Topónimo con el que se conoce el barrio del sudeste de la isla que ha tenido el mayor crecimiento demográfico sostenido del archipiélago, circunstancia que obligó a replantearse al propio municipio trasladar sus servicios administrativos hacia el mismo, manteniendo su histótica denominación.
El nuevo ayuntamiento (Google earth) |
El origen del topónimo nacerá como resultado de los hechos que se suceden en el año 1719 conocidos como «Motín de Agüimes», motivados porque Francisco Amoreto, suegro del que sería el primer Conde de la Vega Grande, compra a la Corona tierras de Sardina, Aldea Blanca y del Castillo del Romeral.
Goro (Fedac) |
Se inició cuando en 1716 Francisco Amoreto, para
ampliar sus posesiones solicita al Consejo General que las tierras
realengas de Sardina, de un superficie de 609 fanegadas y cuatro
celemines, se saquen a subasta pública, pidiendo después se añadan las
tierras de los Llanos del Polvo.
Lo solicitaba conociendo que los vecinos no acudirían a la subasta porque eran deudores de buena fe por el aprovechamiento de las tierras.
Lo solicitaba conociendo que los vecinos no acudirían a la subasta porque eran deudores de buena fe por el aprovechamiento de las tierras.
Corral cueva (Fedac) |
«El solo anuncio de la subasta provoca la inmediata reacción de 32 de
los vecinos cultivadores. En noviembre de 1717extienden un amplio poder
a favor del teniente coronel don Cristobal de la Rocha Bethancourt.
Dueño de Salinas del Romeral, poseía además 108 fanegas de las tierras
en litigio. El poder era tan amplio que le facultaba a llevar el
problema ante las gradas del trono. Era muy grave despojar a un centenar
de vasaIlos de sus tierras, caso de efectuarse el remate a favor de
Amoreto» (BETHENCOURT MASSIEU, A.: El Motín de Agüimes (1718-1719, Las Palmas de GC, 1989).
Distintas fuentes apuntan que el Coronel Antonio Lorenzo Rocha se disputaba con el sargento mayor Francisco Amoreto Manrique la hegemonía sobre la Isla de Gran Canaria.
Distintas fuentes apuntan que el Coronel Antonio Lorenzo Rocha se disputaba con el sargento mayor Francisco Amoreto Manrique la hegemonía sobre la Isla de Gran Canaria.
Majada (Fedac) |
Todas estas tierras eran utilizadas por los vecinos de Agüimes, fundamentalmente para llevar a pastar sus ganados de cabras y, en menor medida, para cultivos, de lo cual dependía su subsistencia. Por esa utilización de las tierras, los vecinos debían pagar al Cabildo General que gobernaba la isla un impuesto de un real por fanega, que, en su mayoría, nunca fue pagado por la suma pobreza de los mismos.
El domingo 30 de noviembre de 1718 después de misa, Amoreto se dispone a labrar machos para el riego en sus nuevas tierras y a dividirlas para entregarlas a medianeros. A tal fin lleva a medianeros con yuntas para realizar la tarea y pone al frente de la operación al alcalde real Joaquín González. Un grupo de unos cuarenta vecinos de Agüimes se les opone derribando al alcalde y dándole garrotazos, dándosele por muerto y se hace huir a los medianeros.
Lluvias de 1969 (Joseph Willim Hirman - Fedac) |
Después de diversos hechos, la sublevación se traslada a la plaza de Santa Ana, en la Ciudad, donde se encuentra el Cabildo General. Los amotinados ahora ya no son solo de Agüimes, sino de toda la isla, y allí tienen rodeados al Capitán General, al que no dejarán salir si no libera a veintidós vecinos arrestados por los distintos hechos, condenados a destierro y multas imposibles de pagar.
El conflicto llega a tal punto que el capitán general ordena a sus hombres colocar la artillería para disparar a los amotinados; gracias a la intervención de la Iglesia se salva la situación al sacar en procesión al Santísimo Sacramento, que en previsión de hechos sangrientos se interpone entre los amotinados y las piezas de artillería que el Capitán General tenía. Los amotinados deponen su actitud y el Capitán General decide soltar a los prisioneros y mandar información al Consejo de Castilla y al Rey para que decidan sobre el conflicto.
Lluvias de 1969 (Joseph Willim Hirman - Fedac) |
Los vecinos de Agüimes, que pertenecía por aquel entonces a la jurisdicción del Obispado, por pertenecer al Señorío de Agüimes, fueron defendidos por el doctoral Mendoza, canónigo experto en leyes. Es precisamente en este pleito donde se emplea por primera vez el topónimo de Vecindario, por su localización en «las tierras del vecindario», en referencia a los vecinos de Agüimes. El doctoral Mendoza demostró la falsedad de la venta de las tierras al conde, pues eran de titularidad realenga y habían sido otorgadas a los vecinos en propiedad mediante el pago de los pertinentes tributos.
Todavía en 1735, los vecinos no habían pagado al doctoral Mendoza por su defensa en el pleito, por lo que procedieron a segregar una parte de las tierras de Vecindario como pago, tierras que serán conocidas después como de El Doctoral.
Vista (Google earth) |
En 1815 se crea el nuevo Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, por el que se segregaban Sardina y otros pagos del interior del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, que unidos a los pagos de la costa del municipio de Agüimes hasta la cuenca del barranco de Balos, entre los que se encontraban los nuevos asentamientos de Vecindario y Doctoral que allí se encontraban casi de precario.
Las principales actividades de los muy pequeños caseríos que iban conformando Vecindario, hasta la década de los sesenta del siglo XX, se dedicaban al pastoreo y la agricultura. Se trata de un asentamiento diseminado con escasa relación con el histórico asentamiento de Sardina cuyos pobladores estuvieron inicialmente vinculados al ingenio azucarero y a las plantaciones de caña.
Vista (Google earth) |
Del diseminado asentamiento pastoril quedaría el topónimo de Casa de Pastores, para a partir de los sesenta del pasado siglo, a remolque de la promoción turística del sur de la isla demando una gran cantidad de mano de obra para la construcción de infraestructruras, hoteles y apartamentos, produjo una fuerte inmigración que establecía en el lugar de Vecindario su residencia, y un territorio con un adsequible coste del suelo conforme a su estrechas economías, en una simple alineación de las viviendas a ambos lados de la vieja carretera que llegaba hasta el sur de la isla donde estaba el ansiado trabajo.
A la primera construcción de San Agustín, le siguió el Inglés, luego Maspalomas, y así sucesivamente de urbanización en urbanización, la construcción turística entró en una continuada demanda de mano de obra, al tiempo que cuando acababa una urbanización, ésta demandaba mano de obra en los distintos servicios que requiere la industria hotelera, desde cocineros y limpiadoras hasta recepcionistas.
Vista (Google earth) |
Aún con la construcción del núcleo residencial de San Fernando de Maspalomas, Vecindario seguía creciendo demográficamente más, y más aún porque sus propios residentes demandaban también los comercios y servicios que demanda una colectivadad.
Las primeras viviendas unifamiliares de una planta fueron siendo progresivamente sustituidas por edificios de varias plantas con más viviendas, y en su planta baja proliferaba todo tipo de comercio para satisfacer las necesidades de su población. Y el verde empieza a verse por primera vez en sus polvorientas calles.
Vista aérea (kanaren-virtuell-de) |
La inicial alineación de casas a ambas márgenes de la carretera del Sur iba progresivamente estirándose hacia el sur, y surgieron las primeras polvorientas calles paralelas a la carretera, conformándose pequeñas manzanas de casas que hicieran más grata la vida.
Ya en el cambio de siglo, las pobladas tierras de El Doctoral empiezan a confundirse con el desarrollo urbanístico de Vecindario, y sin haberse colmatado su crecimiento hasta el barranco de Tirajana, la población crece en dirección norte, y aparecen con su urbanización nuevos topónimos como Llano del Polvo que recuerda la más antigua denominación de estos suelos de finas tierras; y Yeoward en recuerdo de la compañia de los ingleses que tantos trabajos generó en la primera mitad del siglo XX en los cultivos del tomate, aunque lo fuera en régimen de aparcería y viviendo en cuarterías.
Ya en el cambio de siglo, las pobladas tierras de El Doctoral empiezan a confundirse con el desarrollo urbanístico de Vecindario, y sin haberse colmatado su crecimiento hasta el barranco de Tirajana, la población crece en dirección norte, y aparecen con su urbanización nuevos topónimos como Llano del Polvo que recuerda la más antigua denominación de estos suelos de finas tierras; y Yeoward en recuerdo de la compañia de los ingleses que tantos trabajos generó en la primera mitad del siglo XX en los cultivos del tomate, aunque lo fuera en régimen de aparcería y viviendo en cuarterías.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
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