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martes, 19 de abril de 2016

CUEVAS BLANCAS, BARRANCO, LUGAR, MONTAÑA Y PRESA DE (VALSEQUILLO)

No debe confundirse el lugar con otro topónimo igual muy cerca del barrio de San Roque de este mismo municipio de Valsequillo, con entrada distinta a este Blog como Cuevas Blancas y Cuevas Negras.

Panorámica descriptiva (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
El lugar es mencionado en el repartimiento a favor del bachiller racionero de la isla Françisco de Aguiar, cuando el 7 de octubre de 1538, decía: «… que tiene conprado ganado puercos y ovejas en esta isla para lo hazer cria e con voluntad de gastar dineros en multiplicallo de lo qual se seguirá beneficio a la isla e para reparo deste ganado el tiene nescesidad de alguna tierra e abrigo en que lo recoja especialmente un barranquillo que esta de la parte de Tintiniguada hazia la comarca de Telde el qual enpieça en lo alto sobre los Mocanes partiendo de la parte del norte con la montaña de los alfaquies hasta el roque que esta ençima del enfrente de las cuevas blancas e de la parte del sur con las tierras de Botija que son de los herederos de Alonso Lopez e con tierras del canónigo Monleon por el agua del Chorrillo hasta las cuevas blancas el qual esta en tierra calma y helechales el qual aprovechara para sustentaçion del dicho ganado …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

El blanco del sustrato  (lospasosquedejamosatras-com)
Del colindante Alonso Lopez citado en el repartimiento anterior, conocemos por la petición que el 14 de julio de 1546 hizo su yerno Sebastian Lorenço al Cabildo General, se conoce la descripción que hizo «… pedaço de tierra de sequero que es en la comarca de Telde sobre el lomo de los Mocanes hasta lindar con el valle de los Nueve e hasta las cuevas de Botija e hasta el camino de las cuevas blancas en que puede aver hasta sesenta hanegadas en senbradura poco mas o menos par que yo las pueda labrar y aprovechar por que soy hombre que tengo muchos hijos e a quinze años que bibo en esta isla e no me an dado cosa alguna …» (IBIDEM).

Barranco de la Abejerilla (caminosdecanarias-blogspot-com)
Hay otra referencia más al topónimo en el repartimiento de tierras a favor de Theresa Alonso, viuda de Gonçalo Pérez, cuando el 10 de octubre de 1548 pide: «... dozientas fanegadas de tierras poco mas o menos que son en las cabeçadas sobre los pajonales de Aguimes que an por linderos de la vanda de abaxo cuevas Blancas y el camino que va a Tirahana e por la vanda de arriba la Cruz de Tayria e de otra e por la vanda de arriba la Cruz de Tayria e de otra vanda aguas vertientes del barranco de Guayadeque las quales dichas tierras son montuosas ...» (IBIDEM).

Casa-cueva (valsequillogc-com)
Por las tres antiguas descripciones anteriores del territorio, conocemos el perímetro del primigenio topónimo del cual quedan hoy con este homónimo el barranco, el lugar, la montaña, y la presa de Cuevas Blancas, e incluyendo también la Era Blanca, pues todos ellos guardan relación con el sustrato del suelo con blancos componentes calizos, de donde se concluye que son todos ellos cromo-topónimos debidos al color blanco.

Retama amarilla o de cumbre (floradecanariascom)
El barranco de Cuevas Blancas es aguas arriba el barranco de la Abejerilla, que nace en la Degollada de la Abejerilla a 1.899 msnm., entre la Mesa del Cuervo al norte y Los Pechos al sur, recogiendo las aguas de laderas y escorrentías donde se localizan el Pozo de Nieve Grande y el Pozo de Nieve de los Canónigos, así como las del Pico de las Nieves y Los Retamares. Después de discurrir aguas abajo en dirección de naciente, cuando las aguas caen por el Caidero del Tanque a 1.750 msnm., cerca de la Montaña del Tanque y de la carretera Los Pechos-Telde  (GC-130), después de pasar el cruce con la carretera Acceso al Pozo de Las Nieves (GC-134) entre los kilómetros 3 y 4, toma el nombre de barranco de Cuevas Blancas.

Cabecera de la presa (turismovalsequillo_com)
El barranco después de pasar por la Hoya de la Cruz, desagua en la Presa de Cuevas Blancas a 1.650 msnm., cuyo vaso se encuentra en el interfluvio de dos laderas y está cerrada por un muro de contención de grosor considerable realizado con piedra y argamasa, con una altura aproximada de 20 metros, encontrándose normalmente vacía debido a las filtraciones como contamos más abajo. Sigue el cauce tomando el nombre de barranco de la Madrelagua  que tomando la dirección sur vierte sus aguas en la Caldera de los Marteles con entrada a este Blog y cuyo fondo está a 1.460 msnm. Entre los pinos canarios (Pinus canariensis) de repoblación encontramos en sus vertientes retamares, retamas amarillas o de cumbres (Teline microphylla) y algunos tomillos blancos (Micromeria lanata).

Tomillo blanco (lifeinagua-com)
El lugar de Cuevas Blancas es un pequeño caserío, de muy pocas casas donde se encontraban las antiguas cuevas, situado al naciente de la Montaña del Pleito, en la junta del barranquillo de Cuevas Blancas cuando tributa sus aguas al barranquillo del Pitango, pudiendo accederse al lugar por el Camino de la Asomada. En el último cuarto del siglo XVII, referidos al lugar de Cuevas Blancas se registraban en la parroquia matriz ocho bautismos y prácticamente los mismos en el siguiente siglo por trimestres.

Casas de Cuevas Blancas (Luis Arocha Hernández)
La Montaña de Cueva Blanca, en singular como la recoge el IDE Gran Canaria, de 1.466 msnm. se encuentra situada al nordeste de la Montaña del Pleito, conformando las vertientes de ambas en su encuentro el cauce del barranquillo de Cueva Blanca mencionado en el párrafo anterior, conformando las vertientes de ambas montañas la rampa nordeste del barranquillo del Pitango. Al norte de la Montaña que lleva el topónimo encontramos la Degollada de Botija y la Solana de Botija, y al sureste conformando las rampas del mencionado barranquillo están Los Corralillos y La Asomada.

La Era Blanca se encuentra entre el Roque Grande al norte y los Orillones del Salviar al sur, estos últimos septentrionales al Paso de la Caldera en el borde de la propia Caldera de los Marteles.

Camino de la montaña a las casas (caminosdecanarias-blogspot-com)
La presa de Cuevas Blancas, como ya se ha dicho aguas arriba de la Caldera de los Marteles, se proyectó por primera vez en 1905 y así «… comienza la historia de la construcción y adecuación de una gran presa en unos terrenos de la cumbre de Gran Canaria que los geólogos tenían por ser malos para buscar aguas subterráneas, pero excelentes para contener sobre ellos la superficial.

Inicialmente la presa iba a ser el depósito superior de cinco saltos para producir energía eléctrica, pero la construcción del muro se llevó a cabo a partir de un Proyecto de 1936. Como la permeabilidad del vaso resultó elevada, se llevaron a cabo trabajos de corrección por parte del Servicio Geológico de Obras Públicas en 1955 y 1971.

Plano general de la Cumbre con proyecto de la presa  (González Gonzálvez, J.)
Hasta la fecha no se ha podido localizar ningún informe de estos trabajos, pero los últimos fueron dirigidos por el Ingeniero José Sáenz de Oiza. En esta comunicación se pretende demostrar que de todas las presas antiguas de Gran Canaria, Cuevas Blancas presenta los cimientos más interesantes porque tiene 16 metros de altura sobre cauce y más de 29,20 con cimientos. Dicen que el cajón de cimientos tiene de 15 a 20 metros de profundidad y 18 de ancho» (GONZÁLEZ GONZÁLVEZ, J.: “La presa de Cuevas Blancas en la cumbre de Gran Canaria. Proyectos, cimientos, sondeos y cemento (1905 – 1971)”, El conocimiento de los recursos hídricos en Canarias cuatro décadas después del proyecto SPA-15, Las Palmas de GC, 2011).

Además nos cuenta la misma fuente investigadora que «Desde las inyecciones realizadas en 1955 y los trabajos que se llevaron a cabo para su adecuación en los años setenta, la tradición oral recoge que el cemento inyectado a esta presa salía por los manantiales de la Caldera de Tirajana. Ahora bien, lo que sí sabemos con certeza es que en la Caldera de los Marteles apareció lechada de mortero de cemento y arena con las inyecciones realizadas en 1955 en la margen izquierda de la presa».

Muro de la presa (Ortosa)
Pero dando por resaltado que «… de todas las presas antiguas de fábrica pétrea que existen en Gran Canaria, es la de Cuevas Blancas la que presenta los cimientos más interesantes, una que éstos tiene 16 metros de altura sobre cauce y más de 29,20 metros de altura con cimientos… » hay que desvelar de su historia las totalidad del proyecto de ingeniería que se pensaba en aquellos tiempos.

«En 1905 el Ingeniero Felipe Gutiérrez redactó un proyecto para el abastecimiento de aguas de la ciudad de Las Palmas con las siguientes características: conducir desde la cumbre hasta Las Palmas por medio de acequias y tuberías forzadas de hierro un volumen de 52 litros de  agua por segundo; aprovechar el desnivel de caída construyendo cinco saltos para producir  energía eléctrica; y la construcción de un depósito regulador en el Llano de las Brujas de  5.000 m³ y un embalse de 750.000 m³ por medio de muro de presa en el Barranco de Cuevas  Blancas. El proyecto fue aprobado, pero con la variante de suprimir la construcción de la presa para aumentar la capacidad del depósito regulador a 64.000 m³.

Por las condiciones impuestas por el pliego de condiciones del concurso que se realizó después de 1911 para otorgar la concesión, el Ayuntamiento de Las Palmas presentó en 1914 un Proyecto reformado donde se reducían a dos los saltos para producir energía eléctrica. Al  eliminar las obras de la presa en Cuevas Blancas cambiaron por completo los cálculos realizados para producir energía eléctrica, al disminuir el caudal de 52 a 33 litros por segundo. La tubería de hierro fundido para la conducción fue sustituida por una tubería de acero de igual diámetro (20 cm), mientras que la reducción de cinco a dos saltos modificaba por  completo el trazado de la tubería desde la Hoya del Gamonal hasta el Llano de las Brujas en  Barranco Seco. En cada una de las dos salas de máquinas se iba a colocar una turbina sistema Pelton de 400 caballos de fuerza, con su correspondiente grupo electrógeno.

Era Blanca (turismovalsequillo-com)
Hacia 1927 se empezó a pensar que la construcción de la presa en Cuevas Blancas propuesta en el proyecto primitivo era la solución para aumentar la dotación de agua potable a  la ciudad de Las Palmas. Se consideró entonces que construyendo un muro de presa de mampostería con una altura de 27 a 29 metros y con volumen de embalse de 700.000 m³ quedaría asegurado el abasto de la ciudad por algunos años. Con la piedra obtenida en el lugar  sólo se tenía que llevar al lugar la cal y el cemento, mientras que como arena se emplearía las  puzolanas trituradas de Montaña Negra, a unos 1000 metros de distancia de la cerrada. Con estos pensamientos la Sociedad “City of Las Palmas Water and Power y Cia. Lda.” encargó al Catedrático de Geología Lucas Fernández Navarro un informe de las condiciones de emplazamiento de la presa del Proyecto de 1905. La visita al terreno fue realizada en compañía del Ingeniero Manuel González Cabrera el día 23 de julio de 1927. En el informe,  con fecha de 26 de julio, Fernández Navarro recogió que “el vaso del embalse está formado  casi totalmente por una traquita de color muy claro, terrosa en la superficie por  descomposición, pero muy unida y compacta, en masa nada fracturada, a los pocos centímetros de profundidad; es decir, un excelente material, seguramente de impermeabilidad perfecta. La cuenca ofrece excelentes condiciones físicas para el establecimiento en ella, con toda seguridad y sin grandes dificultades, del depósito de aguas superficiales proyectado”» (IBIDEM).

Atardecer en la presa (Angel Sosa)
En la versión del mismo autor de la fuente bibliográfica, estas son las secuencias siguientes de esta “historia interminable”:

«… el Ayuntamiento de Las Palmas encargó (…) un Proyecto de presa en Cuevas Blancas con destino a riegos. A diferencia del Proyecto de 1905, el nuevo muro se justificó por el destino de las aguas, por la capacidad del embalse (1 hm³) y por los comentarios e impresiones del geólogo Fernández Navarro sobre el terreno. Se trataba de un muro de presa de mampostería de 26 metros de altura con cimientos y 24 sobre el cauce, con planta curva y con criterios de diseño de corte racional claro.

Aderezando los caminos
con el sustrato calizo
(lospasosquedejamosatras-com)
(…) La oposición al Proyecto hizo que en 1937 el Ayuntamiento de Las Palmas encargara a un  Ingeniero de Minas un estudio hidrogeológico del Barranco de Cuevas Blancas y la Caldera  de los Marteles, por la posible afección a los manantiales del Barranco de Guayadeque.  Apoyándose por completo en el Informe de Fernández Navarro, el ingeniero ratificó que el terreno reunía excelentes condiciones para la ubicación de una presa, mientras que la caldera era un sumidero natural perfecto de las aguas “hacia el interior de la tierra”.

 (…) El acta de replanteo de las obras se realizó el 8 de julio de 1937, pero en septiembre el Ingeniero Jefe Leonardo Nieva modifica algunas condiciones impuestas por el Ingeniero  Encargado. La modificación principal era que se reducía la altura del muro a 16 metros por ser más que suficiente para la cuenca del Barranco de Cuevas Blancas. Al final, el 11 de mayo de 1938 el Ayuntamiento obtiene el aprovechamiento de todas las aguas públicas discontinuas del barranco y recibe la autorización para construir la presa según el Proyecto de 1936, en una primera etapa hasta los 20 metros y en una segunda hasta los 24.

Muro de la presa (Fedac)
(…) El 1 de diciembre de 1939, el Ayuntamiento de Las Palmas emite un informe de propuesta y modificación del Proyecto. (…) El 2 de agosto de 1940, el Ingeniero Jefe de Obras Públicas emite un informe donde  desestima la instancia presentada por Las Palmas en suplica de auxilio para la terminación de las obras del muro hasta los 20 metros. El descubrimiento de que Entrecanales y Távora S.A. recibiera del Ayuntamiento de Las Palmas una mayor cantidad de dinero que el presupuesto, y las vicisitudes de la construcción de los cimientos del muro, hicieron que el Ingeniero Leonardo Nieva limitara la altura de la presa a los 16 metros.

(…) El acta de reconocimiento final de la presa fue realizada por el Ingeniero Julio Alonso Urquijo el 29 de mayo de 1945, como delegado del Ingeniero Jefe de Obras Públicas.

(…) En 1953 el Ingeniero José Luis Fernández Casado y el Ayudante Simón Benítez Padilla realizaron una visita de reconocimiento a la presa con el objetivo de aclarar las causas fundamentales de las pérdidas de agua observadas y su corrección.

(…) hacia 1955 sólo se realizaron inyecciones de mortero de  cemento y arena en la margen izquierda. Estos trabajos de corrección se suspendieron por falta de dinero, pero lograron que la presa pudiera retener el agua hasta los 9 metros de altura.

Vista (caminosdecanarias-com)
(…) En marzo de 1971 se realizó una visita a la presa de algunos técnicos del Servicio  Hidráulico de las Palmas, del Servicio Geológico de Obras Públicas y del Ayuntamiento de  Las Palmas. En la nota informativa redactada por Sáenz de Oiza, se iba a encomendar al  Servicio Geológico unos trabajos para observar el estado de las fugas y su posible corrección  mediante la posibilidad de recurrir a impermeabilización superficial, además de las inyecciones de mortero de cemento y arena.

Se pensaba entonces que los diques debían de ser  el origen de las fugas. Se ha constatado que el informe final de los trabajos llevados a cabo  quedó pendiente durante los siguientes 10 años y parece que nunca se hicieron inyecciones, pero entre los documentos que han podido ser localizados han aparecido los ensayos sobre testigos del sondeo S-01 vertical desde coronación en la margen izquierda».

El gran proyecto imaginado para la presa de Cuevas Blancas después de las distintas secuencias y vicisitudes durante un siglo, todo él se convirtió en una “historia faraónica muy negra”. Algo similar en su final al proyecto que en 1862 realizara el ingeniero Juan de León y Castillo para el barranco de Tamaraceite.

«… redactó un sencillo proyecto que pretendía aprovechar el cauce del barranco  de Tamaraceite como balsa natural sacándole los beneficios de la impermeabilidad a un fondo de piedra granítica que hacía factible el  almacenaje de un gran volumen de agua destinado al riego de 267 hectáreas  de terreno cultivado.

Barranco de Tamaraceite (Google Earth)
La obra tomó como referencia firme el cauce del barranco, prolongándose desde el Caidero de Tamaraceite hasta la desembocadura del  mismo, lo que comporta una longitud de 7.800 metros. El ingeniero  acopló la acción a la línea sinuosa que marca la corriente del accidente  geográfico para evitar grandes y costosas intervenciones sobre el terreno.  La idea general de don Juan quedó definida por la construcción de una serie de pequeños pantanos escalonados, paralelos entre sí, a  modo de terrazas consecutivas.

(…) En realidad el proyecto era todo un experimento cuyos resultados técnicos en aquellos momentos eran totalmente inciertos, y aunque la propuesta de León y Castillo partió de Canarias para Madrid con el beneplácito del ingeniero Clavijo, en el Ministerio de Fomento encontró muchos  reparos.

Tanto fue así que en octubre de 1863, al año siguiente, y ante  las dificultades gubernativas, los promotores de la presa, los señores Nicolás Massieu, Pedro Marcos, Antonio López y Antonio Matos, propietarios  agrícolas que se verían beneficiados de tan interesante obra, emprendieron una serie de denuncias formales para presionar en favor  de la ingeniería.

De nada valieron sus quejas, quedando la obra sólo en el borrador pero dejando para la historia una interesante propuesta que se vinculaba a los grandes proyectos de ingeniería hidráulica ejecutados en la España ilustrada del rey Carlos III» (HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ, A.S.: Juan de León y Castillo, Las Palmas de GC, 2006).

Localización (IDE Gran Canaria)



jueves, 21 de junio de 2012

JUNCAL, BARRANCO Y PUERTO DEL (AGAETE Y GÁLDAR)

Actualización 6-abr-2016
El barranco del Juncal es quizás el único caso en la isla donde un barranco secundario, tributario de un barranco de mayor caudal de aguas, imponiendo su denominación sobre el principal el Barranco Hondo. Explicarlo es en cierta manera fácil, basta decir que el cauce del barranco del Juncal tiene su nacimiento muy cerca de su desembocadura, aproximadamente en las escorrentías del lugar de Las Cruces, aproximadamente en el kilómetro 1 de la carretera De Las Cruces-Los Garajes (GC-220) que comienza en el llamado cruce-rotonda de Hoya de Pineda, junto a la pequeña ermita de San Isidro El Viejo.

El "puerto" (Fedac)
Aguas abajo, por el norte a lo largo de todo su cauce va tomando las aguas de distintos barranquillos, escorrentías de la Montaña de Amagro. Por el sur, al atravesar el lugar de las Cuevas de Las Cruces que se encuentran en los escarpes septentrionales del cauce, recibe las aguas del barranco de La Cruces, que nace como el propio barranco del Juncal en las escorrentías del lugar de Las Cruces, en las laderas de poniente de Pico Viento.
 
El topónimo de un pequeño barranco le pudo al topónimo de un gran barranco (IDE Gran Canaria)
Después aguas abajo, antes de llegar a las Cuevas de las Toscas, por el sur recibe las aguas del barranco de la Puerca, que discurre al nordeste de Piso Firme  que nace en las vertientes suroestes de Pico Viento, al norte de la Montaña de Samarrita. Volviendo al barranco del Juncal, a la altura del Salón de las Moriscas, se une al principal Barranco Hondo, que como decíamos pierde su nombre adquiriendo el nombre de su tributario el repetido barranco del Juncal.

La prevalencia del barranco del Juncal hasta su desembocadura se debe a la notoriedad e importancia que en la antigüedad tuvo el llamado Puerto del Juncal. Consecuencia de lo antes dicho, es este el topónimo con el que se conoce la desembocadura del barranco de El Juncal, límite entre las jurisdicciones de Gáldar y Agaete, entre la septentrional Punta Gorda en el Lomo del Cardonal y el meridional Roque del Puerto en el Lomo de las Moriscas, y cerca de donde pudo situarse un poblado aborigen inventariado como Morro de las Moriscas. No obstante la línea siguiente de separación de las jurisdicciones de Gáldar y Agaete vendrán señaladas por el cauce del barranco Hondo.


Vistas del cauce (tevatelleva)
No debemos confundir este último con el Barranco Hondo que pasa por el pago homónimo, que al dejar atrás la Presa de los Pérez, pasa a llamarse barranco de las Pocinas, hasta llevar sus aguas a la Presa de las Tierras de Manuel, a partir de la cual recibe el nombre de barranco de Agaete.

Este otro barranco Hondo, aguas arriba, después de pasar por el Lomo de los Santos y llegar a la Presa de barranco Hondo, lindando con los Llanos de Agaete, una antigua junta de barrancos a la que llegaban el meridional barranco del Roque así llamado por tener su nacimiento en las vertientes de poniente del Roque Maninidra, que continúa el límite jurisdiccional entre Gáldar y Agaete, y el septentrional barranco Hondo al que tributan sus aguas ocho barranquillos que nacen en las vertientes de poniente de la Montaña de la Samarrita.  

Silos (Patrinet)
Los vestigios prehistóricos en su entorno se sitúan en la ladera del Morro de Las Moriscas, en dirección a la llamada Cueva del Moro, donde se encuentra abundante material arqueológico disperso en superficie, sin que se pueda asociar actualmente a algún tipo de estructuras del presumible poblado que existió y que pudieron ser destruidas o sepultadas con la roturación agrícola.

La Cueva del Moro fue realizada a partir de una cavidad natural de toba, donde los aborígenes excavaron silos y una habitación o cavidad de tendencia regular que es donde se encuentran las pinturas antropomorfas.

Tiene una gran cavidad a la que se accede desde el camino que va al barranco del Juncal, apreciándose en la entrada un muro semi-enterrado y otro semi-derruido en su interior de factura histórica. En ella se encuentran los silos horadados en las paredes y en el piso que conservan la huella del cierre. En el centro del fondo se encuentra la sala con las pinturas de dos figuras antropomorfos en almagre.
 
La gran cueva del Moro (Patrinet)
La ensenada es una de las más abrigadas de todo el litoral  grancanario estando situado entre el Puerto de Sardina y el Puerto de Las Nieves en Agaete.

Lejano de las poblaciones, fue muy utilizado, sobre todo en los momentos de mal estado de la mar por los tiempos de sur que impedían faenar en los puertos principales. Su nombre viene de la existencia de colonias de juncos comunes (Juncus Acutus) en el cauce del barranco.

La playa (Almu)
Entre los siglos XVI y XVIII se los llamaba puertos, aunque constituían simplemente las desembocaduras de barrancos o barranquillos que, debido a su configuración geomorfológica por diferentes movimientos en la vertical de la isla y procesos erosivos, conformaban playas y caletas de arena o callados con sus caletones, así llamados en el habla canaria los entrantes del mar entre rocas y veriles anexos, al soco de los vientos.

Vestigios arqueológicos del morro (Patrinet)
A partir de la segunda mitad del siglo XVII comenzó a ganar importancia a costa del puerto de Sardina. Contaba a su favor también el hecho de hallarse más cercano a los caminos de las medianías altas y cumbres del noroeste (Fagagesto, Barranco Hondo y Artenara), productoras de cereales menudos, quesos, loza, etc. Comenzó a utilizarse con frecuencia a mediados del siglo XVII y a mediados del XIX se califica de segunda categoría en el mismo nivel que el de Agaete.
Punta Gorda (inforural-com)
Entre los conflictos surgidos contra la libre circulación de granos a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se registran los tumultos de Gáldar en 1789, cuya causa era «… impedir el embarque de algunos abastos que se pretendían embarcar por aquel puerto…», refiriéndose a este del Juncal.

Está documentado que el alcalde de Gáldar Juan Antonio de Medina Aguilar formó causa de oficio contra distintos vecinos de dicho pueblo «… sobre la convocación que se ha supuesto intentaron los comparesientes para formar conmoción». La gran dificultad en los accesos al puerto por las fuertes rampas del barranco, ha mantenido el lugar en un estado casi virgen, si bien es frecuentado para acampadas y pesca de orilla.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

domingo, 29 de julio de 2012

PALMAR, EL (TEROR)

Actualización 8-abr-2016
Topónimo con el que se conoce el barrio situado al pie del Pico de Osorio, entre Los Castillos en los lomos de Riquiánez y Guanchía, debe su denominación a la presencia en la antigüedad de hermosos ejemplares de la palmera canaria (Phoenix canariensis), endemismo oriundo del Archipiélago.

El valle de El Palmar fue uno de los primeros lugares colonizados por los repobladores que se establecen en Teror tras la conquista de la isla, tal y como muestran las abundantes referencias documentales que se remontan al siglo XVI, posiblemente por la proximidad del poblado aborigen de Guanchía.

Las referencias documentales antiguas se refieren a las Huertas de El Palmar, topónimo que se conserva más al norte del actual asentamiento, y en su extensión actual ya abarca el lugar de La Peñita que en la antigüedad es mencionada como Peña Horadada por haberse excavado en ella un santuario.

Ermita de La Peña o La Peñita (Fotografía: Nacho González)
Las primeras noticias que se tienen son de 1530 cuando se le concede a Cristóbal de Vergara un asiento de colmenas en el lugar. Unos años después, el Capitán de Infantería, Conquistador y Regidor Perpetuo de la isla Álvaro Herrera Álvarez, en su testamento de 18 de mayo de 1538 dice tener setenta fanegas de «Tierras de pan llevar en los Granadillares de la Peña Horadada en el Palmar de Cerpa».

El lugar de El Palmar de Teror es el escenario en el siglo XVI que motiva un pleito por los asentamientos de colmenas. Es el pleito del hijo de Cristóbal de Vergara, García de Vergara, con el hijo de Alonso Muñoz, Gonçalo Hernandez Muñoz. El pleito no lo era por la propiedad de las tierras, que siempre estaban documentadas por los títulos que se expidieron por los repartimientos y los posteriores protocolos de los escribanos públicos cuando las mismas se vendían.

En esos tiempos la miel y la cera eran productos muy cotizados, llegándose a regular las medidas que habían de respetarse en las ventas «Otrosy que la dicha miel se venda por las medidas desta ciudad e la cera se pese por las pesas desta ciudad que sean buenas medidas e pesas afinadas por el almotacén e que de otra manera no se puedan vender so pena de perdido …».

Acueducto (Fedac)
La misma Ordenanzas de 1531, dado el interés por los asientos de colmenas, en un lugar determinado donde se supone es en esos tiempos era hábitat más apropiado en gran medida por la floración natural y la buena orientación en la exposición a los vientos dominantes, regulaba las distancias que entre los colmenares se debía respetar:

«Otrosy porque los dichos colmenares tengan buenos pastos e no se hagan daño los unos a los otros se provee e manda que de un colmenar a otro aya distancia de una legua de tres mil pasos e que dentro del dicho término no se pueda dar sitio de colmenar en perjuicio del que primero esto vyere ny nynguna persona pueda poner colmenar dentro del dicho término contra la voluntad del dueño del primer colmenar so pena de seyscientos maravedís e que sea obligado a mudar las colmenas dentro de ocho días después que fuere requerido por el señor del primer colmenar y esta hordenanza se entienda en los colmenares que de aquy adelante se quisiere fazer e poner» (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Consejo de Gran Canaria. 1531, Sevilla, 1974).

Aunque los protagonistas del pleito eran sus hijos, los derechos que se preservaban eran los obtenidos por sus ancestros fallecidos: uno es Cristóbal de Vergara, probable judeo-converso natural de Sevilla, que llegó a ser regidor a inicios del s. XVI, y al otro lado a Alonso Muñoz que puede ser otro colonizador más, vecino de Gáldar, con buena posición dentro de la sociedad galdense. De ambos tenemos documentadas distinta información que hemos ordenado cronológicamente, y entre la que incluye el título por el que adquirieron la propiedad.

1-ene-1500 «En los siguientes años fueron regidores del consistorio Cristóbal Vivas, Juan de Narváez, Nicolás Rodríguez, yerno de Martín de Vera y uno de los que secundó el movimiento de las comunidades en Canarias; Cristóbal de Vergara, Pedro de Peñalosa, Juan de Escobedo, Antón de Serpa, Juan de Maluenda, Luis Cerón, Juan de Çiverio y Cristóbal de Serpa» (LOBO CABRERA, M. Y RIVERO SUAREZ, B.: “Los primeros pobladores de Las Palmas de Gran Canaria”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 37, 1991).

Horno (Fedac)
12-ago-1519 «Venta. Antón Fernández de Santiago a Alonso Muñoz, veinticinco fanegadas en la Montaña de Anriquianes por veinte mil maravedises, 800 maravedises fanegada» (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: “Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria. 1510-1537”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966).

12-ago-1522 «… ante el escribano Cristóbal de San Clemente. Cristóbal de Zerpa, regidor y vecino de la isla, vende a Cristóbal de Vergara, vecino de la isla, 30 fanegadas de sembradura de sequero, encima de las tierras de Juancho de Siverio, difunto, que lindan con tierras de Juan de Narváez, regidor, por la parte de arriba, y por abajo con tierras de la mujer y herederos de Francisco de Mercado, que ahora son de Pedro García, vecino de Armas, y un lomo, arriba, que va a dar a la mitad de la montaña redonda de Terore, y queda enmedio de las dichas tierras una cañada que todo su número es 40 fanegadas de tierra de sembradura.» (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, V.: “Aguas del barranco de Tenoya”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 33, 1987).

9-oct-1525 «… Marcos de Jacomar vende a Cristóbal de Vergara treinta fanegadas cerca de los silos de Arucas, lindando con tierras que van a dar a la montaña de Teror y con el camino que une los dos lugares, sólo cobra a razón de seiscientos sesenta y seis maravedises, pero es que doce de aquellas fanegadas están todavía por desmontar.» (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: “Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria. 1510-1537”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966).

Estanque (Fedac) 
«Cuando se llega a ciento sesenta y seis maravedises, ya son tierras montuosas de helechares o granadillares, como las sesenta fanegadas que Cristóbal de Vergara compró en el término de Teror» (IBIDEM).

24-oct-1526 En el poder otorgado a Francisco Xaymes, en la «… interesante nómina de conquistadores, pobladores y canarios aborígenes la debemos a la indignación y ofensa con que tomaron todos los vecinos de Gáldar la decisión del gobernador de la Isla y su justicia mayor, el noble caballero Martín Fernández Cerón, de crear una alcaldía real para la localidad de Guía, que hasta entonces se hallaba integrada en la de aquélla …» encontramos a Alonso Muñoz (BONNET SUÁREZ, S.F.: “La villa de Gáldar en 1526”, El Museo Canario, núm. 73-74, Enero-Diciembre 1960).

5-jun-1534 «…  ante el Escribano Cristóbal de San Clemente. Bartolomé de Mújica y García de Mújica, hijos de Michel de Mújica, difunto con licencia de su abuela Leonor de Tejera, venden a Cristóbal de Vergara, vecino de Gran Canaria, un pedazo de tierras de sequero de helechales, granadillas y montuosas que fueron dadas a su padre en vecindad y repartimiento en el que puede haber 50 fanegadas de sembradura; linda con tierras de Cristóbal de Vergara y la montaña de Teror; los terrenos que se venden y los de Vergara, constituyen la base del actual cortijo de Ossorio». (CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: “Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria. 1510-1537”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 12, 1966).

Casa y pajero (Patrinet)
El pleito se sustancia ya fallecidos los padres, en una petición que se hace el 24 de septiembre de 1544, cuando Garçia de Vergara solicita al Cabildo General nuevo título, al no encontrarlo el escribano del cabildo Juan de Ariniz: «…. Cristobal de Bergara mi señor padre difunto que sea en gloria a tenido de mas tiempo de diez o doze asños a esta parte un asiento de colmenas en unas tierras suyas en el termino de Terore junto a las tierras que dizen del Palmar del qual por vuestra señoria al dicho tiempo le fu dado titulo e por virtud del lo a tenido e poseydo e agora lo tengo e poseo como su legitimo hijo …»(RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

De la otra parte, Gonçalo Hernandez Muñoz dice «… que a mi noticia es venido como por Garçia de Vergara cautelosamene a pedido titulo de un açiento de colmenas en unas tierras mias que son en el termino de Terore frontero de la Peña Horadada donde ansi mismo yo tengo çiertas colmenas a muchos años como dare nformacion dello, por tanto yo contradigo el dicho açiento que pido por las cauas dichas y por que están en las mismas casas de mi morada y abitacçion do ordinariamente rezido y dándoles titulo querra intentar que yo quite de allí las dichas mil colmenas a que no deva dar lugar vuestra señoria, la qual suplico de no den data alguna del dicho açiento de colmenas al dicho Garçia de Vergara …» (IBIDEM).

Siguiendo las prácticas y exigencias de la época para con los títulos de repartimientos, ambas partes presentan distintos testigos que hacen testimonio bajo juramento de lo que conocen, de los cuales resumimos aquello que resulta de interés para nuestra pequeña historia.

Casas Camino de La Peña (Google Earth) 
El labrador Tome Hernandez dijo que hacía unos 17 o 18 años que fue a sembrar junto con Alonso Naranjo, quien puso allí ciertas colmenas y que hacía 4 o 5 años Alonso Naranjo dio la mitad y vio que las mismas las poseía Cristobal de Vergara, que compró la otra mitad del asiento, y que conocía que fue heredado por Garçia de Vergara al fallecimiento de su padre.

Comparece también el labrador [Alonso] Naranjo quien dijo que puso las colmenas en unas cuevas que moraba que eran de Gonçalo Hernandez Muñoz o de su padre, que estuvieron dos años, y que Gonçalo Muñoz no quería tenerlas cerca, motivo por el que pidió el consentimiento de Cristobal de Vergara poniéndolas en sus tierras e hizo una “casilla” junto a las colmenas, y que le hizo otras a Cristobal de Vergara vendiéndolo parte de las suyas, conociendo que fallecido, el asiento de colmenas lo tenía Garçia de Vergara.

Otro testigo más es Françisco Franco, que decía que hacía 13 o 14 años vio allí cierta cantidad de colmenas que poseyeron Alonso Naranjo y Cristobal de Vergara y que oyó decir que cuando murió Cristobal de Vergara las poseyó su hijo Garçia de Vergara. También acudió Juan Martin hijo de Antonio Afonso aperador del regidor Zuilo [Ramirez] manifestando que hacía 10 años vio que en las tierras de Bergara sic) había un colmenar de abejas que fue primero de Alonso Naranjo quien vendió parte a Cristobal de Vergara, y que después paso a su hijo Garçia de Velgara (sic) quien compro la parte del colmenar de Alonso Naranjo, y que en todo este tiempo no ha conocido colmenas de Gonçalo Hernandez.

Casas Camino del Lomo (Google Earth)
El 26 de septiembre, Gonçalo Hernandez Muñoz suplica al Cabildo «… me hagan merçed de me dar titulo de un colmenar que esta en unas tierras mias que son en termino de Terore frontero de la Peña Horadada …», quien presenta como testigo a Rodrigo de la Fuente que decía que hacía un mes y medio, que pasando junto a las tierras de Gonçalo Hernandez vio asentadas ciertas colmenas en esas tierras y ue le habían dicho que dichas colmenas eran de Gonçalo Hernandez.

Se presenta también el labrado Françisco Navarro diciendo que las únicas colmenas que había visto eran las de Gonçalo Hernandez, testimonio parecido al realizado por […] de Serrano añadiendo que las había visto desde hacía dos años.

No falta entre tantos testimonios el de Pedro Vaez que se extiende mucho más en su juramento diciendo que había visto que Gonçalo Hernandez ciertas colmenas, que en este año le ayudó a castrar, pero que no se acuerda de cuánto tiempo las tiene allí, pero sí que detrás de estas colmenas había otro colmenar de Cristobal de Vergara, que ahora tenía su hijo Garçia de Vergara, y que se acuerda que al principio se pusieron colmenas en las tierras de Gonçalo Muñoz, padre de su padre por Alonso Naranjo y «… después las propias colmenas puso el dicho Alonso Naranjo de las dichas tierras de Gonçalo Hernandez Muñoz en tierras del dicho Cristobal de Vergara el qual a oydo dezier que las vendio a los dichos Cristobal e Garçia de Vergara…». Por último interviene el labrador portugués Domingos Perez quien dice que conoce que el colmenar de Gonçalo Hernandez lo tiene desde hace seis meses.

Garçia de Vergara compareció de nuevo para pedir al Cabildo que no le dieran título de asiento de colmenas a Gonçalo Hernandez porque no pueden haber dos colmenares juntos, y trató de aclarar que lo que determinó el licenciado e inquisidor del obispado Luys de Padilla, en el pleito de su padre Cristobal de Vergara con los hijos de Alonso Muñoz «… es muy diferente de lo que agora se trata es sobre el colmenar y lo que entonces se determino fuese las escrituras …».

Campana de agua entre el millo (Patrinet)
La decisión final del Cabildo vistas todas la contradiciones fue en la práctica dejar todo como estaba antes de las demandas de ambas partes «… no a lugar de dar titulo a los unos ny a los otros del colmenar que piden e que cada uno posea las que tiene e aprovecha su colmenar …». En la práctica la decisión final de cual colmenar subsistiría se dejaba al control de las propias abejas y sus reinas, que podrían declarar la guerra entre sus zánganos o convivir en paz ambas comunidades, y ello siempre que la floración aportara polen suficiente para ambas.

Una década después de estas primeras manifestaciones de vecindad, el 10 de febrero de 1559 Ana García, viuda de maestre Juan, en su testamento declara que ha hecho a su costa una ermita bajo la advocación de la Virgen de Las Nieves en la Peña Horadada y nombra por patrona de la misma a su nieta María de Acusa. Posiblemente se trataba de la cueva anexa a la sacristía de La Peña, pues la mismas ya había sido "horadada" entre 1510 y 1520.

La parte trasera de la imagen está fragmentada, pero se desconoce si se realizó para desprenderla de un retablo y permitir su introducción en algún nicho de pequeño tamaño. No se nombra en los papeles a la Virgen hasta que en 1611 Diego Hernández el Mentado funda una misa «… por el día de Nuestra Señora de las Nieves sobre las tierras… donde dicen el Barranquillo Seco…».

La primera ermita que se construyó como edificación exenta para cobijo de la imagen se realizó por disposición testamentaria de Nicolás de Herrera-Leiva y Medrano, Abogado de los Reales Consejos y Fiscal de la Audiencia de Canarias, quien en 1666 ordenaba en su testamento que como estaba en una cueva se le hiciera una ermita.

Casa de alto y bajo (Patrinet)
Otras referencias toponímicas nos las dan el 26 de julio de 1680 el prestamista Capitán Juan Matos y su mujer María González, quienes al fundar su Mayorazgo dan referencias de la exposición de las tierras al sol según el lado del barranco del Pino en el que están, cuando al describirlas dicen de sus tierras «Finca de tierra labradía y erial de “secano” en la Umbría (Palmar); Finca de tierra labradía y erial de “secano” en las Huertas (Palmar); Trozo de tierra labradía de “secano”».

A finales del siglo XVII, los documentos siguen dando referencias de otros topónimos del lugar que nos aproximan al paisaje de la época;  en el testamento del Canónigo doctoral de la Catedral y Juez Subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada Juan González Falcón que realiza el 27 de agosto de 1693, nos dice de trece fanegas en cercados y suertes: «Cercado labradío con “arrifes” denominada “Fuente de San Vicente” en el Palmar. Cercado frente al anterior denominado “Cueva Morena” en el Palmar. Suertes de tierra denominadas “Llanos de las Eras” en el Palmar».

Al igual que sucede con otros pagos y lugares del término, el caserío aparece citado en las Constituciones Sinodales del obispo Pedro Dávila y Cárdenas de 1737. Contaba en aquel entonces con un total de sesenta vecinos, aproximadamente unos trescientos estantes. La referencia que se hacía de vecinos se correspondía con el número de casas habitadas por familias bautizadas.

Casas de la Huerta (Google earth)
En la década de 1780, por la persistente necesidad de reparaciones de la antigua construcción de la ermita, los vecinos comenzaron a reunir madera de mayor calidad para proceder a fabricar un recinto mejor, demoliéndose la antigua ermita sobre 1787. La nueva fue fabricada "desde los cimientos" por el pueblo y con las donaciones del mayordomo Diego Ramírez.

Con posterioridad en el siglo XVIII se conocen documentalmente nuevos propietarios, sucesores o compradores, que en las descripciones de las tierras añaden muchos más topónimos de interés en el lugar.

Ya en el siglo XX, el 18 de marzo de 1943, se crea la parroquia que años más tarde determinaría la construcción de una nueva iglesia de mayor tamaño en un lugar con mayor espacio, manteniéndose en pie la antigua ermita en la encrucijada de los antiguos caminos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)