domingo, 17 de febrero de 2013

ARTAZO, BARRANCO Y LOMO DE (GÁLDAR)



Actualización: 24-abr-2016
Topónimo aborigen con el que se conoce el lomo y el barranco que discurre junto al mismo, situados en los altos de Gáldar, lindando al noroeste con los Llanos de  Samarrita y la montaña homónima, al naciente con el Llano del Saucillo y la Hoya de Los Cardos, al sudeste con las tierras rojas del Lomo de la Almagra y al sur con Bracamonte. A su poniente queda el Roque Maninidra que cuelga sobre un andén sobre el Valle de Agaete.

Panorámica (timple)
La más antigua referencia documentada del lugar  la encontramos en la data solicitada por Pedro de Lepe el 17 de diciembre de 1535, cuando al describir las tierras que pide al Consejo dice:

«... camino del Agua del barranco que llaman Ançofe, esta una tierra de sequero que a por linderos de la una parte de abaxo el derrombadero (con .. lançe) de la dicha agua con el barranquillo que haze lynde entre la dicha tierra e tierras de Ynes Trellez, muger de Anton Lopez difunto que dios aya. E por la parte de arriba los Riscos e cabeços que penden sobre las dichas tierras, de la parte del camino que va de Galdar para ArtaçoE de las otras partes tierras realengas. La qual dicha tierra ovo Ysabel de Losena mi hija difunta...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Del subrayado de la descripción del peticionario de la data parece desprenderse que el lugar de "Artaço" se encuentra inmerso en las tierras de baldíos de realengo, si bien señala como linderos las tierras de Ynes Trellez, viuda de Anton Lopez, de quien sabemos que es descendiente del Guanarteme.

Vista del lugar entre el Roque Maninidra y la Mª Samarrita,
desde Lomo de Almagra (Google earth)
«Mejor suerte corrieron los familiares más cercanos a Don Fernando Guanarteme que, como en el caso de Antón Guanarteme –también conocido como Antón López- consiguieron retener sus propiedades, integrándose en la vida económica del noroeste grancanario como pequeños y medianos propietarios de tierras y ganado. Antón López en los inicios de la década de 1530 fué un reputado vecino de Gáldar que no dejaba de asistir a la misa dominical en la parroquia de Santiago y estar presente como testigo en los pregones de repartimiento que se voceaban a la salida de los servicios religiosos.

En cambio, cuando las tierras tenían un alto valor en el mercado inmobiliario de principios del XVI los canarios no consiguieron retenerlas bajo su propiedad y se vieron obligados a enajenarlas, particularmente si su adquisición se había producido a través de cartas de dote a mujeres indígenas» (BETANCOR QUINTANA, G.: Los indígenas en la formación de la moderna sociedad canaria. Integración y aculturación de canarios, gomeros y guanches, 1496-1525. Tesis doctoral inédita. ULPGC, 2003).

Hemos de esperar algo más de un siglo para que nos aparezcan documentadas como propiedades privatizadas, en concreto en el testamento 7 de julio de 1663 de Antonia Cabrejas Figueroa, viuda del Capitán Blas Bethencourt, quien dice ser propietaria de un «Cortijo de tierras en Artazo de 83 fanegadas, 7 celemines y 2 cuartillos y otro Cortijo de tierras en Maninidra» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).


Tierras rojas del Lomo de Almagra (F78)
Por la misma fuente bibliográfica sabemos, que en su escritura de vinculación de bienes de 29 de enero de 1704, los hermanos Francisco Golfos de la Puerta, licenciado, canónigo y juez subdelegado del Tribunal de la Sta. Cruzada, y, Petronila Golfos de la Puerta, viuda del capitán Francisco Espinosa Montero, dicen ser propietarios de un «Trozo de tierra de "secano" denominado "Artazo"» de 10 fanegadas y 11 celemines.

También nos documenta la desamortización de una propiedad del Convento de San Bernardo, por compras del 2 de octubre de 1761 y 27 de septiembre de 1769, adjudicada por deuda de censos el 4 enero de 1724, propiedad que es subastada cuya descripción dice «Cortijo Maninidra en Artazo de pan sembrar y arrifes» de 48 fanegadas, que es adjudicado en el remate de la desamortización a Francisco Armas de Agaete el 29 de enero de 1842 por 90.150 reales de vellón.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
 

viernes, 15 de febrero de 2013

APUPÚ, PUNTA DEL CERRO DEL (S. BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Actualización: 2013/06/14
Topónimo con el que se conoce un cerro y su punta situado al naciente del barranco de Fataga, entre la Mesas del Corralillo y la Mesa de la Sabinilla, conformando un interfluvio entre el barranco del Cañizo y la Cañada de los Pajaritos. Nos encontramos en un amplio territorio donde concurren las elevaciones características del relieve meridional grancanario que aquí llamamos lomos, mesas y morro y que conforman los interfluvios de barrancos y antiguas cañadas que siglos atrás llevaban las aguas de la antigua Sierra al mar siguiendo la coincidente dirección Norte-Sur y erosionando el viejo relieve. 

 
Apupú (avesencanarias-blogspot)

Al margen de la belleza del territorio más antiguo de la isla, probablemente lo más notable de este morro sea el propio topónimo, exactamente un zoo-topónimo que guarda relación con el popular Apupú, ave incluida en el catálogo  de Especies Amenazadas de Canarias, como amenazado de desaparición está también su popular que en esta isla recibe de "Apupú".

Generalmente conocida como "Abubilla" (Upupa epops) es un ave del que Viera y Clavijo (VIERA Y CLAVIJO, J.: Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, Madrid, 1982) destaca que «Su mejor distintivo es el de una hermosa cresta, compuesta de una doble fila de plumas de dos pulgadas en forma de garzota que voluntariamente levanta. Estas plumas son de color rojillo, y todas rematan en una mancha negra. La cabeza, cuello y pechuga son casi del mismo color rubio. Las alas están taraceadas de listas largas, blancas y negras; lo demás del cuerpo es de un blanco parduzco».

 
Ortofoto del morro (Google earth)

La condición religiosa del celebrado autor le redomienda decir de la "voluntariedad" para desplegar su moño, cuando obedece biológicamente al cortejo sexual o cortejo nupcial del comportamiento animal cuando el macho busca apareamiento con la hembra, de coloración algo más apagada que el macho. Su época de reproducción es desde abril a julio, con una puesta de 6-7 huevos en un nido construido en agujeros de árboles y en muros cerca del suelo, del que no limpia los excrementos y desprende mal olor, se cree como protección frente a sus depredadores. La hembra anidada pueden defenderse lanzando un líquido maloliente que produce en una glándula situada en la base de la cola.

Está provista  de un pico largo y curvado que le permite perforar la tierra en busca de gusanos y larvas de insectos en los que basa su dieta. Su  hábitat es de zonas abiertas de clima cálido y seco, de escasa vegetación, con suelos blandos que le permiten su sustento. Su vuelo, que destaca por el color blanco y negro de sus alas, lo realiza en tramos cortos posándose siempre cerca del suelo. 

Apupú con su moña desplegada (aves-silvestres-blogspot)

De los distintos nombres que recibe este animal en península y en Canarias, e inclusive en otras lenguas, se da el denominador común que todos ellos responden a una onomatopeya, es decir se inspiran o interpretan el sonido que emite con su canto, lo que ha motivado los más diversos estudios fonéticos y morfológicos:

«Se ha discutido bastante sobre la etimología de abubilla; según unos investigadores la forma castellana deriva de la latina UPUPA y, según otros, es una creación onomatopéyica romance. En lo que todos están de acuerdo es en tomar UPUPA como onomatopeya. Para Alonso de Falencia "dize se vpupa por el son de su boz". García de Diego registra UP y PUP como onomatopeyas de la voz de la abubilla, de donde "se formó en latín su nombre UPUPA, que ha sido heredado a veces con cambios fonéticos, pero que generalmente ha sido deformada por la onomatopeya viviente". Creación paralela a UPUPA es ULULA 'buho', y el griego epof 'abubilla'» (ACHÚTEGUI, C., ALBALÁ, P. Y RODRÍGUEZ-PONGA, R.: "Los nombres de la «abubilla» en los Atlas Lingüísticos españoles", Archivo de Filología Aragonesa, nº 34-35, 1984)

 
Nido de Apupú (faunanaturaleza-blogspot)

En las demás islas del Archipiélago es conocida como "tabobo" voz que se estimaba era un "guanchismo" aborigen; Viera y Clavijo interpretó como variante de otra ave de La Gomera llamada "tahoce"; y otros menos eruditos han creído que tal nombre se le daba por ser "ta-bobo = ave poco inteligente". No era así, era una corrupción del "abobito" de "abubilla":

Desde abobo se generó el tabobo, que indujo al error de Wölfel. Es, con mucho, la forma más difundida por todas las Islas, pues, aparte su frecuencia numérica, aparece en todo el Archipiélago, salvo en Gran Canaria y el Hierro. Que tabobo no se puede separar de abobo, como éste tampoco de abobito y, a su vez, éste de abubilla, parece evidente, pero ¿y la t- o tu-?.

En efecto, las voces bereberes pueden tener t- (prefijo de femenino) y a- (prefijo de singular), pero tampoco es éste el primer caso en que una voz románica se presenta con formantes extraños a su condición (y recordemos falsos arabismos empezados por al-): tarozo por carozo, tarsuelo por orzuelo podrían ser ejemplos que unir al que ahora gloso.(...) Queda una última cuestión antes de proseguir: las formas castellanas proceden del latín upupa, y este simple hecho nos sitúa ante un claro caso de "onomatopeya desvirtuada por deformación", según la terminología de García de Diego, que ejemplifica, precisamente, con !as siguientes palabras: "el lat. upupa -abubilla- ofrecía sentido onomatopéyico, que lo perdió en el castellano abubilla (ALVAR LÓPEZ, M.: "Tabobo. Un falso guanchismo en las designaciones de la abubilla", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 27, 1981).

 
Con una larva en su pico (aves-silvestres-blogspot)

En la voz APUPÚ que damos en este isla y que no está recogido como canarismo (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010), los recuerdos de la niñez confirman que nuestra expresión es una onomatopeya de su canto. Es inolvidable aquel pareado que entonábamos cuando veíamos uno:


Apupú, apupú,

culo blanco, culo azul

apupú, apupú,

es así como cantas tú.



La abubilla que en la provincia de S.C. de Tenerife llaman "tabobo", en Aragón la conocen como "gurgute", en Galicia "bubela", en Valencia "palput" asociándola al pene masculino, en Murcia "parputa", en Cataluña y Baleares "puput",  y en León como "budibilla", es en esta isla conocida con la voz "Apupú" que tiene similitudes fonéticas a la de otros lugares: «En efecto, en Canarias hay variantes con p y vocal apupú/alpupú que han de relacionarse con otras, como el salmantino pupa, el gallego de Pontevedra poupa, el portugués de Olivenza poipa o el portugués común poupa, que remontan a formas latinas sin diminutivo. También en Andalucía (pueblos onubenses fronterizos con Portugal, ALEA 415), y en algún pueblo de Badajoz, se recoge el lusismo popa, lo que vendría a unir ciertas formas canarias con otras occidentales, según ocurre tantas y tantas veces» (IBÍDEM).

Cabe la conclusión que la voz onomatopéyica "Apupú" que usamos los grancanarios se aproxima mucho a ese repetido canto del ”up-up-up” que determinó el nombre científico "Upupa" epops", del que después surgiera  el diminutivo de "abubilla" (COROMINES, J.: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, 2011), argumento más que suficiente para rescatar y reivindicar su uso en nuestro habla sin temor a pecar de vulgarismo. 



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

martes, 12 de febrero de 2013

ÁNIMAS, CUEVA DE LAS (VARIOS MUNICIPIOS)

Actualización: 2013/03/12
En Gran Canaria, al igual que en otras islas del archipiélago, en siglos pasados fue muy conocido el topónimo de Cueva de las Ánimas, en gran medida olvidados y desaparecidos por la propia evolución de la sociedad, recordados en algunos casos por los más viejos lugareños, y en aquellos pocos casos de los que se tienen noticias de su localización, el topónimo se ha adaptado al nivel de comprensión de los tiempos actuales.


Andas de Ayagaures (Fedac)

En la antigüedad la práctica de enterrar el cuerpo dentro del ataúd, era un lujo que solo se podían permitir los privilegiados económicamente, de ahí que el significado dado por el DRAE al término ataúd sea «Caja, ordinariamente de madera, donde se pone un cadáver para llevarlo a enterrar», de donde su utilidad básica era el traslado del cadáver.

Las Cuevas de las Ánimas surgieron en las inmediaciones de muchos pagos que no disponían de cementerio donde enterrar sus muertos, y cuando acontecía el óbito de un vecino debían llevarlo en "andas", féretro o caja con varas, pues el trayecto a recorrer podría ser dificultoso y largo. Cuando la distancia era mucha surgieron topónimos como "Descansaderos" o similares, donde se realizaba una obligada parada o donde se aguardaba la llegada del cura con la cruz..


Agarraderas andas de Ayagaures (Fedac)
Sea cual fuere las dificultades del recorrido, surgió la costumbre de conservar "las andas" para su utilización con los distintos finados del pago, y a tal fin era utilizada normalmente una cueva natural o solapón situado en un lugar reservado junto al camino hacia el cementerio. Son éstas las que dan origen al topónimo.

Desde la concesión el 22 de junio de 1403 de la primera parroquia de las Islas por Benedicto XIII a Juan de Bethencourt, la autorización conferida lo fue para levantar iglesias, colocar campanas, reconciliar iglesias, administrar sacramentos y poner pila bautismal, y además, construir cementerios. Las familias privilegiadas podían ser enterradas bajo el piso de las ermitas, pero el resto de los humanos lo eran en un "camposanto" donde era depositado el cadáver y se le cubría de cal como medida sanitaria y tierra. La mezcla de la cal con la tierra constituyó el primer "cemento", de donde derivaría el término "cementerio".

El término Ánima, es la voz latina del español Alma, y sus acepciones más próximas al contexto son: la que perdura desde el siglo XV «Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida» (Tesoro de la Lengua Castellana, Parte Segunda ...compuesta por el Licenciado Don Sebastian de Covarruvias Orozco, 1673) y la más moderna que dice «En algunas religiones y culturas, sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos».

Vista en Ayagaures (Fedac)
Desde los primeros tiempos la creencia espiritual se pretendió incluso asimilar al paganismo de los aborígenes canarios. Hay un proceso contra un Juan Bernal, isleño, de La Palma, en los años 1603-1606, porque se decía que hablaba con las ánimas «y que desconjuraba los demonios». El Tribunal de la Inquisición mandó prenderlo, pero no fue posible apresarlo por ser isleño que «anda en los riscos y desiertos, la barba sobre el hombro, con una lanza y un perro, dispuesto a matar al que le llegare...» (FAJARDO SPÍNOLA, F.: "Las Palmas en 1524: hechicería y sexualidad", Anuario Estudios Atlánticos, 1985).

En el Antiguo Régimen surgirían también todo tipo de capellanías y testamentarías que establecían como beneficiarias de las rentas obtenidas de las propiedades sus propias Ánimas a su fallecimiento, bajo la advocación de distintos santos. Con estos recursos económicos se construyeron capillas de Ánimas para las que se encargaban todo tipo de lienzos en los que los pintores incluían entre las muchas Ánimas, las propias de los benefactores del encargo. 


Panorámica Tasartico (Google earth)
Temían  que su Alma vagara en pena en el purgatorio antes de ir a la gloria. Y la Iglesia estableció el "Toque de campanas a cierta hora de la noche, con que se avisa a los fieles para que rueguen a Dios por las ánimas del purgatorio". Surgió así la "hora de Ánimas".

Incluso se propició el mestizaje de culturas bastante distantes entre sí: «En la Cofradía de Animas tenían parte activa esclavos negros, que en la noche de difuntos recorrían las calles tocando una campanilla. Se sostenía gracias al alquiler de todos los utensilios de carnicería, ya que eran dueños de los que existían en Telde, que alquilaban a los matarifes de la ciudad.» (HERRERO, P.: "El banco de las Arcas, de San Juan en Telde", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 29, 1983).


Panorámica Veneguera (Google earth)

Progresivamente fueron asociándose a otras manifestaciones culturales que darían lugar a los Ranchos de Ánimas: «A partir del siglo XVIII, las cofradías de ánimas, aparte otras actividades propias del culto a la muerte (entierros, misas, etc.) y la administración de propiedades, se encargaban a través del rancho, por tiempo de la Navidad, de la recaudación de fondos» SUÁREZ MORENO, F.: "Los ranchos cantadores de Pascua en el Oeste de Gran Canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 44, 1988).

Fue así que estas creencias llevaran al pensamiento de los lugareños en las Cuevas donde se guardaban "las andas" de los finados, vagaban las Ánimas de sus difuntos que daría origen al olvidado topónimo. Si bien se han perdido los vestigios materiales de algunas como la de San Felipe en el barranco de Valerón junto al camino real a Guía, otras tres están documentadas con un topónimo actualizado, dos de ellos no inventariados por el Instituto Geográfico Nacional que describimos por orden alfabético de los lugares siguiendo la ficha etnográfica de Fedac. 


Cueva de la Caja en Ayagaures (Fedac)

La primera conocida como Cueva de la Caja está en Ayagaures (San Bartolomé de Tirajana), conocida como está situada junto a la carretera que va a Ayagaures por el barranco de la Data (GC-504) en el lugar de Cercado de Gil, al lado de una cueva alpendre.

Se utilizó hasta las primeras décadas del siglo XX y es una cueva posiblemente natural, que contiene un "andas" o caja con dos palos para el traslado de uso comunal de aproximadamente 140 centímetros de largo por 50 e ancho (aproximadamente), estrechada hasta los 20 por los pies, y en la parte superior tiene unas puertas con bisagras que permiten la apertura, y agarraderas de metal en los laterales.


Localización en Ayagaures (IDE Gran Canaria)

La segunda conocida como Cueva de los Ataúdes, se encuentra junto a la carretera de acceso a Tasartico (GC-204), a la altura del Laderón de la Umbría, antes de llegar al pueblo. La cueva es prehistórica por concurrir restos aborígenes con sista saqueada y cuevas sepulcrales intactas, ha sido utilizada con posterioridad hasta la primera mitad del pasado siglo XX  para guardar "andas".


Cueva de los Ataúdes de Tasartico (Fedac)

Se trata de una cueva cerrada con muro de piedra seca de grandes proporciones, unido al camino general con un camino en forma de muro ancho, rodeada por otras cuevas igualmente cerradas. 

Se estima de alto valor patrimonial al ser casi únicos en su género en la isla, máxime por su buen estado de conservación y su uso hasta épocas recientes. La zona fue importante lugar de enterramiento aborigen, lo que influyó en su aprovechamiento posterior para los ataúdes que se llevaban a la Aldea de San Nicolás, de donde surgió el topónimo de Las Mordazas que hace referencia a los restos momificados encontrados.


Localización en Tasartico (Espacios Naturales de Gran Canaria)

La última es conocida e inventariado el topónimo como Cueva del Aire, posiblemente debido a la ventilación que la misma ofrece al ser artificial en lo alto de un lomo, se encuentra próxima a la carretera de Acceso a la playa de Veneguera (GC-206), cerca del lugar de la Huerta Vieja por camino real de Veneguera a Mogán.


Cueva del Aire de Veneguera (Fedac)

La cueva se utilizaba para guardar el único ataúd que existía en Veneguera y que utilizaban todos los fallecidos, ya que se enterraban directamente en la tierra. La cueva es de planta rectangular con muros realizados con piedras de mediano y gran tamaño unidas con argamasa, y techumbre a un agua realizada a base de vigas de madera, cañas y torta de barro, con suelo de tierra apisonada y paja, cerramiento con una puerta de madera.


Localización en Veneguera (Espacios Naturales de Gran Canaria)