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jueves, 16 de agosto de 2012

REY, CUEVAS DEL (TEJEDA)

Topónimo con el que se conoce el yacimiento arqueológico formado por un poblado troglodita que se encuentra en el Roque homónimo, donde hay un caserío también homónimo al que se llega por la vía rodada que le une con el Roque Bentayga.

Situado a 880 metros sobre el nivel del mar, en el centro geográfico de la caldera de Tejeda, forma parte junto con el Roquete, el Camello y el Bentayga de lo que se denomina el Complejo Arqueológico de la Sierra del Bentayga.
Conjunto arqueológico (Jose Carlos Guerra - La Provincia)
En el siglo XIX  llamó mucho la atención de los primeros investigadores que se adentran en la caldera de Tejeda, y es el conservador del Museo Canario Víctor Grau Bassas quien realiza las primeras exploraciones, descubriendo los poblados del Bentayga, Cuevas del Rey y la necrópolis del Andén del Tabacalete.

Llamó la atención las innumerables cuevas de habitación, mostrándose en ellas no sólo el esmero con que fueron construidas sino su acertada situación, talladas en la roca volcánica con sumo cuidado, cuyo trabajo parece increíble con las herramientas de que podían disponer.

Las puertas, ventanas y anaqueles tienen forma geométrica, y llevan unas ranaduras destinadas a recibir maderas para su cierre; las paredes son llanas y verticales, y las volutas planas. Comparadas con otros cuevas naturales de los aborígenes en la isla con escasas mejoras, se observa que aquí todas son abiertas por la mano del hombre.
Cuevas del Rey (Patrinet)
Además de las cuevas de habitación hay otras destinadas a usos desconocidos, de corta capacidad con puerta baja construida con esmero y con ranadura para recibir cierre. Se cuentan  hasta cinco situadas equidistantes y en línea, de igual capacidad. Confirman la teoría de que las cuevas conforman una fortaleza natural; excavaron un complejo sistema de cuevas cuyo único acceso es a través de estrechas rampas y angostos pasos que podían ser defendidos por unos pocos.

Se han contabilizado unas 80 cuevas artificiales entre la cara norte y sur del Roque, cifra que se aumenta en varias decenas contando aquellas que se encuentran en niveles inaccesibles, con un mayor porcentaje de cuevas de habitación, generalmente espaciosas de planta de tendencia cuadrangular que pueden tener uno o dos aposentos excavados en su interior, apreciándose que pudieron tener puertas de madera por los orificios y ranuras labrados en los huecos de entrada.
Roque Cuevas del Rey (Patrinet)
Muchas de ellas estuvieron decoradas con pigmentos naturales rojo, blanco y negro, que pueden aparecer cubriendo o embadurnando todas las paredes interiores o más frecuentemente formando zócalos o enmarcando aposento interiores. Junto a estas cuevas viviendas o próximas a ellas se encuentran otras cuevas de mayor tamaño que sirvieron como corrales para encerrar ganado. En las partes más inaccesibles del Roque de la cara norte, se localizan los graneros con numerosos silos, que se distribuyen en varios niveles. Son espaciosos y pueden estar excavados en el suelo o en las paredes del granero.

Entre todo el conjunto de cuevas destaca la denominada Cueva del Rey o del Guaire, artificial con planta de tendencia rectangular de considerables proporciones pues mide 11,30 metros de fondo por 7,20 m. de ancho, con una altura media de 2,20 m. Las paredes, techo y suelo de la cueva presentan un esmerado trabajo de labrado lo que le confiere una superficie bastante regular. En el suelo se han excavado 44 cazoletas y en la pared izquierda se excavaron dos pequeñas dependencias rectangulares cuyas entradas con sistemas de cierre, han sido decoradas a base de un marco pintado en rojo y blanco.
Cueva del Rey o del Gayre (Patrinet)
El interior de la cueva principal fue decorada a base de un zócalo rojo de 60 cm. de altura que recorre todas las paredes, y sobre el zócalo rojo de la pared del fondo estamparon una línea de puntos rojos almagre. Esta cueva que hasta ahora venía siendo considerada como vivienda o cueva del Rey según la tradición oral, se considera que puede tratarse en realidad de un espacio para la celebración de rituales.

En el noroeste del roque, en el nivel tres se localizan los restos de lo que pudieron ser dos casas excavadas en la roca, que tienen planta cruciforme. La primera es una estructura mixta casa-cueva, aprovechando un rebaje artificial en la roca, de 6 m. de ancho por 4 m. de profundidad. La segunda es totalmente en el exterior, de planta cruciforme, de 7 m. de ancho por 4,50 m. de profundidad y 3 m. de altura.
Yacimientos: roque del Camello, roque de Cuevas del Rey y el Roque (Patrinet)
Al noroeste de las Cuevas del Rey se encuentra el Roque, separado de aquel por el caserío del mismo nombre. En este Roque se localizan al menos 3 cuevas naturales y artificiales excavadas en el piroclásto, en distintos niveles con entradas orientadas al noreste. Una de las cuevas presentan un sistema de cierre en el hueco de entrada, con cazoletas en el interior.

El roque del Camello se encuentra encajado entre el roque Bentayga y el de Cuevas del Rey. En dicho roque se localizan los restos de una zona de enterramientos, conocida como Andén del Tabacalete, situada en un lugar hoy inaccesible de la vertiente norte del roque. En los años 30 del pasado siglo esta cueva funeraira fue exvacada por Museo Canario, pues a finales del siglo XIX  Grau Bassas extrajo de la misma varios cráneos hoy custodiados y expuestos en la sala de antropología del Museo. En la parte superior del roque del Camello se localiza un enterramiento tumular que parece fue expoliado.
Grabados de El Roque (Patrinet)
Todo el conjunto de la Sierra del Bentayga están construidos en línea y todos son cuevas artificiales excavadas. En las Cuevas del Rey hay un panel con cinco caractéres alfabetiformes dispuestos en sentido vertical, realizados mediante la técnica de la incisión profunda sobre soporte basáltico que forma parte de uno de los potentes diques que atraviesan a lo ancho el Roque de Cuevas del Rey, estando orientados hacia el este y miran hacia el Roque Bentayga.
 
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)





miércoles, 18 de abril de 2012

BRUJAS, DEGOLLADA Y LLANO DE LAS (TEJEDA Y ARTENARA)

Actualización: 2013/03/07
La más llamativa de todas las leyendas sobre «luces» es la historia de la luz del Bentayga, una luminaria que mostraba un aspecto de bola de fuego y que sembraba con algo más de misterio las mágicas y estrelladas noches de Tejeda. La luz recorría parte de Tejeda y sus barrancos, acercándose incluso a las inmediaciones del Roque Bentayga.

La zona principal de contemplación de la luz era entre el Bentayga y el Roque Nublo, hacia las zonas conocidas como La Culata y el camino que conduce a la Cruz de Timagada, proveniente de la Montaña de Altavista.
Supuesto recorrido según la leyenda de la Luz del Bentayga (IDEE)
Las tradiciones populares sobre "luces misteriosas" siempre han buscado su justificación en las "almas en pena" que vagan sin destino hasta que aparezca un alma que les redima y puedan obtener el perdón y puedan descansar en paz. Para alcanzar ese propósito, las brujas tienen que hacer sus conjuros para que se den todas las circunstancias. Muchas leyendas se entremezclan con las creencias religiosas y en encontrar señas divinas cuando sobrevienen accidentes sobre los iconos religiosos.
Rayo de luz (Daniel Montero Fotonatura-org)
Muy cerca de la Montañá de Altavista iniciaba su andadura la luz subiendo por donde llaman la Degollada de las Brujas, en la jurisdicción de Artenara, para después de un largo y mágico transitar llegar cerca de Timagada. En este último lugar conocido como Llano de las Brujas,  topónimo ya en la jurisdicción de Tejeda que se interpreta por sí mismo donde supuestamente se celebraban los aquelarres. La ya mencionada Cruz de Timagada tiene capilla y fiesta propia, y los lugareños de mayor edad recuerdan el incidente de la sorprendente rotura de un brazo de la Cruz, que fue después repuesto, si bien siempre pensaron que alguien pudo hacer fuego para un aquelarre.

En su gran peregrinar la misteriosa luz se paseaba desde la Montaña de Altavista, rodeaba el Roque Bentaiga y el Roque Nublo y la Montaña del Aserrador para desaparecer en el Llano de las Brujas, cerca del Peñón de las Mozas donde eran atraídas las jóvenes lugareñas casamenteras. Toda una leyenda que se engarza con las culturas mágicas de los aborígenes canarios, presentes en los vestigios arqueológicos que se encuentran en los lugares mencionados del recorrido (GONZÁLEZ, J.G.: "La luz del Bentayga", El Día, 14-dic-2002).




Localización Degollada de las Brujas (Espacios Naturales Gran Canaria)
Localización Llanos de las Brujas (Espacios Naturales Gran Canaria)



sábado, 14 de abril de 2012

BENTAYGA, ROQUE (TEJEDA)

Actualización 8-abr-2016
Topónimo aborigen. Según algunas fuentes, recibe su nombre del caudillo aborigen Bentaiga. Otras fuentes, por el contrario, defienden que es el caudillo quien lo recibe del Roque. Hay claras referencias a este topónimo en las distintas historias de la conquista de Canaria; Abreu y Galindo dice: «La montaña bentaiga, que es de tierra muy roja, a modo de almagra, y encima tiene una fábrica admirable de la naturaleza que es un peñón de riscos muy altos y pendientes en torno, con una subida a lo alto muy peligrosa».

Bentayga (Patrinet)
Fue en el Roque en donde Pedro de Vera quiso sitiar a Bentejuí, algo que no consiguió en su primera incursión. Relata épicamente Viera y Clavijo que ante las exclamaciones de Tenesor Semidán que instaba a Bentejuí y a los suyos a que abandonasen las armas y se rindieran, el Faycán de Telde, aliado con Bentejuí, le contestó negativamente y dijo: «Todavía Canarias no ha desaparecido del mundo y aquí la tienes toda sobre estos cerros».

Silos (Patrinet)
Los relatos históricos narran que, tras este hecho, Bentejuí al frente de un importante contingente de canarios, partió hacia el oeste de la isla buscando el amparo en una zona que aún no ha podido ser identificada con exactitud, si bien algunos historiadores apuntan lugares concretos como la Montaña de Horgazales.

Almogaren (Patrinet)
En el aspecto arqueológico, el yacimiento del Bentayga está formado por el propio Roque, Los Roques del Andén del Tabacalote o CamelloEl Roquete y Cuevas del Rey, mereciendo éstas últimas su tratamiento con mayor amplitud.

Se trata de asentamientos fortificados, en los que se encuentra el mayor número de graneros colectivos de la Sierra de Tejeda. La importancia de Las Cuevas del Rey viene dada por sus dimensiones, once metros de ancho por veinte de largo. Es una amplia planta rectangular excavada.

La rodean varias docenas de graneros, silos de difícil acceso y varias cuevas de habitación de menor tamaño. Lugar de hábitat y enterramiento para los aborígenes, también está asociado a la celebración de ritos religiosos. Cerca de la cima se localiza el llamado Almogarén del Bentayga, aunque, según otras fuentes y los últimos descubrimientos, no es de finalidad religiosa y son dos casas aborígenes superpuestas.

Este monolito de piedra basáltica situado a una cota de 1404 metros de altitud es también interpretado como un lugar para la observación de las estrellas y la Luna. Aficionados a la arqueología y a la astronomía entienden que puede tener relación con rituales realizados en los equinoccios de verano, a la salida del Sol.

Grabados (Patrinet)
Otros sostienen que pudo ser un observatorio que cumplía también funciones de calendario para los antiguos canarios. Justo al comienzo de la primavera o del otoño, el Sol se encuentra cruzando el ecuador celeste. Precisamente en esos días, el Sol sale por el entrante superior del observatorio, visto desde una plataforma excavada en la roca. Tras este entrante se encuentra un orificio que soportaría un poste, un gnomón, de tamaño apreciable, cuya sombra terminaría justo en el punto central del observatorio.

En el lunástico mayor, la salida más al sur de la Luna, en junio y en julio, se produciría otro interesante fenómeno. Cuando esta sale, llega un momento en que se oculta totalmente por unos instantes tras el Roque Nublo, que tiene su mismo diámetro aparente. Este fenómeno ocurriría cada dieciocho años.


Luna ocultándose detrás del Nublo (Arqueoastronomíacanarias)
El topónimo está documentado en el repartimiento solicitado por Juan Martin de Artevirgo, del 29 de agosto de 1550 cuando pide «… un pedaço que es en el barranco que va a la Aldea la qual dicha tierra es a la vanda de la unbria en el dicho barranco del Aldea que linda desde una parte de arriba con tierras de Juan de Çiberio Regidor e del un lado [l]a cumbre de Bentayga e del otro lado DEL barranco del Aldea e de la vanda de abaxo linda con el camino de Juan Cardon que va a dar a Benguany[re], las quales dichas tierras no an sido aprobechaas de persona alguna …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Este beneficiado con los repartimientos Juan Martin de Artevirgua, identificado por su lugar de origen Artevirgua, es posiblemente canario de origen, con muchas posibilidades de que sea también quien dio origen al topónimo de Hoya y Llanos de Juan Martín.

Localización (IDE Gran Canaria)

lunes, 10 de septiembre de 2012

TEJEDA

Topónimo aborigen con el que se conoce al municipio situado en el centro de la isla a 43,7 kilómetros de la capital provincial e insular, en una altitud media de 1.050 metros sobre el nivel del mar, y de 103,30 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 6,6% del total de la isla.

Vista (123RF)
En época prehispánica tuvo la agrupación poblacional más importante perteneciente al patrón pastoril, siendo el Bentayga su centro de referencia, donde hay diferentes yacimientos arqueológicos, vestigios que permiten suponer que antes de la Conquista, esta zona aglutinó una población numerosa.

El Roquete, el Camello y el Bentayga, alineados en el centro de la Caldera de Tejeda es lo que se denomina el Complejo Arqueológico de la Sierra del Bentayga, donde se encuentran las Cuevas del Rey y la necrópolis del Andén del Tabacalete.
Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
Los conquistadores al llegar a esta zona interior de la isla, iniciaron el repartimiento de tierras en los lugares próximos a los manantiales de aguas. Los primeros repartimientos conocidos en el lugar son del siglo XVI, si bien algunos de éstos dan señas de otros beneficiados con anterioridad.

El 26 de mayo de 1536 el alguacil de campo Bartolomé Barva solicita del Consejo General «...unas tierras que estan en el barranco de Tejeda que lyndan con tierras de Benito Santana e llegan hasta los Riscos de Angro e buelven a la degollada de Tan(ara)gadra en el barranquillo abaxo que sale de la degollada hasta donde entra el barraanco de Tejeda...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vista de 1965 (Fedac)
Más información aporta la solicitud de data que hace el regidor Juan de Çiberio cuando el 9 de noviembre de 1541 cuando reitera una petición que había hecho y dice:

«me hagan merçed de las dichas tierras e digo que an por lindes dende çercado de las higueras de Benito de Santana e de ally un barranquillo arriba hasta dar a la hera de Melchor Gutierrez e que esta en el camino e desde la hera a dar a otro barranquillo que esta a sus espaldas de su morada de Melchor Gutierrez e el barranquillo arriba hasta dar donde atraviesa el camino e bolvyendo el camino adelante por la falda de la syerra hasta el primer barranquillo E el barranquillo abaxo hasta dar al camino e todo el camino adelante por un camino que lleva Melchor Gutierrez su techo hasta dar a la queba de Tago de Melchor Gutierrez e desde la queba el barranco abaxo juntandose con el titulo de Andres de Frades hasta el barranco de Tejeda e el barranco abaxo hasta dar al dicho çerco de Benito de Santana salbando un pedaço que entre estas tiene Benito de Santana que que podra aver ochenta o noventa hanegadas por mas o menos...» (Ibídem).

Rincones (rosagrancan-blogspot)
En los primeros tiempos el lugar estaba bajo la jurisdicción de La Vega y al encontrarse lejano y mal comunicado, a principios del siglo XVII la ermita se convirtió en parroquia y asistía a una gran parte del poniente de la isla, comprendiendo la Aldea de San Nicolás y Mogán. Después de obtener la parroquia, se segrega con ayuntamiento propio a partir de 1677.

Su ubicación en el centro de la isla y la amplitud de su jurisdicción lo convierten pronto en un cruce de caminos. Hay algunos hacia el norte y este, hacia Teror y La Vega de Arriba de San Mateo, sobre una red de caminos de herradura preexistentes, los llamados «caminos de los canarios» anteriores a la Conquista.


Hacia el sur se llega a San Bartolomé de Tirajana por Ayacata y por la cumbre, a través de los Andenes del Toro, Llanos de la Pez y el Paso de la Plata. Y hacia el sudoeste con La Aldea y por El Juncal con el entonces pago de Mogán. Es precisamente en el sendero que comunica con La Aldea donde se dan importantes enclaves productivos agrícolas.

Panorámica (JM Vargas)
Durante los siglos XVI y XVII la base económica del lugar se sustentaba en la agricultura en la que destacaban los cultivos de trigo, maíz y la papa; en la ganadería, con el ganado ovino y caprino; y en la explotación del bosque, que ha dejado multitud de topónimos que recuerdan los diferentes oficios.

Gracias a la riqueza hidráulica que presentaba esta zona, la masa forestal era importante, por lo que gran parte de las tierras era de realengo, aun cuando hubo repartimientos junto a las aguas suerficiales de los barrancos o a los manantiales de la "sierra".

El «hambre de tierras» y las datas de las reservas boscosas a favor de la clase influyente en el siglo XVIII motivan las roturaciones clandestinas de tierras por los vecinos, consecuencia del aumento de la población y de la necesidad de conseguir terrenos de cultivo.

Municipio de Tejeda (IDE Gran Canaria)

miércoles, 25 de abril de 2012

CANDILES, CUEVA DE LOS (ARTENARA)

Cueva artificial enclavada en el Risco Chapín que cuelga sobre Guardaya en la Caldera de Tejeda dominando la panorámica del Roque Nublo y el Roque Bentayga. También es cononocida con el topónimo de Cueva de Las Brujas.


Candil
Esta cueva ocupa un lugar de honor en la arqueología de Canarias, con la mayor concentración de figuraciones púbicas de toda la isla de Gran Canaria, cuyo interior se distribuye en seis pequeñas hornacinas excavadas y cubiertas por decenas de triángulos invertidos, grabados o en bajorrelieve, que se suponen relacionados con la fertilidad por la representación de la vulva femenina. Se trata de una cueva artificial de planta rectangular, de unos 28 metros cuadrados y 3 metros de altura máxima, que se localiza aislada próxima a la cima del risco.


El topónimo se deba probablemente a los candiles encontrados en la misma para su aprovechamiento en épocas posteriores con fines pastoriles. La acepción que da la RAE dice que el candil es una lamparilla manual de aceite, usada antiguamente, en forma de taza cubierta que tenía en su borde superior, por un lado la piquera o mechero, y por el otro el asa.


Según la ficha arqueológica, la interpretación de las manifestaciones rupestres allí presentes no está basada retos arqueológicos que son inexistentes, sino en los testimonios de los lugareños sobre el descubrimiento de la cueva, pues se encontraron en su interior restos humanos bien conservados junto con recipientes de madera, gabetas y cucharas de madera.

Interior de la cueva (Patrimonio Gran Canaria)
La entrada de la cueva está orientada al Suroeste, y más concretamente al Roque Bentayga. En el interior de la cueva se contabilizan 320 grabados de triángulos púbicos, interpretación que se hace por ser triángulos equiláteros con el vértice superior invertido, que pueden estar dotados de bicectriz como indicación de la vúlva. De ellos, 230 se encuentran en la pared izquierda, 80 en la pared derecha y 10 en la pared del fondo.

En la pared del fondo hay tres hornacinas labradas de forma rectangular y los grabados de cúpulas pasan del centenar. Existen otros grabados de dificil interpretación, distinguiéndose algunas representaciones peniformes

La especial ubicación de la cueva y sus asociación con Cuevas del Caballero y Cueva del Cagarrutal, sugiere a los arqueólogos que se trate posiblemente de un santuario de montaña de los aborígenes canarios, relacionado con ciertos cultos de la fecundidad.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

sábado, 21 de abril de 2012

CABALLERO, CUEVAS DEL (TEJEDA)

Conjunto arqueológico de cuevas de habitación asociado con un lugar de elevada significación mágico-religiosa para los aborígenes canarios. El yacimiento arqueológico es también conocido con el topónimo de Las Machas, debido a la creencia popular de que el lugar estuvo habitado por mujeres que practicaban la brujería.

El origen del topónimo lo toma del lugar donde se encuentra y aparece documentado desde muy antiguo en la petición de tierras que el 1 de marzo de 1546 realiza Rodrigo Marquez al Consejo General donde dice: «...un pedaço de tierras de sequero que son de aquel cabo del Pinar de Agaldar por el camino que va a Tejeda en que podra aver çient hanegadas de tierras e van a dar al çercado del Cavallero e a la Fuente Fria las quales no han sido aprobechadas ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Aunque el Risco Chapín se extiende entre Artenara y Tejeda, estas cuevas se encuentran dentro del territorio administrativo de Tejeda y próximas a su frontera con Artenara.

Cueva (asturKon - panoramio)
En su localización espacial, se situan muy cerca de la Montaña de los Moriscos y del mirador natural en la Degollada de Las Palomas paso abierto en el Risco Chapín, colgando sobre Guardaya, desde donde se contempla la majestuosidad de la Caldera de Tejeda con el Roque Nublo y el Roque Bentayga.

Muy próximas se encuentran otras cuevas de interés arqueológico como la Cueva del Carragutal y más lejos la Cueva de Los Candiles, por lo que algunos especilistas consideran que en su conjunto conforman un santuario de montaña de los aborígenes canarios con distintas utilidades para cada una de ellas.

Cueva (asturKon -panoramio)
Está formado por un conjunto de doce cuevas artificiales, algunas de las cuales fueron utilizadas como vivienda. Sin embargo, en las paredes de la gran mayoría aparecen unos grabados, a modo de triángulos púbicos, triángulos de tendencia equilátera con el vértice superior invertido, en muchos casos junto a cúpulas, que han sido identificados como vulvas femeninas o signos de la fertilidad, imprimiendo a estas cuevas el carácter de sitio sagrado o centro ritual.

Esta finalidad ritual viene apoyada por la presencia de unos hoyos o cazoletas excavados en el suelo de las cuevas e intercomunicados con canalillos, manifestación rupestre que aparece muy extendida entre los restos de la cultura prehispánica de la isla y que se identifica también con la búsqueda de la fertilidad de las tierras y la demanda de agua.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

domingo, 2 de julio de 2017

LA TOPONIMIA RECURRENTE DE GRAN CANARIA (I)

El nombre de un lugar es a la vez propiedad de todos y de nadie. Si hay que hablar en cualquier caso de pertenencia hay que referirse como regla general a la memoria colectiva de los lugareños del mismo. Pero en las islas, y en particular el caso que estudiamos de Gran Canaria, la regla general se rompe por la irrupción de la cultura de siglo XV de los conquistadores y colonizadores europeos, mayoritariamente representados por castellanos, en fuerte contraste con la cultura prehistórica de los naturales pobladores aborígenes o indígenas, según se quiera.

Los arribados fueron respetuosos en gran medida con los topónimos expresados en lengua aborigen, ya al uso por los naturales de la isla recibidos por transmisión oral en fonemas de difícil comprensión para los europeos que dieron origen a su corrupción, y como ejemplo de tantos, Ar-ehukkad, que se convirtió tal vez en Arehucas para terminar en el actual Arucas. La comunicación entre arribados y naturales sólo tuvo el auxilio de los escasos intérpretes llamados 'lenguas' en los primeros años de la Conquista, de forma ocasional, y los castellanos tan pronto fueron conociendo el territorio insular y sus gentes, tuvieron una percepción singular de sus costumbres, vestimentas, estructuras de piedra seca y trogloditas para distintos aprovechamientos.

INTRODUCCIÓN
Como en todos los procesos de colonización, cuando son desconocidas las cualidades de los naturales de un lugar, de manera inevitable se produce el contraste de la cultura arribada con la estante, y no debe sorprender que la comparación entre unos y otros comportara que los primeros percibieran de los otros que era una comunidad humana que en la práctica subsistía como los animales. Y va a ser importante esta percepción por las semejanzas que encuentran en el mundo animal para aplicar a una buena parte de la toponimia recurrente, desde la presunción que no lo era en sentido despectivo, pero sí desde el atributo de superioridad, del grupo étnico de la comunidad arribada sobre el de la  comunidad aborigen.

Desde esta percepción, cuando los castellanos conocen esos lugares con estructuras de piedra seca y trogloditas que se asemejan unas a otras, crean unos topónimos recurrentes para reconocerlos, y buena parte de ellos trata de interpretarlos y reconocerlos por semejanza de lo que conoce del mundo animal. Y todo ello, porque el nombre de lugar es antes que nada un modo de comunicación y un testimonio del contexto de su origen, dando cumplimiento así a la doble dimensión  toponímica: la del tiempo, conocida como 'memoria toponímica' y la del espacio o 'función toponímica'.

De ahí que esa nueva toponimia recurrente corresponda a la memoria colectiva de los nuevos lugareños arribados, y no de los lugareños estantes, si bien estos últimos terminarán por aceptarla, al igual que aconteció con la progresiva sustitución de sus creencias y costumbres después de ser obligados al bautismo, como condición previa a la subsistencia de su comunidad que además dejará morir, por imperativo legal, su lengua en un siglo.

A esta conclusión de la toponimia recurrente de los castellanos se llega por el simple inventario de los topónimos repetitivos que encontramos en la isla de Gran Canaria ─excluimos las restantes islas que no han sido estudiadas para este trabajo, si bien el modelo de alguna manera se siguió en ellas─ y cuyo significado ha sido abundantemente debatido en muchas y divergentes teorías. Más fácil fue conocer de los 'cromo-topónimos', dado que en nuestros días prevalece el propio color del sustrato del lugar, que decía y nos dice que era bermejal o blanquizal.

Conocidos que estos topónimos repetitivos son recurrentes y además un recurso de fácil entendimiento, nos proponemos acercarnos al posible significado o semejanza que tenían desde su percepción, con la mirada obligada del pasado, documentando su antigüedad a los textos transcritos de los repartimientos históricos (RONQUILLO y AZNAR, 1998) y argumentados en las concurrencias en su localización, así como de su importancia toponímica al proyectarse en el cuerpo del topónimo de los accidentes geográficos próximos, prescindiendo en su enumeración de aquellos en los que no concurren indicios para adverar que respondan a la tipología descrita. Así construimos el siguiente relato entendiendo la toponimia como patrimonio inmaterial etnográfico, afrontando primero los vinculados a las construcciones de habitación y después a los distintos aprovechamientos.

CASERÓN
Es un topónimo asociado a yacimientos arqueológicos, nombre con el que denominaban una casa de grandes piedras, verticalmente hincadas en el suelo  o piedras secas, sin desbastar y sin mortero, generalmente de planta circular al exterior y de tendencia cuadrangular o cruciforme al interior, con una perfecta adaptación a las condiciones orográficas, acomodando los muros a las irregularidades del terreno y recurriendo a la excavación parcial del suelo, posibilitando el encajonamiento horizontal en la ladera. Esta estructura de piedra seca puede ser una unidad de un agrupamiento o poblado aborigen.

Por encontrarse los vestigios de estas estructuras de piedra seca en superficies, no parece se corresponden con las conocidas como 'casas hondas', «Construcción de piedra seca semienterrada, que servía de vivienda a los antiguos habitantes de las islas» (CORRALES y CORBELLA, 2001, p. 344).

Sobre el significado de dicha palabra, la RAE nos aporta la versión del DHLE 'CASERÓN. m. Casa muy grande, generalmente destartalada», con referencias al siglo XIX, y la del DRAE «caserón.- 1. m. Casa muy grande y destartalada', definiciones bastante alejadas de la realidad física, pero que en la percepción del siglo XVI podría verse con la definición del calificativo dado por el DRAE «Descompuesto, desproporcionado y sin orden», si bien los estudios arqueológicos avalan su ordenado diseño.
 
Caserones - Firgas (A. Jiménez)
La palabra 'caserón' es recogida en la documentación histórica del siglo XVI para referirse a las estructuras de piedra seca prehispánicas que aún en esos siglos podían estar siendo utilizadas. Se presupone tenían una techumbre sustentada por palos de tea, madera resinosa de pinos canarios, llamados 'teones', con cubierta sobrepuesta generalmente vegetal como hojas de palmeras.

El 24 de octubre de 1548 el labrador Juan Diaz solicitaba la data en
«… en el barranco del Gamonal a la Vega junto a unas cuevas Miguel Sanchez están unos casarones caydos que hera pueblo en tienpo de canarios e do se dado a otros vecinos solares subplico a vuestra señoria me den un casaron dellos que esta junto un pajar que yo tengo en la dicha parte porque quiero hazer allí una casa para mi morada …» (RONQUILLO y AZNAR, 1998, p. 417).

El 14 de agosto de 1549 Juan Martin del Castañal pedía la data de
«… un casaron de tiempo de canarios e una casa junto del que es en el lugarejo de Fataga y es junto a otra casa de Hernando Mulagua por que la quiero rreparar e abeçar para morar en ella e rrecoger la lana y çera de mi cosecha e asimismo para que pueda para el dicho rreparo aprovechar algunos teones e palos que hallare de otras casas caydas de tiempo de canarios… (Ibídem, 1998, p. 487).»

Localizaciones:
Aldea de San Nicolás: Los Caserones y Montaña de los Caserones.
Firgas: Los Caserones (TPL).
Gáldar: Caserón del Perro.
Moya: Los Caserones {Trujillo (TPL)
San Bartolomé de Tirajana: Caserones, Cañada de los Caserones y Llano de los Caserones.
Telde: Los Caserones y Lomo de los Caserones.
Teror: El Caserón.
Valleseco: El Caserón, Barranco del Caserón y Barranquillo del Caserón.

HORNILLO
Nos encontramos ante un topónimo que ha suscitado todo tipo de tesis en lo relativo a su significado, desde la existencia en el lugar de hornos, hasta aquellas que hablan del calor por su fuerte exposición al sol. Pero ni en uno, ni en el otro caso parece ser el denominador común de los muchos lugares donde se localiza el topónimo.

Conocemos que en muchos de ellos encontramos que se trata de casas trogloditas, o lo que es lo mismo cuevas de habitación, algunas naturales y horadadas para su mejor aprovechamiento, rematadas con cerramientos exteriores con algún tipo de tierra apisonada y el desplazamiento de grandes 'lajas' de piedra a tal fin. De forma mayoritaria en los lugares más primigenios del topónimo, lo eran en paredes verticales, accesibles por estrechos andenes, a una altura variable, pero siempre atendiendo a la relativa facilidad que comportaba su defensa.

Como tampoco tenemos menciones de las mismas en la descripción de las datas solicitadas, recurrimos a las crónicas históricas, para encontrar en una de ellas la palabra asociada a una pared vertical.

«Entrado el año siguiente de 1495 […] a poco les salio una buena emboscada que fue con el favor de Dios desvaratada porque estaban todos enfermos caiendose muertos de sus pies, alli havia grandes cantidades de cuerpos unos serca del agua muertos, otros emparedados en cuebas, y paredones a modo de hornillos, y todo era horroroso, y entrado el tiempo de la quaresma no parecia un hombre vivo por todos aquellos campos y sierras» (ARIAS, 1986, p. 246).

El Hornillo - Agaete (Patrinet)
Nos habla el cronista de 'cuevas y paredones a modo de hornillos', y además tenemos la mención de la palabra en el informe del ingeniero al Rey sobre las defensas de Gran Canaria a finales del siglo XVI

«En cuanto al asegurar las torres, que se hallan sin defensa, para que el enemigo no se le acerque por debajo, para enderezar escaleras o para cavar algún hornillo, como no hay sitio para cavar1 ángulos de protección, me parece que mientras las torres tengan defensa cubierta para los fosos… »(TORRIANI, 1959, p. 60).

La propia “Nota a pie de página” que incluye su traductor, el profesor Alejandro Cioranescu, dice «1. En el original: “per cavare fianchi che la scortinino”, No estamos seguros de haber recogido exactamente la intención del autor», nos hace dudar a que se refiere con la palabra hornillo, más aun cuando es complemento del verbo cavar, de donde puede desprenderse se trata de cavar un orificio para fijar verticalmente una escalera, pues no parece claro que sea para su voladura con pólvora.

De ambas citas puede concluirse que se refieren los autores a ciertos huecos abiertos en las paredes verticales conocidos como “hornillo”, y ello lo encontramos en el mundo de las abejas y los distintos sistemas para la obtención de la miel.

«Hay un tipo de colmenas, poco extendidas en el espacio, que solía hacerse de obra de albañilería, con paredes gruesas. Estos colmenares, que se han construido con adobe, ladrillo, incluso, con bloques de piedra, son los llamados armarios y hornos. Estas construcciones, de forma cúbica o abovedada, contenían varias colmenas en su interior, cada una con su correspondiente salida al exterior (la piquera) para que las abejas pudieran salir al campo. Este tipo de colmenas tenía algunas ventajas, como su duración en el tiempo y ser más limpias.

Sin embargo, en contraposición, presentaba graves inconvenientes, como, de una parte, no poder combatir las temperaturas extremas, sobre todo el frío (aunque en algunas zonas de Cantabria, Burgos y Álava para aliviar el frío se ideó construir estas colmenas de obra en el edificio de la casa; para ello se labraban en la piedra del muro exterior unas cavidades que albergaban los panales de las abejas. Estos huecos reciben el nombre de hornillera y la colmena propiamente dicha se llama hornillo o bujo) y, de otra parte, su emplazamiento fijo, a diferencia de las hechas con materias vegetales, especialmente las de cajones de madera, que, por su ligereza, podían desplazarse según la estación y la mayor o menor abundancia de pastos o plantas melíferas para que las abejas pudieran alimentarse mejor…» (TORRES, 2008, p. 838).

La información bibliográfica de este último investigador remite sus antecedentes a 1621, de ahí que no sorprenda que el Tesoro de la lengua castellana (COVARRUVIAS, 1674, p. 479), incluya sin mayor explicación la palabra «HORNILLOS, lugar dicho así», dado que posiblemente conociera del mismo pero no de su etimología, más conociendo por su trabajo que acostumbra a incluir todo tipo de refranes y costumbres que sean de interés para entender su significado. También el DRAE recoge una acepción que dice «Hornillo.- 3. m. Concavidad que se hace en la mina, donde se mete la pólvora para producir una voladura».

Y creemos fue con ese sentido metafórico alusivo a las colmenas llamadas 'hornillos' por el que los castellanos crearon el topónimo en la isla, por la semejanza que encontraron en esas casas-cuevas trogloditas que encontraron en los altos y peligrosos riscos.

La arqueóloga Verónica Alberto Barroso plantea que las aras de sacrificio (como las que se ubican en El Julan, Frontera, El Hierro), también son denominadas, entre otros términos, como altares, pireos, hornos u hornillos, debido al papel que desempeña el fuego en este tipo de construcciones (Hernández Pérez, 2002: 125).

Localizaciones:
Agaete: El Hornillo y Barranco del Hornillo.
Aldea de San Nicolás: El Hornillo (dos, Morro Alto y Poyo de Arriba).
Artenara: El Hornillo.
Arucas: El Hornillo.
Mogán: El Hornillo. 
San Bartolomé de Tirajana: Alto del Hornillo, Barranco del Hornillo, Barranquillo del Hornillo, Lomo del Hornillo y Mesa del Hornillo (TPD).
Sta. María de Guía: El Hornillo y Cuesta del Hornillo.
Telde: El Hornillo. 
Teror: El Hornillo y Barranco del Hornillo. 
Valleseco: El Hornillo. 
Valsequillo: El Hornillo (dos, El Roque y Tenteniguada).
Vega de San Mateo: El Hornillo, Alto del Hornillo y Lomo del Hornillo (TPD).


HORMIGUERO
Es un topónimo asociado a cuevas arqueológicas semi-enterradas o bajo solapones, con vestigios aborígenes asociados a prácticas funerarias. No parecen disponer de estructuras de piedra seca, de donde no puede relacionarse con las 'casas hondas' antes descritas. Tampoco hemos encontrado menciones de esta palabra en los repartimientos conocidos.

En relación con el topónimo de Sta. María de Guía, tan sólo se tiene la información dada por una fuente oral:

«Mas tampoco queremos dejar de consignar lo que no hace mucho nos dijo el respetado anciano de setenta y ocho años D. Agustín Marrero Díaz, familiar del contratista que remató la carretera a Guía. El nos refiere que teniendo unos doce años aparecieron en cuevas ubicadas donde llaman “El Hormiguero”, distante de las cuevas de Valerón unos dos kilómetros, muchos esqueletos envueltos en esterillas y alguna loza. Hasta aquí la parte descriptiva y documental» (JIMÉNEZ, 1944, p. 29).

Más reciente es la que se tiene de unos solapones en Firgas, si bien el topónimo no consolidó:

«Cueva sepulcral del Hormiguero de Casablanca. Se trata de un enterramiento colectivo donde los cadáveres estaban depositados en decubito supino y que nos va a servir para analizar el ritual funerario aborigen. […] La distribución de los cadáveres dentro de la cueva es varia. Los encontramos situados tanto en el centro de la cueva como ocupando los laterales de la misma, hasta llegar a ocupar todo el espacio disponible en el caso de tratarse de un enterramiento colectivo…» (GONZÁLEZ, 1987, p. 48).

El Hormiguero - Firgas (A. Jiménez)
Más descriptiva es la información que se tiene de estos solapones en el Barranco del Cabezo (Firgas) estudiados en 1977 por el arqueólogo Juan Francisco Navarro Mederos (NAVARRO, 1979), y de la importancia de la práctica funeraria aborigen.

«A la luz de las dataciones absolutas obtenidas para la cueva sepulcral de El Hormiguero (Cal AD. 70-460) (Martín, 2000) y para el solapón de El Barranquillo del Cabezo (Cal AD. 790-900 Y 1170-1280), podemos afirmar con total seguridad que este espacio cementerial fue utilizado durante al menos 1.000 años. Estos datos reflejan la importancia y el valor identitario que estos lugares tenían para los antiguos canarios. La vinculación de una práctica social como la funeraria a un territorio concreto durante un periodo de tiempo relativamente extenso, es prueba evidente de unas pautas totalmente normalizadas y reconocidas por el grupo que utilizó este espacio. En definitiva, esta perdurabilidad en la práctica funeraria materializa unas pautas sociales consolidadas a lo largo del tiempo» (SANTANA, et al., 2010, p. 26).

En cuanto al significado que hay que dar a la palabra “Hormiguero”, la tercera acepción del DRAE nos dice «3. m. coloq. Lugar en que hay mucha gente puesta en movimiento». Consultando DHLE encontramos dos palabras que pueden acercarse al sentido metafórico usado por los castellanos en la isla. La primera es «HORMIGUEAR, V. Bullir alguna cosa en numero crecido, abundar en un lugar, de modo, que semeje á una multitud de hormigas» y la segunda «HORMIGUERO, lugar donde se juntan muchas hormigas, su cueva, ó habitación […] Por la semejanza se dice un hormiguero de hombres, que por lo mismo que muchedumbre, V.» (TERREROS, 1787, p. 308).

En esa interpretación metafórica de la palabra 'hormiguero' con la que los castellanos definían estas cuevas de enterramientos múltiples, caben dos hipótesis. Una, que fuera debida al elevado número de esqueletos encontrados en la misma, y la otra, al gran número de naturales que pudieran congregarse en el lugar cuando algún castellano pudiera merodear por el lugar de enterramiento de sus muertos, protegiendo con su presencia la violación de sus prácticas funerarias.

«Acostumbraban los canarios sepultar sus muertos de esta manera: Preparaban los cadáveres con yerbas y manteca al sol, para que, a modo de cosas aromáticas, se defendiesen lo más que fuese posible contra la corrupción. Después los envolvían con muchas pieles preparadas para el mismo objeto, y los apoyaban a las paredes, al interior de las cuevas de los montes …» (TORRIANI, 1959, p. 114).

Localizaciones:
Aldea de San Nicolás: Lomo del Hormiguero.
Firgas: El Hormiguero (TPL).
Sta. Mª de Guía: El Hormiguero, Barranco del Hormiguero y Presa del Hormiguero (TPD).


LUGAREJO
La RAE relaciona hasta veinte sufijos con sentido despectivo para formar nuevas palabras, entre los que se incluye el sufijo '_ejo'. En el caso de este topónimo que tuvo su origen probablemente en los siglos XV y XVI por las referencias que se tienen, no parece corresponder a un lugar que despectivamente debiéramos dar la valoración actual de inhóspito, incómodo o poco grato.

Parece más apropiado entender que los arribados castellanos utilizaron el epíteto de 'viejo' para identificar los lugares donde habían asentamientos 'del tiempo de los canarios', y por contracción  de las voces 'lugar y viejo', resultó 'lugarejo'. Conocido que conquistadores y colonizadores fueron respetuosos con la toponimia expresada en lengua aborigen, probablemente trasmitida por los 'lenguas' y la facilidad que comportaba que ambas culturas con una misma palabra o voz reconociera un lugar.

Lugarejos - Artenara (A. Jiménez)
Siendo así, es de entender que en lugares de posibles asentamientos de escasa población, o abandonados por sus primigenios ocupadores aborígenes, serían razones suficientes para no ser notorios para el mundo aborigen, no conocidos con un topónimo en su lengua. Pero allí continuaban los vestigios de su asentamiento, abandonados como se dicen en la información de los repartimientos, y ello debió mover a los arribados para reconocerlo como 'lugarejo'.

Localizaciones:
Artenara: Lugarejos, Barranco de Lugarejos y Presa de Lugarejos (TPD).
Las Palmas de G.C.: Lugarejo.
Santa Brígida: El Lugarejo y Barranco del Lugarejo (TPD).

Y así los encontramos mencionados como decíamos en las descripciones de los repartimientos, no todos los que siguen vivos, pero sí también de otros que han muerto en los siglos como los de Fataga (San Bartolomé de Tirajana), San Lorenzo (Las Palmas de Gran Canaria) y Sta. Lucía de Tirajana.

14-agosto-1549 Petición de Juan Martín del Castañas:

«… me hagan merced de un casaron de tiempo de los canarios e una casa junto del que es en el lugarejo de Fataga y es junto a otra casa de Hernando Mulagua por la que quiero rreparar e abeçar para morar en ella e rrecoger la lana y çera de mi cosecha e asimismo para que pueda para el dicho rreparo aprovechar algunos teones e palos que hallare de otras casas caydas de tiempo de canarios y en ellos rresçibire …» (RONQUILLO y AZNAR, 1998, p. 487).

10-octubre-1550 Petición de Martín Suárez:

«... me hagan merced de un solar para hazer casas que yo mire en el lugarejo que dizen de la Vega [Santa Brígida] junto al barranco del Gamonal que esta donde çerca un caserio de canarios que lindan de la una parte con casas de Gomez Perez e por la otra parte casa de Bartolome Martin entre ambos a dos ...» (Ibídem, p. 214).

4-enero-1552 Petición de Juan Yanez labrador:

«… le hagan merced de le dar e señalar en Repartimiento e vecindad un pedaço de tierra que es en el termino desta çibdad en dos pedaços que son dos barranquillos que alindan por la una parte debaxo con tierras de Bernaldino de Lazcano Regidor desta isla e por la otra parte tierras de Sebrian de Torrres por la vanda de arriba tierras de la mujer de Luys Ximenez e por un lado unos paredones de tiempo de Canarios en que se incluye en anbos pedaços […] las tierras que en la petiçion desta otra parte pido son en el lugarejo junto a Tamaraçaite [San Lorenzo] a los barranquillos baxo de un anden de la Cueva de Zebrian de Torres y el otro pedaço es por ençima de la misma cueva onde se concluyen las treynta hanegadas…» (Ibídem p. 560).

13-enero-1546 Petición de Gonçalo de Quintana:

«...le hagan merçed de un pedaço de tierras de sequero en el termino de Galdar en Facaracas que es en dos hoyuelos y lo que mas pudiere aprobechar en malpays e salbiares que por ally estan en que puede aber un cayz de sembradura que allyndan con los Riscos Grandes y el barranco que deçiende de la Rehoya y un caseron o corral de canarios y dos peñas que tiene mogon colorado y el espigon arriba hasta el [roto]rillejo que alyndan con tierras de Garçia de la Coruña e por la otra vanda las mismas tierras de Garçia de la Coruña lo qual es aguas vertientes al barranco del Agaete  [Lugarejos, Artenara] e en ello...» (Ibídem p. 369).


CASTILLEJO, CASTILLETES
La primera voz 'castillejo', según el diccionario de la RAE de 1729 su significado es «castillejo.- dim. de castillo. Castillo pequeño y de poca importancia», características que definen lo que debió representar este topónimo en los primeros años de la Conquista. Es así que siguiendo el patrón ya comentado para 'lugarejo', es la contracción de las palabras 'castillo y viejo', del tiempo de los canarios. Todos los topónimos se localizan en la parte colonizada por los castellanos en los primeros tiempos que fueron objeto de repartimientos hasta el siglo XVI.

La duda en cuanto a la similitud de las voces 'castillejo' y 'castillete', pudiera estar en el distinto aprovechamiento que a estas estructuras aborígenes se le daba, pues en la primera de ellas 'castillejo', en el caso concreto de Arucas se han encontrado restos humanos, por lo que se podría considerar un túmulo funerario. En los que se corresponde con la voz 'castillete', no se da este particular y pudieran tener un aprovechamiento como centinela o puesto avanzado para advertir la presencia de extraños, como más adelante se dice.

Localizaciones:
Arucas: Los Castillejos {elevación o promontorio rocoso de El Picacho, al suroeste de El Carril, y norte de la Hoya de San Juan, cercano al Barranco de Arucas}.
Las Palmas de GC: El Castillejo {elevación al poniente del Cortijo de San Ignacio, junto al Barranco del Cortijo}.
San Bartolomé de Tirajana: Andenes del Castillejo, extensión del mismo topónimo de de Sta. Lucía de Tirajana.
Sta. Lucía de Tirajana.: El Castillejo, Andenes del Castillejo y Pozo del Castillejo (TPD) {elevación al poniente de La Fortaleza de Abajo, en la otra banda del barranco de Tirajana}.
Sta. Mª de Guía: Castillejo {montaña a 2 km. al poniente de las Cuevas de Doramas, junto al barranquillo de Guzmán}. Los Castillejos {elevación al naciente de Los Paredones y Los Silillos, y, a 1,5 km. de Castillejo y a 3 km. al poniente de las Cuevas de Doramas, junto a un barranquillo tributario del Barranco del Brezal }.
Tejeda: El Castillejo y Barranquillo del Castillejo (TPD) {elevación al poniente de El Roque en Bentayga, junto al barranquillo homónimo}.
Vega de San Mateo: El Castillejo y Barranco de los Castillejos {dimanados, elevación al poniente de La Reyerta [¿?] junto al barranquillo homónimo}.

La segunda voz 'castillete', es un diminutivo despectivo de la palabra castillo  tras la adición del sufijo 'ete', tal como recoge el DRAE «-ete, ta.- Sufijo usado para formar diminutivos, despectivos u otras palabras de valor afectivo, a veces de manera no muy explícita, a partir de adjetivos y sustantivos. Todos los topónimos se localizan en la conocida por los castellanos arribados 'la parte de atrás de la isla', cuyos repartimientos y datas tuvieron lugar a partir del siglo XVIII, de donde puede desprenderse que de alguna manera, ya arraigados en la isla, se había perdido el respeto a 'lo viejo, del tiempo de los canarios', y así esas estructuras de piedra seca de los aborígenes eran llamadas despectivamente. También pudiera ser como antes decíamos, que estas tenían un aprovechamiento distinto como centinelas, de donde se entendería la diferenciación, al margen de que esta voz es topónimo peninsular que se aplica a los promontorios rocosos.

Localizaciones:
Aldea de San Nicolás: El Castillete {elevación al naciente de Montaña de los Horgazales}. Castillete Grande, Castillete Chico, Castillete Redondo y Puntón del Castillete Redondo, Cañada de los Castilletes (TPD) {elevaciones las tres muy próximas, al naciente del Barranco de Tasarte y al poniente de La Cañada del Mar (BIC), al norte y al sur de la Cañada}. Castillete Colorado {elevación al norte de Montaña de Piletas y al naciente del Barranco del Asno}. Castilletes de Peñón Bermejo {elevación al sur de la Degollada de Güygüy Chico}.
Artenara: El Castillete {elevación al poniente de La Audiencia en Barranco Hondo}.
Mogán: El Castillete {elevación al norte de La Cogolla de Veneguera (BIC)}. Castillete Grande y Castillete Chico {elevaciones al poniente de La Cogolla de Veneguera (BIC). Lomo del Castillete {al naciente de la Cañada del Mar (BIC)}. Castillete de Tabaibales y Llanos del Castillete (TPD) {al sur de La Cañada del Mar (BIC), y al poniente de Lomo de Punta Canaria}. El Castillete {elevación en los altos del Puerto de Mogán y al poniente del Lomo de los Gatos (BIC)}.
San Bartolomé de Tirajana: El Castillete y Los Castilletes {elevación en la Vega de Amurga, junto al barranquillo de la Cueva de Amurga, al poniente de Alto de la Sepultura}.
Tejeda: El Castillete {elevación al naciente de Cruz de la Huesita}.
Telde: Morro del Castillete {junto al Barranco de la Morisca, al poniente de La Pasadilla y al norte del Barranco de Guayadeque (BIC)}.

Fácilmente por la información complementaria que se da entre {llaves} de cada topónimo, sea castillejo o castillete, se puede concluir que su denominador común es que son elevaciones del terreno o promontorios rocosos, probablemente con algún tipo de estructuras de piedra seca de la cultura aborigen para que fueran así llamadas, que por derivar de la palabra 'castillo' hace pensar que es parte de un sistema defensivo o preventivo.

No parece podamos tomar de forma literal su significado cuando el diccionario de la RAE de 1729 dice que es «Lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones», de donde sólo hemos de quedarnos con la expresión de 'lugar fuerte', entendida así por las ventajas que aporta ser una elevación o promontorio natural del terreno, que estratégicamente situado podía permitir una función de vigilancia avanzada con respecto a un determinado asentamiento aborigen, lo que entendemos por centinela.

Del  primero de los topónimos tenemos su mención referida a otro lugar en la data solicitada por el Regidor Alonso de Baeça el 10 de enero de 1543

«… por vuestras señorias me fue hecho merçed de un pedaço de tierra con unas quebas  do dizen El Castillejo e pro que las dichas tierras yo las quiero para sembrar y syn las quevas que no serian nada …» (RONQUILLO y AZNAR, 1998, p. 125).

Este topónimo que según manifiesta el solicitante era junto a otras tierras ya concedidas en Barranco Seco, de donde entendemos ha desaparecido al no encontrarse inventariado por el IDE.

El Castillete - Mogán (El Legado, Grupo de trabajo e investigación)



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Abreviaturas utilizadas:

ACL        Academia Canaria de la Lengua.
BIC         Bien de Interés Cultural.
DBC       Diccionario Básico de Canarismos de la ACL.
DHLE     Diccionario Histórico de la Lengua Española.
DRAE     Diccionario de la Real Academia Española.
IDE         Infraestructura de Datos Espaciales de Gran Canaria.
RAE       Real Academia Española.
TPD        Topónimo/s dimanante/s que tienen su origen en el principal por proximidad.
TPL        Topónimo local, no inventariado por el IDE, por información municipal o protocolos notariales.

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