jueves, 21 de junio de 2012

JUAN GRANDE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Actualización 18-abr-2016
Topónimo correspondiente a un pequeño y antiguo caserío situado al naciente de Aldea Blanca y El Doctoral y al poniente del Castillo del Romeral.

Tratándose de una antro-topónimo, la primera referencia documental de un posible propietario o usufructuario de estas tierras a las que da nombre, aparece en un documento de venta que en 1568 realiza el matrimonio compuesto por Hernando Alonso y María de Salazar a Alonso de Ortiz, vecinos todos de la villa de Agüimes, donde enajenan unas tierras de sequero de "pan sembrar" que:

«… lindan por la parte de arriba por la cabezada con tierras de Andrés Hernández y Juan Grande, y por la banda de abajo con el Barranquillo de las Cuevas de la Paja de la dicha Vega Castaña y por un lado tierras de Bartolomé de Tovilleja y por el otro lado el barranquillo que viene de la Atalaya que linda con tierras del Lomo de Juan de Ávila…».
Aventando grano (1940 Naranjo Suárez -Fedac)
En la antigüedad la expresión de arriba hace referencia a la parte trasera desde el acceso de la misma como referencia, que en este caso es Agüimes, señorío que antiguamente tenía una gran superficie y acababa donde empezaban las tierras de realengo, probablemente en el cauce del Barranco de Tirajana. En todo caso aunque parece que las tierras descritas están más próximas a Agüimes, lo que sí queda acreditado es la existencia de un propietario de tierras llamado Juan Grande. Conozcamos algo más del natural de la isla llamado Juan Grande.

«Las actividades ganaderas y apícolas requerían una mayor movilidad en el territorio, movilidad que dificultaba el asentamiento de los naturales en los lugares donde se desarrolló el poblamiento europeo, condicionando por tanto las líneas del mestizaje, principalmente en el caso de los hombres. Fueron casos como los de Alonso de Ávila ó de Juan Grande.

Ambos disponían de tierras colindantes en el barranco de Guayadeque en lo que, sin duda es otro ejemplo de continuidad temporal en el uso de instalaciones indígenas, por parte de los naturales tras la conquista. Alonso de Ávila tenía su majada junto al Lomo de los Caballos, en la vertiente norte de dicho barranco. En la sur, frente a la majada de Alonso tenía Juan Grande sus corrales y majadas, bajo el lugar aún hoy denominado Casa de Pastores; hacia el interior del barranco disponía también Juan de su asiento de colmenas, en la vertiente de dicho nombre, frente al Lomo de los Guaniles.

… el paso por las escribanías se realizaba forzado por problemas familiares con la justicia, para prestar favor solidario a otros connaturales declarando a su favor, a requerimiento de algún vecino para deslinde de tierras y para solicitar al Cabildo repartimiento de asientos de colmenas, cuevas y majadas. Este era el comportamiento de Juan Grande y su familia ante las instituciones de la nueva sociedad.

Antiguas viviendas del barrio (Google Earth)
Hijo de naturales de la isla, Juan había nacido en 1499, más de 15 años después de finalizada la conquista; su vida transcurrió entre los barrancos y los llanos del sudeste de Gran Canaria ganando su sustento y el de su familia con la explotación de ganados de cabras. El ámbito territorial en que desarrollaba sus actividades no se circunscribió a las tierras que recibió en repartimiento en el barranco de Guayadeque; desde allí pastoreaba sus rebaños por las tierras de Arinaga, Llanos del Polvo, Sardina, el barranco de Tirajana y los “Llanos de Juan Grande” –cuyo nombre recibe dicho término debido a que fue él quien lo amojonó y cercó-, y extendiendo su actividad pastoril hasta la Charca de Maspalomas, lugar en que los pastores llevaban a abrevar sus ganados y castraban las abejeras salvajes del lugar.

En 1550, al incrementarse la presión colonizadora sobre el territorio y temerosos de perder la propiedad los nietos de Juan Adobar –Luis Bristol y Diego Ramírez- solicitaron al Cabildo que la confirmase pues en el tiempo de la pestilencia se quemaron muchos papeles y ropas y el escribano no encontraba el albalá. En el expediente de confirmación del repartimiento intervino Juan Grande quien declaró favorablemente a los intereses de Bristol y Ramírez; no en vano Juan Grande frecuentaba el barranco de Tirajana pues Amurga era una de las zonas donde se realizaban las apañadas del ganado de suelta (BETANCOR QUINTANA, G.: Los indígenas en la formación de la moderna sociedad canaria. Integración y aculturación de canarios, gomeros y guanches, 1496-1525. Tesis doctoral inédita. ULPGC, 2003).

También hay que conocer que estas tierras eran de realengo, y por tanto quien aquí las aprovechara lo haría como para pastos o en último caso como usurpador, nombre que entonces se le daba a los que roturaban las tierras de realengo o concejiles. También pudo tratarse de un colono estante en el lugar.

Casa Condal (1940 Naranjo Suárez -Fedac)
El Mayorazgo de Francisco Amoreto Manrique, Capitán, Regidor Perpetuo y Familiar del Santo Oficio, fundado el 17 de marzo de 1669, al que los distintos sucesores realizaron distintas agregaciones de bienes y además el título de Conde de Vega Grande de Guadalupe, tenía en este lugar tres mil doscientas catorce fanegas de:

«… terrenos labradíos, “arrifes” montañosos y de pastos de ganado que comprenden la Hacienda de la Vega Grande de Guadalupe denominada de “Juan Grande”, con casas de habitación de los dueños y sus accesorios, la iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, sesenta y nueve casas para habitación de los colonos, graneros, pajares, almacenes y estanque» y también «Toda el agua que forma el Heredamiento de Aldea Blanca de treinta días con sus noches para el riego de la Hacienda anterior».

Este lugar y sus contornos también fue conocido en la antigüedad con el nombre de Salinas por el gran número de ellas que había en sus playas. Está documentado cuando el 29 de julio de 1693 el Vicario General del Obispado, al autorizar el nombramiento del cura que debía hacer la fiesta de la ermita que, bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, había fabricado el Maestro de Campo Alexandro Amoreto, dice «… ermita que había fabricado en Las Salinas…», de donde se desprende que era la única ermita existente en todo el contorno.

Acequia y ermita (1940 Naranjo Suárez -Fedac)
El 10 de julio de 1700 Alexandro Amoreto al otorgar escritura de poder a su hijo Francisco, llama a este lugar bajo la advocación que preside su titulo cuando dice «… en el Valle de Guadalupe, jurisdicción de Tirajana…». Años después en 1718, su hijo Francisco al mencionar la fundación del Mayorazgo de su padre que se había realizado en 1669 como ya se ha dicho, reitera nuevamente el topónimo de las Salinas cuando refiere la obligación de los herederos de tener reparada la «ermita de Nuestra Señora de Guadalupe, sita en el pago de las Salinas...».

Habrá de entenderse que el topónimo Salinas se debería al gran negocio que comportaban y a que estaban en la costa, algo distanciada de este lugar y, sin duda, las tierras del interior, concretamente lo que se conocían por los lugareños como Juan Grande, que eran las tierras de cultivo propiedad del mayorazgo en las que los únicos asentamientos existentes eran en las casas de colonos, propiedad también del mayorazgo, no parece agradar que se las conozca con lo que puede ser el nombre de un colono o usurpador, pues son reiteradas los documentos en que se utilizan distintos nombres para ese lugar, más aún cuando se estaba planteando un pleito de los Vecinos de Agüimes que desencadenaría el conocido como Motín de Agüimes.

Granero (Fedac)
La ambigüedad en la utilización de ambos términos puede tener su explicación. En los documentos públicos de los escribanos que toman referencias identitarias de los lugares, la expresión utilizada es "Juan Grande" y la que figura en otro tipo de documentos y correspondencia es "Salinas", posiblemente por defensa jurídica o en el mejor de los casos, porque la cantidad de los beneficios de las salinas superaba los agrícolas.


Perdura en los años esta regla en la utilización de los términos, y así se documenta cuando el obispo Delgado y Venegas el 17 de marzo de 1764 le recuerda a su Cabildo que Fernando del Castillo había hecho otra iglesia igual o mayor a la de Jinámar en el pago de de las Salinas, expresiones ambas oficiosas por imprecisas, pues no fue Fernando del Castillo quien construyó la ermita, ni las Salinas son el lugar donde se construyó.

Horno (Fedac)
Era consecuencia de la principal actividad económica de su entorno, la producción de sal en las salinas, construidas en el siglo XVII y que a fines del siglo XIX producían la mayor parte de la sal que se consumía en la isla y que precisaban los barcos pesqueros que recalaban por la costa cercana para seguir hacia el caladero de África.

Sí son totalmente claras las referencias cartográficas de la época. El histórico puerto o Caleta de Juan Grande se sitúa entre la Punta de Barco Quebrado al nordeste y la Puntilla de la Caleta al suroeste, en un espacio con continuas playas entre la Puntilla de Vicente Díaz y la Punta del Tarajalillo, junto a la desembocadura del barranco de Juan Grande o de Tirajana.

En este puerto son mencionados como fondeaderos las playas del Barco Quebrado, la Playa del Castillo de Santa Cruz del Romeral, la Playa de la Caleta y la Playa de las Salinas de Abajo, actual Playa Corral Espino, que contaban con agua y profundidad suficiente para fondear.

Detalle mapa costero (historiacastilloromeral-blogspot)
Desde principios del siglo XVIII el topónimo de Juan Grande está consolidado en los registros y es probable que coincida con quien roturó aquel cercado, a quien nos hemos referido al principio, pues a pesar de los intentos de modificar el topónimo, así se describió en la escritura de fundación del mayorazgo de los Amoreto de 1696 cuando se dijo «… llamado de Juan Grande, que serán cuatro fanegas de tierra…».


En un plano de 1787 realizado en tiempos del cuarto alcaide del Castillo del Romeral, José de la Rocha Bethencourt, se indica que el poblado estaba situado a la derecha del camino que iba para el sur. Hoy ese camino pasa por el centro del caserío, quedando a su izquierda la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe y la casa solariega de los Amoreto, con sus graneros, árboles frutales y olivos; y, a su derecha, las viviendas de empleados y medianeros, pequeñas casas típicamente canarias, techadas a dos aguas y algunas de ellas con sus hornos externos, que solo usaban algunos días del año para cocer los panes que conservaban mucho tiempo en bizcocho.

Interior ermita (Finca Condal)
Ya es conocido que la historia del caserío está vinculada a la hacienda condal que data del siglo XVII y estuvo dedicada a las explotaciones agrarias de millo, caña de azúcar y tomates.

Fue la residencia solariega del Conde de la Vega Grande y junto con la Fortaleza de Santa Cruz, uno de los más importantes lugares del sur de la isla durante siglos.

Entre los hechos más destacados que sucedieron junto a sus muros destacan los del aludido Motín de Agüimes de 1719, y de su historia y desenlace surgieron los topónimos de Vecindario y El Doctoral.

El conjunto arquitectónico está disperso en torno a un gran espacio ajardinado con palmeras y olivos centenarios, guardando cierta similitud con los cortijos andaluces. Entre las piezas con valor histórico-artístico de su ermita destacan el retablo mayor y dos retablos menores al óleo sobre madera, atribuidos al pintor barroco canario Juan de Miranda (1723-1805), que fueron adquiridos por el heredero del cortijo, Fernando del Castillo, en fechas próximas al año 1749.

Uno de los retablos es un tríptico con las imágenes de Santo Domingo en el centro, flanqueado por  Santa Catalina y Santa Lucía, a derecha e izquierda. El otro situado enfrente es un díptico también de madera cromada, con las imágenes de San Andrés y San Francisco de Asís. Durante la restauración de la ermita, estas dos tablas fueron retiradas para su pegado y consolidación debido al pésimo estado que presentaban. Según se ha informado María del Carmen del Castillo, hermana del heredero del Condado, llevó a cabo los trabajos en su propio taller.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

JUAN INGLÉS, BARRANQUILLO (TELDE)

El topónimo corresponde a un barranquillo situado al sur entre las lomas de El Viso y El Rincón, un pequeño tributario del barranco de San Roque, donde en la actualidad todavía se localizan las mayores berreras en explotación de la isla, si bien son explotaciones familiares.  Sus rampas son un pequeño reducto de palmeras, acebuchales y cañaverales.

El origen del nombre está en Juan Inglés, sin que pueda precisarse si se refiere al suegro o al hijo de Cristóbal García del Castillo, uno de los beneficiados con muchas tierras en Telde. La propiedad de esta lomadas sigue siendo aún del Condado de la Vega Grande.

Fotografía: Nacho González
Cristóbal García se casó en primeras nupcias con Marina Rodríguez Inglés, hija del conquistador Juan Inglés, es decir el suegro a quien nos hemos referido, y el segundo hijo de ese matrimonio se llamó Juan Inglés del Castillo, tomando el apellido de su madre.

Algunas fuentes sostienen que Juan Inglés del Castillo se casó en primeras nupcias con Isabel Gómez de Alcalá, hija de Juan AlcaIá, conquistador de Gran Canaria, con la que tuvo a Alonso, Clara y Agustín Inglés. Y en segundas nupcias con Catalina Xara de Jaraquemada, con quien tuvo a Teresa Martín, María Mayor, Luis Xara Inglés y a Marina Rodríguez, apodada "la Inglesa" por el apellido de sus antepasados.
Horno de pan (Fedac)
Otras fuentes, sin precisar tanto y pudiendo coincidir con la anterior, dicen que Juan Inglés del Castillo heredó la casa de Telde formando allí la rama de Castillo León Ruiz de Vergara y Amoreto, de la línea sucesoria que obtuvo el título de Conde de la Vega Grande de Guadalupe.

Lo que sí está totalmente acreditado, según las fuentes consultadas, es que en 1536 Cristóbal García del Castillo instituye en su testamento mayorazgo en favor de su hijo Juan Inglés, que por línea masculina pasó a su hijo Agustín Inglés del Castillo.

En las proximidades donde el barranquillo de Juan Inglés desagua en el barranco de San Roque, cuando ya este último ha dejado atrás el conocido Palmeral de San Roque, se encuentra la abandonada planta de embotellado del Agua de San Roque que estuvo comercializándose hasta la penúltima década del siglo XX en que sus propietarios presentaron la quiebra.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

JUAN, SAN (TELDE)

Topónimo que corresponde al lugar donde se asentaron los conquistadores que obtuvieron buenas tierras, en la entrada norte de Telde.

La denominación de este barrio está vinculada al fortín de san Juan del siglo XV, frente al cual se levantó, a finales de ese siglo, una pequeña ermita de piedra y barro con cubierta de tejas bajo la advocación dicho santo, que fue mandada construir por Hernán García del Castillo «El Viejo», al que no hay que confundir con su nieto Hernán García del Castillo Inglés.

Calle San Juan (Naranjo Ojeda A)
Hernán García del Castillo «El Viejo» es natural de la villa de Castillo de Garci-Muñoz, que pasó a Sevilla donde se avecindó en 1440 y vivió muy favorecido del gran Arzobispo y Cardenal Pedro González de Mendoza, después Arzobispo de Toledo.

Este prelado lo casó en la villa de Moguer (Huelva) con Teresa Martínez y allí constituyó casa y mayorazgo. Publicada a la sazón la conquista de las Islas Canarias por los Reyes Católicos, fue nombrado uno de los cinco Capitanes de ella.

Dibujo antigua iglesia (Naranjo Suárez J)
Según algunas fuentes fue judío converso, convertido al catolicismo, para evitar su expulsión del reino de Castilla conforme a la orden de los Reyes Católicos de 31 de marzo de 1492. Por su fe o para no dejar duda alguna de su verdadera conversión, dio orden de construir la primitiva ermita.

Tras el derrumbe de la vieja ermita su hijo Cristóbal García del Castillo, llamado el de Moguer por el pueblo de su nacimiento, en la primera mitad del siglo XVI aparece como el primer benefactor de la edificación de la actual Basílica. Existe la creencia de que hubo colaboración popular a través de donaciones.

Iglesia en 1890 (Ojeda Pérez L - Fedac)
Cristóbal García de Moguer, como le llamaban, arribó a la isla como Capitán en la segunda expedición, bajo el mando del General Pedro de Vera, y sirvió en la compañía de su padre. Fue junto con su padre fundador del asentamiento castellano de Telde, donde crearon una casa poderosa, posiblemente la más rica de la isla.

Se casó tres veces: en primeras nupcias con Marina Rodríguez Inglés, hija del conquistador Juan Inglés; la segunda con Ana Gutiérrez que murió prematuramente; y la tercera con Catalina Fernández de Zurita, nieta de Alonso Zurita uno de los cinco Capitanes de la conquista al mando del General Juan Rejón.

Panorámica de 1890 (Fedac)
De su primer matrimonio tuvo tres hijos y cuatro hijas. El primero, Francisco García del Castillo heredó la casa y mayorazgo de su familia en Moguer (Sevilla).

El segundo, Juan Inglés del Castillo, que antepuso el apellido materno, heredó la casa de Telde formando allí la rama de Castillo León Ruiz de Vergara y Amoreto, que obtendrían el título de Conde de la Vega Grande de Guadalupe.

Y el tercero, el Licenciado Hernando García del Castillo Regidor perpetuo de Gran Canaria, que casó con Catalina de Olivares Maldonado y Tafur, hija del Oidor de la Audiencia de Canarias Alonso Sanz de Olivares, formando la rama de Castillo Olivares.

Casa León y Castillo 1935 (Fedac)
Sus cuatro hijas se casaron muy bien, dos de ellas con regidores de Moguer, otra con un Capitán, y la última, Isabel del Castillo con el Maestre de Campo Bernardino de Lezcano Múxica, cuyos descendientes fueron los poseedores de las casas de Lezcano y Múxica en Canarias.

Estos vínculos familiares, asentados en el entorno de la basílica de San Juan, convirtieron el lugar en un centro de poder político y económico, envidiado desde la Ciudad, que se acrecienta con la construcción de sus mansiones que perduraron y renovaron a lo largo de los siguientes siglos, como lo muestra la calle peatonal Licenciado Calderín, donde conviven varios siglos de arquitectura, edificios modernos de la última mitad del siglo XX y casas que se remontan incluso al siglo XVII.
Calle Las Flores (Naranjo Ojeda A)
Con el apoyo económico de Cristóbal García de Moguer las obras del nuevo templo comenzaron hacia 1519 y continuaron durante los siglos XVII y XVIII.

Retablo (abetobravo)
Se advierten diferencias de estilo debido a su largo proceso de construcción, y, constituye uno de los mejores ejemplos de la influencia del arte mudéjar andaluz y del portugués en las islas.

Su hijo Hernán García del Castillo Inglés llevó la fábrica de la capilla de San José en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Telde, a la que hizo trasladar las cenizas de los dos conquistadores, su padre y su abuelo. 

Este acto se celebró con gran ostentación, con la asistencia del Tribunal de la Real Audiencia y de la principal nobleza que concurrió desde la Ciudad, celebrando los oficios tres Canónigos de la Santa Iglesia Catedral. Su fervor por San José lo colmó también con la construcción de la ermita de San José de Las Longueras.

La iglesia o basílica menor de San Juan Bautista fue declarada Bien de Interés Cultural y Monumental Histórico-Artístico Nacional el 21 de junio de 1991.

La basílica actual de San Juan Bautista consta de tres naves, siendo la del centro la más amplia  en la que se encuentra la venerada imagen del Santo Cristo. La joya de la basílica es el retablo del Altar Mayor, donado igualmente por Cristóbal García de Moguer, que lo trajo de Flandes, y muchas valiosas tallas de Luján Pérez, como la Virgen de la Soledad, San José, San Juan Evangelista, San Pedro Mártir de Verona, el Cristo de la Sacristía Mayor y el Niño Jesús de la Virgen del Carmen.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

JUAN, SAN (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo con el que se conoce un barrio nacido dentro de las antiguas tierras concejiles conocidas como Dehesa de Tamarco, situado junto al antiguo camino que conduce a la Dehesa en las proximidades de la carretera de Albercón de la Virgen-Pinos de Gáldar (GC-070).

Su origen está en la ermita de san Juan construida en 1690 por el capitán Juan de Vitoria y Vélez de Guevara y su mujer .
La ermita (Patrinet)
Hasta la primera mitad del siglo XVIII el cortijo estuvo bajo la tutela del convento de las monjas de San Bernardo de la Ciudad, que en 1718 lo arrendaban con las dos casas existentes a Antonio Díaz Bilbao, fijándose un pago en especies por un total de ciento treinta fanegas de trigo entregadas a tercio en el propio convento.

Su proximidad con los límites de la Dehesa confundirá su localización en los documentos públicos, pues en muchos desde entonces se señala el pago de San Juan y Dehesa, pues las fronteras entre ambos lugares son imprecisas, precisamente porque la Dehesa eran tierras concejiles de titularidad pública, y las concesiones o datas realizadas eran prácticamente ocultadas.

Majano (Fedac)
Esta indefinición dará lugar a muchas denuncias por usurpación, como cuando el alguacil del Juzgado de  Guía embarga a José Pérez González unas tierras en el año 1874, y en el expediente se indica «… En el pago de La Dehesa o de San Juan, jurisdicción de la ciudad de Guía a 27 de octubre de 1874, el alguacil Juan Morera cumpliendo lo dispuesto en el anterior mandamiento, por ante mi el escribano requirió a don José Pérez González...».

Tras la privatización por subasta pública cuando pasaron a ser de los Propios del Ayuntamiento Constitucional de Guía, las titularidades de las propiedades fueron despejándose y decayó en los documentos públicos el topónimo de la Dehesa prevaleciendo el de San Juan donde emergería un populoso barrio.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

miércoles, 20 de junio de 2012

JUAN, RISCO DE SAN (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo que identifica el risco histórico a partir del risco de San José hasta la rampa sur del barranco Guiniguada. Es por tanto uno de los asentamientos que conformaban los antiguos Riscos de la Ciudad, que en este caso tomó su nombre de la advocación de la ermita a este santo.

El Risco (rosagrancan-blogspot)
Ermita (marilenita-wordpress)
Por el año 1660 en los límites del amurallado casco antiguo de Vegueta se localizaba esta modesta, bella y recoleta ermita, de una sola nave y rematada por una espadaña de sillena, situada en la actual calle Real de San Juan, es la petición para su construcción por la fundación de la capellanía llevada a cabo ante el Cabildo Catedral el 1 de febrero de 1662, mandada por Juan González Boza, canónigo de la Catedral.

A su fallecimiento el 8 de marzo de 1693 encomendaba a los padres dominicos del convento de San Pedro Mártir, actual iglesia de Santo Domingo, la erigieran y dijeran misas, nombrando patrones al Regidor de la Isla Francisco de Matos y a su esposa Leonor de Coronado y Boza, sobrina de dicho canónigo. El retablo mayor está presidido por una Virgen de la Antigua de Pedro Camprobín, taller de Sevilla del siglo XVII.

El Risco (Nacho Oramas)
El Risco de San Juan ya es mencionado en el siglo XVII por la representación cartográfica de Pedro Agustín del Castillo. Incluye todos los históricos «riscos» de San Lázaro, San Nicolás, San Roque, San Juan y San José, que representan suburbios históricos de peculiar pintoresquismo, lugares donde vivían los artesanos y la clase más humilde en viviendas autoconstruidas o casas-cueva.


El Risco en 1926 (F Baena - Fedac)
A su alrededor, siguiendo las señalizaciones cartográficas de Pedro Agustín del Castillo de 1686, como antes se decía, se disponen unas escasas viviendas. Son los albores del caserío del risco de San Juan, aún intramuros, es decir, dentro de la muralla de la Ciudad.

El asentamiento de población en San Juan fue lento hasta los siglos XIX y XX, teniendo además en cuenta el olvido que padeció la isla de la Corona Castellana y los continuos ataques de piratería abanderados como corsos por distintas monarquías europeas.

Retablo (estodotuyo-com)
De hecho aparte de la zona alrededor de su ermita y la ladera baja, el interés por el risco se situaba, hasta ese siglo, más en los aspectos estratégicos y militares. Comienza a poblarse de un hábitat tipo "troglodita" aprovechando las cuevas naturales diseminadas en la ladera y, posteriormente, de casas humildes y viviendas bajas.

Como se ha dicho anteriormente, la población es la típica de los Riscos, constituida por familias de origen humilde como criados, arrieros, artesanos pobres, jornaleros, costeros y pescadores, descendientes de migraciones interiores, de esclavos y población marginal.


Procesión de san Juan (riscodesanjuan-webpin)
La procedencia de esta población era del interior de la isla, así como de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, inmigrantes que en todo caso, acudían a la ciudad huyendo de difíciles coyunturas, sequías y hambrunas, o para enlazar con la emigración hacia América.

En gran medida se trataba de un proletariado rural que llegaba a la ciudad en busca de unas mejores condiciones de vida.


Calle Real de San Juan (Google earth)
El acceso más tradicional al Risco está en el extremo oeste del barrio de Vegueta, en el inicio del Paseo de San José. La vista se eleva para seguir el serpenteante camino de callejuelas que suben por un abigarrado cuadro de casas y fachadas.

Adentrándose por la calle Real de San Juan, se encuentra la bella ermita. En esta parte, la separación entre el barrio de San Juan y el de San José es apenas inexistente, aunque podría trazarse una línea en zigzag que sube por las siguientes calles: San Vicente de Paúl, continuación por TajinasteBajamar y Chano Bartolo, donde ya parece tocarse el cielo después del grato esfuerzo.

El Risco (rosagrancan-blogspot)
Es un andar de estrechos callejones, tortuosas y pendientes escalinatas que se adentran en las apiñadas viviendas del interior del caserío.

Son restos testimoniales de "portones", edificaciones, generalmente en torno a un patio o amplio pasillo, compartidas por varias familias. Atravesando la zona de más reciente edificación, entre cemento y grandes alturas, se llega a la cima de la loma donde se asienta.

Batería de San Juan (Fedac)
La complejidad del asentamiento poblacional que le ha dado ese indiscutible pintorequismo se aprecia en la vuelta del camino por el extremo norte, donde se pasa del abigarramiento de la loma a casas con apariencia de cubo y a otras construcciones más antiguas, que posiblemente fueron terreras.

Batería de San Juan (Jaime O'Shanahan - MDC)
En cuanto a su interés estratégico para la defensa, conviene aclarar que la que fue conocida como Batería de San Juan, donde se situó un gran cañón que defendiera la Ciudad en esta parte de la costa naciente, se ubicó más al sur de este barrio, concretamente en el risco de San José, con quien comparte unas indefinidas fronteras.

En la actualidad, la mejora en las condiciones de habitabilidad, y sobre todo las vistas de la Ciudad a sus pies, lo han convertido en un lugar apetecible para vivir y para que sus vecinos le den el sobrenombre de la Vegueta Alta.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

JUAN, HOYA DE SAN (ARUCAS)

Antiguo caserío del que ha nacido un populoso barrio situado en el naciente de la capital municipal a la que se encuentra ya unido. Erróneamente se creía que su nombre se debía a la advocación a san Juan, patrono de la iglesia parroquial.

Posiblemente fuera debido a que por el lugar discurría la conocida como Acequia de San Juan cuyas 93 azadas fueron propiedad de la fábrica parroquial, por donación de los hermanos Timagada, hasta su desamortización en el siglo XIX. Su recorrido marca una gran senda de bienes etnográficos relacionados con los sistemas de regadíos.

La moderna Hoya de San Juan (Google earth)
Su origen se debe al antropónimo Sanjuán. El actual cronista aruquense (JESÚS Y VELEZ-QUESADA, P.P.: "Tarha Arehuc", Crónicas de Canarias, Nº1, Las Palmas de GC, 2005, pp. 81-112), dice que son las tierras de los hermanos Juan y Alonso de San Juan.

Acequia de San Juan (Fedac)
Sin embargo, Caballero Mujica (Pedro Cerón y el Mayorazgo de Arucas, Las Palmas de GC, 1973), cita entre los bienes del Mayorazgo una propiedad comprada sobre 1572 próxima a este lugar, mencionando su anterior propietario de apellido San Juan como sigue:

Cantonera y tronera (Fedac)
«Yten ochenta fanegadas de tierras de riego de cañas que son tras (la) Montañia de Arucas (=Trasmontañia) que ahora tubimos y compramos de Bernardino de San Juan Regidor de esta Ysla que lindan con tierras mías de las que se contienen en la primera escritura de este Mayorazgo y con tierras de Damián de Azuaje". (II). Esta finca está situada junto a la denominada Meleros, al norte de la Montaña de Arucas».

Si bien no queda totalmente clara la identificación, aunque se sabe que Meleros y la Hoya de San Juan son prácticamente colindantes, en la planimetría de la ilustración se nos lo aclara totalmente cuando la señala con la referencia «(2) Cercado de El Hornillo», topónimo que está al naciente de la Hoya de San Juan, dándonos así la extensión de la propiedad adquirida.

Estanque (Fedac)
En cuanto a la identificación del hipotético hermano, el último autor aporta una posibilidad cuando en el pleito del Capitán Ignacio de Matos con el Mayorazgo, se manifiesta en la causa la apropiación de una finca situada en la falda de la Montaña de Arucas que se describe así:  

«Otrosí que lo que llaman Los Majanos era de Diego de San Juan que pagaba por ellas 18 rs. de tributo y que hoy las tiene tomadas el Mayorazgo».

Cantonera (Fedac)
Parece claro que de los vestigios existentes en las proximidades, este lugar podría ser parte del antiguo asentamiento aborigen de Arehucas, del que partiera el portavoz o representante tribual Guriruquián que mencionan las crónicas de la Conquista.

Hay una clara línea de una agrupación de barranco, en este caso en el barranco de Arucas, que desde Los López, pasando por Los Castillejos, El Hornillo, respondiendo éste al lenguaje toponímico castellano para identificar las casa-cueva en riscos, y El Carril, nos llevaría barranco abajo hasta Cebolla, tramo final en el que se encuentran muchas cuevas de usos funerarios.

Vista del Yacimiento Cuevas de San Juan (Patrinet)
Desde los primeros años de la Conquista el lugar es muy transitado al encontrarse junto al camino real por el que se accedía a Arucas y Firgas. El Camino Real de Gáldar pasaba por Tamaraceite, Cuevas Blancas, Tenoya, El Portichuelo, Trasmontaña, Cruz de Pineda y Bañaderos para llegar a la costa de Layraga, y así lo describen las Ordenanzas del Concejo de 1531 cuando regula «la guarda de las sementeras y vegas sembradas» y dice «… a dar al barranco de Tenoya a los abrebaderos al molino de Pedro de Lepe la vereda hasta el camyno de Gáldar y el dicho camyno adelante hasta el barranquillo del bañadero y esto se entiende que puedan andar hazia la banda de la mar…».

Desde El Portichuelo, en un punto intermedio que podría situarse en el actual Montaña Cardones saldría el camino real o de herradura que uniría el descrito con Arucas, para seguir luego en la senda marcada por la Acequia Real de la Heredad que movía los distintos ingenios azucareros construidos desde aquí hasta Firgas, al margen de que posiblemente existiera algún otro que saliendo de Tenoya, llegara hasta Arucas por San Francisco Javier del que se conoce su existencia, aunque posiblemente fue posterior.
Yacimiento Cuevas de San Juan (Patrinet)
Con el paso de los siglos el topónimo queda consolidado en distintos documentos públicos, como la escritura de 21 de marzo de 1777, donde el Maestre de Escuela y Dignidad de la Catedral José Álvarez Castro Godoy decía poseer una «Suerte de tierra en Hoya de San Juan, con una hora de agua del Heredamiento de Arucas» que había comprado.

En este barrio existió  desde muy antiguo la llamada Casa de Gallos, en la que se practicaron las habituales riñas de gallos con sus sabrosas apuestas. De ser un emporio platanero y un pequeño caserío, la construcción de la Autovía de acceso a Arucas (GC-020) desde la Autovía del Norte ha mejorado sensiblemente su localización convirtiéndolo en un poblado barrio residencial.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)