viernes, 9 de septiembre de 2016

LUIS VERDE (VALSEQUILLO)

En la actualidad es conocido como Luis Verde el asentamiento poblacional nacido a partir de la segunda mitad del pasado siglo XX en ambas márgenes de la Carretera Telde-Valsequillo (GC-041), en el tramo comprendido entre el acceso a La Cantera, antiguo camino Real de Luis Verde, el acceso a Las Casas, recibiendo también la carretera el homónimo titular.
 
Panorámica (Ayuntamiento de Valsequillo)
Se tienen referencias históricas que el antiguo lugar reconocido por el nombre de su primigenio propietario Luis Verde, ocupaba las tierras al poniente del Barranco de Rosiana que discurre junto a Las Casas, y se extendía del lugar de Las Escubinas hasta los escarpes del Barranco de San Miguel, incluyendo el lugar conocido como Finca de la Cruz, tierras que a principios del siglo XX quedaron divididas por la construcción de la actual carretera que sustituía en partes el antiguo Camino Viejo, y las nuevas construcciones surgidas a partir del crecimiento poblacional de los años setenta del pasado siglo.

En 1860 cuando Valsequillo tenía 2.212 habitantes, el lugar de Luis Verde contaba con 4 habitantes, siendo parte de lo que era conocido como Llanos de Valsequillo donde de cada cien fanegas, en sesenta se cultivaba cebada, en treinta y ocho trigo, y sólo dos destinadas al millo. Hemos de tener en cuenta que Valsequillo en aquellos tiempos concentraba su actividad ganadera en la lanar que alcanzaba la 2.450 cabezas, que pastaban desplazándose por su jurisdicción respetando las tierras de cultivo (SÚAREZ MARTEL, 1996, p. 36).
 
Cartoteca de 1960 (IDE Gran Canaria)
En 1865 adquiría la condición de camino Real de Segundo Orden el camino conocido como de De Luis Verde, que partiendo desde aquí «Pasa por Perulete, Cantera y Valle de San Roque en cuya ermita enlaza con el que sale de la Carretera de la Ciudad» (BOC 03-mar-1865).

Todas las tesis históricas relacionan el antrotopónimo Luis Verde con un testigo mencionado en los repartimientos de tierras y aguas realizados al inicio de la segunda mitad del siglo XVI, en concreto cuando se pregonaba por segunda vez la solicitud de data de tierras solicitadas por Pedro Dopaso en el Barranco de Silva:

«En lunes dia de la Transfiguracçion de Nuestro Señor e Redentor Ihesu Christo seis días del mes de Agosto de mil e quinientos e çinquenta e quatro estando a la puerta de la iglesia de señor Sant Juan desta çibdad de Telde fue pregonada esta petiçion desde otra parte contenida al tiempo que salian de la misa mayor estando mucha gente presente por boz de Jorge Afonso pregonero desta çibdad e no ovo contradiçion. Testigos Pedro Lorenço e Luys Verde Coronado e Luys de Adae e otros muchos vecinos desta isla. Alonso de Medina escribano de sus majestades» (RONQUILLO RUBIO et AZNAR VALLEJO, 1998, p. 578).
 
Cartoteca de 1970 (IDE Gran Canaria)
Poca luz se tiene de la identidad de Luys Verde Coronado, dado que hasta la fecha no se tiene documentada información que aporte sus vínculos de sangre. Si consideráramos la remota posibilidad de que sus apellidos correspondan a sus ancestros, reglas que siempre están puestas en duda por las antiguas costumbres de la libre elección de los mismos, al tratarse de dos apellidos singulares y de escasa presencia, podríamos apuntar a descendientes y parientes de Maciot de Bethencourt, poseedor cierto del Señorío de las dominadas islas de Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro, y posiblemente La Gomera (ROSA OLIVERA, 1956, p. 111) por el conquistador normando Juan de Béthencourt (Jean IV) quien ya había regresado a Francia tras la fundación de Betancuria.

Y tomamos como origen a Maciot de Bethencourt, por las dudas que se mantienen sobre el grado de parentesco con el conquistador normando, pues por la historia documentada, la endogamia practicada, los muchos homónimos de mujeres y hombres y los desmentidos expedientes de pureza de sangre que se dan en los ancestros, más aun cuando unos se establecieron en Canarias y otros en Madeira y América, no parece haber una total coincidencia entre los investigadores. Sí parece acreditado que el conquistador por ser su deudo, le encargó el gobierno de Canarias a Maciot de Bethencourt y así organizó este último junto con Gadifer de la Salle la expedición a Canarias en 1402, sosteniendo algunas fuentes que es hijo de Jean d'Argies, señor de Béthencourt sur Somme, y de Marie de Braquemont, sobrina del famoso almirante Rubin de Braquemon.

Dado que nuestra pretensión es alcanzar alguna aproximación al personaje que nos ocupa en este topónimo por su apellido Verde, es oportuno incluir el supuesto árbol de los “Floridas”, término que nuestra fuente entiende que «"Floridas” que se daba, según nos informa el doctor Cioranescu, en la Francia medieval a hijos naturales» (IBÍDEM, p. 118), pues ya aparece en este árbol genealógico y reaparecerá en las descendencias por los matrimonio endogámicos que se dieron (Árbol 1).
 
"Floridas" (ROSA OLIVERA, 1956)
La hija legítima de Maciot de Bethencourt fue Maria de Bethencourt, casada con Rui Gonçalvez de Cámara, desconociéndose el nombre de su madre. Pero aquí nos importa la descendencia tenida con su amante, la aborigen conocida por Teguise, hija del último rey de Lanzarote Luis Guadarfia. Antes de seguir avanzando, ya tenemos una primera pista en cuanto al nombre propio Luis que coincide con el de nuestro topónimo, en el hábito tradicional de tomar los nombres de sus antepasados.

Maciót de Bethencourt con Teguise tuvo una única hija bautizada Inés Margarita de Bethencourt, quien se casó con Arriete (Enrique) Perdomo, que dejaron nuevo hijos, de los cuales nos llama inicialmente la atención su octava hija Margarita de Bethencourt o de Perdomo casada con Juan Pérez de Munguía. Tuvieron cinco hijos, y entre ellos a Maria de Bethencourt que se casó con Juan Verde de Sanabria, hijo de Sebastián Rodríguez de Sanabria y Bárbola Verde. Nos encontramos aquí con otra línea del apellido Verde, además del ya visto en el árbol de los “Floridas”, que no erraríamos si los consideráramos deudos entre ellos.

Pero reparamos en esta por la notoriedad y estancia en la isla del nombrado Juan Verde de Sanabria:

«Pasó a la conquista de la Gran Canaria siendo designado pregonero del Real de Las Palmas, donde se había avecindado. Criado de Pedro de Vera, después de 1490 volvió a vivir en Lanzarote» (LADERO QUESADA, 1966, p. 471).

Los hijos habidos en este último matrimonio y sus matrimonios lo vemos en el siguiente (Árbol 2):
 
Descendencia del pregonero (ROSA OLIVERA, 1956)
De estos, se conoce y está documentado que algunos establecieron su estancia en Santa Cruz de Tenerife, desde los primeros años de su conquista.

«De Lanzarote vinieron a buscar asiento en Tenerife numerosos mahoreros: casi todos se concentraron en Taganana. De la misma isla procedía Marcos Verde, cuyo nombre aparece con relativa frecuencia en los antiguos anales de Santa Cruz. Sabemos que había recibido en data un solar en Santa Cruz, en fecha desconocida: lo menciona en 1568 su hija, Bárbola Verde, al otorgar escritura de venta del mismo» (CIORANESCU, 1975, p. 80), corroborando su identidad el nombre de su hija que lleva el mismo nombre que su abuela.

La misma fuente nos dice también de la estancia del otro hermano Verde en esos primeros tiempos de la conquista de aquella:

«Luis de Mayorga parece proceder de Gran Canaria; por la edad que declara, debió de nacer en 1482. Era estante en Tenerife en 1507 y vecino en 1520, cuando le dieron en data una fanega de tierra “a las espaldas de las casas de la morada de Melchor Verde que es una rehoya que linda con el camino real que va desta villa a Sant Cristóbal a la dicha villa de Santa Cruz, que es el camino que dicen de Las Carretas, e por bajo la mar, e por el otro cabo las canteras”» (IBÍDEM, p. 82).

En el Real de Las Palmas está acreditada la estancia de Juan Verde y Lorenzo Verde (LOBO CABRERA et RIVERO SUÁREZ, 1991, p. 124), pudiendo ser el primero el antes referido pregronero Juan Verde de Sanabria y no teniéndose noticias del segundo de los nombrados.

Volvamos de nuevo a los otros hijos del matrimonio de Inés Margarita de Bethencourt y Arriete Perdomo, y para descartar otra línea de sus descendientes, mencionemos la de su tercer hijo Maciot II de Bethencourt que se casó con Luisa Guanarteme, hija de Armide Yacocon, nieta del guanarteme Artemi Semidan y prima de Catalina Guarnarteme, Masequera antes de ser bautizada, hija del último guanarteme de Gáldar Egoniga Semidan, quien casó con Hernando de Guzmán. Esta es la línea donde un hijo e hija, casaron en Gáldar con la hija de un conquistador y un conquistador, otro se fue a Francia y el último casó con la hija de un rico mercader de Agaete y volver a Lanzarote, según vemos en el siguiente (Árbol 3):
 
Descendientes de Maciot II (ROSA OLIVERA, 1956)
Para finalizar y agotar las posibilidades, veamos los descendientes del sexto hijo de Inés Margarita de Bethencourt y Arriete Perdomo; nos referimos a Miguel Martín Perdomo, casado con Susana de Aday, y del que hemos de comentar despacio pues muchos de sus descendientes se establecen en Telde, jurisdición a la que pertenecía Valsequillo en el siglo XVI (Árbol 4): 

Los Aday  (ROSA OLIVERA, 1956)
El primero de sus hijos es Juan de Aday, casado con Francisca de Coronado, que ya coincide con el segundo apellido de nuestro antro-topónimo Luis Verde Coronado. Además este matrimonio tiene un hijo llamado Luis de Aday, casado con María de Reina.

Si retomamos el repartimiento al principio reproducido en el que aparece citado Luis Verde, observamos que los que al salir de la iglesia son «Testigos Pedro Lorenço e Luys Verde Coronado e Luys de Adae e otros muchos vecinos desta isla».
 
Vista urbana (Google Earth)
Vayamos despejando algunas identidades. La mujer de Luys de Aday, Maria de Reina es hija de Diego de Reina e Ynes de Osorno, también estantes en Telde. Su padre ya era fallecido el 24 de enero de 1554 cuando su viuda pidió legalizaran a su nombre unas tierras que también tenía su difunto  en el Barranco de Diego de Silva, el mismo lugar del repartimiento pedido, actuando en su representación su yerno Luys de Adae o Aday (RONQUILLO RUBIO et AZNAR VALLEJO, 1998, p. 595).

Es el mismo lugar de la petición de Pedro Dopaso en la que compareció como testigo y por la que supimos de Luis Verde Coronado, también con Luis de Aday.

También es conocido que cuando Diego de Reyna pidió esa tierra en el Barranco de Silva, el 27 de septiembre de 1536, que al ser colindantes con otros y se manda que quede como dehesa, dice el 27 de octubre del mismo año «que lo que pide a de ser que entre en Vega con Juan de Aday e sus consortes e con las condiciones que se les dieron» (IBÍDEM, p. 145).

Si consideramos además que Francisca Martin de Aday, hermana de Juan de Aday, se casó con Diego Mayor, de cuyo matrimonio nació María de Aday que se casó con Gonzalo de Jaraquemada, estamos descubriendo un influyente grupo de poder en Telde, paralelo al que los descendientes de los Bethencourt construyeron en Gáldar con sus casamientos.

Vista del Drago de Luis Verde (91clipper)
Tampoco hemos de perder de vista que en el penúltimo de los hijos del pregonero Juan Verde de Sanabria (Árbol 2), encontramos a Leonor Verde que se casó con el conquistador Gonzalo de Aguilar de Gáldar, y su tercer hijo Juan de Aguilar, casó con Inés de Coronado (CEBRIÁN LATASA, 2003, p. 36), que lleva el mismo apellido que la mujer de Juan de Aday, Francisca de Coronado, pudiendo ser ambas hermanas de Alonso Coronado, casado con Catalina Becerril también en Gáldar (IBÍDEM, p. 105).

También entendemos que son hermanas de Francisco de Coronado, nacido en Gáldar que fue regidor de Tenerife, casado con Teresa de Prado, viuda de Luis Melián, casados en sus segunda nupcias, hijo este último de Juan Melián y Elvira de Betancor, y de esta última su madre es hija de Jean de Bethencourt Doncel (IBÍDEM, p. 336). Francisco de Coronado fue testigo ante el Santo Oficio a favor de los ancestros de Mateo Cairasco (CIORANESCU, 1957, p. 283), completando la alianza con los pobladores y financieros de origen genovés Cerezo y Cairasco. Los hermanos Coronados son descendientes de Alonso Coronado (Cornado), «Vecino de Lanzarote desde aproximadamente el año 1462 y, luego, de la Gran Canaria. Fue criado de los Herrera-Peraza» (CEBRIÁN LATASA, p. 174).

Detalle de la rama del drago (91clipper)
A partir de todo este entramado de intereses, de donde las alianzas matrimoniales se amparan en la endogamia y en el dominio de los territorios donde puedan ejercer su influencia, podríamos considerar que Luis Verde Coronado que dio lugar al topónimo es hijo de Juan de Aguilar e Inés de Coronado, tomando el apellido de su abuela paterna Leonor Verde acompañado del de su madre, y además el familiar nombre de Luis, recurrente en multitud de líneas de descendencia, y con capacidad económica y de influencias para hacerse con estas tierras de Valsequillo, en un entorno que le era muy familiar.

En este largo recorrido que hemos tenido tocando algunos de los árboles genealógicos de los descendientes de Juan de Bethencourt, hemos podido llegar a percibir un entramado tal cuya mejor representación natural, en sentido metafórico, la encontramos en nuestro endémico y particular Drago, del que por las coincidencias de la historia encontramos en este lugar un ejemplar de belleza e importancia indiscutible con una calculada vida de algo más de dos siglos.
 
Belleza de dos siglos (91clipper)
«Drago de Luis Verde, Valsequillo. Se localiza en la antigua Finca de Luis Verde, en el barrio del mismo nombre cercano al pueblo de Valsequillo. Presenta una copa aparasolada muy ascendente, con las ramas primarias erguidas casi verticalmente. Su estado de conservación es bueno, presentando un total de 14 ramificaciones. No hay datos sobre su fecha de plantación, pero tomando un intervalo medio de 14 años para cada periodo floral, idéntico al hallado en otros dragos que se incluyen en este trabajo y que crecen en condiciones muy parecidas, estimamos en 196 años el tiempo transcurrido desde su primera floración y su edad máxima en unos 220 años» (ALMEIDA PÉREZ, 2003, p. 25).

Propuesta y escudo de Valsequillo
La presencia de este bello ejemplar en el suelo de Valsequillo, fue orgullo suficiente para que el municipio propusiera en 1972 para su escudo la representación del drago de Luis Verde, como símbolo del pasado aborigen, y las abejeras símbolo del trabajo que en sus campos se hacía, si bien contenía un lema biblico típico de los tiempos de la propuesta.

El escudo municipal de Valsequillo fue aprobado mediante Decreto 3224/1973, de fecha 7 de diciembre (publicado en el BOE de 1 de enero de 1974), con la sustitución de las colmenas, la agregación de la representación de los aborígenes Tecén y Niguada, y la polivalente leyenda  que dice: “Con justicia y con honor” que pudiera alinearse con los "patriotismos" de finales del primer cuarto del pasado siglo.

Localización (IDE Gran Canaria)


viernes, 2 de septiembre de 2016

PINEDA (GÁLDAR)

Topónimo con el que es conocido el lugar situado en la Vega de Abajo que encontramos en los altos del Andén Largo y de Los Desriscaderos de los escarpes septentrionales del Barranco Hondo, a al sur del Barranquillo y Hoya de las Monjas, y entre el Lomo del Pico a su naciente y El Tajisnaltal a su poniente, inmerso en un territorio rural en el que se cultivaban en siglos pasados los cereales.

Vista (Nacho Moxica)
Tiene su origen en los sucesores de una de las capellanías fundadas por el presbítero y beneficiado de la Parroquia de la Concepción de Agaete Andrés Felipe Ramos y Arias, tal como más adelante veremos, que si bien no tiene otros encantos que el paisaje del lugar y como anfiteatro natural del Valle de Agaete, nos permite conocer los orígenes de la toponimia en su entorno, y profundizar en los hábitos y estilos de la vida que se daban en la cultura del Antiguo Régimen de la Propiedad a través de la figura de un párroco que cultivó y cuidó las prácticas endogámicas de la sociedad de Gáldar y Guía en los siglos XVII y XVIII.

La más antigua referencia biográfica que tenemos de Andrés Felipe Ramos, de quien todo parece indicar que “Felipe” es apellido, la encuentra nuestra fuente bibliográfica en el Archivo de la Parroquia de Guía, Libro de bautismos, IV, 1670-1690, ff. 169 r. referida al asiento del correspondiente a la niña bautizada como Luisa, que lo fue el 12 de julio de 1689 con licencia por don Feliz Espino Peloz, actuando de padrino el Clérigo subdiácono don Andrés Felipe. Firmó la partida el presbítero.

Luisa es hija del matrimonio formado por el Capitán del Regimiento de Infantería de Guía Francisco Melián Hernández con su segunda mujer Andrea Hernández Rodríguez. En primeras nupcias estuvo casado con Luisa Felipe que falleció el 12 de junio de 1687 (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2008, p. 53). Deducimos del nombre de su primera mujer, que pudiera tener parentesco de sangre con Andrés Felipe Ramos, y de aquí que supongamos adverar el apellido “Felipe”. En este capitán concurre también que será Síndico del franciscano Convento de San Antonio de Padua de la villa de Gáldar.

Ortofoto (Google Earth)
Entendamos el poder mediático que la misma fuente bibliográfica otorga al cargo de Síndico del Convento para entender de la importancia y notoriedad social que el mismo representaba, convento al que estará muy vinculado el pb. Andrés Felipe Ramos.

«La figura del síndico en los conventos franciscanos era primordial. Su nombramiento corría por cuenta de los Padres Guardianes, bastando con su linaje, su posición social y el respaldo de su fortuna. El cargo tenía carácter laico o eclesiástico y ajeno por completo a la Orden, aunque sujeto al rango y a la ocupación que desempeñaba en sus localidades respectivas. Fue un puesto habitualmente apetecido y los más solícitos en ostentar dicho honor fueron los vecinos de la villa de Guía y en especial los mandos del Regimiento de Infantería y Granaderos, ya que aseguraban su prestigio social y espiritual, además de una ventana abierta hacia la eternidad. En su nombre administraban los recursos de la congregación, librándolos de esta manera de tan pesada carga, ocupando así su tiempo al estudio y al trabajo manual, a su huerta y a las obligaciones evangélicas y pastorales, conservando en la práctica la pobreza.

[…] El primer síndico fue el vecino de Gáldar don Jerónimo de Pineda, a la sazón también de los monasterios de la Orden Franciscana en Canarias y Regidor de Gran Canaria. Casó con doña María de Betancurt, hija legítima de Maciot de Bethencourt y Bracamonte y de doña Luisa Guanarteme de Bethencourt, antes del bautismo Infanta Tenesoya Vidina» (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2008, p. 40).

El último párrafo nos aproxima a la sociedad que nuestro presbítero elige como referentes, donde los apellidos Melián, Bethencourt, León, Hernández o Fernández, Pineda, Quintana, Verde, Aguilar, Carvajal, Guzmán y Guanarteme, Grimón, Roxas, Rodríguez Orihuela, etc., componen la élite de los arribados, los primeros procedentes de Lanzarote y los restantes de los reinos de Castilla y Aragón, unos como conquistadores y otros como colonos pobladores, eligiendo de consortes a las descendientes de la gran nobleza aborigen, formando así una sociedad endogámica. Unos fijando su estancia en Guía y alcanzando la independencia jurisdiccional de Gáldar, aunque algunos habían ostentado el cargo de Alcalde “de sueldo” de Gáldar, y otros estantes en esta última; y de los primeros, aquellos que son mandos del Regimiento de Guía, opositarán por su prestigio y respaldo económico para ser Síndicos del convento franciscano, con asiento de preferencia en la ermita del convento.

El anfiteatro del Valle de Agaete (Nacho Moxica)
Representan así en esta moneda social, el reverso de la cara del voto de pobreza de los franciscanos, la opulencia económica y privilegiada, por la que también optó nuestro presbítero Andrés Felipe Ramos y Arias, de quien desconocemos sus ancestros. Si conocemos de su ejercicio de beneficiado de la parroquia de la Concepción en Agaete.

«A.P.V.A., LIBRO DE INVENTARIOS Y CUENTAS DE FÁBRICA, II, 1680-1755, f. 86 r y ss. Dn Andrés Felipe Ramos era cura y maymo de ésta parroquia. En este cargo fue elegido el 20 de agosto de 1695 por el Ldo Dn Marcos de Orellana. Además, fue benefactor del convento franciscano de Sn Antonio Padua de la Villa de Gáldar. Allí reformó la capilla de la advocación de Sn Miguel y se mandó sepultar. El inventario fue levantado por el sacristán Dn Francisco de Armas» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 215).

Durante este tiempo en Agaete, no se olvidó de los suyos y de sus orígenes, y los tiene presentes para favorecerlos con algún trabajo:

«En la capilla mayor se cita un “cuadro grande de Ntra. Sra. de la Concepción y los Desposorios”. La orfebrería muy bien pudo encargarse en el taller de Guía. El primer oficial de platero del que tenemos noticias, un tal Juan Felipe, lo conocemos por los encargos que hizo le Dn Andrés Felipe Ramos» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 214 n. 30).

Lomo del Pico (Google Earth)
También se preocupó en este tiempo por acrecentar su patrimonio, que suponemos lo hacía con su peculio por sus beneficios eclesiásticos al frente de la parroquia:

«Lugar de la Gaete, 1687, mayo, 16. Tributos y propiedades que a tenido y tiene la fabrica de la yglesia Parroquial de Nra Señora de la Concepon de la Gaete. […] No 12. Tiene esta Parrochial en la Culata de Arriba un Barranquillo llamado de Juan Gomes —este estaua plantado de higueras y constaua tambien de tierra calma y vease el folio 90 de este libro.

Tambien si en algun tiempo se mobiere por el capellan de la capellania grande que fundo Don Andres Phelipe ramos algun (ilegible) o pretension— pretendiendo algun derecho sea de la informacion q de orden del Sr Visitador Probisor y bicario general Dr Stanislao de Lugo y Viña se mando (ilegible) para probarla con prisa su si es ante de la capellania en donde se hallaua todo Vinculado y con los linderos q deuan ser por los testigos q fueron llamados —Año 1763— Notario Dn Ignacio Joseph Sardo» (CRUZ Y SAAVEDRA A. J., 1997, p. 212).

Esta sociedad si en algo se caracterizó fue por aprovechar los fueros de entonces y vincular jurídicamente sus patrimonios o bienes, para hacer culto a la endogamia, constituyendo capellanías y nombrando sucesores a sus descendientes preferidos, en ocasiones para proteger su vanidad a cambio del pago de unas misas en su memoria necrológica. Y en el caso del presbítero Andrés Felipe Ramos, la mayor investigación sobre el Antiguo Régimen lo identifica como un caso particular, en el que se cumplió su conclusión "Entre los motivos o causas que llevan a esta proliferación de vínculos o mayorazgos sin licencia real tenemos la falta de hijos o de sucesión directa", a partir de las siguientes premisas:

«La tendencia a fundar vínculos suele comprender a varios miembros de una misma familia, hecho éste que facilita la acumulación por extinción biológica de los linajes. Si repasamos la relación de fundaciones podemos comprobar cómo la familia Bravo de Laguna funda 5 vínculos, los Cabrejas 7, los Castillo 6, los Trujillo Osorio 4, los Manrique 3, los Falcón 3, etc.

A esto hemos de añadir que un mismo fundador puede instituir varios vínculos (4 don José Álvarez Castro, 3 don Andrés Felipe Ramos, 2 don José Antonio Cabrejas) y que otros miembros de la familia también pueden optar por la fundación de patronatos» (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, p. 908).

Panorámica  de la Hoya de Abajo (Nacho Moxica)
El presbítero Andrés Felipe Ramos vincula bienes con una extensión de 161 fanegadas, con una tasación 324.150 reales de vellón, cuyo detalle nos ofrece la misma fuente (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, Apéndice dctal p. 101):

En escritura 29 de noviembre de 1712 vincula distintos bienes en Gáldar: 3 fgs. 2cls. del Cercado de tierra denominada "La Encarnación" con 4 piezas de agua del Hto. de la Vega de Gáldar; 154 fgs. 4 cls. de un Cortijo de tierras labradías y "arrifes" con agua, en los Andenes de Justa Hernández; y una casa. Y en Guía: 3 fgs. y 10 cls. de una Suerte de tierra labradía y erial con 2 piezas de agua del Hto. del Palmital, en el LLano de las Parras. Nombra sucesor a Diego Grimón Rojas, sobrino y su descendencia con preferencia del mayor al menor y del varón a la hembra. Otros llamamientos y si se extinguiesen se fundaría una capellanía.

En la primera escritura de 5 de junio de 1730, vincula los siguientes bienes en Gáldar: 26  fgs. y 3 cls. de un Cortijo de tierras de "secano" en el Pico; y en Agaete: 3  fgs. y 3 cls. de Tierras en la Madre del Agua del Valle de Agaete con 1 día y medio de agua del Hto. de la Madre del Agua; y 9  fgs. y 6 cls. de Tierras labradías en el Cortijo del Sauz, nombrando sucesores a la familia Pineda, que da origen al topónimo del que hablamos. Es el Cortijo en el Pico, el que nos identifica el Lomo del Pico, al naciente del actual lugar del topónimo de Pineda, la misma familia del vínculo de Hoya de Pineda.

Y en la segunda escritura del mismo día 5 de junio de 1730, vincula su casa en Guía y 15  fgs. de una Suerte de tierra labradía en los LLanos de Agaete, nombrando sucesoras a sus sobrinas Josefa, Gabriela, Teresa y Antonia Grimón Rojas.

Y de las obligaciones impuestas a sus sucesores en tales bienes vinculados, su imposición fue:

«Por su parte, el cura beneficiado del lugar de Lagaete Andrés Felipe Ramos y Arias, fundaba el 5 de junio de 1730, una capellanía a de una misa rezada a decir perpetuamente todos los lunes de cada semana por las Ánimas más solas del Purgatorio» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013, p. 8).

Y como muchos entonces, quería ser enterrado en lugar digno, allí donde estaban los de la clase privilegiada a la que tanto cuidaba y admiraba, aunque ello le supusiera un elevado coste económico para su pecunio, pero si ello venía impuesto por un respetable capitán y síndico Fernando Verde de Aguilar y Guanarteme no cabía regatear el precio.

«La capilla del Arcángel San Miguel ocupó lugar en la parte del evangelio, en los aledaños del púlpito y la puerta que conducía al claustro, la llamada del Aire. Lo cierto es que no fue construida por expreso deseo del beneficiado y mayordomo de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Agaete, el Licenciado Andrés Felipe Ramos y Arias, como así pudiera desprenderse de su testamento de 5 de junio de 1730» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013, p. 11).

Este desmentido lo hace basado en el cumplimiento del compromiso adquirido cuando se le dio en patronato, que documenta la fuente añadiendo en su nota a pie de página nº 39:

«AHPLP. Sección conventos, legajo 42, expediente 1, ff. 15-17. Escribano: Pedro Alonso de Medina. El beneficiado Andrés Felipe Ramos y Arias se comprometió con el síndico a pagar 900 reales, firmando la dotación de la capilla el 28 de enero de 1728, las patentes el día 31, la fiesta el 1 de febrero y el pago de las patentes el 10 de agosto».
 
Y no debe ponerse en duda, que incluso pensó en una fórmula más adecuada en lo económico, pero no era lo mismo yacer sólo en una ermita sin renombre, que hacerlo en un lugar significado como el Convento rodeado de tanto apellido ilustre:

«Andrés Felipe Ramos y Arias había comprado una casa en la plaza de Guía, frente a la capilla de San José, con el fin de fabricar allí una ermita al Señor San Miguel» (IBÍDEM, p. 12).

Vista (Nacho Moxica)
Conozcamos la nómina de los restos que yacían con él en la capilla del Arcángel San Miguel:

«En esta capilla se inhumó Juan de León el conquistador, el Beneficiado del Lugar de Agaete Andrés Felipe Ramos y Arias, Antonio Mendoza, Miguel Grimón y Roxas, Catalina López de Orduña y Cabrexas, Cristóbal Rodríguez de Orihuela, María Ruiz Perdomo, Fernando Sánchez, Isabel González y Beatriz Cordera (IBÍDEM, p.13).

La capilla al Arcángel de San Miguel, fundada y mandada a levantar por el conquistador Juan de León el 3 de septiembre de 1523, casado con Luisa Sánchez de Morales, como en otros muchos casos, precisó ser restaurada

«por su deterioro y dejación de sus herederos, fue cedida en patronazgo al Licenciado y Venerable Beneficiado de la Villa de Agaete Don Andrés Felipe Ramos y Arias a quién, reunida la congregación franciscana al tañer de las campanas, se le entregaron las patentes el 28 de enero de 1728. Fue también capellán su sobrino Don Miguel Grimón y Roxas que, como su tío, fue enterrado en ella el 31 de diciembre de 1742. Con el tiempo pasó a denominarse de Ánimas, sin duda porque los descendientes dejaron de cumplir con las patentes dadas en su momento en el recinto conventual» (CRUZ Y SAAVEDRA A.J., 2000, p. 25).

Tiempo después, los bienes vinculados del presbítero Andrés Felipe Ramos y Arias, por los sucesivos sucesores se acumularon al Mayorazgo de la Casa de Pineda, al igual que los de Luis León Afonso, Bernardino Quintana y Maria Pineda, cuyo último sucesor fue Agustín Pineda Valdés.

Y los bienes dejados a sus sobrinas se acumularon en la Casa de Moreo del Castillo Muxica y Benitez Rojas, al igual que los vínculos de Blanca Moreo Castillo, Juan Bautista Espino, Amador Espino Acedo y José Rodríguez Castrillo, cuyos últimos poseedores y sucesores fueron Germán Muxica Aguilar vecino de Arucas y Andrés Bethencourt Muxica vecino de Lanzarote.

Entre los sucesores, también sobrinos, se conoce de dos eclesiásticos, capellanes y presbíteros respectivamente: Antonio Grimón y Roxas y Nicolás Grimón y Roxas.
 
Taginaste blanco (floradecanarias-com)
Refiriéndonos a los topónimos próximos del lugar, los antes mencionados Barranquillo y Hoya de las Monjas, creemos que tienen su origen en las tierras que pertenecieron por donación a las monjas Bernardas, del Convento de San Bernardo de Las Palmas: Terrenos en Faracas 8f. 6cls. rematados el 10 de octubre de 1842, escriturados el 18 de julio de 1843, tasados en 6.487 y vendidos por 31.100 reales de vellón al capitán de Guía Felipe Valdés, que puede guardar relación con el antes mencionado Agustín Pineda Valdés. Debiera entenderse que están en Facarcas o Facaracas, topónimo aborigen con el que era conocido en tiempos de la conquista todo el territorio entre el barranco homónimo, en la actualidad Barranco Hondo, hasta algo más allá de las Rehoyas de Fagagesto.

Otros topónimos son más descriptivos. Así tenemos El Tajinastal haciendo referencia a la antigua presencia de taginaste blanco (Echium decaisnei), endemismo canario que se encuentra representado en la isla de Gran Canaria. El mencionado Andén Largo, que pudiera ser el mencionado en la primera capellanía como Andenes de Justa Hernández; y Los Desriscaderos describen la peligrosidad de los escarpes y cuevas volcánicas del Barranco Hondo.

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 26 de agosto de 2016

FALCÓN, CUESTA DE (TEROR)

Topónimo con el que se conoce un tramo del camino Real de Teror al Real de Las Palmas y a la Vega de Santa Brígida, comprendido entre el Barranquillo de Ojero, al naciente del pago de Quebraderos dentro del antiguo valle de Arbejales y el pago de El Faro, tramo que en un escaso recorrido de unos 625 metros se pasa de los 600 msnm. del barranquillo a los 825 msnm. en los que se encuentra El Faro, de donde recibe el genérico de “cuesta” por el esfuerzo físico que comporta, allí donde se bifurcaba el camino Real, uno en dirección a La Vega, como ya se ha dicho, y otro en dirección a San Lorenzo por el Laurelar, y de aquí llegar hasta el Castillo de San Francisco y el Risco de San Nicolas en el Real de Las Palmas.

El camino Real por la Cuesta de Falcón desde Teror al Real de Las Palmas o a La Vega es mencionado muy temprano en la historia de la Isla, y tenemos un cita concreta en el diario redactado por el capellán agustino Fray Estevan Azevedo, de la visita del corregidor Teniente Coronel Nicolás de la Santa Ariza y Castilla a Gran Canaria en 1764, iniciada el lunes 17 de septiembre y terminada el 5 de noviembre para realizar los deslindes de la Montaña de Doramas. El viernes 19 de octubre escribía el capellán:

«Este mismo día viernes, por la tarde, despedido el Sr. Corregidor y cavalleros diputados del Vble. Cura don Lázaro Marrero y demás cavalleros que le havían cumplimentado, siguieron la derrota asia el lugar de la Vega, acompañando a el Sr. Corregidor el Alcalde, don Manuel del Toro y el Capitán don Antonio Henríquez, con parte de la comitiva, por el camino llamado de los Arbejales y la otra parte por la fragosa cuesta intitulada de Falcón, asta incorporarse con la otra parte de la comitiva en la Joya de la Caldera a donde llegó a unirse hasta condusirlos a la Vega el Alcalde del lugar don Juan Bauptista, el que por no tener casa capás para hospedar a toda la tropa, los recibió en la casa de la Señora doña Francisca Conde, sita en el pago llamado Vega de Arriba, a la que llegaron con media ora de la  noche» (ROSA OLIVERA, 1956, p. 178).

Pero el esfuerzo físico no lo era, y sigue siendo, en exclusivo de la gran pendiente, pues se veía agravado por la casi permanente humedad del suelo. Los romeros y peregrinos que por las fiestas del Pino que proceden de la Vega de Santa Brígida, a partir de El Faro continúan en su descenso por la camino vecinal asfaltado que lleva a Sagrado Corazón. La Cuesta de Falcón es utilizada en la actualidad por los lugareños y los senderistas casi en exclusivo.
 
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El topónimo tiene sus orígenes en Catalina Falcón quien debió residir y tener tierras por las que atravesaba el camino, desde las tesis que se recogen a continuación:

«El primer Falcón del que existe constancia como poblador terorense es Diego Falcón, nacido en 1508 en Montehermoso del partido judicial de Coria (Cáceres); tenemos un linaje extremeño en Teror, de la tierra de los grandes emigrantes del siglo XVI; no participó en la conquista de Gran Canaria, fue poblador posterior. Resulta de una información practicada en 1575 que en este año era Capitán de Infantería Española y Alcalde de Real de Teror; estuvo casado con María Domínguez y consta que fue su única hija Leonor Falcón, bautizada en el Sagrario Catedral el 2 de febrero de 1542 y casada en Teror con el Capitán Juan Lorenzo Castellano; de este matrimonio nació Catalina Falcón, posiblemente el topónimo “Cuesta de Falcón” tiene por origen el que en este lugar vivió esta mujer y alguno de sus descendientes que siguiendo uso de la época adoptaron el apellido de la madre, esta es la opinión de Fernández de Bethéncourt [cita el autor su fuente bibliográfica: FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT, F. (1878), Nobiliario y Blasón de Canarias]; casó con Gaspar Hernández , hijo del Portugués Roque Hernández y de Elvira Gutiérrez; hijo del matrimonio Pedro Falcón, vecino de El Palmar casado con Isabel Suárez y Gil.

De esta rama procede Juan González Falcón, bautizado el 14 de septiembre de 1635, Sacerdote después de viudo, ostentando el cargo de Canónigo Doctoral de la Catedral; fundó un mayorazgo con todos sus bienes, en el que incluyó la ermita de San Isidro edificada a su costa; el cortijo de este nombre perteneció a la familia.

Los descendientes de los Falcón de Teror enlazaron con los Bethéncourt de la rama del normando Juan de Bethéncourt, con la familia Llarena, con la de Castillo Olivares, con la de León, Massieu, Matos; el ilustre Don Leopoldo Matos Massieu, ministro de la Corona tenía sangre de los que por las brumas del siglo XVI vivieron en la Cuesta Falcón»  (HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, 2001, p. 137 ).

Pero conozcamos algo más del antes mencionado Juan González Falcón, que fue conocido como Canónigo Falcón en el Cabildo Catedralicio, quien puede ser sobrino de la mencionada Catalina Falcón origen del topónimo.
 
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«Juan González Falcón es un personaje excepcional del siglo XVII grancanario. Nacido en Arucas, conoció todos los estados de vida pues fue soltero, casado, padre, viudo, canónigo y sacerdote. Veamos primero su partida de bautismo:

“Juan, hijo de Isidro González y su mujer María Falcón fue bautizado en catorce día del mes de septiembre deste año de mil seiscientos y treinta y cinco años bautizole yo el cura Ojeda fue su padrino el alferes Manuel Álvares vecino de Arucas tiene óleo y crisma y lo firmo Juan Peres de Ojeda”.

Tuvo cuatro hermanos, Juan de Remont, capitán y mercader, Pedro, capitán, Salvador, ausente de la isla, y Ana, monja bernarda. Juan González Falcón estudió leyes, doctorándose en Derecho Civil y más tarde en derecho canónico.

Juan González Falcón casó en 1666 con Ángela de Arnao y Llano Valdés, de noble familia. Tuvieron un único hijo llamado Juan Silviano Falcón Valdés. A los tres años y seis meses de casado, don Juan quedó viudo. Este hecho hizo cambiar su vida, optando por el estado eclesiástico. Fundó el mayorazgo de San Isidro de Teror y su ermita, que heredó su hijo. En junio de 1671 el rey le concedió la canonjía de doctoral que previamente había solicitado. Fue ordenado de presbítero el 26 de diciembre de 1671. Como doctoral de la catedral tuvo una actividad ingente, llevando todos los pleitos del cabildo, incluso con la curia y el obispo. También fue mayordomo de la iglesia de Nuestra Señora del Pino de Teror en los años 1675 y 1676 y nombrado visitador de Teror, Arucas, y San Lorenzo a la muerte del obispo García-Jiménez, acaecida en mayo de 1690. Don Juan falleció el 26 de agosto de 1693 en su hacienda de San Isidro de Teror» (SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, 2013, p. 165)

En relación con su hijo y heredero de su vínculo de bienes, tenemos algunas noticias de su relevancia social:

«Le sucedió en ese mayorazgo su único hijo D. Jacinto Silviano Falcón y Valdés, nacido en Las Palmas el 17 de Febrero de 1669, fue regidor perpetuo en la Gran Canarias capitán de milicias del regimiento provincial en Las Palmas, alcaide del Castillo de Ntra. Sra. De La Luz y Teniente Coronel de las milicias referidas. (“Nobiliario” pág. 136 y 137, Tomo VI » (QUINTANA MIRANDA, 2012, p. 27).

La canonjía que obtuvo por disposición del rey Carlos II, siendo alcalde real de Arucas su hermano Pedro González Falcón, fue recibida con recelos en el cabildo catedralicio, donde luego en escaso tiempo prosperaría por sus conocimientos en leyes, llegando a ostentar la máxima confianza episcopal, según resulta de los extractos de sus acuerdos:

18 de enero de 1672 núm. 1.846 «Que se permita al señor canónigo doctoral Falcón reciba el título de provisor, pero sin ejemplar ni derogar la bula de Urbano 8º que lo prohíbe (No admitió)».

4 de abril de 1672 núm. 1.850 «Recusación de los conjúdices por auto del señor provisor; y nombramiento de los señores maestreescuela y canónigo Falcón» (VIERA Y CLAVIJO, 2007, p. 259).

9 de enero de 1673 núm. 1.867 «Conjúdices, los señores chantre Alviturría y canónigo doctoral Falcón» (IBÍDEM, p.261).

7 de enero de 1687 núm. 2.016 «Conjúdices, los señores chantre Ponte Molina y canónigo doctoral Falcón» (IBÍDEM, p. 280).

Lo encontramos también dirimiendo los problemas y conflictos de protocolos con repercusión social que acontecían dentro del ámbito eclesiástico, recibiendo la máxima confianza en los “secretos del cabildo catedralicio” para requerir satisfacciones en estos lances:

26 de marzo de 1674 núm. 1.891 «En este día se trató del caso sucedido en el monasterio de las monjas de San Bernardo, estando convidados los señores capitulares a la exploración de unas religiosas hermanas del señor prior Manriques y prevenídoseles sillas para sentarse, al llegar al dicho monasterio las encontraron en la calle. Se mandaron entrar, pero llegó al mismo tiempo el provisor con sus ministros para estorbarlo. El señor deán, a nombre del Cabildo, se lo protestó en forma, requiriéndole con las reales cédulas para que no ocasionase escándalos, ni perturbase la posesión, y apelando de cualesquiera censuras o penas, etc. Procedió, no obstante, el dicho provisor con violencia a impedir el uso de las sillas; pero los señores capitulares se sentaron. Dentro de un gran rato volvió un notario con un cedulón en la mano publicando por excomulgados a los que estaban sentados en ellas, y el señor deán volvió a apelar y a protestar la nulidad. El provisor hizo, en fin, sacar de la iglesia las sillas que habían ocupado los prebendados, pero no las de los seglares y religiosos.

El Cabildo, pues, acordó pasadas todas las irregularidades y nulidades de semejante exceso del provisor y que dicho señores capitulares no se diesen por incursos en las censuras; que se diese cuenta al señor obispo por medio de mensajero; se recusase al dicho provisor (capellán real, que “había llevado calabazas” en la oposición a la doctoral); y, finalmente, que pasase a la Corte el señor D. Juan González Falcón a dar cuenta a Su Majestad con instrucciones secretas, etc., etc. También, se dijo que se desfijasen cuantos cedulones se encontrasen» (IBÍDEM, p. 264).
 
Siempre esmeró su imagen pública el doctoral Falcón, con reciprocidad entre sus villas preferidas, y así conocemos que regaló a la parroquia de San Juan Bautista de Arucas

«una casulla y ornamentos acompañantes [estola y manípulo de tela de guarnición de oro fino aforrada de tafetán carmesí de granada], de tela blanca guarnecida de oro, para usarse en las fiestas del Patrono y de la Virgen del Rosario en las funciones que se celebraren en el altar mayor; y si se faltare á estas condiciones, que pase la casulla á la iglesia de Ntra. Sra. del Pino»,

y también otra donación a la parroquia de Teror

«Una alfombra nueva con que sirve a Nuestra Señora […] con calidad de que solo ha de servir a las festividades de Nuestra Señora en esta su iglesia, sin que salga de ella ni que sirva a cosas profanas, y constando sacarse de la iglesia y servir fuera de ella pase al señor San Juan Baptista de dicha villa de Arucas».

Hemos de mencionar también, un año antes de su fallecimiento, muy próximo a uno de esos enigmáticos hechos que podía presuponerse como milagrosos y que tenían gran notoriedad pública, si bien pudieran tener su explicación en el resecado de la madera de la imaginería, hecho acontecido el  13 de marzo de 1692 del “Sudor de la imagen de san Juanito”:

Vista (jfemedenruta.blogspot-com)
«“Yo Salvador Gómez Montero y Betancurt, presbitero, Notario Mayor de este Obispado, certificado, doy fe y verdadero testimonio a los señores que la presente vieren cómo hoy, que se cuentan trece de marzo de este presente año de mil seiscientos y noventa y dos, a las nueve de la mañana, poco más o menos, estando yo el Notario junto a la puerta, por donde se sube al órgano de esta Catedral, vi que iban aprisa algunos capellanes y personas seglares para la nave de San Sebastián (evangelio) habiéndose acabado de cantar un aniversario en la Capilla de Sor. San Gregorio Papa, que es la primera colateral del lado del evangelio de esta dicha Catedral, me fui para dicha parte y, habiendo llegado a la dicha Capilla de Sor. San Gregorio, hallé que muchos señores capellanes y seglares estaban arriba en el altar, y preguntando que qué había allí, 

me dijeron que la imagen de Sor. San Juan Baptista, de hechura de bulto Niño, estaba sudando, y subiendo yo el Notario a dicho altar, vi que entre los señores que estaban en el concurso era uno el Señor Doctor don Juan González Falcón, Canónigo Doctoral de esta Catedral, que estaba limpiando algunas gotas de sudor que tenía dicha imagen de Sor. San Juan en el rostro, y asimismo vi que el Señor Doctor Don Juan de la Barrera, Arcediano de Tenerife Dignidad en esta dicha Catedral, limpió del rostro de dicha imagen otra gota, y que el Lido. don Juan Leal Cabeza, abogado de la Real Audiencia de esta isla y Capellán de su Majestad en esta Catedral, estaba limpiando con un purificador algunas gotas del dicho sudor que, al parecer, eran como gotas de cuerpo humano, asimismo otros señores y capitulares hicieron lo mismo, lo cual duró por tiempo de un cuarto de hora, poco más o menos, y dichos señores capitulares mandaron poner dicha imagen de San Juan y la del Niño Jesús, que se habían puesto en dicho altar de San Gregorio para adorno de la fiesta que se había celebrado el día de ayer, que se contaron doce del corriente, en el altar mayor …”» (CAZORLA LEÓN, 1992, p. 153).

Esta amplia información sobre el canónigo doctoral Falcón, tiene por fin el conocimiento de su personalidad, pues aun respetando las tesis antes recogidas del posible origen del topónimo, consideramos que la notoriedad del lugar y atajo del camino Real que dio lugar al mismo no se deba a la circunstancia de que su tía Catalina Falcón pudiera vivir y tener tierras en el lugar, pues son más relevantes los muchos traslados que por estos caminos Reales realizó el canónigo Falcón. Y no lo es exclusivamente por su condición de visitador de las parroquias de Arucas, San Lorenzo y Teror.

Es importante para sostener esta tesis la trazabilidad que nos deja la huella del canónigo Falcón y de sus recorridos habituales, pues por todos los lugares que transitaba fue descubriendo posibilidades de adquisición de buenas tierras y aguas, y así llegó a tener un amplio patrimonio que vinculó en su mayorazgo (SUÁREZ GRIMÓN, 1987, Apéndice Dctal. p. 56), todas ellas de gran interés agrícola y de esta gran actividad económica que se encomendara a san Isidro, además de la onomástica de su padre, y más allá del fervor, la erección de su ermita que «supone un intento por imprimir mayor carácter a una gran propiedad» (IBÍDEM, p. 816).

Y así vemos, al margen de sus casas en el Real de Las Palmas, la localización de sus propiedades agrarias consecuencia de sus frecuentes itinerarios:

En San Lorenzo, 257 fanegadas, 7 celemines y 2 cuartillos de una «Hacienda y cortijo con diferentes casas, tierras labradías y montuosas, bajo de riego y "secano", con diferentes árboles frutales, y 2 1/2 días de agua con sus noches del Hto. del Dragonal».

En Teror, 6f. y 4cls. de «Terreno en los Llanos de Roque»; 14f. y 3cts. de «Suertes de tierra labradía, manchón y riscos en las Cadenas (Arbejales)»; 3f., 11cls. y 2cts. de «Cercado de tierra labradía, manchón, riscos y "arrifes" en la Degollada (Arbejales)»; 3f. y 6cls. del «Cercado en el llano de Porras ("Llano de D, Jacinto") con 2 días de agua de la Acequia del Álamo en el Pedregal»; 55f., 3cls. y 2cts de «Hacienda de árboles y tierra labradía con fuentes, casas y ermita en San Isidro»; 7f. y 3cts. de «Hacienda con árboles frutales, tierra labradía con 6 días y sus noches de agua del Barranquillo de la Fuente de Ortiz y 1 de la Acequia Real de los Llanos con casas de alto y bajo en el Callejón de las Palmas»; 32 f. de «Tierras labradías y "arrifes" en los "Granadillares"»; 3f. y 2cts. de «Cercado labradío con "arrifes" denominada "Fuente de San Vicente" en el Palmar»; 3f. y 10cls. «Cercado frente al anterior denominado "Cueva Morena" en el Palmar»; 7f. de «Suertes de tierra denominadas "Llanos de las Eras" en el Palmar».

En Arucas, 11 f. y 10 cls. de «Tierras de riscos y "arrifes" en "Enrique Yánez"».

Y, en la Vega de San Mateo, 48 f. y 3 cts. de «Hacienda denominada Collado con sus casas, estanques, una fuente y manantiales».

Silla de manos
Hemos ordenado la mención de sus propiedades siguiendo los caminos Reales desde San Lorenzo a Teror, de Teror a la Vega de Arriba y de Teror a Arucas, de forma que pueda apreciarse que todas ellas están a su paso.

Pero además hemos de tener en cuenta que el mayor exponente del significado etimológico del genérico topónimo “cuesta”, viene dado por las condiciones especiales de su salud que conocemos de los extractos de los acuerdos del cabildo catedralicio:

29 de marzo de 1674 núm. 1.894 «Habiendo renunciado el señor canónigo doctoral Falcón la diputación a la Corte por su achaque del pecho, nombró el Cabildo al mismo fin al señor deán D. Diego Romero Botello, quien lo aceptó, y se le mandaron dar letras de tres mil pesos».

Su “achaque del pecho” que pudo impedir las grandes caminatas que debió hacer en los dos años siguientes como visitador a las tres parroquias antes dichas, debieron obligar a la necesidad de desplazarse en “silla de manos”, lo habitual siglos atrás, que no es otra cosa que una silla o cabina rodeada de ventanas para un solo ocupante, con andas que eran llevadas al hombro por al menos dos porteadores delante y dos detrás, conocidos como “hombres de silla”.

Hemos de imaginar el esfuerzo físico que “cuesta” a los portadores de la “silla de manos” del canónigo Falcón bajar o subir desde El Faro a Quebraderos, o viceversa, tanto por su peso como por su volumen y el plano inclinado del resbaladizo camino, hecho que no pasaría desapercibido por los lugareños para recordar el atajo en su memoria.

Localización (IDE Gran Canaria)