miércoles, 13 de junio de 2012

HOYAS, LAS (ARTENARA)

Topónimo que en este caso corresponde a un caserío situado frente al macizo de Tamadaba, que recibe su nombre por la existencia de dos hoyas, una conocida como Hoya Grande y la otra como Hoya Chica, con viviendas en cuevas dispersas, tiene en la actualidad escasos habitantes que cultivan sus pequeñas propiedades. Se accede al lugar por la carretera de Artenara a Las Hoyas por Las Cuevas (GC-215).

Una de las más antiguas descripciones del lugar nos la aporta la data solicitada por Gonzalo de Quintana el 13 de enero de 1546, en la que dice: 

«...un pedaço de tierras de sequero en el termino de Galdar en Facaracas que es en dos hoyuelos y lo que mas pudiere aprobechar en malpays e salbiares que por ally estan en que puede aber un cayz de sembradura que allyndan con los Riscos Grandes y el barranco que deçiende de la Rehoya y un caseron o corral de canarios y dos peñas que tiene mogon colorado y el espigon arriba hasta el [roto]rillejo que alyndan con tierras de Garçia de la Coruña e por la otra vanda las mismas tierras de Garçia de la Coruña lo qual es aguas vertientes al barranco del Agaete e en ello...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Era de Hoya Chica (Fedac)
Las referencias que aporta del territorio son muy claras: las dos hoyas, los riscos del Valle de Agaete, el caserón y corral de El Lugarejo, y las tierras de Coruña.

En el camino vecinal hacia la Hoya Chica se encuentran los muros originales de una antigua era circular donde se llevaban en lazos y mantas los cereales, se trillaban con animales; y después se aventaba y se recogía el grano. En la zona de Hoya Grande se encuentra la más reciente de las tres presas construidas en esta zona por la Comunidad de Regantes del Norte de Gran Canaria.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


HOSPITAL, EL (INGENIO)

Topónimo correspondiente a un lomo y caserío situados al Nordeste del barranco de Guayadeque y al Suroeste del casco de Ingenio. Recibe este nombre porque las tierras fueron primitivamente propiedad del Hospital del Señor San Martín, institución benéfica que sufragaba sus gastos con las rentas obtenidas de esta propiedad.

En un documento de compromiso de matrimonio de 13 de Marzo de 1573 se menciona a uno de los arrendatarios de dichos terrenos: «… Juan Alemán, v.º de la villa, estando concertado el matrimonio entre Juan López, v.º de la villa, (…) y María Hordones, (…) le promete en dote los siguientes bienes: media suerte de parral de una suerte que tiene de parral en el término de la villa, que linda por arriba con tierra del Hospital de San Martín que posee Pedro de Escobar...».

Aljibe (Fedac)
El topónimo está documentado con posterioridad y así aparece en la escritura de testamentaría de 11 de noviembre de 1692 de Domingo Albiturria Orbea, Licenciado, Arcediano de Canarias y Dignidad de la Catedral, Juez Subdelegado de la Santa Cruzada, cuando dice tener ocho fanegas y seis celemines en el «Cercado labradío en el Valle del Hospital».

Además de la casa terrera que tenía en el cercado que llamaban del Hospital, el Licenciado y Arcediano de Canarias Domingo Albiturria era el máximo propietario de bienes inmuebles según la fuente consultada, .junto al capitán Juan Manuel de Matos que fundaría el Mayorazgo de Matos.

Alpendre (Fedac)
«El eclesiástico poseía una casa alta en su cortijo de El Dragonal, compuesto de sesenta fanegas, casas terreras en diversos cortijos localizados en torno a Las Palmas, así como de vivienda del mismo tipo en una huerta junto a la ermita de San Roque en Las Palmas.

En la ciudad tenía tres residencias altas en la calle de la Herrería, otra en La Pelota, dos en la calle Mayor del barrio de Triana y dos más en Vegueta. Las viviendas terreras se repartían así: dos en la calle de los Moriscos, otra en la calle Peregrina, dos en la Mayor de Triana, una en la calle de la Arena, otra en la calle de San Bernardo y otra en la vía que iba hacia la ermita de San Antón, y casa alta con granero cercana a la iglesia de Agüimes».

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

HOSPITAL, EL (GÁLDAR)

Topónimo con el que se conoce el territorio situado al naciente del casco urbano de Gáldar. El origen del topónimo está en el antiguo Hospital de San Pedro Mártir que aquí se ubicaba. Muy pocas son las noticias que se tienen del mismo, del que se sabe de su existencia ya a comienzos del siglo XVI.

Investigaciones arqueológicas (Codepa)
De las pocas referencias documentales obtenidas de su antigua existencia está el testamento de la desconocida y confundida  Catalina Hernández de Guanarteme, hija de Fernando de Guanarteme, otorgado por su marido Blas Rodríguez como apoderado testamentario en Agüimes el 26 de febrero de 1526 ante el escribano Juan Berriel (LOBO CABRERA, M.: "Nuevos datos sobre la descendencia de Don Fernando de Guanarteme", Boletín Millares Carló, nº 1, 1980).

Yacimiento (Patrinet)
Entre las limosnas que establece incluye «... e a la obra de la yglsia de Santiago de Galdar e a Nuestra Señora de Guia e a la obra del monesterio de Sant Antonio de Padua de Galdar e ...  [roto] ... Sebastian e  al ospital de San Pedro martir e a Nuestra Señora de la Vega e a Santa Lucia e a San Anton e a Santiago que son en el termino de Galdar a cada una seys maravedís ».

Cuevas (Patrinet)
Es muy apropiada este referencia documental, pues nos lleva directamente a la gran importancia de todo este territorio, prolongación  natural del antiguo asentamiento aborigen que se extendía desde la misma Iglesia de Santiago de los Caballeros, la Cueva Pintada, el lugar de las Huertas del Rey y el cercano Argüello conformando un gran espacio arqueológico, concretándose aquí desde la calle de San Sebastián hasta las márgenes del barranco de Gáldar, si bien se cree que todo el subsuelo del casco antiguo es parte del mismo.

La ficha arqueológica de Patrinet diferencia dos zonas, sin solución de continuidad. Una es la cornisa tobácea cercana al barranco, donde se encuentran excavadas un conjunto de cuevas y las explanadas exteriores a las mismas hoy cultivadas.

Ortofoto del espacio (Google earth)
El grupo de cuevas está formado por al menos una veintena, distribuidas en la ladera tobácea a lo largo del camino que comunica todo el espacio, que han sido afectadas de manera considerable las cavidades por su sostenida reutilización, variando sustancialmente la morfología de muchas de ellas que se han visto convertidas en viviendas, estanques, alpendres y espacios relacionados con otras actividades agropecuarias.

Existen varias cavidades que conservan una estructura claramente aborigen y presencia de relleno arqueo-sedimentario, algunas de ellas totalmente colmatadas.

Las cuevas de Argüello (Patrinet)
La otra zona es la inmediata superior a las cuevas,  donde de los estudios arqueológicos realizados se ha documentado la existencia de numerosas estructuras domésticas bajo los bancales agrícolas. En esta se apreció gran cantidad de materiales arqueológicos en superficie, formando en determinadas áreas concentraciones importantes, por lo que no debe descartarse la existencia de estructuras en dichas zonas.

En el sector superior a las cuevas y tras la realización de sondeos arqueológicos se constató la presencia de numerosas estructuras y materiales arqueológicos correspondientes a un yacimiento de carácter habitacional, integrado por casas de piedra seca y espacios comunitarios al aire libre para el desarrollo de diversas actividades cotidianas. Se visibilizaron importantes depósitos sedimentarios que contienen un volumen de restos arqueológicos: recipientes cerámicos enteros, desechos de alimentación y estructuras de combustión.
Pozo (Fedac)
Se tiene la convicción de que es un yacimiento con características similares a la Cueva Pintada, de un entramado poblacional formado tanto por cuevas excavadas en la toba como por estructuras habitacionales de piedra y espacios domésticos al aire libre.

El estado de conservación del espacio arqueológico es regular puesto que su uso continuado ha motivado la transformación de varias cuevas y el desmonte de parte de las estructuras para utilizar sus piedras y sillares en los muros de abancalamiento, con un elevado grado de fragilidad por la presión urbanística de la zona.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


HORNOS DEL REY (TELDE)

Topónimo correspondiente a un caserío situado entre Marzagán y Lomo Pelado, y al naciente de  La Matanza. en la margen del barranco de Las Goteras, accediéndose al mismo desde la carretera  De Marzagán a Tafira (GC-800). Recibe su nombre de la localización en el lugar de hornos de cal de titularidad real, por lo tanto pública.

Horno (Fedac)
De especial relevancia fueron los caleros gracias a las calidades de los terrenos calizos localizados en las cercanías de este lugar, donde a principios del siglo XVII se registraba un centenar de hornos cuya producción se dirigió primordialmente a la reconstrucción de la Ciudad y sus fortalezas, tras el ataque de la flota holandesa bajo el mando de Van der Does.

Queda aún alguno de dichos hornos, realizado en piedra y argamasa con algunas partes en ripio. La estructura principal es circular, y de ésta parte un escalonamiento que conduce a la boca del horno de cal, y la altura del horno era de cinco metros.

 Este topónimo se mantiene en el tiempo, aun cuando se trate de tierras concejiles que luego son privatizadas por venta a los ocupantes clandestinos de las mismas. El 10 de junio de 1763, el Cabildo vende a Francisco Anselmo Rodríguez, de la Ciudad, un sitio para fabricar casa para el mayordomo frente a los Hornos que llaman del Rey en el Barranco de las Goteras y Serrillete de la Montañeta, por el precio de 5 reales.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

HORNOS, MONTAÑA DE LOS (ALDEA DE SAN NICOLÁS)

Topónimo con el que se conoce a una montaña situada dentro del sector cumbrero denominado Inagua, al poniente de la Degollada de las Brujas,  recibiendo su nombre por la antigua existencia en el lugar de abundantes hornos de brea o pez, que aprovechaban el gran desnivel de la montaña, algunos de los cuales mantienen su estructura a pesar de no haber sido restaurados.

Horno de brea (Fedac)
Entre los siglos XVI y XIX existió en Gran Canaria una prolífera actividad maderera. Vinculada al desarrollo de la construcción y a la reparación naval, la brea o pez se convirtió en un producto muy demandado para el calafateado o impermeabilización de los barcos.

La madera resinosa del pino canario conocida por «tea», era quemada en estos hornos obteniéndose de esta combustión un líquido denominado brea, que se deslizaba desde el horno superior por efecto de la gravedad a través de la canalización que unía las dos estructuras. Una vez enfriado y solidificado, era metido en cajas y llevado a la costa sobre animales de carga a través de difíciles caminos.

Camino Castilletes-Inagua (Fedac)
La brea es un producto de color oscuro, viscoso, sólido, fusible y aglomerante como un alquitrán que se produce a consecuencia del residuo por evaporación parcial o de la destilación fraccionada del petróleo, alquitrán u otras materias orgánicas.

Resultaba necesario el desnivel de la montaña, pues el horno en realidad era de dos módulos: un horno y un vaso receptor. Estas dos estructuras tronco-cilíndricas se situaban a diferente nivel y estaban separadas entre sí por unos dos metros, aunque comunicadas a través de un conducto.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)