Actualización: 2013/06/25
Topónimo con el que se conoce un amplio territorio
rústico y un lomo situado al poniente del cauce del barranco de Veneguera,
entre su septentrional Hoya del Almácigo
y Los Tableros situados al sur, y
otro igual más al norte al sur de la Degollada
de Tasarte, muy cerca de la divisoria con la Aldea de San Nicolás, jurisdicción
donde volvemos a encontrar el topónimo junto a la Montañeta de los Tajinastes, al sur de la Cañada del Palmito y al norte de la Cañada de Cho Pedro Diaz.
Panorámica (Patrinet) |
El origen del topónimo
hemos de vincularlo al canarismo con el que se conoce al «Conjunto de las ramas que forma cada una de las secciones de un árbol»
(ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario
Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010) recogido de la expresión
«El viento me tumbó una pernada
grandísima del nisperero», de donde puede presuponerse que en estos lugares
hubieron pinos centenarios de gran tamaño u otras especies de gran porte que fueron
taladas siglos atrás.
No obstante se adjudique por la Academia Canaria a esta isla de Gran Canaria el uso exclusivo del canarismo, es conocido popularmente en Tenerife el "Castaño de las siete pernadas" de Aguamansa (La Orotava), que mide más de doce metros de circunferencia, y a poca altura de su tronco parten siete grandes gajos, que han quedado reducidos a cinco por los vientos, así como el llamado "Pino de las dos pernadas" en Vilaflor, cerca del conocido "Pino Gordo".
Castaño de las siete pernadas (canariastenerifenorte-com) |
Se tienen antiguas
referencias de la existencia en este lugar de Mogán de la posible existencia de
un yacimiento arqueológico, uno más de la notable y numerosa presencia de
vestigios en esta zona de la isla que permaneció por muchos siglos reservada para
su población aborigen dedicada al pastoreo.
Pino de dos pernadas
(losviajesdebrujilda-com)
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Aunque no guarde referencia alguna con el lugar por el que pasan los viejos senderos de Tasarte a las Casas de Veneguera y hacia su ribera, no podemos sustraernos al significado que tiene en el DRAE el llamado "derecho de pernada": «derecho que se ha atribuido al señor feudal, por el que este yacía con la esposa del vasallo recién casada » y su práctica en la cultura aborigen que ejercían sus guanartemes y faicanes.
Algunos autores mencionan la costumbre cuando han rebatido las teorías de que la muerte de Hernán Peraza a manos de los gomeros, lo fuera por su relación con la bella Iballa, dedicada al culto de las ceremonias en las cuevas de Guachedun donde la visitaba:
«Estoy firmemente persuadido de que esas lamentaciones por los inmorales amores de Peraza con Iballa nacieron sólo en la mentalidad cristiana de nuestros cronistas, no en la de los indígenas o sus contemporáneos. Ellas están en abierta oposición con cuanto sabemos de la poligamia en Tenerife, del derecho de pernada de los guanartemes y faizanes grancanarios, de la hospitalidad de lecho de las indígenas gomeras y majoreras y del número de los hijos ilegítimos y con esclavas indígenas de que hablan los conquistadores en sus testamentos, hasta medio siglo después de muerto Hernán Peraza» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "El episodio de Iballa", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 5, 1959).
La generalización del uso del canarismo (losviajesdebrujilda-com)
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Otros autores al comentar
las crónicas de Andrés Bernáldez dicen «El
cap. 66 está consagrado a Gran Canaria, de cuyos habitantes dice que poseían
diversas leyes y costumbres. Por ejemplo, cuando habla de casar alguna doncella
"poníanla ciertos días en vicio", a engordar. Salía de allí para desposarse y entonces los caballeros e hidalgos del
pueblo se acercaban a ella, que debía elegir uno para acostarse antes de
hacerlo con el que sería su marido. Si quedaba en estado, el hijo que
hubiera sería noble o caballero. Si no, los hijos de su marido serían comunes,
y, para saber si quedaba preñada, el marido "no llegaba a ella fasta saber por cierto, por vía de la
purgación".
Esta y otras costumbres -apotegma- "como de alimañas" tenían. Las Casas recogerá también esta costumbre y la vinculará al África, y Abreu Galindo, paliando el dato, la compara al derecho de pernada medieval, de modo que también los cristianos practicaban tales costumbres » (MORALES PADRÓN, F.: "Canarias en los cronistas de Indias", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 10, 1964).
Esta y otras costumbres -apotegma- "como de alimañas" tenían. Las Casas recogerá también esta costumbre y la vinculará al África, y Abreu Galindo, paliando el dato, la compara al derecho de pernada medieval, de modo que también los cristianos practicaban tales costumbres » (MORALES PADRÓN, F.: "Canarias en los cronistas de Indias", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 10, 1964).
Dados los atributos de la mujer indígena muy bien descritos por Fray José de Sosa, no ha de extrañar la satisfacción que pudo trasladar a los conquistadores de la isla estas normas de "hospitalidad": «El color trigueño, mayormente los hombres que las mugeres, las mas eran muy blancas, muy pulidas y hermosas, casta que como ellas no salieron á pelear, hasta hoy se ha quedado; siendo el mejor mujeriego de estas siete afortunadas islas el de Gran Canaria, pues aunque hay en las otras, mayormente en la de Tenerife, damas muy bien parecidas, no obstante entre todas el brío, hermosura y garbo canario, es conocido» (Topografía de la Isla Afortunada de Gran Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, 1849).
Árbol con dos pernadas en La Palma (Rayco) |
Dando por ciertas y
documentadas estas costumbres aborígenes, tampoco debemos alarmarnos por ello,
pues ya advertía el primer investigador citado que:
«La inmoralidad de esas prácticas de infanticidio y poligamia, desde el punto de vista ético general, y de inmoralidad cristiana en particular, es tan condenable como las normas de prelibación o "derecho de pernada" en Canarias y en la Europa medieval, y la de hospitalidad de lecho practicada por los guanches de las Canarias, según nuestros textos, en tres islas al menos. (...) Y tampoco puede estimarse que tales noticias denigren a la raza indígena, ni que injurien u ofendan a una isla.
Pues todas esas prácticas comentadas en este capítulo aparecen registradas en varias islas, y bajo diversas formas en otros pueblos de la tierra, cultos o más adelantados que los guanches, establecidos más ó menos tiempo y en semejantes circunstancias, por motivos análogos a los de los guanches» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "Instituciones políticas indígenas de Gran Canaria. El Sabor", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 27, 1981).
«La inmoralidad de esas prácticas de infanticidio y poligamia, desde el punto de vista ético general, y de inmoralidad cristiana en particular, es tan condenable como las normas de prelibación o "derecho de pernada" en Canarias y en la Europa medieval, y la de hospitalidad de lecho practicada por los guanches de las Canarias, según nuestros textos, en tres islas al menos. (...) Y tampoco puede estimarse que tales noticias denigren a la raza indígena, ni que injurien u ofendan a una isla.
Pues todas esas prácticas comentadas en este capítulo aparecen registradas en varias islas, y bajo diversas formas en otros pueblos de la tierra, cultos o más adelantados que los guanches, establecidos más ó menos tiempo y en semejantes circunstancias, por motivos análogos a los de los guanches» (ÁLVAREZ DELGADO, J.: "Instituciones políticas indígenas de Gran Canaria. El Sabor", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 27, 1981).
Localización del primero de Mogán (Espacios
Naturales de Gran Canaria)
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