinilla. Su excelente ubicación no pasó desapercibida a las potencias europeas del s. XIX, que lo utilizaron como base de su expansión en América y África, y para el desarrollo del comercio internacional. Fueron los ingleses quienes potenciaron el desarrollo de la construcción de los puertos para disponer de puertos carboneros para su colonialismo sobre el continente africano.
La Autoridad Portuaria en la actualidad, bajo la denominación única de Puerto de Las Palmas necesaria por la globalización del tráfico marítimo, que engloba todas las superficies de amarre y atraque, define su estrategia como un puerto internacional que combina su tráfico de importación y exportación con la prestación de todo tipo de servicios a la escala de buques, como reparaciones, avituallamiento y otros, con el tráfico pesquero, el pasaje y las embarcaciones de recreo.
Es el primer centro distribuidor de mercancías de Canarias y uno de los más importantes de España. Está conectado con ciento ochenta puertos de los cinco continentes a través de una treintena de líneas marítimas.
En ese año fueron exportados a Inglaterra 1.656.872 bultos de plátanos, 439.197 de tomates y 274.718 de papas, lo que hace un total de 2.370.787 bultos. Valorando estos frutos a 6 pesetas el huacal de plátanos, 9 el atado de tomates y 5 la caja de papas, resultan quince millones doscientas sesenta y siete mil quinientas noventa y cinco pesetas que ingresaron en un año en la provincia.
Astilleros en 1934 (J. García - Fedac) |
A esas cifras hay que añadir la exportación al Reino Unido de almendras, naranjas, legumbres, cochinilla y productos industriales, como cigarros y calados, todo lo cual asciende a un valor que pasa de un millón quinientas mil pesetas. Conste que las valoraciones de esos frutos se hacen muy por debajo de lo que se cotizan hoy. El huacal es una palabra del habla canaria derivada del «guacal» sudamericano, una especie de cesta o jaula formada de varillas de madera, que se utilizaba para el transporte.
El puerto significará para la isla un factor decisivo en su auge económico tras la grave crisisque supuso la caída del cultivo de la cochinilla. Su excelente ubicación no pasó desapercibida a las potencias europeas del s. XIX, que lo utilizaron como base de su expansión en América y África, y para el desarrollo del comercio internacional. Fueron los ingleses quienes potenciaron el desarrollo de la construcción de los puertos para disponer de puertos carboneros para su colonialismo sobre el continente africano.
El Puerto en 1965 (Fedac) |
Es el primer centro distribuidor de mercancías de Canarias y uno de los más importantes de España. Está conectado con ciento ochenta puertos de los cinco continentes a través de una treintena de líneas marítimas.
Se lo conoce como la gran estación de combustible del Atlántico por el millón y medio de toneladas de productos petrolíferos que se suministran anualmente, unas tres toneladas cada minuto. Por su cercanía a los ricos caladeros africanos y por sus infraestructuras, es el primer puerto pesquero de la zona, con un movimiento anual de 400 000 toneladas de pescado congelado.
En tráfico de contenedores es el primero de África Occidental con cerca de 600 000 TEUs (unidad de medida de capacidad de transporte marítimo en contenedores). Dispone del mayor centro de reparaciones navales de la zona, con polivalencia para realizar operaciones a flote de supertanques, varar buques de hasta 30 000 toneladas, así como para atender embarcaciones deportivas o yates.
Es un puerto tradicional en la ruta de los cruceros turísticos, con un volumen de más de un millón de pasajeros entre turistas y tráfico doméstico. Dispone del mayor Puerto Deportivo de Canarias, con 850 atraques de capacidad.
El antiguo topónimo de Puerto de La Luz se mantiene vivo en la memoria colectiva de los isleños, que al margen de las denominaciones estratégicas de los tiempos actuales, reconocerá con este nombre la totalidad del complejo portuario de Las Palmas de Gran Canaria.
El Queen Elizabeth (blogdecrucerosytrasatlanticos-blogspot) |
En tráfico de contenedores es el primero de África Occidental con cerca de 600 000 TEUs (unidad de medida de capacidad de transporte marítimo en contenedores). Dispone del mayor centro de reparaciones navales de la zona, con polivalencia para realizar operaciones a flote de supertanques, varar buques de hasta 30 000 toneladas, así como para atender embarcaciones deportivas o yates.
Es un puerto tradicional en la ruta de los cruceros turísticos, con un volumen de más de un millón de pasajeros entre turistas y tráfico doméstico. Dispone del mayor Puerto Deportivo de Canarias, con 850 atraques de capacidad.
Detalle de vista aérea (fotosaereasdecanarias-com) |
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