lunes, 15 de julio de 2013

TIRITAÑA, BARRANCO Y PLAYA (MOGÁN)



Topónimo con el que es conocido el barranco que desagua en la playa homónima entre la Punta de la Cruz de Piedra y la Punta de los Medios Almudes en la costa suroeste de la isla en el Mar de las Calmas. 

Vista (froelich)
Entre los muchos vestigios prehistóricos de Mogán, consecuencia del mantenimiento durante siglo como tierras de realengo, encontramos en la margen derecha del barranco un yacimiento  arqueológico cuya descripción detallada nos la aporta la ficha inventario de PATRINET, localizándose en lugar unas estructuras irregulares de piedra seca alineadas de una a dos hiladas, con presencia de algunas lajas hincadas paralelas a la línea del risco con solapones, conformando superficies aterrazadas en un total de cincuenta metros, y a continuación un grupo de tres cuevas habitacionales, siendo la del nivel inferior el acceso a las otras dos en el nivel inmediatamente superior.

En la margen contraria del barranco frente al anterior conjunto se localiza un amontonamiento de piedras de difícil interpretación y una otra cueva natural de habitación de unos diez metros de largo por seis de profundidad, con suelo irregular en plano inclinado hacia su acceso, a escasa distancia del cauce del barranco por lo que dispone de un potente muro de aterrazamiento de 1,70 metros de altura, formando rampa de algo más diez metros  largo.

Muy cerca se localiza  una cueva funeraria que presenta relleno y restos óseos en superficie, sin apariencias de saqueo pero en muy mal estado de conservación, con un muro de cerramiento que ha sido desmontado hacia el interior de la cueva en algo más de la mitad de su altura, aunque suficiente para contener el relleno sedimentario. 

Vista del barranco (Patrinet)
En cuanto al origen del topónimo algunas fuentes lo han catalogado como aborigen (TRAPERO TRAPERO, M.: Estudios sobre el guanche. La lengua de los primeros habitantes de las Islas Canarias, Madrid, 2007), si bien el término "tiritaña" está incluido en el DRAE, con procedencia  etimológica del francés "tiretaine", con dos acepciones: « 1. f. Tela endeble de seda. 2. f. coloq. Cosa de poca sustancia o entidad».

La curiosidad de la posible relación de este topónimo con la seda, nos lleva a consultar la bibliografía histórica en relación con el trabajo de la seda en la isla; está documentada su antigüedad en un protocolo de 1522 «en donde el canónigo y tesorero de la Catedral de Canarias, don Fernando Alvarez, en unión del albañil Miguel Alonso, del carpintero Cristóbal Muñiz y del hilador de seda Miguel Pérez de Marchena, todos vecinos, se comprometen con Cristóbal de Cuéllar, torquero, estante en la Isla, para darle a trabajar toda la seda » (LOBO CABRERA, M.: "La seda en Gran Canaria. Siglo XVI", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 26, 1980). 

Yacimiento arqueológico (Patrinet)
El autor de esta ponencia concluye que «... A la vista de este documento podemos considerar varias cuestiones: primero la existencia en la Isla desde muy temprano de plantaciones de morales, ya que estos son la base de la alimentación del gusano de seda, y si éste se encontraba ya en Gran Canaria en aquellas fechas produciendo madejas de seda, es obvio pensar que el moral había conquistado ya parte de las tierras isleñas.

En segundo lugar se destaca la preocupación por montar un pequeño taller que permitiera elaborar la producción, tal como se desprende del intento de búsqueda tanto de hiladores como de tintoreros, junto con los aparejos del oficio. A continuación señalar que ya se había comenzado a producir seda, tal como se obligan a entregarla, lo que indica la existencia de materia prima acumulada. En cuarto lugar se denota que las plantaciones y crianza del gusano iban en aumento al preveer que la producción se multiplicaría». 
Vista de la playa (grancanariaonline-com)
Cualquier posibilidad de plantaciones de mora en estos lugares, en el siglo XVI en que todavía las tierras eran de realengo, es prácticamente imposible, de donde cualquier vinculación tiene que ser posterior, y cualquier caso es importante conocer que el barbarismo o extranjerismo es usado en la isla. Valga como curiosidad afirmativa que la palabra "tiritaña" aparece en las canciones tradicionales infantiles, que su autora agrupa dentro de las "Formulillas y cosas de chicos" que permite que nos apartemos en teoría de su procedencia aborigen (ALONSO, M.R.: "Folklore Infantil", El  Museo Canario,  nº 12, 1944):
Luna, lunera,
cascabelera
dile a Perico
que toque el pito;

pito salado
fué a la montaña
trajo un vestido
de tiritaña.

No me lo pongo
todos los días,
porque me llaman
la presumida.
 Al comprobar que el extranjerismo ya era conocido, recurriendo para conocer de su antigüedad al Tesoro de la Lengua Castellana (Del origen y principio de la lengua castellana, Parte Segunda del Tesoro de la lengua castellana.../ compuesto por el Licenciado Don Sebastian de Covarruvias Orozco... ; 1645), que incluye el término Tiritaña con el siguiente significado: «Género de feda delgada dicha del fonido que haze ludiendo vna con otra».


Del significado recogido en negrita actualizado quedaría en «dicha del sonido que hace ludiendo una con otra», de donde interpretamos que alude a una onomatopeya, es decir, la recreación del sonido de frotar o rozar la seda con la seda.

Vista del barranco (Jarek Prokop)

Si el topónimo no es aborigen y responde al sonido de "Tiritaña" a aquello que percibieron en el lugar, es decir al "roce de una seda con otra", mucha imaginación tuvo la memoria colectiva de aquellos lugareños para interpretar el sonido del viento al pasar entre las fuertes y rocosas rampas del barranco.

Es conocido que el viento no es frecuente en el lugar pues por ello se llama el Mar de las Calmas, pero cuando baja con fuerza desde el Norte a través de los pequeños desfiladeros o cañadas que forman los cauces de los barrancos, hay que vivir en el silencio de aquellos tiempos para apreciar el sonido que emite y tratar de buscarle semejanzas.


En el siglo XIX se produce un hito novedoso por la traída por el Dr. Gregorio Chil de una mariposa de la seda que se alimentaba de tártagos para su aprovechamiento por el Condado de la Vega Grande: «Mí amigo el Dr. en Medicina D. Gregorio Chil, que acaba de llegar de Paris, me ha traído la semilla y ya está naciendo; el gusano tiene la cabeza negra y parece debe crecer bastante, si juzgamos por el tamaño de la mariposa que es regularmente corpulenta, oomo V. verá por ésa que le remito, asi como un capullo para que V. vea la seda.

El tártago con que les alimentaban en París, era traído de Argel. Yo tengo el tártago de la India que hace algunos años obtuo semillas de él, y no lo he propagado por que dá poco fruto; sin embargo que el que llevaban de Argel según dice el Doctor Chíl, es igual al nuestro. Yo estoy dándoles de ambos, para ver cual les conviene meior y propagar el de la lndia si les es mas provechoso.

Vista del desaguadero del barranco (rosagrancan-blogspot)
La propagación de este gusano será ventajosa en estas islas donde el tártago crece en cualquier terreno, como no sea muy arcilloso, y porque este arbusto tiene la cualidad de que en 45 á 50 dias, segun las esperincias que he hecho, se poda, retoña, echa su fruto, se corta maduro; y como dicen que esle gusano solo gasta 28 á 30 días para nacer y encerrarse en su capullo, y que se reproduce de 7 á 8 veces al año, viene bien con su reproducción, la pronta vegetación de nuestro tártago» (ECO DEL COMERCIO, 4-oct-1857).

Quizás hemos puesto mucha imaginación si este es el caso, pero es tanta como la que a veces algunos ponemos para interpretar las voces de una lengua muerta cuando desconocemos sus orígenes etimológicos.

La voz Tiritaña que no está incluida como canarismo (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), fue citada por «... Francis Coleman Mac-Gregor (1783-1876) nació, se crió, estudió y se casó en Hamburgo, donde se había asentado su abuelo paterno. Por ello, Mac-Gregor, cónsul británico en Tenerife durante el quinquenio 1825-1830, escribió en alemán su obra sobre Canarias» (BATISTA RODRÍGUEZ, J.J. Y SARMIENTO PÉREZ, M.: "Hispanismos (y Canarismos) en textos decimonónicos alemanes sobre Canarias", RFULL Revista de Filología Universidad de La Laguna, 2007), y es también el título de una novela contemporánea del escritor canario Emilio González Déniz que nos ambienta en los aires que van y vienen con la emigración.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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