lunes, 3 de junio de 2013

PARGANA, CORTIJO Y LLANO DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)



Topónimos con el que se conoce el territorio cumbrero situado entre la Degollada de los Hornos situada a su norte y los grandes tajos basálticos del Roque Nublo que cuelgan desde Ayacata a la Cruz Grande que quedan al sur. 

Vista (S. Jiménez)
Dice la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA (Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), que "pargana" es la «Raspa de la espiga del trigo. En unos sitios dicen pargana y en otros plagana, que son los filamentos de la espiga del trigo».

Los primeros vestigios que confirmaron las teorías de que los aborígenes canarios conocían el trigo se localizaron en los yacimientos de Temisas «... En la remoción de las tierras se puso al descubierto entonces, año de 1944, abundante material cerámico neolítico, de tipología variada, incluso pintaderas; exponentes notables de la industria lítica como morteros, molinos de mano, hachas, bruñidores, etc.; lapas, restos humanos, etc.


Espigas de trigo
Todas estas circunstancias y hallazgos prueban asimismo que se trata de un autentico poblado de primitivos canarios. Por eso el hallazgo de abundantes granos de trigo dentro de una vasija típicamente aborigen es una demostración definitiva de que el isleño grancanario prehispánico no sólo cultivó el trigo sino que lo utilizó en sus comidas, bien como harina más o menos perfecta o como rollón en sus viandas de leche, manteca o miel.

A este respecto curioso es recordar hechos en orden a la situación cultural del pueblo canario aborigen en general y lo que algunos y más importantes cronistas e investigadores han dicho, afirmando unos que los canarios conocían el trigo, en tanto otros lo negaban » JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: "El trigo, uno de los alimentos de los grancanarios prehispánicos", Revista de Historia, nº 98-99, 1952).

Mojón en Pargana (Conociendo Gran Canaria)
Manifestaba también en esos tiempos el desaparecido Comisario de Patrimonio que el conocimiento de su cultivo pudo haber llegado por antiguas arribadas a las islas:

«... Ese contacto marítimo de canarios y guanches con diversos pueblos mediterráneos y en especial con pueblos beréberes arabizados nos lleva a la conclusión de admitir que esos invasores pudieron aportar el conocimiento del trigo, mejorando así la incipiente agricultura de los aborígenes, y por lo tanto, su simple economía de una marcada base pastoril representada en poblados montaraces organizados cantonalmente, con autoridad patriarcal decisiva ».
 
Vista (Thomas Heck)

En cuanto al término "pargana" nada se ha dicho sobre su posible procedencia aborigen, si bien se aproxima a la palabra "pírgano", admitida en la actualidad por el DRAE como de uso en Canarias con el significado de «Vástago con que se une la rama al tronco de la palmera, utilizado para mangos de escobas y en cestería ».

El término que fue incluido por Dominik J. Wölfel (Monumenta Linguae Canariae, Graz, 1965)por sus raíces sonoras de origen bereber, voz que según el investigador era así conocida en Gran Canaria, inventariada por los hermanos Millares Cubas y por Elías Zerolo; y bajo la variante "pirguam" en La Gomera, mencionada por Fernán Peraza.

 
Era (Fedac)

Pero no son los actuales pinos los que ocuparon sin interrupción estos lugares cumbreros, ni era este el lugar donde los aborígenes canarios cultivaban el trigo o la avena que crearon el topónimo.

Las datas concedidas a los Conquistadores hablan de los lugares de los Llanos de la Pez y de Corrales de Garañones, tal cual hemos contado en sus respectivas entradas, pero no mencionan Pargana.


Demostración de trilla en Finca de Osorio (Daniel Vinuesa)

Fué el aprovechamiento de la "pez" para el calafateo de los barcos que se construían o reparaban en la isla, o las buenas maderas que quemaban para obtenerla o de los troncos masivamente talados para la construcción de suntuosas casas en la Ciudad y embarcaciones de todo tipo, o para alimentar los ingenios azucareros, los que dejaron expedito el territorio para destinarlo al cultivo de los cereales que comportó el gran negocio de los siglos XVIII y XIX, por el aislamiento al que estuvo sometido la isla por las "guerras de tronos" que mantenía la Corona española con otras monarquías europeas.

Otra era (Fedac)

Es de esos tiempos cuando surgen de los cultivos de cereales, multitud de eras en las proximidades donde se trillaba, es decir, se quebraba la mies tendida sobre la era para separar el grano de la paja, utilizando un gran madero con incrustaciones de piedras que era tirado por cinco o seis caballos o asnos.

Se obtenía así el grano de trigo, avena, centeno, cebada, e incluso lentejas, en una era de forma circular, con un piso de cantos lisos grandes y pequeños, con un muro perimetral, que se nivelaba "aterrazando" el terreno cuando era inclinado. Y de ellos la aparición del topónimo "Pargana" para este lugar, perdurando probablemente esa palabra aborigen perdida por el abandono de los campos y sus moradas, como lo fueron las Casas de Cho Flores al sur de los llanos.

Casas de Cho Flores (S. Jiménez)

Es tras el ecuador del siglo XX cuando se iniciaría la repoblación de pinares en las cumbres grancanarias para recobrar en parte el paisaje que antiguamente tenía, el que hoy recorren muchos senderistas cuando van y vienen a la Cumbre central utilizando el Paso de la Plata para enlazar el Pinar de Santiago en Tunte con los caminos que llegaban a los Pozos de las Nieves y la Cruz de Tejeda que antiguamente recorrían los peregrinos.

Fue así como los pastizales fueron sustituidos por los pinares que permitieron la recolonización del paisaje por los retamales, escobonales y codesos que dominan el monte bajo. 


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

domingo, 2 de junio de 2013

PAMBASO, EL (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 25-jul-2016.
Topónimo con el que se conoce la zona situada al pie del Risco de San Nicolás en la margen norte del barranco Guiniguada hasta sus límites con la actual calle Primero de Mayo. Se presupone que en el lugar pudo haber existido un asentamiento aborigen:

«... cabe destacar el resultado positivo de las prospecciones efectuadas en el Pambaso y las áreas limítrofes, pues en los terrenos colindantes a una vivienda del último tercio del siglo XVI, se observaron algunos materiales muy revueltos, cuya ascendencia cultural podría indicarnos la presencia de un sitio arqueológico en las cercanías, aunque tal vez destruido. Entre los restos había conchas de moluscos, cerámica elaborada a mano, otros fragmentos a torno y lascas de obsidiana.» (BATISTA, HERNÁNDEZ et INGLOTT, 2000, p. 1006).


Fotografía de 1960 (Fedac)
El primer asentamiento castellano que daría lugar a la fundación de la Ciudad fue en sus proximidades, por lo que sería abandonado por los aborígenes canarios desde el primer desembarco. A partir de la Conquista en el lugar se localizaban importantes huertas que son reconocidas con este antiguo topónimo de cuyo origen nada se ha escrito.

«En los márgenes del Barranco de la ciudad se ubicaron gran parte de las huertas y cercados más feraces, enclavados en los alrededores de la calle Herrería, del Toril, Pambaso, ermita de San Roque y el barrio de El Terrero. En todos ellos predominan las huertas acompañadas o no por viviendas, aunque todas estas áreas tuvieron un desigual reparto dentro de los arrendamientos a lo largo de1 siglo XVII.

[...] Esta zona era muy importante para la ciudad, pues a través de ella llegaban las diversas acequias de agua potable y se ubicaba gran parte de los molinos harineros de abastecimiento, siendo notables los tres pertenecientes desde los años treinta del Seiscientos a Miguel de Collado San Martín, el cual además de estos bienes, era propietarios de la huerta nombrada de “El Almácigo”, con una casa y media hora de agua, y el cercado de "Pambaso" (QUINTANA ANDRÉS, 1998, p. 356-357).


Fotografía de 1890 (Luis Ojeda Pérez - Fedac)

Aparece mencionado documentalmente desde el siglo XV:
«La llamada huerta de "El Medio" se encontraba en el camino al Pambaso, junto a otras del licenciado Carvajal y de Miguel de Collado. Pertenecía a la dotación dada al Cabildo Catedral por el obispo Juan de Frías el 20 de octubre de 1484 mediante testamento otorgado en Sevilla. El 1 de agosto de 1587 fueron entregadas a censo perpetuo por 39.015 maravedís de renta anual al deán Juan Villalta. Ya en 1680, agotado el plazo del censo enfitéutico, se venden a Luis de Armas por dos vidas y 19.320 maravedís de renta » (IBÍDEM, p. 358).

Cita la misma fuente en sus notas a pie de página  un contrato de 15 de abril de 1631  por el cual

«Manuel de Collado Sanmartín da a Gonzalo Lorenzo, oficial de pedrero, un cercado en Pambaso, con sus casas, por seis años y obligación de echar estiércol durante ese tiempo y plantar diversas cantidades de árboles frutales». (IBÍDEM, p. 348).


Fotografía de 1900 (Jordao Da Luz Perestrello Fedac)

Antes de seguir avanzando en otras noticias que del lugar se conocen, intentamos aproximarnos al origen del topónimo. Se tiene una referencia documental a un antiguo segundo apellido Pambaço, que aparece en el legajo 1355 de la Inquisición del Archivo Histórico Nacional, citado por la fuente que refiere una causa relacionada con América:

«Veamos el caso de las pruebas de doña María Giraldo, mujer del capitán Simón Ley Grave, que aspiraba a una familiatura en Cartagena de Indias. Él descendía de un belga de Amberes que se instaló en Gran Canaria, y casó con la hija de un francés también asentado en la isla. Por su parte no había problemas, pero ella, que nació en Indias, descendía por vía paterna de un flamenco de Amberes y por la materna de un sevillano y de Inés Rodríguez, de Gran Canaria, por quien vendrían las complicaciones. Tanto su madre como otros tres hermanos pasaron con sus abuelos matemos a Indias, instalándose en Cartagena. Un testigo afirmó que Inés Rodríguez no era limpia, pues descendía de los Pambaços, al ser hija de Gonzalo Rodríguez Pambaço » (ANAYA HERNÁNDEZ, 2009, p. 106).

Fotografía de 1909 (Ceferino Rocafort Fedac)
No encontrándose rastro documental de la existencia del apellido Pambaço o Pambaso, podría considerarse que no sea un apellido, y se trate de un mote dado a Gonzalo Rodríguez. Esta hipótesis puede sustentarse en una expresión de un calificativo del léxico de las islas, que podría elevarse a mote y con grandes posibilidades de tener un origen común al topónimo.

«’tambufo, pambufo’ “gordo y bajo”. En Ten.[erife] he oído también ‘pandufo’ “barrigudo”. Hernández da, para La Palma, ‘pambufo’ “tripudo, mofletudo”; cpr. en Maffiotte ‘pambo’ “boliche grueso” y sub bolicho “boliche, bola pequeña, generalmente de piedra, que usan los chicos en sus juegos; los más gruesos se llaman ‘pambas’ y los pequeños ‘chinchas’”. Hernández, para La Palma, ‘pambufeta’ “comilona”. No creo que estos adjetivos sean ‘guanchismos’» (STEFFEN, 1956, pág. p. 84).
También lo recogen para Gran Canaria los hermanos Millares Cubas: «Pambufo. Gordinflón, regordete. Aplicase principalmente al hombre ventrudo y de corta estatura». (MILLARES CUBAS et MILLARES CUBAS, 1924, p. 128).

Huerto urbano (Adolfo Marrero - La Provincia)
Tanto el mote, el canarismo como el topónimo Pambaso, puede deberse a la composición nominal por un adjetivo pospuesto del "pan baxo" o "pan bajo" que en la antigüedad se elaboraba con harina de calidad inferior y mezclada con restos de harina o esquilmos, los residuos que quedaban después de cernir  la harina, que según algunas referencias tenía forma ovalada. Pudo haber sido este también el origen del plato tradicional mexicano llamado Pambazo,  que guarda cierta similitud con el asturiano "Pan preñao" relleno de chorizo o panceta.

Está documentado que el "pan baxo" lo comían los esclavos y el resto de la clase marginada, pues la clase alta y la intermedia comían el pan "blanco". Ya lo decía el Licenciado Sebastian de Covarruvias «A grande hábre no hay pan malo» (COVARRUVIAS OROZCO, 1674).

Igualmente está documentado que los esclavos negros son abundantes en la isla, y en las proximidades del lugar desarrollan su vida:
«... En Gran Canaria residen en el siglo XVI en las laderas de San Juan, cerrillo de Vegueta, cerro de Santo Domingo y en los alrededores, junto a la iglesia y convento de San Pedro Mártir, orden de predicadores, donde fundan la cofradía del Rosario conjuntamente con blancos de humilde condición, como ocurría en otras zonas de la geografía peninsular.

Fotografía de 1925 (Fernando Baena Fedac)
Ya libres, a veces los invade el mismo espíritu de aventura que al resto de los vecinos isleños: se enrolan en los viajes a Indias, pues gozan de ventaja con respecto a los moriscos, a quienes les estaba prohibido par razones religiosas. Claramente percibimos su significado demográfico en las Islas leyendo al padre José de Sosa, quien nos dice que en 1667 había en Gran Canaria 6.478 negros, criollos o advenedizos, muchos de ellos esclavos, aunque algunos habían accedido a la libertad» (LOBO CABRERA, 1979, p. 37).

Las feraces huertas del Pambaso tuvieron que ser trabajadas por muchos esclavos y libertos. Además, hay muchas referencias documentales al "camino del Pambaso", tantas como las hay al "camino a la casa del Peso de la Harina" que por su proximidad parecen tener un denominador común que se remontan a los primeros años de la Conquista de la isla.

Las huertas del Pambaso que junto con las de los Reyes, Matagatos, San Nicolás, San Lázaro y San Telmo aparecen en el plano de 1883, son las únicas que llegarán a nuestro días, parte de ellas de propiedad pública.


A partir del siglo XIX, los viejos caminos Reales van perdiendo su localización en el casco urbano de la vieja Ciudad, y en las referencias aparece el Callejón de Pambaso, como camino transitado hacia el Risco de San Nicolás. Así nos aparece en un remate de cuatro celemines desamortizados con el reinado de Carlos IV, de un vínculo constituido  por varias compras en 1715. 1747 y 1750, cuya descripción nos acerca a los tiempos pasado:


Fotografía de 1930 (Fedac)
«Cercado y huerta con un día de agua de la Acequia del Rey y casas junto al Callejón de Pambaso, en el barrio San Nicolás. Cofradía de San Telmo». Fue rematada el 7 de marzo de 1804 por 123.455 r.v. por el comprador Domingo Gil Barreda, Capitán de puerto y subteniente de Milicias, quien la vendería el 4 de febrero de 1807 a José Verdugo, Coronel (SUÁREZ GRIMÓN, 1987).

Ya comenzando el siglo XX, conocemos de las buenas condiciones que sigue reuniendo el lugar para todo tipo de especies:
«Asi el castaño, por ejemplo, que vive en las altas regiones de la Isla, baja en algunas localidades hasta las partes cálidas; en Las Palmas, en la Hacienda de Pambaso de Dª Clara de León de Mujica existía uno extraordinaria por su tamaño, pero no daba cosechas» (CHIL Y NARANJO, 1901, p. 50).

Centro de Recursos Ambientales (Ayto. Las Palmas de GC)
Y también a quien correspondía la propiedad de la finca en el primer cuarto del mismo siglo pasado.

«En la vida familiar de Miguel Alonso Jiménez un hito fundamental fue su boda con Dolores Lorenzo Fernández celebrada el 7 de mayo de 1924. Él tenía 37 años y ella 29. El padre de Dolores era dueño de la Finca Pambaso y de otra en La Atalaya, donde la familia se trasladaba durante el verano» (RAMÍREZ MUÑOZ, 2007, p. 3)
 
En los años setenta del pasado siglo se estudió la posibilidad de construcción de un Palacio de Deportes en el lugar que no llegó a prosperar, y ya recientemente el Ayuntamiento ha creado en el lugar el Centro de Recursos Ambientales El Pambaso en el que se han habilitado "huertos urbanos".


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)



sábado, 1 de junio de 2013

PALOMINO (GÁLDAR)

Topónimo con el que se conoce un espacio rústico con un pequeño caserío situado junto a la Hoya de Santiago y Casas Blancas, en las zonas altas de las medianías a 1.100 metros de altitud cuya frontera naciente la señala el barranco que recibe igual nombre, donde encontramos un pequeño caserío, ubicados entre los pagos de Fagagesto y Barranco Hondo de Abajo.
Vista (samuel mederos)

Se accede al lugar por un camino vecinal que atraviesa el lugar enlazando las carreteras de Caideros a Juncalillo (GC-220) con la de Juncalillo a Barranco Hondo (GC-223).

Igualmente desde Fuente Bruma, junto a la primera carretera un poco antes de avistar Juncalillo después de haber dejado atrás los Pinos de Gáldar.
Inicio camino vecinal (Google earth)

Su localización en un amplio territorio de antiguas tierras montuosas que fueron repartidas entre los conquistadores como pago de sus salarios por su participación en la propia Conquista, podría sugerir que correspondieron a Diego Palominos incluido en la nómina de conquistadores conocidos (LOBO CABRERA, M.: La conquista de Gran Canaria: 1478-1483, Las Palmas de GC, 2012).
Cultivos de secano (Fedac)

Se conocen los salarios debidos a este conquistador según se dice «Diego Palomino: mill e quinientos rnaravedíes», y está igualmente documentado que le habían sido ya liquidados el 29 de agosto de 1484 por el contino real «Este dicho día, por ante mi el dicho escrivano, el dicho Antonio de Arévalo dio e pagó a Diego Palomino e a Pedro de Alcalá las contías de maravedies que ovieron de aver, segúnd que de suso en esta copia se contiene. E yo, Pedro Ferrández de Olivares, escrivano de cámara de nuestro señor el Rey, fui presente a todo lo susodicho e so testigo» (LADERO QUESADA, M.A.: "Las cuentas de la conquista de Gran Canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 12, 1966), acreditándose así que no debió ser beneficiado también con tierras.
Naciente y estanque cueva (Fedac)

Y no fue así porque éstas fueron dadas al conquistador Fernando de Montemayor, quien las vendería el 27 de octubre de 1510 a García Palomino quien daría  nombre al lugar:

«En los primeros años del siglo debió ser fácil afincarse con poco gasto, según lo hizo García Palomino cuando compró un pedazo de tierra sin desmontar por quinientos maravedises a Fernando de Montemayor, vecino de Guía» CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS, G.: "Cultivos de cereales, viña y huerta en Gran Canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 12, 1966).
Era (Fedac)

De su primer propietario tras su fallecimiento se mantuvo la referencia histórica documental que aparece en la data solicitada por el escribano público de Gáldar y Guía, Alonso de San Clemente, cuando el 4 de septiembre de 1542 pide:

«... un sytio e herido de molino que es en el barranco del Agua de Galdar arriba del Molino de los herederos de Montemayor en el Risco ençima de dicho molino que sea de tomar el agua para la molienda...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Goro (Fedac)

Todo el paisaje del lugar guarda los vestigios etnográficos de su aprovechamiento cerealero durante siglos, con fuentes naturales que le aportaban el agua para su riego y donde las eras construidas en los límites de las lomas resultaban favorecidas por las condiciones de vientos que permitían aventar los granos tras la trilla.
Panorámica del lugar (fotosaereasdecanarias-com)

Al igual que el resto de las zonas próximas, el aprovechamiento pastoril ovino complementaba la actividad agraria, siendo apreciados en la actualidad sus quesos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)