domingo, 17 de junio de 2012

ISLETA, BARRIO Y PENÍNSULA DE LA (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo que todo grancanario sabe que identifica esa pequeña península en el nordeste de la isla redonda, que posiblemente millones de años atrás estuvo separada de ella, formando una pequeña "isleta", y que posiblemente hace siglos cuando llegaron los mallorquines y después los castellanos, cuando eran altas las mareas, las olas acariciaban las arenas del istmo como pretendiendo esconderlo.

Porque en los primeros tiempos eran muchas las pequeñas isletas de la bahía que acompañaban en su soledad a la mayor isla redonda y con el paso de los siglos cuando llegaron los conquistadores castellanos eran ya «... dos isletas separadas de muy poca capacidad ...».

Vista aérea (JR Guedes)

Y de ellas surgió primero el topónimo de Las Isletas, hasta que el hombre se las fué apropiando y construyendo en ellas fortificaciones, pequeños varaderos, mesones, y con su intervención se fueron fundiendo entre sí, para conformar una pequeña península que abrigará la mejor bahía al sur del Atlántico.

Fué así como los castellanos construyeron el Castillo de La Luz y el Castillo de Santa Catalina bañados por el mar, pero antes que ellos, ahí estaban los aborígenes canarios.



Detalle de La Isleta (fotosaereasdecanarias-com)
No era una agrupación de litoral, más bien de montaña como medio de protección frente los que arribaban para su captura como esclavos. Son diversos los vestigios que ayudan a conocer el poblamiento aborigen en este lugar, especialmente la Cueva de los Canarios localizada en la Montaña del Confital.

Es un conjunto arqueológico formado por dos grandes cuevas artificiales de habitación y otras cavidades menores destinadas a silos, excavadas en dos niveles sobre una gran arcada natural, posiblemente un antiguo cráter; todas ellas están orientadas hacia el oeste, que las protege de las inclemencias temporales.


Cuevas de Los Canarios (rosagrancan-blogspot)

El conjunto de cuevas organizaba su distribución mediante andenes y veriles, algunos de ellos escalonados, de los cuales solo quedan huellas. Varias de estas cavidades presentan una serie de pequeños círculos excavados o cazoletas tanto en el suelo como en las paredes, a los que se atribuye una finalidad doméstica o de antiguos soportes de divisiones internas.

También se distinguen pequeñas estancias a modo de alacenas. Se dice que en estas cuevas encontró el conquistador Pedro de Vera imágenes religiosas atribuidas a los mallorquines que arribaron en el siglo XIV, y que pudieron proceder de la primera ermita de Santa Catalina que fue destruida por los aborígenes.


Cantera Montaña Quemada (Patrinet)
No muy lejos de la Cueva de los Canarios, se encuentra la cantera de la Montaña Quemada, de la que está documentado extraían la piedra para realizar molinos aborígenes, muelas de molino de mano que eran fundamentales en el proceso de molienda del cereal.


Cementerio aborigen en primer plano (Da Luz Perestrello 1900 Fedac)

La desaparecida Necrópolis de la Isleta estaba situada en La Puntilla, más concretamente en las calles Mari Sánchez y Prudencio Morales, en un malpaís de escorias volcánicas. Se tienen noticias de centenares de túmulos de enterramiento, donde los cuerpos no estarían momificados sino envueltos en una tela grosera.

La vida de los aborígenes que habitaron en estos parajes debió de girar en torno a la pesca.  Tambien muy cerca de la Cueva de Los Canarios habían concheros en la carretera de acceso a Las Coloradas que han desaparecido, vestigio del que se desprende que parte de su dieta estaba relacionada con el mar que les roedaba.


Vestigios de necrópolis (amaga-org)
Los vestigios encontrados acreditan que los aborígenes canarios eligieron su emplazamiento tanto por las condiciones del lugar, aprovechando las posibilidades que les permitía la costa para encontrar su sustento, tanto en la pesca como en el marisqueo; además dominaban estratégicamente las amenazas que podrían llegarle por el mar y por tierra, pues estaban situados en montañas que dominaban el horizonte para distinguir la llegada de embarcaciones, al tiempo que controlaban el istmo de arenas.


Sobre la importancia del puerto o ensenada natural de Las Isletas en la conquista, destacan las múltiples referencias históricas que recoge Abreu y Galindo. El miércoles 12 de agosto de 1461, Diego de Herrera tomó posesión de la isla, en el puerto de Las Isletas, estando presentes los dos Guanartemes de Telde y de Gáldar. El 24 de junio de 1477 el capitán Juan Rejón toma puerto en el de Las Isletas para en el mismo día fundar el Real de Las Palmas.

Fué también aquí donde Juan Rejón venció al portugués Francisco de Almeida, que atacaba la isla con diecisiete carabelas; y aquí era también donde sus soldados cogían la orchilla para traficar con el mercader sevillano de origen flamenco Manuel Fernández Trotín.

A él arribó la armada, el 17 de mayo de 1479, con la que venían el obispo Juan de Frías y el nombrado alcalde de la isla Esteban Pérez de Cabito. El 18 de agosto de 1480, arribaba Pedro de Vera, gobernador y capitán general de la conquista; y el año siguiente arribaron dos compañías de jinetes y una de ballesteros de la Hermandad de Andalucía, que llegaron como refuerzos para la conquista de la isla.

Resulta interesante que la primera estructura defensiva en la isla se construyera precisamente en Las Isletas, justo delante del refugio natural para navíos que suponía la bahía de Las Isletas. La defensa de este enclave era estratégica, ya que el Castillo de La Luz defendía una de las mejores puertas de entrada a la isla y el acceso a la Ciudad.

El territorio era tierra de realengo desde la Conquista, y a finales del s. XVIII, Dámaso Hermosilla Manrique, autor de la Descripción topográfica y militar de la isla de Gran Canaria, solicita una data para establecer una población en la Isleta de doscientos a quinientos vecinos, señalando a cada uno el correspondiente número de fanegas para su cultivo.


Salinas de El Confital (Fedac)
Defendía que el terreno era de secano y en él se podían cultivar trigo, cebada y centeno; pero, con la construcción de estanques para recoger el agua de invierno, se podrían cultivar millo, judías, hortalizas y árboles frutales. También había sitios idóneos para viñas y para unas salinas, si se querían hacer por cuenta de la Corona, pudiéndose construir una mareta para el abasto de los vecinos y de los animales.



Hermosilla expone su proyecto a Pedro Rodríguez de Campomanes, Ministro de Hacienda,justificándolo en la escasa utilidad de La Isleta reducida a «una corta porción de horchilla, distintas cargas de cardones y tabaibas para las panaderas, uno o dos hatos de cabras y una pequeña porción de sal recogida en los riscos inmediatos al mar» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).



Cardonal-tabaibal (conocelaisleta-wordpress)

Todo el proyecto obligaba a disponer de agua, y para la construcción de maretas y estanques, Hermosilla pide los 80.000 pesos de la Vacante del Obispo Servera, destinando el sobrante a la compra de yuntas y herramientas para repartir las suertes. Esos fondos estaban destinados al socorro de los pobres y por lo tanto debían emplearse en dotar hospitales, cunas de expósitos (niños sin padres conocidos), cárceles, fábrica de lazareto, casas de recogidas y socorro de mendigos.

La solicitud de Hermosilla fue contradicha por la Sociedad Económica de Amigos del País, que por aquel entonces tenía un gran poder mediático y político, y por el Cabildo; pero él, con el fin  de demostrar la viabilidad de su proyecto, solicitó el 30 de octubre de 1786 la concesión por cinco años de una trozada de tierra en La Isleta para experimentar con cereales, viña, y arboleda.

La Isleta en 1880 (Ojeda Pérez L - Fedac)
El 3 de noviembre la Audiencia le asigna cien fanegas con el gravamen de 2 reales por fanega a favor de los Propios del Cabildo General. En mayo del siguiente año ya había levantado algunas paredes y cercas, construido un estanque y cuatro casas de campo, y hecho algunos sembrados de trigo y cebada, ascendiendo el total de gastos a 60.000 reales.

En 1790, tras los elevados gastos realizados, Hermosilla pide al Consejo la propiedad de las tierras que cultivaba, y que se le eximiera del pago del canon impuesto en 1786. Esta petición no es aceptada y la Audiencia el 10 de diciembre de 1801 acuerda que, puesto que el plazo de cinco años lo había disfrutado durante quince, sus herederos debían sacar todo lo que de su pertenencia tuviesen en La Isleta.


Cementerio aborigen (Olivia Stone 1885 - Fedac)

Fracasada la tentativa de colonización agrícola, hasta diciembre de 1855 se hablaba de que su poblamiento se reducía a media docena de míseras chozas.

A partir de la terminación de la carretera de tierra de Las Palmas al Puerto en 1861, se incrementa el desarrollo poblacional del caserío, si bien ya se tienen noticias de unas cuantas casas: la de Señá Rosario, la de los Perpetuos, el Mesón, el Cuartel de Artilleros, la casa de la Virgen y la del Sargento Llagas, alcalde de mar, jefe de policía y la máxima autoridad de vigilancia de aquel lugar solitario, además de algunas chozas de pescadores.

En la desamortización de las tierras de baldíos y realengos La Isleta es dividida en dos trozos para su subasta: la del naciente de ochocientas cincuenta fanegas y seis celemines, y la del poniente de seiscientas treinta y cinco fanegas y siete celemines, sale a remate el 4 de abril de 1859 por el precio de 52.016 reales de vellón, adjudicándose en venta el 2 de agosto del mismo año al doctor Domingo J. Navarro, por cesión de Julián Bolges, a quien ya se la había cedido Miguel Martín Fernández, por la mejor oferta de 107.000 reales de vellón.

Tras distintas compraventas, en 1871 Pedro Bravo Joven se convierte en propietario de La Isleta con una cabida de mil cuatrocientas ochenta y seis fanegas.
Casas de La Isleta en 1885 (Ojeda Pérez L. - Fedac)

Al terminarse la carretera de la Ciudad al Puerto y con el inicio de la construcción de este en 1883, se produjo una mayor demanda de mano de obra y servicios portuarios, por lo que, de una población de un centenar de habitantes se pasa a los once mil a comienzos del siglo XX.

En 1917 había veinte mil habitantes en el barrio, procedentes de la inmigración desde el interior de la isla, y de las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Pese a esta presión demográfica, la zona no dispone de alcantarillados, cuyas obras se inician en 1920. Es por ello que, en los años treinta, se producen epidemias de difterias y viruela por la falta de recogida de basuras y la escasa higiene pública. A esto hay que añadir el alto grado de analfabetismo de la población.


Obras de alcantarillado (Teodoro Maisch - Fedac)
En 1908 se construía la ermita de la Virgen de La Luz. No se puede determinar si su advocación obedece al nombre del Castillo o a la leyenda contada por el alcalde de mar Sargento Llagas sobre una «luz» misteriosa que vagaba de noche por estos parajes, hecho por el que la Virgen del Rosario pasó a ser la Virgen de La Luz.
Casas y castillo en 1900 ( Da Luz Perestrello, J - Fedac)
Su condición de barrio obrero en la primera mitad del s. XX, muy convulsa por las dos guerras mundiales y la Civil Española que afectaron al tráfico portuario, hizo muy difícil la subsistencia para su población por la falta de medios y servicios de todo tipo. 

Desgraciadamente, aquel que más se preocupó por mejorar la situación del barrio, el médico y alcalde de la ciudad Bernardino Valle, tuvo que exiliarse con la Guerra Civil. A mediados del siglo XX existía en el barrio una fábrica de muñecas que daba trabajo a muchas mujeres del lugar.


Fábrica de muñecas (1960 Fedac)

Si se compara la situación actual con la que vivieron las generaciones de esa época, las mejoras han sido notables, pues actualmente cuenta con centro de salud, comisaría, escuelas, institutos, comercios, etc. Una infraestructura mejorable pero digna, si bien no iguala las condiciones del resto de la Ciudad.

Aún siendo Patrimonio del Estado, está calificada como Paisaje Protegido. Se incluye una porción de la península de superficie casi circular, que se conecta con la isla principal a través de la tómbola de arena del istmo de Guanarteme. El espacio está constituido por un conjunto de conos volcánicos dispuestos en dos alienaciones entre las que se encuentra un valle cubierto por un malpaís de lavas escoriáceas.


Faro (guias-masmar-net)

Destaca por tratarse de uno de los relieves más característicos de la isla, distribuido mediante un denso campo volcánico del Cuaternario que se forma en dos etapas. La primera etapa corresponde a los volcanes de las montañas Confital, Colorada y Faro. La segunda corresponde a las montañas Vigía, Esfinge (muy alterada debido a su continuado uso como cantera de picón) y cinco conos volcánicos menores.

Por encima de las instalaciones portuarias y en la zona oriental del barrio, se emplaza el polígono industrial El Sebadal donde tienen cabida empresas vinculadas a servicios portuarios, centros de distribución, medios de comunicación, almacenes, etc., conformando todo ello el área industrial más extensa de la Ciudad.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

ISIDRO, SAN (TEROR)

Topónimo que corresponde a un caserío situado en la carretera que conduce desde Teror a San Mateo (GC-042. Tiene su origen en la advocación a que fue dedicada una antigua ermita. 

Fue construida y dotada a fines del siglo XVII por el canónigo Juan González Falcón, natural de Arucas, abogado que casó, enviudó y abrazó la carrera eclesiástica. Tanto la ermita como el llamado hacienda de San Isidro constituyeron parte integrante de la dotación del vínculo de bienes fundado en 1693.

Camino de herradura (Fedac)
Cuando accedión a la canongía construyó un caserío y solicitó permiso para levantar una ermita para decir misa a sus familiares, concediéndosele de que abriera una puerta para el camino que va a Tirajana, al objeto de que los caminantes pudieran oír misa. La ermita de planta sencilla se enmarca en una arquitectura rural y su campana pertenecía a la ermita de Teror. 

Ermita (Depaca)
Adosada a la casa del patrono, comparte las mismas características estilísticas del resto de oratorios del archipiélago: planta rectangular de una sola nave, cubierta de tejas a dos aguas y sencilla espadaña de cantería para la campana sobre una de sus esquinas.

Ya en el interior, además de la efigie del santo titular y del resto de obras de imaginería, destaca el altar preconciliar decorado con azulejos, cuya decoración de figuras azules sobre fondo blanco induce a pensar en los elaborados en la ciudad holandesa de Delft, principal exportadora de este tipo de piezas desde hace varios siglos. 

Horno de pan (Fedac)
Hasta el siglo XIX formó parte del vínculo de Falcón, pasando con la desamortización a propiedad privada.

Se trata de Juan González Falcón, Canónigo doctoral de la Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada, en su testamento de 27 de agosto de 1693 además de su hacienda de doscientas noventa y tres fanegas en Tamaraceite, declaraba la propiedad en este lugar de cincuenta y cinco fanegas de la «Hacienda de árboles y tierra labradía con fuentes, casas y ermita en San Isidro» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).



Chorro y camino (Google earth)
En el mismo pago de San Isidro, junto al camino de San Bartolomé a Teror y en la orilla de la carretera general, se encuentra uno de los muchos nacientes que tuvo esta zona conocido como el Chorro de San Isidro.

A principios del siglo XX se acondicionaron los exteriores de la Fuente con un banco y un frontis de cerámica por iniciativa de los propios vecinos.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

sábado, 16 de junio de 2012

ISIDRO, SAN (GÁLDAR)

Topónimo correspondiente a un populoso barrio, situado al sur de su capital municipal y al naciente de la montaña de Amagro. El nombre tiene su origen en la advocación de una antigua ermita en honor de San Isidro con amplia historia.

San Isidro el Viejo (infonortedigital-com)
Marcos Verde de Aguilar y Trejo, Canónigo más antiguo de la Catedral y Juez del Tribunal de la Santa Inquisición, así como Mayordomo de la Iglesia de Gáldar, murió en 1660 a la edad de sesenta años y en su testamento legó un pequeño adoratorio de siete metros por tres y medio en las Rosas de la Cruz, bajo la advocación de San Isidro, que había construido sobre 1642 (MONZÓN SUÁREZ, S.: San Isidro: de sus orígenes, ed. digital, 2003).

Esta sencilla ermita no es otra que la situada junto a la carretera de Gáldar a Agaete, en el cruce con la carretera de acceso a Juncalillo (GC-220), conforme a los linderos de las tierras de la familia Aguilar y de los que se señalaron en los repartos de la Vega de Amagro en 1741, y que en 1890 ya era propiedad de Ignacio Díaz Lorenzo, abogado que fue Alcalde de Las Palmas, y en 1969 de su hijo el entonces Capitán de Infantería Ignacio Díaz de Aguilar.

Casa y corrales (Fedac)
Una de las cláusulas testamentarias que hacen referencia a la fundación de la ermita dice:

«… Que tiene un cortijo de doscientas fanegas de tierra labradía donde dicen las Rosas de las cruces que heredé de mis padres. Asimismo he comprado otra suerte hoy del alrededor que llaman las Rosas de Grecia al Capitán Gonzalo de Quintana Betancor, la mitad de ella y a D. Diego de Carvajal y a Dña María de Aguilar su hermana la otra mitad con usufructo y a Juan Sebastián y a su mujer María de Fuentes otras tierras...».

Estanque (Fedac)
Con posterioridad, en escritura testamentaria de 5 de septiembre de 1719  Juan Verde Aguilar, Licenciado y presbítero de Gáldar, decía ser propietario de doscientas doce fanegas y ocho celemines de un «Cortijo de tierra de “secano” con varias cuevas en San Isidro, denominado de “Las Cruces”» consolidando el hagio-topónimo bajo la advocación que estableció su antepasado en la localización de su gran hacienda.

De la primitiva y estrecha ermita, lugar de encuentro y culto de los pastores de Amagro, su titularidad privada, y el incremento de los asentamientos poblacionales en el lugar próximo, unido al  hecho de que sobre 1854 se había trasladado a la iglesia parroquial de Gáldar la talla de San Isidro que estaba en dicha ermita, motivaron a los vecinos para que el 4 de diciembre de 1877 celebraran una reunión con el párroco de la Villa, con el objeto de formar una junta responsable de la construcción de la nueva ermita, dado el mal estado de la vieja ermita y su limitado aforo para un pago que ya en esos tiempos contaba con muchos vecinosi.

Inauguración escuela en 1949 (Fedac)
Según se cuenta en esa primera reunión se comprometieron los promotores para hacer una petición de limosnas entre los vecinos de la Villa y a no recibir remuneración alguna por sus trabajos personales. Consiguieron recaudar veinte pesos, seis reales de plata y seis cuartos que con cien pesos más que se fueron reuniendo de limosnas y rifas, importaron trescientos veintitrés pesos, seis reales y seis cuartos, equivalentes a cuatro mil ochocientos sesenta y nueve reales de vellón.

El lugar elegido para su edificación de la nueva ermita fue el llano de Juan Díaz, sitio despoblado aunque bien visible desde todas partes, por lo que no resultaba difícil convocar a toque de caracolas a los vecinos del Bermejal y Taya cuando faltaba el agua en la obra. Era tan privilegiada y visible su ubicación, que se cuenta la anécdota de que muchas tardes bajaban el párroco de la villa José Romero y el Sacristán Mayor y Mayordomo de Santiago José Galindo, al final de la Calle Toscas de la villa para ver la altura que iban alcanzando los muros de la ermita.

Parroquia de San Isidro (Infonortedigital-com)

El 14 de mayo de 1878 estaba construida la ermita de planta rectangular de dieciséis metros de largo por seis de ancho, con tejado a dos aguas, encalada la parte interior, sin sacristía y sin piso de losas pero sí arenado. Desde los primeros momentos en torno a la nueva ermita el llano de Juan Díaz surgió una incipiente vecindad, cimiento del actual barrio de San Isidro.

En 1929 se pavimentaba la plaza con dinero sobrante de la fiesta y era abierto el nuevo cementerio municipal en las proximidades del barrio. Declarada Parroquia de San Isidro en 1943, veintiseis años después la imagen de San Isidro el Viejo era devuelta en peregrinación a su primitiva ermita, la que siglos atrás construyera el Canónigo Verde de Aguilar una vez culminaron las reformas realizadas en 1969.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


INGLESES, LOMO DE LOS (SAN MATEO)

Topónimo correspondiente a un lomo descendente situado entre los barrios de  La Lechuza y La Lechucilla. Su origen está en la privatización del agua de abasto a Las Palmas de Gran Canaria a la compañía conocida como City, y en la pertenencia a los ingleses que aprovechaban las tierras para el cultivo de la vid al disponer de agua.

Consecuencia de la escasez de agua que aportaba la Fuente de Morales y la baja calidad de su traslado, se acordó el aprovechamiento de las aguas que nacían en las cumbres de la Hoya del Gamonal y Camaretas para lo que era necesario entubarlas hasta la Ciudad, alta inversión para la cual no disponía el municipio y optó por su privatización mendiante concurso.

Cantonera (Fedac)
La empresa encargada de las obras fue la inglesa City of Las Palmas Water and Power Company Limited. A lo largo del recorrido de la canalización del agua se fueron construyendo casas de agua y campanas, en cuyo interior están las campanas distribuidoras. Los ingenieros y capataces también eran ingleses. 

Panorámica del lomo (senderosgrancanaria-blogspot-com)

Algunos detalles que acontecieron como consecuencia de la privatización del abastecimiento de aguas a la Ciudad por su adjudicación a la City, son contados en nuestra entrada FUENTE DE MORALES a este Blog.

La Vega de San Mateo sigue rememorando en septiembre la tradición de la Bajada del Vino que se inicia en este lugar donde estuvieron los viñedos de los ingleses.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

INGLESES, CEMENTERIO DE LOS (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo urbano que rememora el British Cemetery que se construyó en 1834, en la  ladera de San José, hoy calle Marconi, gracias a la iniciativa de doce caballeros británicos residentes en Las Palmas y el Vicecónsul Austice, que aportaron la mitad del coste de la obra, corriendo el resto a cargo del gobierno británico.

Ello fue posible cuando en noviembre de aquel mismo año una Real Orden del Estado Español diera el permiso para construir en las islas cementerios para la sepultura de los súbditos británicos, que pasó a ser un referente toponímico dentro del barrio de San José.

El cementerio (Yuri Millares - Pellagofio-com)
El progresivo aumento de la colonia hizo que en 1912 el cementerio tuviera que ampliar su superficie a seiscientos cuarenta y un metros cuadrados. En 1993 había un total de quinientas sesenta y cuatro tumbas, de las que treinta y dos están en una sección alta de construcción más reciente.

Interior del cementerio (estodotuyo-com)
Algunas contienen epitafios alegóricos a una entrañable relación con esta tierra, como la tumba de Sydney Alfred Jones, en la que se lee la inscripción «Sleeping on the island he loved» (Dormir en la isla que amaba). Hay otras no exentas de humor, como la de James Fleming Baxter, que se despide de este mundo con un simple «Hasta luego».

Localización (Google earth)

INGLÉS, HOSPITAL (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo urbano prácticamente desaparecido, si bien es recordado el lugar de su última ubicación por los mayores. Los antecedentes del conocido como Hospital Inglés son de 1878, de cuando la enfermera británica Miss Hudson se dedicó al cuidado de marineros enfermos en su propia casa de Las Palmas.

Al saber esto los directivos de las casas consignatarias británicas del Puerto de La Luz se plantearon la necesidad de abrir un hospital con médicos y enfermeras que hablasen inglés que fue fundado en 1891 bajo la denominación de Queen Victoria Hospital, conocido porpularmente como el Hospital Inglés, que se instaló en el llamado Arrecife del Puerto de La Luz.

Marineros ingleses (E. Ponce - Fedac)

Tenía también un precedente en el Seaman’s Institute, organización de carácter religioso que se fundó en 1890 para acoger a los marineros británicos que quedasen desembarcados en la isla, bien por enfermedad o por cualquier otro motivo.

El Seaman’s Institute, regentado por misioneros protestantes, era mantenido por la British and Foreign Sailor’s Society y la British Bible Society de Londres, con posterioridad funcionó como casa de reposo tanto para convalecientes como para marineros que después de obtener el alta médica en el Queen Victoria Hospital, aguardaban allí el momento adecuado para regresar a su país. Esta institución funcionaba con un reglamento muy estricto que, entre otras cosas, prohibía las bebidas alcohólicas a los marineros acogidos.

La playa en 1890 (Ojeda Pérez - Fedac)
En abril de 1903 se procedió a la construcción de un edificio mejor para el Queen Victoria Hospital en un solar entre la calle Albareda y la Playa de Las Canteras. El edificio tenía vistas a la playa y estaba dotado de amplias salas-dormitorio, un gran comedor, un salón de billar y una sala de estar. En el hospital trabajaron médicos ingleses, pero también varios médicos canarios que habían completado sus estudios en Londres.

Panorámicas desde el último Hospital Inglés (1965 - Fedac)

Tras ampliarse el edificio en diversas ocasiones, fue cerrado en 1952, y, trasladado al Paseo de La Cornisa de la Ciudad Alta en 1966, en donde continuaría en funcionamiento hasta finales del siglo pasadoépocas muy recientes. En la actualidad ha dejado de existir como tal aunque su historia pervive y todavía muchos siguen llamando al actual lugar como Hospital Inglés.


Distintas localizaciones del Hospital Inglés (Google earth)