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miércoles, 12 de junio de 2013

ROQUE, LLANO (TEROR)

Actualización: 2013/07/03
Topónimo muy desconocido para las nuevas generaciones que viven en su localización, en el entorno de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, el núcleo con mayor población de toda la cuenca de Los Arbejales
 
Llano Roque o Sagrado Corazón (PlayaMelenara-com)
Como ya hemos dicho en la entrada a este blog del topónimo Los Arbejales, muchos son los que confunden las localizaciones de los antiguos topónimos, con el nuevo de Sagrado Corazón, que se circunscribe al caserío que en la antigüedad era conocido como Llano Roque, topónimo que aún mencionan los más viejos lugareños.
Los dos topónimos (IDE Gran Canaria)
Pb. Juan González Hdez (Fedac)
Dejando por entendido que el topónimo de Los Arbejales corresponde a todo el valle que riega el barranco homónimo, probablemente la superposición del topónimo nuevo sobre el antiguo comienza en la primera década del siglo XX cuando el entonces párroco de Teror Juan González Hernández concluye la actual iglesia bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, que sustituiría la pequeña y antigua ermita para atender a los numerosos vecinos que poblaban el valle, que alcanzaba tal entidad que demandaba su constitución en parroquia independiente de la Villa Mariana (SUÁREZ GRIMÓN, V.: “Llano Roque. Origen y desarrollo de un núcleo de población”, Diario de Las Palmas, 1-jul-1978).
Pero no será exclusivamente el deseo de disponer de parroquia independiente y su advocación lo que permitirá arraigar el nuevo hagio-topónimo, pues además la carretera de acceso al lugar (GC-424) se rotulará y señalará como "Carretera del Sagrado Corazón", circunstancia que tendrá oficialidad con su aparición en la cartografía del Instituto Geográfico Nacional, que pudo estar auspiciado, como ocurriera con otros muchos antiguos topónimos cuando algunos "ilustrados" de la dictadura franquista en la marea evangelizadora decidieron santificarlos, si bien alguien más atinado decidió mantener en igual lugar el antiguo topónimo de Llano Roque.
Ermita y nueva iglesia (Parroquia Sagrado Corazón)
El origen del antiguo topónimo es en realidad un antropónimo, que curiosamente no se trata de ningún ateo. Se trataba del licenciado y coadjutor Roque Pérez de Quevedo, propietarios de tierras en este llano quien debió donar sus bienes por testamento a la Fábrica de la Parroquia de Teror.

Escasas son las noticias documentadas que se tienen del licenciado, salvo que «Un coadjutor el licenciado Roque Pérez de Quevedo, que lo fue durante los años 1662-1686 », y que por los libros de matrimonios y bautizos de la parroquia de Teror se conoce que era propietario de una esclava llamada Jerónima, que se casó el día 26 de febrero de 1683 con el también esclavo Francisco, propiedad del Capitán Lorenzo Muñoz, y que tuvieron una hija bautizada Isabel el 13 de enero de 1684 (TRUJILLO YÁNEZ, G.A. Y RODRÍGUEZ PÉREZ, M.A.: "Los otros terorenses. La población esclava de Teror en el siglo XVII", XVII Coloquio de Historia Canario-Americana, 2006).
Vista actual (Google earth)
Se conoce igualmente que estas tierras permanecieron como propiedades eclesiásticas mientras tanto la parroquia de Teror no tuvo problemas económicos, y serían vendidas a censo redimible en 1713:  

«También puede suceder que la necesidad de dinero líquido obligue a la institución a desprenderse de la propiedad de sus bienes. La fábrica parroquial de Teror nos sirve de ejemplo, puesto que, hasta mediados del siglo XVIII los bienes que se le adjudicaban eran vendidos para imponer a censo su producto o bien eran cedidos a censo redimible o perpetuo» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

De alguna forma sería un párroco de Teror quien en los primeros años del siglo XX restituyera al lugar una propiedad eclesiástica con la construcción de la Iglesia del Sagrado Corazón.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

domingo, 16 de septiembre de 2012

TORRE AMARILLA, LA (TEROR)

Según cuentan las crónicas el 3 de abril de 1684 el pino de la Villa de Teror cayó a tierra. Momentos antes, se habían retirado las campanas que colgaban de sus ramas para servicio de la pequeña iglesia que, a unos pocos metros del tronco del árbol, guardaba la imagen de la Virgen.
Días y noches de más de trescientos años (Rafael Peñate Navarro)
El pino sagrado se usaba también como campanario y su caída obligó a que los vecinos de Teror construyeran la Torre Amarilla para colocar en ella sus campanas, obra que terminaron en 1708.

Hace más de trescientos años que la Torre Amarilla es algo más que un bello campanario que resiste a los deslizamientos del terreno y a los temporales. Si  todos los «caminitos de Teror» nacen en cualquier parte de esta redonda isla, cuando se llega a Teror hay un indiscutible punto de encuentro: "al pie de la Torre Amarilla". Posiblemente fué aquí donde Miguel de Unamuno pensó «...Teror, la villa recogida y plácida, que sueña entre sus montañas» (Por tierras de Portugal y España).
Archivo fotografico de Fedac
Escaleras (Pérez Rguez M)
Las obras de la nueva torre-campanario, copia de la desaparecida "torre de caracoles" que por entonces jalonaba la fachada de la Catedral de Santa Ana de la Ciudad, marcando su estilo gótico manuelino portugués, debieron de comenzar poco después, pero su construcción fue lenta, al depender de las aportaciones de los vecinos.

Fue construida en piedra de Teror, cantería de tonos ocráceos que van del rojo al amarillo y que terminó por bautizar la nueva torre con su color.

Según consta en acta del Cabildo Catedralicio, el 27 de noviembre de 1708 estaba terminada y el vecindario terorense elevaba al mismo una solicitud de ayuda para acabar de pagarla.

Vista(zelaznog159.blogspot)
Asimismo, el historiador Fray Diego Henríquez deja constancia en 1714 de que «… los vecinos de aquel pueblo con su trabajo y algunas cortas limosnas, y la solicitud de el Pr. Don Juan Rodríguez, Cura de aquella Parroquia, (...) ahora nuevamente han hecho y costeado una muy buena torre a las campanas de fuerte y durable canto de color amarillo, (…) que ha sido de mucho lucimiento al templo…».


Permaneció unida a la segunda iglesia. En 1760 se inician los trabajos de la tercera y actual iglesia, según decisión del obispo Fray Valentín de Morán y Estrada.

El arquitecto de la misma, el coronel Antonio de la Rocha, decidió, con muy buen acierto, respetarla y acoplarla al nuevo edificio, haciendo que de esta manera la torre adquiriera un valor añadido, al ser el nexo de histórica y emotiva unión con el pasado de la advocación mariana del Pino y hasta de la misma Villa.

Su arquitectura muestra la magia de los siete octógonos que la configuran hasta la cúspide, aportándole cierto aspecto esotérico y prodigioso.

Quizás se deba a ello el milagro que se recoge sobre un fortísimo temporal de viento que arremetió contra la isla poco después de concluirse la torre y que movió la piedra de remate, donde se asienta la veleta. La piedra amenazó con caerse sobre la iglesia, pero, al final, según la leyenda, quizás por protección divina, volvió ella sola a colocarse en su lugar.

Detalles de interior y exterior (Pérez Rguez M)
«El atemperado juego de sus geométricos cuerpos octogonales, que culminan en un piramidal remate, expresa plásticamente el simbólico ideario que, a lo largo de los tiempos, tracistas, instituciones, prelados y vecinos de Teror quisieron imprimir  a este santuario, tendente a configurar esceneográficamente un relevante ámbito sacro-popular que enalteciera el lugar de la milagrosa aparición de la imagen sobre el legendario pino» (HERNÁNDEZ SOCORRO, MR. Y CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ, J.: "El patrimonio histórico de la Basílica del Pino de Teror", Cuadernos de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Gran Canaria, nº 5, 2005).

Sin duda es el único lugar de la isla que no precisa de plano de localización, de brújula para llegar hasta ella. Muy cerca de allí "Candidito" entonaba su hermosa isa de corazón eterno con el fondo musical del tañer de las campanas, allí donde cada año revalido el mío depués de un largo caminar.



Mi corazón es un niño

que siempre llorando está,

y si le muestran cariño

más sentimiento le da.



jueves, 13 de septiembre de 2012

TEROR

Topónimo aborigen con el que es conocido el municipio de las medianías septentrionales de la isla, situado a 18,6 kilómetros de la capital provincial e insular, después de la construcción del nuevo viaducto sobre el barranco homónimo, en una altitud media de 543 metros sobre el nivel del mar, y de 25,70 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 1,6% del total de la isla.

Panorámica (Spanien Bilder)
Teniendo en cuenta su origen prehispánico en el poblado de Guanchía y las remotas noticias en cuanto a la aparición de la Virgen del Pino en el lugar de donde le viene la notoriedad en las crónicas, se considera que es uno de los núcleos de población más antiguos de la isla, si bien con muy escasa población, pues el poblamiento más importante en el actual conjunto urbano se produjo por familias acaudaladas durante el siglo XVI.

Las primeras datas en su territorio son las regularizaciones de las tierras roturadas para los cultivos, lejos del núcleo de la capital municipal, como ejemplo la petición de Jorge Fernández del 10 de enero de 1530, en la que solicita:

«...en termino de (Te)rore tengo yo unas tierras de sequero y en las cabeçadas dellas un pedaço de tierra en que puede aber seys o siete fanegas de senbrad(ura) poco mas o menos  que an por linderos de la una parte tierras de H(ern)ando Bachicao ede la otra tierras que fueron de Ganboa e que son ago del bachiller Brolio. E por baxo con mis tierras ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Panorámica de 1893 (Norman Carl - Fedac)
Con estos mismos argumentos de regularización aparece la primera data de una familia acaudalada, concretamente cuando Juan de Villanueva el 28 de noviembre de 1544, manifiesta al Cabildo General:

«...que a mas de veynte años que yo tengo e poseo en Terore çinquenta fanegadas de tierras donde dizen los Arvejales, que an por linderos tierras mias que ove de Anton del Hoyo e con tierras mis entre dos hoyas por un lomillo e de tierras que fueron de Pedro de Avila por un barranco hondo abaxo seco que va de unos andenes donde nacen unos juncos a dar en el barranquillo que viene de tierras de Juan Nieto e de Pero Vaez, las cuales dichas tierras yo ove comprado de Domingo Gonzlaqez a casa de Juan de Ariniz escrivano mayor del cabildo e no se halla, suplico a vuestra señoria pues yo compre las dichas tierras como estoy presto de dar la ynformaçion e las he desmontad e aprovechado ma hagan merçed de darme nuevo titulo dellas porqeu yo tengo muchos hijos gracias sean dadas a Dios e me conviene que les quede titulo de las dichas tierras que compre ...» (Ibídem).

A finales de dicho siglo XVI llega a las posesiones de Teror el Capitán de Milicias del Regimiento de Guía, Regidor Perpetuo de la Gran Canaria y Alcaide del castillo principal de Nuestra Señora de la Luz Blas de Quintana y Cabrera por su matrimonio con Isabel Pérez de Villanueva Peñaranda y Campos, primera Camarera de Nª Sª del Pino, descendiente de los que se consideran primeros pobladores o fundadores del actual casco histórico de la Villa Mariana.

Panorámica de 1910 (Kurt Herrmann - Fedac)
Blas de Quintana es de la saga de los Quintana galdenses, descendientes del conquistador Juan de Soria que se casó con la indígena María González Maninidra, hija del famoso Guayre, que había sido beneficiado con muchos repartimientos en Gáldar.


La historia de la Villa está unida a la aparición de la imagen de la Virgen del Pino, pues desde el siglo XV se la considera Villa Mariana al ser la sede de la Patrona de la isla. Además de ser el centro de peregrinación de la isla, su desarrollo está totalmente ligado a la agricultura y la ganadería, lo que provocó un gran crecimiento demográfico y social entre los siglos XVI y XVIII.

En este último siglo, la producción de nuevos cultivos como la papa y el millo, provocó una situación de prosperidad. El esplendor económico de la época tuvo su reflejo en la arquitectura, puesto que a partir de ese momento se construyeron muchos de los edificios emblemáticos.

Teror cerealero de 1890 (Fedac)
Es también en el siglo XVIII cuando surge en Teror uno de los mayores conflictos sociales de su historia debido principalmente al reparto de aguas entre los vecinos de Teror y los de Valleseco, que en aquel entonces integraban el mismo municipio.

A estos conflictos se añaden en la misma época, las protestas de los vecinos de Moya y Guía,  originadas por el protagonismo asumido por el presbítero de Teror Pedro del Castillo que se oponía a las medidas liberales nacidas de las Cortes de Cádiz para el reparto de las tierras de baldíos en la Montaña de Doramas a los residentes "sin tierras" en los nuevos municipios constitucionales .

Calle de la Herrería (1910 Kurt Herrmann - Fedac)
Los días 12 y 13 de abril de 1814 se monta una asonada que «... por influxos secretos todo el pueblo de Teror (se subleva) y dirigióse a la jurisdicción de Moya para, destrozar las sementeras y hacer otros estragos muy propios de tales acontesimientos, y si bien se retiraron sin otra contienda personal» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987). 

El centro de la asonada fue Teror, pero participaron también vecinos de Firgas y Arucas, siendo detenido el alcalde de Arucas, Pedro Castellano, que por motivos de salud fue encarcelado en las casas de Francisco Díaz, vecino de la Ciudad.

En 1816 decía el síndico de Moya que el origen de la oposición al reparto se encuentra en la actitud «de algunas personas poderosas con el objeto de ser ellos los únicos representantes del pueblo y que en sus casas se refundan las riquezas de toda, la isla, avasallando por este medio a los pobres que no tubieron fortuna de heredar vinculos ni mayorasgos». 

Las personas poderosas a las que hacía referencia el síndico son Pedro Castellano, alcalde de Arucas, Pedro de Alcántara Déniz, administrador del Mayorazgo de Arucas, y el Presbítero también de Teror Pedro del Castillo. 

La extraña alianza de estos tres "pedros" dicen que la hacen en defensa de la naturaleza, del bosque de la Montaña Doramas, y por ello se oponen a toda concesión a particulares. Ocultan que obedecen el mandato de los verdaderos poderosos que mantienen su anonimato para así seguir aprovechándose de la propiedad pública y cortar los palos y "jorcones" que necesitan para sus parrales.

La propiedad de la tierra y el agua jugó un papel importante en la historia de la Villa, ya que es la base económica de este municipio en el siglo XIX. A partir de 1835, adquiere un protagonismo político y social, tras implantarse el modelo municipal surgido en las Cortes de Cádiz de 1812.
Vista aérea de la Basílica (fotosaereasdecanarias-com)
Su condición de Villa Mariana hace ineludible hablar de su basílica, que tiene su propia historia nacida en el siglo XV. El estado ruinoso de la primitiva ermita de una sola nave, construida hacia 1481 junto al pino donde, según la tradición, apareció la Virgen, motivó la construcción en 1600 de una iglesia con tres capillas, camarín y coro. Más tarde en 1708, se le anexionó la Torre Amarilla.

Las obras dirigidas por el ingeniero militar Antonio de la Rocha entre 1760 y 1767, concluirán en un edificio de planta basilical con tres naves, la central más ancha que las laterales, separadas por una arquería de arcos de medio punto y cubiertas a dos aguas. La planta presenta la novedad del camerino de la Virgen, situado tras un altar barroco y con un espléndido artesonado mudéjar.


Para financiar las obras del nuevo templo, se solicita, en 1767, por el párroco, el alcalde y los vecinos de Teror, al Comandante General de las islas una limosna «… para continuar el templo que se esta fabricando a Maria Santisima con el titulo del Pino…», demanda que dará origen a la data real de la Virgen que es concedida por Carlos III en dinero y tierras en el barranco de la Virgen para proveer de recursos a la fábrica de la parroquia.

Interior Basílica (aerferaer)
El alzado principal se compone de dos cuerpos que se diferencian por su composición, elementos de lenguaje y por el color de la piedra. Los elementos ornamentales del cuerpo principal son barrocos y se mantiene cierto atavismo en la alternancia del paramento con la piedra. Sin embargo, hay elementos novedosos, como la ventana central que dobla la cornisa.

Este alzado se articula en vertical a través de pilastras, dando lugar a una composición tripartita en la que destacan el cuerpo central por su proporción, la dimensión del cuerpo puerta-ventana en un mismo paño de cantería, el remate con un paño de cantería entre ménsulas y el campanario.

Además de todos los elementos compositivos del alzado, también están fabricados en cantería el zócalo, las pilastras en esquina, la cornisa y el paño bajo esta, la balaustrada entre pretiles y los jarrones. Todos los huecos del alzado principal son de medio punto y se le superponen otras líneas con cornisamiento, que dan ese carácter ornamental al alzado.


El papel representativo del alzado tiene que ver con ceremonias dedicadas a la patrona en el exterior del templo, de ahí que la fachada juegue a ser el escenográfico telón de fondo en la perspectiva de la calle principal.

Torre Amarilla (YM - nortedegrancanaria-es)
Por su parte, los alzados laterales se componen con variedad de huecos, ventanas de arco rebajado o adintelado y puertas en arco de medio punto, y en un juego entre simetrías y disimetrías, según los paños, que se enmarcan con pilastras y contrafuertes.

Por tanto, se repite en estos alzados la combinación de paños encalados y paños con cantería. Hay unas interesantes gárgolas zoomórficas y cúbicas. La iglesia actual pasó a ser basílica por nombramiento de Benedicto XV el 12 de enero de 1916 (HERNÁNDEZ SOCORRO, MR. Y CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ, J.: "El patrimonio histórico de la Basílica del Pino de Teror", Cuadernos de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Gran Canaria, nº 5, 2005).

La villa siempre ha sido famosa por sus abundantes y excelentes aguas, y por la riqueza de fuentes y manantiales. Son muchas las referencias históricas que dan cuenta de este hecho en el pasado, como la del historiador Viera y Clavijo, que, en el siglo XVIII enumeró casi doscientas fuentes y manantiales.


Incluso hay quienes defienden que el topónimo Teror significa «lugar de aguas». Aunque la mayoría de esas aguas han desaparecido debido a la perforación incontrolada de pozos al costado de los barrancos en épocas pasadas y al descenso de las lluvias en las últimas décadas, actualmente el municipio conserva algunos de estos nacientes, como las fuentes o chorros de San Isidro, de Las Rosadas, del Borbullón o El Laurelar. Pero la más importante que sigue manando y embotellando agua de propiedad pública es la llamada Fuente Agria, que se comercializa como Agua de Teror.

Municipio de Teror (IDE Gran Canaria)

viernes, 31 de agosto de 2012

SECUESTRO, EL (TEROR)

Topónimo con el que conoce el lugar junto a la denominada Avenida del Cabildo (GC-432), que une la carretera de Arucas a Teror (GC-043) con la de Teror a Valleseco (GC-021), y que circunvala el casco urbano de Teror, entre El Rincón Alto y Los Llanos.
Casa de Lolita Navarro (Fedac)
Las primeras noticias de este lugar se remontan al siglo XVII, cuando con motivo de las leyes de desamortización, los bienes vinculados del Mayorazgo de Matos, que fundara en 1680 el Regidor y Capitán Juan de Matos fueron vendidos por su octavo poseedor el Caballero Maestrante de la Real de Sevilla Pedro Matos Matos, quien el 15 de enero de 1874, vende a Francisco Bethencourt López, comerciante de Teror, la finca de tres fanegas compuesta por «Tierras labradías y “arrifes” denominadas Anden Cumplido y Cercado del Secuestro, perteneciente al Cortijo de Las Casas Viejas de Teror» por la cantidad de 32 701 reales de vellón.

En otras referencias documentales en la descripción de otras fincas, el propio titular, cuando menciona este cortijo, lo llama indistintamente «Cortijo de Casas Viejas o Cuesta de La Laguna», dejando más clara la ubicación de la propiedad, que tiene un total aproximado de noventa y una fanegas, y ocupa desde La Laguna de Valleseco hasta Los Llanos, El Secuestro y el Rincón de Teror.

Según la fuente consultada  el acaparamiento de tierras en el Teror cerealero por parte del Mayorazgo de Matos era para el cultivo de trigo, como puede desprenderse de una agregación de 1730 cuando se vinculó un cortijo situado en Teror «… por la facilidad de transportar el trigo que producen de Teror a la Bega, en donde se necesita para el cultibo de la viña grande…» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987)
Era (Patrinet)
La actividad prestamista de Juan de Matos en el siglo XVI alcanzaba a toda la isla, al existir relación entre la vecindad de los censatarios con la situación de los bienes hipotecados, de cada cien censatarios, veintitres eran vecinos de Teror. La adquisición de tierras por el impago de censos era frecuente en el Mayorazgo de Matos, y posiblemente fue una estrategia seguida para adquirir tierras.

En la segunda mitad del siglo XIX, cuando se aprueban las leyes de desamortización y el poseedor del Mayorazgo ya no vivía en Canarias, el valor alcanzado en millones de reales de vellón de tres importantes mayorazgos con sus agregaciones es el siguiente: Matos 4,51; Amoreto (Conde Vega Grande) 3,97; y Carvajal (Rocha) 1,2. Esta comparación ilustra el gran patrimonio que tenía el vínculo de Matos, de cuyo último poseedor era hijo el diputado Antonio Matos Moreno, tan bien contratista de la carretera de la Ciudad a Arucas a finales del siglo XIX, este último padre del político canario Leopoldo Matos (PÉREZ HIDALGO, H.: Silencios rotos. El desflorillado de la historia aruquense, ed. digital, 2012).

El origen del topónimo guardar relación con el «secuestro de aguas del heredamiento». En los heredamientos de agua, cuando se tenía que hacer alguna obra extraordinaria importante, como no se tenían fondos para estas inversiones, uno de los sistemas previsto era el secuestro de aguas, consistente en la retención de azadas que se distribuían entre todos los herederos, descontadas proporcionalmente de las dulas de cada uno de ellos y luego sacadas a remate entre los propios herederos o terceros, para con el capital obtenido sufragar el coste de esa importante obra.
Acueducto (Fedac)
A título de ejemplo, podemos mencionar que cuando la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas acordó la compra del cortijo de Valsendero el 7 de marzo de 1869 y la construcción de la Presa del Pinto el 19 de agosto de 1883, tenía secuestradas ochenta y dos azadas de agua.

Además de la presencia de antiguos manantiales, de los que solo queda algún pozo en el barranquillo Basayeta entre El Rincón y este lugar, el heredamiento de la zona es el de Llanos, Madrecilla y las Rajas, más conocido por Heredamiento de Los Llanos, que tiene un «quebradero» para el desvío de la dirección del agua muy próximo al lugar, que por la adquisición o realización de algún bien, realizó en el siglo XVI algún secuestro de aguas que dió origen al topónimo. El Mayorazgo de Matos era propietario también de «Un día y medio de agua con toda la gruesa del Heredamiento de Los Llanos cada 30 días de dula».

En el Pregón de las Fiestas del Agua 2007 decía Carmina del Rosario Pérez que «… Cuando “los grandes del agua” escuchaban al mediodía en Teror las campanas de la Iglesia con un rito especial se concentraban en el lateral poniente de la Basílica porque sabían que la Heredad de los Llanos celebraba el remate, lo que consistía en subastar horas o días en la dula. Su finalidad era para cubrir gastos de pleitos, arreglos de acequias, pozos o por otros motivos diferentes…».
El recordado maestro fueguista (La Provincia)
Permanece en el recuerdo de Teror y de muchos puntos de la isla la trágica explosión e incendio del taller pirotécnico situado en el lugar. En el año 2011 fallecían allí uno de los más afamados maestros fueguista Pancho Dávila León y a su hijo Pablo, quienes recibirían a título póstumo la concesión de la Insignia de Oro de la Villa, por su meritoria labor en la creación e innovación de espectáculos pirotécnicos.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)